Sábado, 24 Noviembre 2018 00:14

Colombia necesita muchos billones de dólares para dinamizar su economía

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La clave del desarrollo es una inversión sostenible porque si ésta no llega, el país estará muy seguramente en calzas prietas.

Los expertos en finanzas públicas aseguran que el desarrollo de Colombia está fuertemente atado a la inversión extranjera y a una diversificación de su producción en donde la oferta exportable con valor agregado marque todo un derrotero de progreso y prospectiva.

En medio de la coyuntura, los analistas manifestaron que en medio de las vicisitudes, Colombia está haciendo bastante bien la tarea frente a la región, pero consideran que el reto de los colombianos es hacer las cosas aún mejor porque la región precisamente, y de cara a salir adelante, no está caminando en la dirección correcta.

En charla con Diariolaeconomia.com, el Senior Partner de McKinsey & Company, Andrés Cadena Venegas, aseguró que Colombia es el país a mirar en este momento y destacó que aún en medio de las incertidumbres de corto plazo que hay, todavía genera atractivo.

“La gran ventaja que tenemos es un periodo de tiempo en donde las inversiones nos están viendo como un país diferente y como un país que tiene mejores prospectos y proyecciones para invertir, pero el gran reto está justamente en cómo sacarle jugo a esa ventaja, y no lo podemos aprovechar si nos comparamos en este momento con las dificultades que enfrentan Argentina y Brasil, o quizás los que tuvieron un éxito en la historia reciente como Perú”, indicó el analista.

Agregó que Colombia tiene que pensar cómo da un paso importante lo cual implica varias modificaciones, una de ellas, el cambio de modelo que consiste en seguir manteniendo esa ventaja que brinda la confianza en el país, y en ese sentido, expuso, las autoridades económicas deben fortalecer ese espaldarazo del mundo lo cual conlleva a respaldar las instituciones y la iniciativa privada.

Aseguró que éste es el momento indicado para resaltar todo lo bueno y elevarle así la confianza a los inversionistas lo cual demanda un ambiente positivo porque vender otra imagen no le ayuda al país ni a esa necesidad de incrementar el crecimiento incluyente, porque a criterio de Cadena Venegas, Colombia ha crecido, pero no lo suficiente porque lo ha hecho a tasas del 4,2 por ciento en los últimos años, aclarando que los últimos dos o tres años no fueron de buen crecimiento por lo que manifestó que recuperar nuevamente tasas por arriba del cuatro por ciento requiere que haya muchísima más capacidad de inversión en el país lo cual se hace con confianza.

Añadió que Colombia es una economía de 327.928 millones de dólares, pero recalcó que el país necesita tener una tasa de inversión a PIB de más o menos el 30 por ciento en el cuatrienio para poder crecer al cinco por ciento o a niveles superiores. En su opinión una tasa del cinco por ciento no resulta arbitraria porque permite sacar a una parte importante de la población de la pobreza.

Hoy, explicó, Colombia está en niveles del 22 o 23 por ciento de inversión como porcentaje del PIB y consideró que si ese porcentaje se quiere llevar a niveles del treinta por ciento con un PIB creciendo a una tasa del cuatro o cinco por ciento, eso arroja como resultado que el país requiere por lo menos 120 billones de dólares durante cuatro años, unos treinta billones por año.

“La gran inquietud para mi es ¿cómo van a llegar esos 120 billones de dólares? Y la respuesta es con confianza porque no hay otra forma, van a llegar porque las condiciones que se dan para el retorno de capital en Colombia son suficientes pues de lo contrario esos recursos no van a llegar, y todo esto tiene mucho que ver con lograr unas tasas impositivas más competitivas que hacen parte de los beneficios que tiene la reforma tributaria que en opinión personal, se quedó un poquito corta, sin embargo no estoy tan seguro que sean a rajatabla para todas las empresas pues considero que debió ser mucho más y dentro de una política de entendimiento y de incentivos a la inversión”, dijo el señor Cadena Venegas.

A criterio de Cadena, el no pago del IVA por parte de las clases más pudientes es absolutamente regresivo e injusto porque realmente debería haber un desembolso de ese gravamen, eventualmente cuando Colombia sea un país de ingresos más altos, eso debería ocurrir, empero al caerse, porque no hay certeza de quién paga o no en un supermercado, sigue manteniéndose esa inequidad que de alguna forma mantiene una regresividad en la economía, pero consideró que independiente de eso hay que buscar unas alternativas para cubrir los presupuestos que el ejecutivo ha generado.

El crecimiento debe tener inclusión

En su análisis, el Senior Partner de McKinsey & Company recalcó que el crecimiento de la economía debe ser incluyente ya que debe procurar que la gente se beneficie del proceso lo que no está pasando a la velocidad que pide Colombia, no pasó durante el siglo vente y no ha pasado en lo corrido de este siglo y eso, apuntó el experto, no es sostenible en una economía abierta desde los puntos de vista económico e ideológico en donde las redes sociales cumplen un rol muy importante en comunicar a la gente y generar una serie de expectativas.

Insistió en que Colombia ha crecido a unas tasas que a primera vista parecieran buenas, pero al descomponer ese crecimiento desde el punto de vista de la producción, fácilmente se puede detectar que hay un 75 por ciento de ese crecimiento que viene de un modelo de fuerza bruta, es decir, más horas hombre entrando a la economía y no más innovación, es decir que no hay productividad porque solamente el uno por ciento del crecimiento obedece a productividad y el resto viene por horas hombre entrando al sistema.

“Ese modelo se da porque en Colombia durante la última mitad del siglo pasado, las ciudades crecieron demasiado y había muchos más jóvenes entrando a la fuerza laboral, solo que no existían los suficientes empleos de calidad para ellos, luego al no poder incorporarlos con un modelo de economía cerrada que no facilitaba las suficientes demandas sobre una economía que era muy pequeña, esa masa laboral terminó en la economía informal y como consecuencia de eso, dos o tres generaciones después, hay gente que sigue viviendo en la informalidad, asunto que explica las gigantescas tasas de infracción que registra Colombia”, aseveró.

Desde el punto de vista del ingreso, explicó, la gran mayoría de riqueza que se fomenta en el país no va dirigida al aumento de salarios pues para ese rubro tan solo es destinado un diez por ciento y al no ir con más volumen a salarios, eso implica que no hay una progresividad social importante, pero ahondando en el análisis ese factor implica que la gente no tiene consumo y por consiguiente no genera demanda ni la necesidad de inversiones importantes que dinamicen la productividad porque la inversión mueve tecnologías y fomenta nuevas formas de producción que por lo general aumenta el ingreso, haciendo que se mueva el círculo para propiciar crecimiento económico.

Especificó el analista que esa trampa de crecimiento ha estado implícita en la economía durante muchos años, pero ese flagelo no se notó, afirmó, por el crecimiento de la población, que al decrecer, como se vio en el censo anterior, ahora esa tendencia se afianza como una inquietud de largo plazo en la economía colombiana que no es un cuestionamiento ni de izquierda ni de derecha, sino básicamente la manera de explorar y generar un modelo productivo inclusivo en donde unas inversiones de tiempo extendido en innovación y tecnología permitan la formación de mejores salarios que jalonen el indicador de demanda y por lo tanto más inversión.

Lo que piensa Fitch Ratings

A su turno el Director Ejecutivo de Fitch Ratings, Alejandro Bermúdez, afirmó en este medio que de cara a las metas de consolidación fiscal, el análisis soberano lleva a pensar que hay unos desafíos importantes en términos de la rigidez de la estructura de gastos a tiempo que estimó que hay una necesidad de una generación de ingresos que resulta fundamental para el buen andamiaje de la economía.

“Nosotros en nuestra visión de Colombia le apostamos a la credibilidad que hay en el manejo económico y del compromiso existente con las metas fiscales las que consideramos, se van a cumplir en 2019, es decir que Colombia honrará sus compromisos y plasmará en cifras lo que se ha trazado”, precisó el directivo de la importante agencia internacional de calificación crediticia.

Comentó que si llega un deterioro en la consolidación fiscal, hay de hecho un riesgo obviamente en términos de endeudamiento y vendrían presiones sobre el apalancamiento, costos adicionales en lo que tiene que ver con financiamiento y también un cuestionamiento de la credibilidad en términos del compromiso que hay con la consolidación fiscal a mediano y largo plazo.

Frente a temas geopolíticos que incluyen rumores y análisis apocalípticos que dan cuenta de una gran crisis en un par de años, Bermúdez sostuvo que la credibilidad de Colombia y su manejo macroeconómico son la vacuna y el antídoto porque la disciplina de Colombia goza de reconocimiento en los mercados internacionales.

“Hay un ambiente que es mucho más volátil, pero los fundamentos de la calificación son sólidos, nosotros el catorce de noviembre ratificamos la valoración en escala internacional y soberana en triple B con una tendencia estable y eso considera la volatilidad internacional”, dijo Bermúdez.

Desde la tribuna del análisis, Fitch Ratings insistió en que la gran fortaleza de Colombia es la credibilidad y en un manejo macroeconómico, no solo recientemente sino a través de la historia y del cumplimiento que el país ha tenido con sus obligaciones crediticias sin dejar de reconocer que hay todo un desafío fiscal.

No negó el experto que la dependencia de los commodities es una consideración que se tiene en cuenta al igual que los indicadores en términos de gobernanza y de desarrollo humano según los reportes del Banco Mundial y de las Naciones Unidas.

“Es importante saber la brecha sobre pilares del PIB Per Cápita que tiene Colombia en relación a sus pares de calificación. El país debe aumentar la productividad y la competitividad de la economía, no solo en el contexto nacional sino en el internacional en donde hay retos como valor agregado y el mantener la confianza y las políticas”, detalló el Director Ejecutivo de Fitch Ratings, Alejandro Bermúdez.

La calificadora de todas maneras a través de sus estudios ha expresado su preocupación por la consolidación fiscal y cree que pese a todo las metas llegarán a feliz término en 2019 bien sea por una generación de ingresos o por recorte en la disposición de gastos, en particular con las inversiones de capital, lo cual tilda de reto estructural que no siendo coyuntural debe abordarse.

En el tema del cambio de modelo económico, Bermúdez escribió que el modelo económico tiene sus desafíos en lo que corresponde a competitividad en donde hay un fortalecimiento constante muy visible a nivel regional, no obstante reiteró que Colombia en buena hora retomó su senda de crecimiento potencial.

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