Los últimos días han tenido al empresariado con mucho nerviosismo porque desafortunadamente se alinearon los planetas en materia cambiaria para disparar el precio de la divisa, que si bien ayuda a algunos, básicamente a los exportadores de commodities, afecta a muchos que venden producto importado o manufacturas y artículos con componentes comprados en el exterior. El tema asusta porque ya impacta proyecciones, compromisos y dinámica económica, toda vez que los importadores en un número importante ya anuncian frenar las compras para trabajar con inventario, y si se hace necesario, recortarán gastos y costos como empleos y sedes.
Como se dice comúnmente, el palo no está para cucharas, y por ello los importadores siguen haciendo hasta lo imposible para curarse en salud ya que un descuido les puede ocasionar una quiebra o una deuda de magnitudes inimaginables como ya ocurre en otros entornos de la economía. No sobra decir que muchos hicieron compras con dólar de 3.000 pesos y hoy su deuda encareció porque el dólar en promedio cerró a 3.441,40 pesos.
En diálogo con Diariolaeconomia.com, la coordinadora administrativa de la empresa Excess Internacional S.A.S, Johanna Lesmes, aseguró que de manera preocupante, los efectos de la tasa de cambio ya se sienten toda vez que las compras hechas con un dólar a promedio de 3.000 pesos, hoy están encarecidas porque la moneda extranjera, indicativa para las operaciones de comercio, alzó vuelo afectando la rentabilidad y las ventas normales.
Esta empresa, una importadora de calzado de China y Brasil con diez años de oficio en el comercio exterior dijo que el tema es tan difícil que ni siquiera los bancos saben qué va a suceder porque hacen análisis para hacer coberturas cambiarias, forward o cualquier otro tipo de negociaciones que aseguren en algo el valor, pero el tema es tan incierto que ni siquiera el sector financiero del mundo sabe cuál será el derrotero que tome la divisa, escenario de incertidumbre que hace muy complejo hacer compras en dólares para sostener las importaciones en vista que la moneda americana puede dispararse aún más castigando el valor de los productos que generalmente son importados.
Según la experta en números y administración de factorías, siempre existirá la pregunta de por qué el dólar afecta tanto a Colombia cuando los problemas o las coyunturas están en otros países, pero indicó que ese es el costo de la globalización y de la internacionalización de la economía, fenómeno que hace que los males de un país o una región determinada, los sientan al otro lado del mundo.
Hoy en día, precisó la experta los indicadores económicos no son una tabla que garantice compras en divisa sobre promedios o supuestos porque en el momento real de pagar una importación que suele hacerse por anticipado, el valor es totalmente diferente al que se pagó al inicio de la operación comercial con los inconvenientes de volatilidad en el dólar.
“Es bueno tener en cuenta que hay un impacto en las compras actuales o pasadas porque si hago un anticipo del 30 por ciento en una importación, cuando la voy a terminar de pagar dicha obligación que es del 70 por ciento se puede duplicar y un empresario por regla del negocio ya ha vendido a unos valores determinados, es decir que hay problemas porque en el tema del comercio, usualmente uno importa lo que ya tiene vendido y allí se produce un inconveniente puesto que en la negociación ya estaba estipulado el precio, luego hay un perjuicio para quien importa porque paga mucho más con devaluación, no hay duda”, explicó Johanna Lesmes.
Cabe anotar que Excess Internacional importa única y exclusivamente calzado al por mayor de manera legal porque hay que decir que la ilegalidad igual afecta al importador de manera considerable en vista que no puede competir con el contrabando ni con las prácticas espurias.
Un calzado traído de China por el sistema mayorista puede dejarse en el mercado a un costo de 55.000 pesos más IVA, pero con la coyuntura de devaluación y aplicando el mayor precio del dólar ese calzado podría tener un costo adicional del 40 por ciento en promedio, es decir que esos zapatos quedarían en 72.000 pesos, un salto en valor bastante considerable.
Un aspecto que preocupa en el comercio y en los sectores empresariales es que la inflación va por la senda del crecimiento porque los productos que podían adquirirse a un valor cómodo, hoy valen mucho más como es el caso de las materias primas y los productos básicos como canasta familiar pues a Colombia no se le puede olvidar que importa más de catorce millones de toneladas de alimentos al año.
“Un argumento que defiende el gobierno es que el fortalecimiento del dólar le es útil a los exportadores, pero el asunto es que la oferta exportable de Colombia es relativamente lánguida lo cual hace pensar que la balanza sigue descompensada en detrimento de un indicador que ya asusta como lo es el déficit de la cuenta corriente de la balanza de pagos, hoy por hoy el talón de Aquiles de la economía local”, apuntó la muy amable, Johanna Lesmes.
Una situación que igual afecta es la fabricación de calzado y manufacturas de cuero que para el capítulo Colombia llevan componente importado en alto porcentaje, contexto poco grato, porque igual la devaluación le resta competitividad al producto que demanda piezas o materiales para la creación de diseños en cuero. Allí, afirmó Lesmes, tampoco hay resarcimiento, porque el fabricante está exportando a un valor, pero también importa a otro valor, y a la hora de hacer cuentas, las ganancias no se ven.
Hoy, dijo la coordinadora administrativa de Excess Internacional, la guerra comercial entre Estados Unidos y China empezó a pasar factura y un punto que lamentan los empresarios de Colombia y el mundo es que para Estados Unidos fue fácil romper con el libre comercio por defender unas posturas internas que inclusive han generado ruido entre algunos empresarios norteamericanos. Señaló que China no sufre porque prácticamente cuenta con todo, es el abastecedor número uno de materias primas y por ello la tienen clara porque saben que todo el planeta necesita de los chinos y sus productos.
La situación, reconoció Lesmes, le ha ayudado a la industria nacional que gana en mercado, pero indicó que lamentablemente los volúmenes que alcanza una factoría no son los mismos que se pueden importar de Asia o Brasil. Expresó que el mercado ha crecido a unos niveles tan altos que solo con producto nacional es imposible suplir las importaciones de manufactura.
“En el común de la gente está la convicción que el calzado importado es barato y de mala calidad, pero eso no es así porque de China cuando se trae producto de calidad y manera legal, el costo sube y se hace caro si se tiene en cuenta que son manufacturas que tienen mucha exigencia. Hay una realidad y es que quienes importamos defendemos un prestigio y un mercado, asunto que solo persevera internando calidad, de lo contrario no es fácil estar en un mercado que pide diseño, innovación, colorido y durabilidad”, afirmó Johanna Lesmes.
El tema de las coberturas cambiarias no ha resultado tan afortunadas en la importación de calzado y manufacturas porque los bancos tienen muchas lagunas sobre la realidad del dólar y no han podido descifrar el devenir en tasa de cambio. Expuso que ya sucedió que un banco vaticinó que el dólar llegaría a un precio y terminó en otro, por citar un ejemplo la entidad crediticia aseguró que la moneda americana tocaría los 3.400 pesos, pero a los cinco días la divisa estaba en 3.500 pesos.
Dijo que cuando se hace un seguro cambiario o forward, los financistas lo que hacen es proyectar los contextos y ofrecen dinero a un determinado número de meses por un valor específico, pero ha pasado que cuando se va a pagar la deuda, el dólar puede estar más barato, como ya ha pasado y eso representa igualmente pérdidas.
El nerviosismo en las importaciones es visible y previsible porque nadie quiere invertir en medio de la incertidumbre para perder. Un caso palpable es el de Excess Internacional que ha traído estrictamente lo necesario o lo que ya estaba vendido. El volumen de importación que estuvo al 100 por ciento hoy se encuentra a niveles del 45 por ciento, un impacto muy fuerte porque la gente a la que se le debe trasladar el mayor precio no está dispuesta a pagar un valor tan alto cuando a nivel nacional puede conseguir productos en cuero, no en sintético, a un precio mucho más económico por el efecto dólar.
Un dato no menor es que quien fabrica calzado con material sintético literalmente está en calzas prietas porque esa materia prima no se consigue en Colombia y se hace necesario importarlo como pasa con las suelas, las tapas y los herrajes.
Importaciones de Alemania también sufren
La devaluación hoy es una triste realidad para muchos, las empresas hacen sus cuentas y el flujo de caja no pinta bien porque quien importa o fabrica con materias primas compradas en el extranjero debe asumir un costo mayor que finalmente debe ser trasladado al consumidor.
La empresa Stiebel Eltron, es conocida en el medio colombiano por las importaciones alemanas, por sus ventas claves para el sector de la construcción y por las soluciones que brinda con productos de muy alta calidad. Esta firma que tiene dentro de su portafolio la importación de calentadores tiene la angustia en estado máximo porque las cosas no pintan bien en materia cambiaria y la geopolítica no ayuda.
El Gerente General de Stiebel Eltron, Juan Sebastián Sanabria, anotó en este medio que superar la barrera en el dólar de los 3.400 pesos no estaba en los cálculos de nadie, pero indicó que esa es una realidad del mercado que debe afrontarse con toda la calma del caso pues actuar a las carreras no trae nada bueno.
Explicó que desde el punto de vista de las importaciones cuando el empresario que compra en el extranjero hace el tracing o lo que se conoce como seguimiento o rastreo de las mercancías, con una tasa promedio, traza costos y con ello hace el programa de compras anuales en el exterior, una alta volatilidad conlleva a que esos modelos en la práctica no funcionen obligando a hacer un braiking no anual sino bimensual.
Sobre los seguros dejó claro que después de la devaluación que tuvo el peso en 2015 que se dio en momentos en los que la divisa se encontraba muy estable, los empresarios tomaron mucha más conciencia sobre la importancia de las coberturas o los forwards que empezaron a tener mucho más sentido para los empresarios.
“Después de esa fecha, hacer una operación de comercio exterior sin una cobertura no es concebible porque el seguro genera tranquilidad y es por eso que en exportaciones e importaciones dichas coberturas son inmediatas”, declaró Sanabria.
El ambiente de tensión en la economía mundial que pasa al empresariado y a la misma política fiscal hace que los sectores se muevan en medio de la incertidumbre porque si bien hay una guerra comercial declarada y en plena vigencia, igual hay aspectos políticos y geopolíticos que ayudan a sembrar más miedos en los actores económicos y eso, según Sanabria, se ve reflejado en la alta volatilidad de las transacciones porque aparte de la devaluación del paso como tal, lo que afecta bastante es la alta variabilidad que le daña el rato a los importadores y a quienes dependen de las materias primas para diversos productos.
En medio de las dificultades que se experimentan con la divisa, el empresario consideró que no es mucho lo que pueda hacer un gobierno porque se trata de un fenómeno de características y orígenes internacionales que hacen que cualquier maniobra resulte estéril. Anotó que hay coyunturas de política regional que le han costado a Colombia porque precisó que no hay que olvidar que la última gran devaluación de América Latina mostró a Colombia como el país con mayor índice de depreciación.
“Podemos ver que la situación actual del país en materia económica no es la mejor y que pese a que hablan de un crecimiento del tres por ciento, los números igual, no son positivos para que la economía se mantenga por fuera de los indicadores de nerviosismo o amenaza. Un tema muy preocupante es el de la cuenta corriente de la balanza de pagos”, consideró el vocero.
Stiebel Eltron importa calentadores eléctricos, de paso, de acumulación, fotovoltaicos, calefactores eléctricos y una gama bastante llamativa de electrodomésticos para uso residencial y de aplicación comercial.
Al igual que en otros sectores, la devaluación llevará a que el precio de los productos de esta firma nacional se ajusten al alza porque en el mercado nacional casi no hay producción para la gama que maneja la importadora. Los pocos equipos ensamblados en Colombia tienen piezas y componentes importados que igual van a ver afectados los precios que se ofrecen al público.
“El asunto es delicado porque al no haber una competencia fuerte a nivel nacional y con esa ausencia de una industria desarrollada en el ámbito local, los precios van a verse alterados con un impacto considerable en la inflación porque la devaluación le pega directamente al costo de vida, ítem que finalmente asume el consumidor”, recalcó Sanabria.
Ante semejante panorama el experto consideró urgente tomar medidas de eficiencia empresarial como un adecuado manejo o diseño de la estructura de costos y revertir la utilidad en alguna manera para no padecer con la rotación de inventarios, pero reconoció que con los niveles actuales de la tasa de cambio es imposible que el consumidor final no se vea afectado.
La empresa logró hacer compras con un dólar de 3.200 pesos en promedio y pudo abastecerse hasta garantizar un stock que permite trabajar, empero la empresa está a la espera de que baje la volatilidad para tomar decisiones en el corto plazo, dejando claro que no ha pasado un mes desde que se registró el máximo precio histórico de la divisa y desde que se dio el alza en el dólar. Si en el corto plazo no para la volatilidad, sin duda alguna habrá necesidad de hacer incrementos en los precios si la tasa llega a los 3.500 pesos por decir algo.
Dentro de las decisiones que están por venir en el empresariado a nivel general se pueden citar algunas como interrupción de importaciones, menores volúmenes de compra en el exterior y otras que tienen que ver con la dinámica de las finanzas de una compañía para que sea viable. Juan Sebastián Sanabria, precisó que independiente de todo, con una volatilidad tan alta, tomar decisiones inmediatas no es lo más aconsejable ni la más acertada medida, pero lamentó que ante una tasa de cambio por los aires y pletórica de volatilidad vendrán disposiciones, entre ellas recortes, sin embargo insistió que antes de todo el sector real de la economía está dando esa espera que no puede ser muy larga.
Expertos en comercio exterior con los mismos acertijos
Una autoridad para hablar de comercio, de dólar, competitividad, acuerdos comerciales, logística y proyecciones es el presidente de la Asociación Nacional de Comercio Exterior, Analdex, Javier Díaz Molina, quien sostuvo que es muy difícil saber a dónde va a parar esa tasa de cambio porque hay muchas variables jugando.
Indicó que normalmente lo que se observaba era una Colombia con una tasa de cambio que respondía más al precio de los commodities como el petróleo y otros. Para el caso puntual del crudo, el mercado sabía que si subía el precio del petróleo, ingresarían más dólares y automáticamente la divisa subía de precio. Al contrario, cuando bajaba el precio del oro negro, el precio del dólar subía y esa era en síntesis la correlación que los empresarios manejaban.
Comentó que esa lectura de oferta y demanda se perdió porque ahora están jugando muchas variables, entre ellas el tema de la guerra comercial entre Estados Unidos y China que le metió una variable de incertidumbre al mercado porque el comercio mundial no está creciendo como estaba previsto y adicional, dijo, el déficit de la cuenta corriente de la balanza de pagos de Colombia lleva a que los actores de la economía piensen en un dólar mucho más alto, inquietud a la que se suma Argentina porque los mercados no distinguen países sino que miran regiones y califican a Latinoamérica como de alto riesgo, factor que presiona la subida del dólar.
“La respuesta de China al anuncio de aranceles por parte de Estados Unidos llevó a que los chinos dejaran que el yuan, su moneda, se devaluara, y anularon el efecto de los aranceles, el dólar se fortaleció y todas las demás monedas se devaluaron frente al dólar lo que deja ver que están jugando muchas variables”, dijo el señor Díaz Molina.
Hoy, sostuvo, es imposible predecir que va a pasar con la tasa de cambio, ese en su concepto es un reto imposible, pero lo que sí se puede leer es que el dólar se va a mover hacia el alza y va a estar fluctuando entre 3.350 y 3.500 pesos. El dirigente gremial dijo que pensar en un dólar de 4.000 pesos suena descabellado, pero aseveró que en este momento no se puede descartar nada. De todas maneras anotó que ese tipo de subidas no es muy positiva porque las descolgadas suelen ser más agresivas.
“La volatilidad es muy alta y el mercado está muy nervioso y ante ese estado de shock, cualquier noticia genera conmoción. Un ejemplo fue el dato del segundo trimestre de la economía alemana pues la gente de manera inmediata empezó a hablar de recesión en Europa, un tema que no encaja, muy a pesar de la situación, pero eso es fruto del nerviosismo del mercado”, apuntó.
Otro elemento que se suma es el de los ciclos económicos que hacen prever que vendrán dificultades, particularmente en Estados Unidos en donde el crecimiento lleva más de diez años creciendo lo que hace prever un desplome dadas las circunstancias de guerra comercial con el agravante que el Presidente Donald Trump, ya mandó su amenaza de aranceles para diciembre. Hay otros aspectos como la medida de la Reserva Federal que bajó su tasa de interés, un indicador que habla de la preocupación que tienen en el país del norte por su economía.
“Hoy los mercados miran a Colombia como un componente de la región, sin embargo cuando uno detalla la región, los países que la componen no tienen un comportamiento similar porque uno ve a Venezuela y a Argentina con unos crecimientos negativos, e incluso la región, fruto de la caída de Venezolanos y argentinos, con crecimientos menores al uno por ciento este año, pero Colombia crece al tres por ciento que es un buen dato lo cual hace pensar que el país no está tan mal, claro, la coge el huracán con una flaqueza que es el déficit en la cuenta corriente que es alto, pero de resto, salvo el empleo que también se ha deteriorado, muestra indicadores más satisfactorios, recalcando que ese déficit gemelo porque lleva déficit fiscal y el de cuenta corriente, es decir interno y externo, es un problema que no se puede ocultar lo cual lleva a mayor preocupación por tasa de cambio ya que la manera de ajustar esos déficits es devaluando la moneda”, manifestó el presidente de Analdex.
Un asunto que no se puede escapar es que al estar produciendo menos, China está comprando menos commodities y eso se está sintiendo en la región porque esa decisión le pega al hemisferio lo que muestra que el fenómeno de caída en las exportaciones no es exclusivo de Colombia sino de toda la región lo cual genera más preocupación y para colmo de males las causas y los efectos hacen parte de un ejercicio que de manera obligada califican los mercados.
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