Por Julián Cárdenas Fonseca
Analista de Portafolios Especiales de Protección
Ante la incertidumbre frente al crecimiento económico global, los principales bancos centrales del mundo han preferido actuar con cautela y ratificar, si es necesario, su respaldo monetario. La semana anterior, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ajustó a la baja sus proyecciones de crecimiento para el 2015 y 2016 debido en parte a los mayores riesgos en las economías emergentes. Sin embargo, la dilación al incremento en las tasas de interés en los Estados Unidos junto con el reciente incremento en el precio del petróleo ha ayudado a los activos de riesgo de algunas economías latinoamericanas y en particular en Colombia.
El pasado jueves, la Reserva Federal de los Estados Unidos (FED) dio a conocer las memorias de su reunión de septiembre. Aunque la mayoría de las apuestas se inclinaban por un incremento en las tasas de interés el mes anterior, la FED se abstuvo de subirlas debido en parte al convulsionado entorno internacional y a la baja expectativa de inflación de su economía. La desaceleración de la economía de China y de otras economías emergentes ha generado una fortaleza del dólar y una caída en los precios de las materias primas, lo que a su vez se ha traducido en menores precios para los estadounidenses. Sin embargo, mencionó que hacia adelante el panorama económico y el mercado laboral siguen con una expectativa favorable, lo que dejó la puerta abierta a un incremento en el futuro cercano. La última encuesta del Wall Street Journal mostró que la mayoría de los economistas esperan un incremento en la tasa de interés en diciembre (64%).
Por su parte, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, mencionó que está listo para ajustar su plan de relajamiento cuantitativo si es necesario. Al cierre de la semana, Draghi comentó que el desempeño de las economías emergentes podría afectar el crecimiento de las economías desarrolladas y forzar a que los bancos centrales de las grandes economías demoren sus planes de normalización monetaria. Lo anterior coincidió con los comentarios de la líder del FMI, Christine Lagarde, quien resaltó la mejora de las economías desarrolladas y la compleja situación de las economías emergentes.
La semana anterior, se marcó uno de los incrementos más pronunciados semanales en el precio del petróleo desde 2009. Lo anterior en parte a una nueva caída en el número de pozos activos y a la disminución en los últimos meses de la producción en los Estados Unidos. Lo anterior generó una respuesta favorable en activos de riesgo, en particular los del sector petrolero, y una fortaleza del peso colombiano frente al dólar, al nivel más bajo desde julio.
Si bien en la semana la recuperación de algunos activos financieros latinoamericanos fue importante, no necesariamente es sostenible. Existen diferentes riesgos que en la región (como la situación en Brasil) que no generan una sólida confianza. No obstante, la demora en el incremento en las tasas de interés en los Estados Unidos, el respaldo monetario de Europa y la reacción en el precio del petróleo es una buena noticia para Colombia.