Jueves, 16 Agosto 2018 14:05

Crisis turca puede ser una oportunidad para China

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En una nueva jornada en la guerra comercial, China anunció nuevas tarifas para los Estados Unidos en una batalla que no muestra descanso.

Por Julián Cárdenas Fonseca, Analista de Portafolios Especiales

La semana anterior, la guerra comercial encontró otro frente de batalla y siguió generando turbulencia y desconcierto en el mercado. China reaccionó a las medidas adoptadas desde Washington y en Turquía la situación es cada vez más crítica, no solo por cuenta de la reacción del Presidente Trump de doblar algunas tarifas sino por dificultades de su economía. Lo anterior aumenta el riesgo de contagio en Europa y ha generado aumento del riesgo en distintas regiones a nivel global. Aunque esta noticia está en desarrollo, las condiciones podrían deteriorarse más de no encontrar fuentes de financiación.

En una nueva jornada en la guerra comercial, China anunció nuevas tarifas para los Estados Unidos en una batalla que no muestra descanso. Los Estados Unidos anunció que impondrá una tarifa del 25% a importaciones por un valor de 16 billones de dólares provenientes de China (principalmente equipo industrial) a partir del 23 de agosto. Esta representa la segunda tanda de tarifas impuesta por el Gobierno de Trump que sigue a las señaladas en marzo y que entraron en vigencia a comienzos de julio por valor de 34 billones de dólares. En respuesta, China anunció la imposición de tarifas por 25% para 200 billones de dólares de artículos importados estadounidenses. Al parecer, este frente de batalla es distinto al del NAFTA y Europa. Su contrincante no muestra señales de ceder, lo que podría traer repercusiones a nivel global y a la hasta ahora imparable actividad económica estadounidense.

En el otro frente de batalla, el Presidente Trump dobló las tarifas sobre las importaciones de acero y el aluminio provenientes de Turquía, pasando de 25% a 50% y de 10% a 20% respectivamente. Si bien los Estados Unidos ha sido aliado histórico de Turquía en ofrecer respaldo en la estabilidad financiera y económica, en este momento las naciones han estado distantes Lo anterior debido en parte a la política de defensa de Turquía por situaciones militares de las milicias kurdas y a la detención de un pastor estadounidense. Algunos integrantes del Congreso de los Estados Unidos y de la administración Trump se han opuesto al plan de Turquía de utilizar un sistema de anti defensa ruso. La detención del pastor estadounidense, Andrew Brunson, quien lleva dos años en prisión preventiva acusado de colaborar con la guerrilla kurda y la cofradía del predicador Fethullah Gülen, quien al parecer lideró el golpe militar contra Erdogan en julio de 2016.

Solo el viernes la lira turca perdió el 16% de su valor, con lo que acumula una pérdida de cerca de 70% en 2018. Lo anterior tuvo impacto en las principales monedas de los mercados emergentes y por ejemplo en las entidades bancarias europeas con exposición a Turquía. El Presidente de Turquía ha rechazado la ayuda del Fondo Monetario Internacional (FMI), su banco central no incrementó la tasa de interés en su última reunión y ha limitado el uso de sus reservas para la intervención cambiaria. Las estrategias implementadas hasta el momento no han dado resultado como el nombramiento de su yerno Berat Albayrak como ministro de hacienda. El ministro mencionó que busca atajar la inflación, tener disciplina fiscal y disminuir el déficit de cuenta corriente.

El mercado accionario, de bonos y su moneda reaccionaron desfavorablemente en Turquía el viernes, con una caída de 2.3% en el índice accionario (BIST 100), un incremento en la tasa de los bonos a 10 años hasta 20.8% y su moneda perdió el 16% de su valor, con lo que acumula una depreciación cercana al 70% en 2018, enviando un mensaje al Gobierno de la necesidad de medidas más drásticas.

Las mayores presiones en este momento se concentran también en los bancos europeos que han financiado parte del 40% que representa la deuda en moneda extranjera en Turquía, como BBVA de España, UniCredit de Italia y BNP Paribas de Francia. Un reporte del Bank for International Settlements (BIS) mostró que los bancos españoles cuentan en Turquía con cerca de 80 billones de dólares, los franceses con cerca de 38 billones de dólares y los italianos con cerca de 18 billones de dólares. Por tal motivo, esta situación ha tenido implicaciones en la mayoría de mercados a nivel global. El viernes pasado, el euro perdió el 1% de su valor y el promedio de monedas latinoamericanas (LACI) el 1.6%. En el caso de Colombia, el peso colombiano repuntó por encima de los 2,940 pesos, lo que representó el nivel más alto desde finales de junio.

Esta es una noticia en desarrollo y podría generar mayor respuesta en los mercados financieros y bursátiles de todo el mundo en las próximas sesiones. El déficit de cuenta corriente de Turquía es de 5.5% del Producto Interno Bruto (PIB), su deuda externa representa el 55% del PIB y su economía, que en años anteriores había mostrado un buen comportamiento, podría deteriorarse rápidamente. Hoy la inflación anual se ubica en 15.85%, la tasa de interés del banco central alcanza 17.75%, la tasa de desempleo es de 9.6% y tiene una balanza comercial deficitaria.

Una medida comúnmente utilizada para determinar el nivel adecuado de reservas internacionales de un país es comparar la deuda de corto plazo del país frente a éstas. En el caso de Turquía, este porcentaje es cercano al 74% frente a 90% de finales de 2017, cuando se considera un porcentaje de 100% como mínimo. Esto obliga a Turquía a buscar recursos del exterior o a generar mayores reservas, lo cual por ahora no se ve muy probable por la negativa de su presidente. Si bien no es una sorpresa para el mercado la situación de Turquía, de continuar la situación actual, el país podría entrar en cesación de pagos y tener un mayor impacto en el mercado internacional. No obstante, viendo el tamaño de la economía Turca (cerca de 1% del PIB global) y que los países atacados (China y Turquía) podrían aliarse, en el que el gigante asiático podría beneficiarse de su ubicación estrategia para mejorar su comercio con el medio oriente y Europa. Actualmente, China y Turquía tienen varios negocios en el sector de comunicaciones, internet e incluso contenedores chinos hechos en Anatolia.

Esta semana los agentes del mercado estarán atentos en los Estados Unidos a las cifras de importaciones, exportaciones, ventas minoristas y producción industrial. En Colombia, se dará a conocer las cifras de ventas al por menor y la producción industrial de junio y el informe trimestral de inflación. También en el país se publicará el Producto Interno Bruto (PIB) del segundo trimestre, frente al que pensamos que podría estar cerca de 2.5%, lo que representaría el nivel más alto desde 2016 en términos anuales y una señal inequívoca de que la economía viene de menos a más.

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