Miércoles, 28 Septiembre 2022 20:24

IMOCOM, 70 años dándole herramientas al desarrollo colombiano

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La empresa creció de la mano de los industriales locales que encontraron respuesta a las grandes soluciones a partir de los más eficientes y confiables bienes de capital.

Alguien dijo en una ocasión que, si la revolución industrial se dio en Colombia, llegó de la mano de IMOCOM, la casa que durante siete décadas ha importado la mejor maquinaria al país para todos los sectores productivos y de infraestructura. Sin duda es un símil adecuado porque gracias a las iniciativas de sus fundadores, las industrias colombianas pudieron dar el salto de calidad hacia la eficiencia, el ahorro, la celeridad y desde luego la rentabilidad.

IMOCOM ha importado durante 70 años el desarrollo de Colombia y por eso se trata de una empresa que ha construido historia y calidad de vida en medio de diferentes escenarios y durante diferentes épocas desde mediados del siglo XX, eso sí aportando a la industria en todas sus expresiones, pero igual determinante en minería e infraestructura.

El Gerente General de IMOCOM, Pablo Etter, afirmó que, desde el nacimiento de la compañía en 1952, Colombia ha tenido a la mano, las mejores máquinas, herramientas y equipos, todo un aporte al progreso industrial y económico del país.

Esta empresa de amplia participación en el sector ferretero desde mucho antes de la apertura de la gran casa importadora, tuvo la fortuna de tener en sus manos muchísimos proyectos, lo que le permitió relacionarse con inversionistas, emprendedores y personas que iniciaron sus caminos empresariales o que ya los habían iniciado y buscaron a IMOCOM en la mitad de sus caminos.

 

“Nosotros tenemos una vocación desde el inicio de esta empresa y es servir de pie de apoyo a las industrias o a las personas que quieren abrir fábricas para la transformación a partir de la innovación, logrando destacadas variables en los indicadores de productividad y rentabilidad. El propósito de IMOCOM está claramente cimentado en ese sencillo principio de transformar el país industrial con una revolución o cambio que garantice sostenibilidad y mejor flujo de caja en las distintas factorías y sectores, eso nos ha permitido permanecer 70 años en el mercado”, apuntó el Gerente General de IMOCOM, Pablo Etter.

 

La empresa tuvo colegas y hasta rivales que enfocaron el negocio en un beneficio particular, defendiendo la sostenibilidad de las compañías, pero no la de sus clientes, una decisión que no garantizó la permanencia en el tiempo.

 

 

Hoy IMOCOM tiene clara su hoja de ruta para seguir celebrando muchos más aniversarios y sobre la base de manejar buenas marcas, excelsa calidad en máquinas, avanzar y seguir en el reto que trae implícita la cuarta revolución industrial, así como preocuparse por el bienestar y satisfacción de sus compradores, aspectos vanguardistas que sin duda tendrá vigente la empresa durante mucho tiempo.

Insistió que la intención o el designio de IMOCOM obliga a interpretar muy bien los citados conceptos, pero además a ejecutarlos juiciosamente en desarrollo del trabajo, unos menesteres enfocados en el servicio y el respeto por los consumidores de bienes de capital, lo cual lleva a comprender qué quieren hacer para adelantar la transformación y la modernidad en cada una de las empresas, todo sobre pilares de inteligencia, estrategia y la mejor relación comercial porque para Etter, los clientes de IMOCOM deben perdurar por una acertada apuesta y un vínculo amable con la compañía.

Desde los inicios de IMOCOM, su fundador Paul Etter, trazó el camino del éxito económico, pero acompañado de principios, valores agregados y un acompañamiento especial al cliente lo cual incluye estar con él desde el principio hasta el final de la vida útil de los equipos suministrados, canalizando sentimientos desde la industria, pero igual ofreciendo maquinaria o tecnología actualizada que pueda reemplazar los ciclos con eficiencia y beneficio, a grandes rasgos, la firma evoluciona con sus compradores.

En opinión de Pablo Etter, IMOCOM tiene claro que lo más importante después de la importación, una selección de marcas y bienes, ejercicio hecho con el mayor rigor, y obviamente, una venta, viene la posventa, un reto estimable porque con las nuevas tecnologías es necesario buscar recurso humano idóneo o formar a los colaboradores dentro de las nuevas tecnologías pues hay una permanente disposición para resolver, proponer o reparar.

 

“Ser exitoso en esta actividad implica automáticamente, obligatoriamente, pensar en el acompañamiento del cliente y estar pendiente de manera constante de lo que pueda necesitar para la utilización de los bienes que suministramos, estamos hablando de una relación de largo plazo y construida sobre una cultura de servicio, confiabilidad y permanencia”, enfatizó Etter.

 

 

El gestor de la empresa tuvo claro que la estrategia a seguir para ejecutar bien el negocio era llegar con respuestas, pero de manera paralela, explorando las necesidades tecnológicas del cliente en el tiempo, algo que en 70 años evolucionó considerablemente porque al inicio, IMOCOM no cubría los temas que actualmente resguarda. Evocó que, en sus albores, la compañía atendía las necesidades de los cacharreros de Colombia, los que hoy no existen, pero que comercializaban desde una olla o una linterna hasta las herramientas, lo que incluía carros y tractores.

En la década de los 50 el país fue muy agrícola y la industria era incipiente, pero vino un proceso de industrialización que hizo migrar a IMOCOM de la proveeduría de la cacharrería, a acompañar a esos comerciantes que querían hacer un producto y en ese preciso momento la fabricación ve puertas abiertas porque ya no se importaban tornillos, por decir algo, sino que a alguien se le ocurrió fabricarlos, tal y como paso con Gutemberto, un reconocido tornillero de Colombia a quien se le colaboró en la estructuración de un proyecto para fabricar esta pieza o elemento de unión, y ello implicó ubicar equipos, materias primas y procesos, lo que llevó a tener una estrecha relación con la familia Gutiérrez, dueña de la mencionada empresa.

El desarrollo automotriz vino en los años 50, 60 y 70 cuando el gobierno se decide por la protección arancelaria para incentivar la industria colombiana que se había instalado en el país como fue el caso de Colmotores, ese fenómeno llevó a la fabricación de piezas y partes que originó una cadena de proveedores para el ensamblaje que demandó equipos y herramientas cargadas de tecnología, todo el inicio de las autopartes y repuestos hechos en el territorio, allí estuvo IMOCOM, asesorando e importando las máquinas precisas para la boyante industria subsidiaria que con licencia o permisos se lanzó a la nueva aventura empresarial, un ejemplo admirable fue el grupo Chaid Neme Hermanos, que tiene varias empresas en donde producen rines, amortiguadores, partes de freno, aceite para carro y otros bienes.

Agregó que se pueden citar más empresas como UMO de Medellín y en Bogotá la de Carlos Julio Gaitán que fabrican exhostos y otros productos que fueron encontrando marca y fabricación local de la mano de IMOCOM que vio aparecer Colmotores, Sofasa con Renault, la Compañía Colombiana Automotriz, CCA, ensambladora de vehículos Mazda y otras industrias. En 1991, expuso Pablo Etter, vino la apertura económica de Cesar Gaviria que acabó con el proteccionismo y con algunas empresas que no pudieron competir con el producto importado.

 

“Nosotros los empresarios no somos los creadores de la política económica, somo actores del escenario económico que nos tenemos que insertar en él, interpretarlo, pero siempre con el propósito original de esta compañía, una inspiración constante que nos permite articularnos a la industria y participar en los diferentes espacios que abre generosamente el desarrollo”, afirmó el Gerente General de IMOCOM.

 

Según el empresario, en los años 50 y 60 hubo un fortalecimiento en el área metalmecánica y con el tiempo llegó el plástico que gano relevancia e IMOCOM se matriculó en ese negocio, en el 70 aparecen oportunidades con la infraestructura energética del país, más puntualmente en obras civiles y excavación de túneles, una aventura en ese tiempo, pero se logró en Chingaza, Porce, San Carlos, Chivor y Guavio entre otros desarrollos que exigían hacer un hueco en las montañas.

Después de eso vino el apogeo minero que demando la proveeduría de equipos para el Cerrejón, Cerromatoso y los proyectos carboníferos del Cesar en La Loma con las multinacionales que allí operaron, verbigracia Drummond.
Actualmente la empresa ve con interés los desarrollos auríferos de Antioquia, Santander, pero igual el coque y otros recursos que requieren con urgencia nuevas tecnologías, las que van de afuera hacia adentro.

Un hecho cierto es que, al no haber tecnología en el ámbito nacional, es necesario importarla para implementarla en las empresas e industrias colombianas con el fin de que tengan un aumento en productividad y competitividad.

 

El Estado debe proveer herramientas para el desarrollo

 

 

A criterio del Gerente General de IMOCOM, Pablo Etter, los países deben tener una política industrial de Estado que permita acelerar el desarrollo, toda una estrategia que permita avanzar y encontrar mejoras y crecimiento económico.

 

“El Estado tiene que ser inteligente y debe ayudar, pero también interpretar cual es la mejor forma de acompañar al sector privado en esos procesos de modernización del país. En eso no hemos sido los más acertados o consecuentes pues es fácil comentar lo sucedido, pero se hace conveniente para la industria tener condiciones, estabilidad jurídica y reglas de juego claras, nada de improvisación, algo muy parecido a lo que hacen los países desarrollados con la política laboral”, precisó Etter.

 

Agregó que para que haya industria es necesario que se articule la academia con el sector de la manufactura por cuanto las políticas educativas deben estar en línea con las industriales que a su vez deben hacer convergencia con la parte comercial, toda una cadena en donde priman la articulación y el orden.

Etter expuso que un ejemplo de poder hacer las cosas bien es el valor agregado que se le da al café con una bebida suave y diferenciada, pero además con productos elaborados a partir del grano, algo que se hizo tarde, pero que finalmente se contempló y se llevó a cabo. Desde la perspectiva de Pablo Etter, ni los ministerios o el Congreso no han cumplido con la elaboración de una política pública empresarial o industrial, no como sinónimo de carencia en la voluntad sino sencillamente porque les ha faltado conocimiento y experiencia, saber en dónde se encuentran las prioridades o porque se enfrascan en discusiones inútiles.

Lamentó el estancamiento económico ya que mientras Colombia gozaba de mejores privilegios y oportunidades por la calidad de vida que hubo en décadas anteriores, dejó que el desarrollo se congelara en el tiempo, a tal punto que los países del sudeste asiático y China que no ofrecían condiciones y se hundían en la pobreza, hoy son de lejos potencias económicas y tecnológicas, superaron a Colombia en una generación y media.

En Colombia, sostuvo, hay muchas cosas que se hacen bien, pero es insuficiente porque los países asiáticos van muy adelante en competitividad y productividad, los colombianos deben apostar por volumen y calidad.

 

“En 70 años, anhelo que podamos contar una mejor historia que la que nosotros hicimos. Particularmente creo que nuestra generación está en deuda con la descendencia que viene, lo cierto es que podríamos estar más lejos. Tenemos que apropiar localmente lo que otras civilizaciones han hecho de manera superior en otras latitudes”, manifestó Etter.

 

Invitó a acopiar e insertar las buenas ideas en el país para moldear una sociedad moderna, próspera y orgullosa, pero con mayores ambiciones, eso sí con mucha confianza, inteligencia e inspiración tal y como aconteció con IMOCON en sus cuitas.

 

IMOCOM, atractivo en la Feria Internacional de Bogotá

Del 26 al 30 de septiembre se realizará la Feria Internacional de Bogotá y allí IMOCOM tendrá, como es costumbre, un espacio de exhibición que este año muy seguramente dejará a muchos encantados con los nuevos avances en tecnología y bienes de capital.

Con ocasión de este especial evento, la empresa socializará con el entorno empresarial, lo que incluye allegados y clientes, el propósito de transformarse tecnológicamente con innovación de una manera rentable y sostenible.

En un panel comandado por exembajador Jaime Bermúdez, los empresarios y directivos que han acompañado la historia de IMOCOM, tendrán la oportunidad de saber de qué manera hay que seguir, con vigencia, propósito y estrategia, amen de los cambios de escenario.

 

IMOCOM confirma que reactivación logística tardará seis meses más

 

 

La empresa IMOCOM, reconocida importadora de maquinaria y soluciones para industria, minería y construcción aseveró que después de soportar meses con altos precios en el flete marítimo, dificultades, inflación y desabastecimiento, empezó a notarse la esperada normalización en el frente logístico, hecho que se hizo notorio desde hace unos meses y que tuvo muy buen recibo porque le permite al mundo organizar nuevamente la agenda comercial y proyectar los nuevos costos.

A criterio del empresario, retomar las actividades con mayor tranquilidad implica poner más barcos en los mares, ello organizando los sitios a donde los buques llegan porque el gran problema que ha habido es que la nave arriba al puerto que generalmente está lleno, impidiendo la actividad de descargue.

El Gerente General de IMOCOM Pablo Etter, dijo que es urgente mejorar las infraestructuras de los puertos, optimizar la cantidad de barcos existentes y darles eficiente uso a los contenedores, vitales para guardar y proteger las mercancías, que estaban escasos porque quedaron arrumados en un sitio donde permanecen desocupados a la espera que vuelvan a ser utilizados con la misma frecuencia, un proceso de ajuste que tomó un largo tiempo.

Indicó que el tema logístico es un asunto complejo que resuelven de manera exógena, las empresas navieras del mundo, unas compañías que navegan por todos los océanos del globo prestando todo el servicio de transporte.

 

“Tan pronto estén barcos y contenedores en su sitio, las navieras y los puertos funcionando llegaremos a la plena normalidad, un proceso que no es de un día para otro, pero ya se está logrando y es visible en este momento el descenso en las tarifas, dejando muy claro que los fletes no volverán a ser los de la década pasada cuando se traía un contenedor de Asia a Buenaventura a razón de 4.000 dólares y hoy el precio se estancó en 12.000 dólares, una tarifa menor a la de hace un año cuando transportar ese mismo container en la misma ruta llegó a 16.000 y 18.000 dólares”, puntualizó Pablo Etter.

 

Agregó que embarcar mercancías esenciales para el abastecimiento del país sigue siendo complejo porque anteriormente el contenedor estaba listo para llenarlo, a la fecha, reveló el directivo, quien quiera movilizar carga tiene que hacer cola todavía, lo que hace que un tiempo de transporte se altere en su programación porque los productos esperados por espacio de un mes en Buenaventura, se corre a seis o siete meses, es decir mes y medio o mes y tres semanas, una situación que no es ideal.

El empresario sostuvo que el tema logístico es un impase global que se está resolviendo de una manera definitiva. Dijo que, en 2021, aparte del inconveniente con contenedores y navieras, hubo apuros en el canal de Suez, una ruta de 152 años que se construyó en Egipto para acorta distancias ya que conecta a Europa de forma directa con el Mar Arábigo, el Océano Indico y los países de Asia-Pacífico. En esa oportunidad, recordó, se atravesó un barco y puso a muchos a padecer.

 

“No puedo decir cuando, no soy empresario de la industria del transporte, tan solo usuario, pero creo que las cosas están mejorando y es factible que la normalidad plena tenga que esperar medio año más”, declaró el Gerente General de IMOCOM.

 

Desde su perspectiva, la industria del transporte no volverá a aglutinar pequeñas empresas trasladando mercancías por todo el mundo, el modo marítimo, razonó, está funcionando con empresas grandes lo que invita a tener ojo avizor para evitar que terminen siendo un monopolio, una situación que conmina a los gobiernos a regularizarlas un poco con el fin de que haya más oferta.

 

Tasa de cambio y proyecto tributario, la gran pregunta

 

 

A Criterio de IMOCOM, la tasa de cambio hace parte de esos pronósticos en los que muchos quisieran anticiparse para saber cual será el derrotero del dólar y tomar decisiones al respecto. La importadora afirmó que este indicador es la consecuencia de un mercado y del fenómeno económico de oferta y demanda.

La pandemia, dijo Pablo Etter, generó un brutal desorden en la economía colombiana, pero igual en la mundial y aseguró que el origen de los primeros trastornos en la tasa de cambio está precisamente en el inicio de la pandemia.
Señaló que el flujo de capitales hacia un lado y otro determina hoy en día en dónde estarán los dineros.

 

“Si Colombia tiene un flujo de capital razonable que dinamice la economía, seguramente generaremos confianza para que vengan las inversiones exógenas, no solo para hacer industria o comprar proyectos de infraestructura sino para invertir en la bolsa o en papeles del gobierno habida cuenta que esos capitales se mueven de un lado a otro, pero posiblemente se vayan esas divisas para no volver, y para que el dólar baje tiene que haber mucha oferta de dólares que usualmente llegan de Estados Unidos o Euros de Europa, plata que buscará el mercado colombiano si hay estabilidad y buena rentabilidad, sin moneda americana, el peso seguirá devaluado”, dijo Etter.

 

Por los cálculos de economistas y analistas allegados a IMOCOM, la tasa de cambio seguirá por los niveles actuales de 4.000 o 4.200 pesos, no vislumbran un dólar valiendo 5.000 pesos, pero desde luego no inferior a los 4.000 pesos que siguen en las ecuaciones de los expertos.

En ese orden de ideas, pronosticó el Gerente General de IMOCOM, con 600 pesos más en seis meses por dólar y con una volatilidad que no genera confianza, los productos importados llegarán mucho más costosos, un problema con el que está lidiando no solo Colombia sino toda la región.

La trepada del dólar y el lío logístico impactó con fuerza la maquinaria ya que un torno frente a los precios de 2019 ha subido 25 por ciento por tasa de cambio, pero sumando inflación global, el valor porcentual sube hasta el 30 por ciento.

Al abordar el tema tributario, Pablo Etter dijo que este proyecto, abocado a instancias del Congreso, será motivo de análisis y evaluación una vez sea diligenciado en el legislativo con su respectiva aprobación y de esa manera saber para donde va el impuesto de renta, cual será el nuevo contexto impositivo, las tarifas y las medidas.

 

“En este momento hay solo propuestas que el ministro Ocampo entregó al Congreso y que serán discutidas en Senado y Cámara de Representantes. Esperaría una activa participación de la comunidad, una colaboración aplomada y un debate inteligente, nada sesgado que defienda intereses particulares. Esperamos una reforma tributaria que permita que Colombia se desarrolle bien. Es importante, no solo recaudar bien, lo es también administrar bien el dinero sin dejar de reconocer que hay problemas y proyectos que necesitan financiación”, apunto Pablo Etter.

 

En tributaria, recalcó, es hora de hacer un ejercicio afortunado, bien pensado y con impactos reales en el frente fiscal. Si bien algunos gobiernos quisieron llegar a buen puerto, todo se quedó en buenas intenciones. Al Gobierno de turno, aseveró, le tocó apersonarse de la situación de una manera inteligente, buscando fórmulas que se puedan acompañar decididamente.

 

 

La guerra en Ucrania, manifestó Etter, golpeó el mercado de máquinas considerablemente al estar el mundo interconectado y Rusia, así como Ucrania han producido inflación en el mundo. Particularmente Ucrania es una economía muy importante en la industria del acero y por ello quien fabrica máquinas o transforma producto traslada costos lo cual conduce a un marcado encarecimiento de los bienes de capital, advirtiendo que los costes empezaron a bajar, sin embargo, no sabemos cual será el final de la historia.

En este momento alguien, Estados Unidos, China o Brasil, sea el país que sea, tendrá que proveer los aceros que en este momento no pueden despachar los ucranianos. Independiente de qué pase en el globo, lo cierto es que Colombia es un país que necesita muchos Etter en su sociedad, empresarios, comprometidos, verticales y sumamente honorables, dignos de todo agradecimiento porque la familia Etter afianzó una embajada a través de la industria, uniendo dos mundos y estrechando lazos de amistad entre Suiza, el terruño del prestante apellido y Colombia.

Don Paul Etter, el vanguardista, llegó en 1947 a Colombia y falleció con la nacionalidad colombiana después de dejar todo un legado empresarial y humano.

 

“Hoy en día soy más colombiano que europeo, nos debemos a lo que nos ha ofrecido este país como espacio para desarrollar nuestra actividad profesional y empresarial. Hay una eterna gratitud con Colombia, soy bicultural porque tuve la fortuna de conocer dos mundos y asimilar cosas buenas de las dos partes. Moverse en ese mundo es muy grato porque estamos en la vida para servirle a los demás, quien no asume ese rol está equivocado puesto que uno debe ser útil en este planeta, algo muy grato visto desde la familia IMOCOM, que cumple a cabalidad la inspiración de un gestor, capaz de crear empresa y vincular hoy 400 personas, todas unidas en un solo propósito, servir”, concluyó el Gerente General de IMOCOM Pablo Etter.

 

El señor Paul Etter, con alma suiza fue sepultado en tierra colombiana, tierra adoptiva que amó y tuvo siempre presente, a tal punto que le permitió participar en la fundación del colegio Helvetia y del museo interactivo Maloka. 

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