Domingo, 21 Julio 2019 00:46

Tecnología e inteligencia artificial, las nuevas herramientas del campo

Por

El mundo avanza, sigue creando e innovando para hacer más fáciles y prácticas las cosas. En agricultura, marcas como Imecol, Case IH y John Deere desarrollan soluciones para hacer de la tierra un sitio mucho más productivo y mejor tratado.

Como en todo, la ficción rompió los límites de la imaginación y apareció expresada en tecnología como la enorme solución para los grandes inconvenientes de la agricultura. El tema es tan tenaz que en momentos de dificultad por orden público incursionaron unas plataformas y unas soluciones en software que llevaron la finca a la casa, a la oficina y a múltiples sitios. Se puede decir que el Internet de las cosas y la imparable y vertiginosa tecnología se pusieron, para bien y en buena hora, el agro de ruana.

En esta etapa del siglo 21 ya es común escuchar de aviones piloteados por cibernética, lo propio pasa con camiones de carga y otro tipo de transporte público, hoy la descrestante inteligencia artificial está llegando al campo para hacer un aporte importante en momentos en los cuales el cambio generacional no permite que los jóvenes asuman el control de los hatos o de los centros productivos, los nuevos retos, el cambio climático y la disciplina que demanda el campo está recibiendo una inesperada mano amiga pues puede decir que hoy el mundo paso del azadón al dron y de la agricultura dedicada a la tecnificada.

La agricultura que empezó como una evolución de herramientas en el neolítico, haciendo del hombre nómada una sociedad productiva sedentaria que encontró la manera de explotar la tierra y garantizar su alimentación, enfrentó momentos complejos por los distanciamientos entre clanes, por el cambio climático y por otros escenarios de alta complejidad, sin embargo el homo sapiens no paró y siguió dándole respuesta a las grandes necesidades con innovación y con la fabricación de herramientas mucho más versátiles y efectivas para las labores de labranza, hoy el hombre dio el paso que lo llevó a unos avances inusitados y con la era satelital y digital, el asunto cambió el chip, los sistemas productivos se apalancaron en tecnología y lo interesante es que el tema no para pues sigue a mil por segundo.

En diálogo con Diariolaeconomia.com, la jefe nacional de agricultura de precisión para Imecol-Case IH, Catalina Delgado, aseguró que las nuevas tecnologías aplicadas a la agricultura si bien son una ola que abarca muchas soluciones, deja de ser una moda para entrar en el portafolio de los agricultores que buscan día a día la manera de ser más eficientes para mejorar la rentabilidad en los campos.

 


FOTO: TractorFoto: tractor CASE IH

Anotó que la inteligencia artificial que es algo del futuro, ya se está usando en el presente porque hay tecnologías de este tipo que ya son utilizadas, aprovechando los diversos algoritmos que permiten determinar cosechas, plagas y enfermedades, pero que a su vez ha logrado desarrollar tractores y otras máquinas que van sin cabina y sin operador tal y como es visible con el tractor Autonomus lanzado por Case Ih que es el único vehículo agrícola autónomo que hay en el mercado el cual es comandado en su totalidad desde una tabla. Este tractor tiene una serie de sensores y de adaptaciones tecnológicas que hace que frene, se devuelva, avance y logre trabajos rurales de alta precisión. De igual manera el aparato evidencia la presencia de obstáculos en el campo que luego de ir a la tabla, hace que el equipo automáticamente pare.

 

El tema es sencillo, la robótica ya está en el campo y los temas que estaban casi que reservados para el futuro lograron anticiparse para darles las tantas soluciones que pide el agricultor de hoy. Los desarrollos para mejorar la rentabilidad en los campos le permite a estas firmas contar con un portafolio de productos que van desde una pantalla o GPS, como se conoce en el mercado, hasta la posibilidad de proveer imágenes satelitales diarias al labriego que le permitirán determina en tiempo real, cómo se está dando el desarrollo de sus cultivos con el fin ayudarle a tomar decisiones acertadas y a tiempo que mejoren el agro-negocio que adelantan en sus fincas y hatos.

Foto: Tecnología de nivelación  de tierra con GPS - Case IHFoto: Tecnología de nivelación  de tierra con GPS - CASE IH

 

La firma cuenta también con una gama de tractores que abarcan los de 35 caballos hasta el potente de 340 caballos, igual cosechadoras de granos, cosechadoras de caña de azúcar e implementos para hacer aplicaciones de fertilizantes, enmiendas o agroquímicos de manera controlada.

 

Imecol sigue afianzándose como el gran proveedor de equipos de alto rendimiento, dotados de alta tecnología es decir que la casa brinda soluciones integrales, haciendo de Imecol-Case Ih, un proveedor que entrega soluciones al agricultor para que optimice sus recursos lo cual logra identificando falencias, aprovechando potenciales y haciendo aplicaciones tanto de fertilizantes como de agroquímicos de manera correcta y eficaz. Inclusive es factible con estos equipos hacer aplicaciones en taza variada para disminuir los costos de producción.

Imecol como dealer o distribuidor oficial para Colombia y Perú de Case tiene diferentes procedencias en equipos ya que hay tractores que vienen de:

  • Turquía,
  • Brasil,
  • Inglaterra y
  • Estados Unidos.

Los equipos de tecnología, generalmente vienen de Norteamérica y los implementos llegan de fabricantes europeos, brasileros y otros de fabricación propia de Imecol.

Hay que decir que Imecol S.A. es una empresa dedicada al diseño, desarrollo, fabricación y comercialización de equipo, repuestos y productos para el sector industrial, agrícola y de transporte de carga con más de 33 años de experiencia. La empresa tiene su sede principal en Palmira, Valle del Cauca, pero igual opera con oficinas en Puerto López, Meta. La firma es representante de la marca Case Ih, y adicionalmente presta servicio de mantenimiento, venta de repuestos y reparación de equipos Case IH.

Uno de los grandes inconvenientes de la agricultura en Colombia y en América Latina es la falta de recursos para adquisición de equipo y por ello hay regiones con agricultura obsoleta y urgida de innovación. Para superar ese escollo la fórmula está en los procesos asociativos que le ayudan a los productores a contar con la tecnología necesaria para ser verdaderamente eficientes en el agro.

Foto: Ministro de Agricultura Andrés Valencia sobre tractor CASE IH
Foto: Ministro de Agricultura Andrés Valencia sobre tractor CASE IH

 Según Catalina Delgado, las asociaciones, las federaciones y gremios de productores han encontrado en la unión una mayor fortaleza y una posibilidad consecuente para hacer relevo de equipos y lograr puntos altos de rentabilidad con las nuevas tecnologías.

El caso del GPS llama poderosamente la atención pues hace parte de la combinación de muchas tecnologías puesto que al ser instalado en los nuevos tractores permite una mayor eficiencia en las labores agrícolas por la precisión e información que brinda. Con este equipo el agricultor puede determinar qué áreas están trabajadas, cuáles están por mejorar gracias a la marcación de líneas perfectas con lo que aumenta el número de metros lineales sembrados en el cultivo. Lo anterior, dijo la vocera, puede asociarse a imágenes satelitales, a mapas de suelo para hacer las aplicaciones de fertilizantes o agroquímicos que realmente demanda el suelo de manera controlada y eficiente para no exceder las cantidades, asunto que ayuda a disminuir los costos de la finca porque con ahorro y mejores rendimientos, se optimiza la relación costo beneficio del sistema productivo sobre pilares de eficiencia y desde luego de tecnología.

La tecnología GPS puede ser adquirida por todo tipo de productor y puede ser implementada en cualquier tractor de alta tecnología.

Esta ayuda puede ser instalada en equipos con hasta diez años de antigüedad lo cual hace que la marca y el modelo sean totalmente independientes de los favores que presta la solución electrónica. Lo importante del asunto es que ahora es posible hacer nivelación de suelos con la ayuda de GPS con lo cual es más fácil controlar la dosis de semilla y fertilizante, el monitoreo de caída de granos en la sembradora, aprovechamiento de toda el área potencial mediante el uso del piloto automático y tener información georreferenciada de los trabajos realizados.

En materia de tractores, Catalina Delgado, expuso que están:

  • Los de la línea Farmall que están diseñados para productores más pequeños que hacen sus labores con implementos que no demandan mucha potencia. En este tipo de equipo hay ventajas competitivas como el consumo de combustible, las relaciones de transmisión, las velocidades que se pueden manejar en el equipo y a la capacidad en el alce hidráulico.
  • Igual hay unos tractores de gama media que para el caso de Imecol son serie Puma, mucho más electrónico y con un sistema de inyección que permite optimizar el consumo de combustible. Igual, cuenta con administradores de potencia automáticos para que el operador no use más potencia de la requerida y así pueda ahorrar combustible.
  • En tractores de gran potencia están los que demanda la agroindustria y que son dueños de un cúmulo admirable de tecnología, igualmente asociado a un consumo de combustible razonable y a una inigualable eficiencia.

Las ventas más representativas de Imecol todavía no son las de la agroindustria o el campo pues la idea es llegar a todos los rincones del país con equipos para los productores grandes, medianos y pequeños o los llamados retail que son aquellos que pueden hacer un volumen importante y un posicionamiento de marca importante a nivel nacional, pero las ventas siguen bajas en este segmento y la idea es que con la reactivación del campo, muchos más productores logren enamorarse de la marca.

El capítulo altillanura genera optimismo en la firma porque ven la región como un foco importante de desarrollo agropecuario y hay tanta fe en el devenir de esa región que Imecol le apostó a una sede entre Puerto López y Puerto Gaitán en el Meta, que prácticamente le da cubrimiento a toda la altillanura. La firma le cree tanto a este proyecto que ubicó una sede adicional para dejar cubierta la zona comprendida entre Yopal, Casanare así como Granada y Villavicencio, dándole cobertura a todos los llanos orientales de Colombia, el gran polo de desarrollo que demanda la presencia de las marcas de la compañía en esa amplia región colombiana.

Los tractores no son un asunto imposible por cuanto un tractor de 35 caballos que de acuerdo a la configuración exigida por el cliente sale a un valor aproximado de 40 millones de pesos. La inversión no es muy alta por tratarse de un equipo con muy buena adaptabilidad a las condiciones geográficas de Colombia y con una muy buena durabilidad, características que le han permitido a la firma crecer en esa gama de tractores.

El tractor más costoso podría ser uno de 650 caballos, pero en esa línea de tractores los despachos se hacen de acuerdo a los requerimientos del cliente en llantas, en transmisión y en otros aspectos como piloto automático traído desde la fábrica. El puma 180, con una inmensa capacidad podría costar 300 millones de pesos, empero hay otros tractores vendidos en otras regiones del país de 340 caballos o más que van variando su precio de acuerdo a la necesidad de los clientes.

“Insisto, por temas como el posconflicto y los demás proyectos productivos con perfiles asociativos, la compra no será un problema porque el costo se divide y la facilidad será desde luego mucho mayor, lo cierto es que una vez una asociación adquiera el equipo, aumentará su eficiencia, su productividad y sus rendimientos, en ese momento y con tecnificación, el productor volverá a encontrase con la rentabilidad porque los trabajos se harán con mayor celeridad y a costos más bajos”, declaró la señorita Delgado.

La muy amable experta en tecnología y agricultura de precisión, anotó que muchos productores en el país ya se dieron cuenta que sin duda el camino del éxito es posible con mayor eficiencia y con tecnología de punta.

Un tema que no puede estar alejado de la realidad es la devaluación y el mayor precio del dólar porque a mayor tasa de cambio, más alto será el valor de los equipos que ingresan pues los costos los pone el mercado con el dólar como variable para determinar el costo final de las importaciones.

“Nosotros somos una empresa que depende de la tasa de cambio así que cuando el dólar se encarece así mismo nuestros productos suben de precio porque nosotros como empresa tenemos que asumir los mayores costos por divisa, igual cuando hay revaluación, los efectos a la baja se notan en equipos y repuestos. Hay que decir que como empresa hay unos ítems que nos sirven a nosotros y a muchos porque quienes exportan ganan con devaluación más pesos por dólar y eso le ayuda al ejercicio económico de la empresa, es innegable”, concluyó Catalina Delgado.

Imecol es una empresa de capital colombiano que le ha creído a la agroindustria de Colombia y hoy su crecimiento lo soportan siete sedes a nivel nacional. Pese a la competencia, a las marcas y a la calidad que ofrece el mercado, la empresa ha puesto productos de tan elevada potencia y visible rendimiento que logró meterse en el corazón de los agricultores que ven en Imecol un amigo que genera confianza, mejoras y rentabilidad. Un dato no menor es el servicio posventa en todo el territorio nacional porque la primera venta la hace el comercial y la segunda la tan importante posventa.

 

John Deere, un legendario sinónimo de ganancia

 

Foto: Cosechadora John Deer
Foto: Tractor John Deer

Otra multinacional de las máquinas que hace muy bien su tarea y la viene haciendo a las mil maravillas desde el siglo XIX es John Deere, fundada por el mismo señor, John Deere, un estadounidense que pasó por las verdes y las maduras hasta encontrar el éxito basado en una palabra clave en su vida, calidad.

Su historia tiene felicidad, tristeza, angustias, quiebras y logros, debió trasladar su gloria a otras latitudes dentro de Estados Unidos. La historia arranca en 1837 cuando el señor Deere logra desarrollar el primer arado de acero, ya en 1838 el afamado herrero incursiona en la fabricación en Moline, Illinois. Después de idas y vueltas nace la corporación Deere & Company en 1868 con un arduo trabajo del hijo del mentor, Charles Deere, a quien se le entregó el voto de confianza.

En momentos en los que nacía la Constitución colombiana de 1886, estando en su casa, John Deere, falleció el 17 de mayo de ese año, pero el legado del enorme hombre de negocios fue grande y el reto para las generaciones futuras una vara cada vez más alta. Después de su deceso la firma se convirtió en uno de los más prósperos y mayores diseñadores, fabricantes de máquinas agrícolas y de construcción en el planeta. Hoy su historia sigue vigente, pero narrada en los nuevos desarrollos por personas capaces que tienen que saber como nadie del gran imperio verde, ese que usó en su marca el siempre recordado y pedido ciervo saltando sobre un tronco, un arte presentado en sociedad por allá en 1876.

Con este medio habló el ingeniero de nuevas tecnologías de la marca John Deere, Dairo Albarracín, y sostuvo que por fortuna la multinacional es una de las líderes a nivel mundial en la fabricación de maquinaria y tecnologías para el agro. 

En opinión de Albarracín la tecnología está a la orden del día en desarrollos para facilitar la vida del hombre y por ello se ve desde los teléfonos hasta la medicina. Hoy la parte automotriz, dijo, es un complemento mejorado de la electrónica que quiere llegar con desarrollos tecnológicos a la agricultura.

Estas nuevas tecnologías efectivamente están contribuyendo con una mayor competitividad porque:

  • bajaron los costos de producción,
  • aumento la productividad y
  • cayeron los gastos en combustible.

Otro punto que no puede quedar por fuera es:

  • la optimización del terreno cultivable a partir de tecnologías,
  • drones y
  • mapas satelitales.

Actualmente John Deere cuenta con una solución integrada que consiste en un monitor que igual lee las dimensiones del terreno y luego ejecuta tareas exactas que no permiten dilapidar tiempo, material de cultivo o combustible. Esta opción cuenta con otra tecnología que lee los comportamientos de las máquinas, mostrando con exactitud en donde están, que hacen y con qué intensidad trabajan. El espectro es tan puntual que inclusive la casa John Deere sabe en qué momento le corresponde hacer mantenimiento a los equipos vendidos porque el sistema avisa con tiempo el momento en que la máquina, llámese tractor o cosechadora deben tener asistencia mecánica o mantenimiento.

Las nuevas tecnologías y la de John Deere exigen una retroalimentación entre cliente y marca para poder hacer los ajustes y programaciones requeridas y así poder garantizar máquinas eficientes y claves en la productividad y en la competitividad. Como si fuera poco, el sistema telemático de la firma permite hacer conexión con el escáner de manera remota y hacer actualización del software. Con ello el comprador puede optimizar equipos y tiempos de operación, desde luego con impactos muy favorables en los predios utilizados para explotaciones agrícolas.

Aparte de la lectura que los monitores y los sistemas hacen de los terrenos, la marca pone a disposición del cliente, expertos en agricultura que pueden dar una ayuda importante a la hora de sembrar mejor y obtener los mejores rendimientos. Tan solo hay que estar conectados y trabajar muy de la mano con John Deere, una garantía expresada en marca.

Los nuevos equipos de John Deere igual están imponiendo la agricultura de precisión que con tecnologías integradas logran preparación y nivelación de terrenos, aplicaciones exactas para aumentar la eficiencia con el corte automático de secciones, de igual manera siembras eficientes en donde hay control de dosis, monitoreo de semillas y un sistema de guías automáticas. En cosecha la nueva tecnología y la revolucionaria maquinaria ayudan de manera eficaz con mapas de rendimiento y claro está, con una mayor eficiencia operacional.

Igual que otros productores de maquinaria y soluciones, John Deere vislumbra un campo muy eficiente a partir de la inteligencia artificial en donde habrá equipos manejados a control remoto, pero también equipos autónomos y caracterizados por la robótica.

En este momento los trabajos apuntan a contar con plataformas que permita conectar todos los equipos en un solo punto para que el concesionario y el cliente ahorren tiempos en pedir reparaciones o suministro de repuestos. Hoy la finca ya se está manejando desde el celular, la tecnología va tan rápido que desde la comodidad de la cama en la ciudad será posible a través de un dispositivo celular mover maquinaria y darle dinámica a la finca pues hay equipos que prácticamente se manejan solos y en el muy corto plazo harán literalmente maravillas.

Albarracín declaró que marcas líderes como John Deere, no paran en innovación y adopción de nuevas tecnologías que por fortuna son desarrolladas en Estados Unidos, pero igual usadas y disfrutadas en Colombia porque cada producto y cada novedad llegan a cada país de manera paralela. Lo cierto es que la manera de trabajar en el campo también tendrá su cambio de 180 grados porque habrá aprovechamiento de la inteligencia artificial, del Internet de las cosas y de otras soluciones que al integrarse harán del mundo una síntesis de productividad, competitividad y rentabilidad a partir de los dinámicos desarrollos tecnológicos.

“El asunto va tan rápido que desde el tractor más básico hasta el más avanzado tendrán acceso a la tecnología y a unas herramientas que mejorarán de manera importante la productividad”, apuntó el señor Albarracín.

Foto: tractor Jhon DeerFoto: Cosechadora Jhon Deer

Las tecnologías suelen ser muy fáciles de adquirir porque al revisar el costo beneficio, la inversión es relativamente baja. Otro factor a tener en cuenta es que los nuevos tractores de la marca vienen acoplados y listos para acoplar las nuevas tecnologías en aras de manejar los riesgos con mayor precisión y validación. Con estas ayudas a partir de la tecnología es más fácil identificar problemas que en el largo plazo pueden limitar el potencial productivo. Los equipos acondicionados con GPS y aplicaciones, no solo servirán de monitoreo sino que ahorran tiempo y alertan sobre un peligro específico lo cual incluye torrentes, granizadas y sequías así como la aplicación excesiva de químicos.

Una noticia que alienta es que los productores agrícolas en Colombia ya están buscando nuevas herramientas y son más conscientes que la solución está en la innovación y en las ayudas tecnológicas.

Hoy los productores de la ruralidad, afirmó Albarracín, están comprando las soluciones que ven y por ello el campo ya muestra nuevas formas y nuevas ayudas de hacer agricultura eficiente porque las siembras hechas con base en las cabañuelas, heredades de los aborígenes que prácticamente adivinaban los tiempos de siembra y cosecha, quedaron atrás, la nueva agricultura dio ese salto de calidad y hoy hace apuestas importantes en actualización, modernización y productividad profesionalizada porque de lo contrario el agro no sería viable.

Los años pasaron, en el recuerdo quedaron los bueyes y el arado rústico, súbitamente abrimos los ojos y la tecnología llegó con un sol de opciones y oportunidades que lograron conjurar los grandes problemas del campo. La inteligencia artificial, el software, las plataformas, el satélite y el mundo digital ofrecieron mejores manejos en trazabilidad, eficacia y prevención. No menos importante resultó la avanzada tecnológica en ahorros y competitividad.

Sin duda el campo es mucho más rentable, pero con la tecnología a la mano porque solo así será posible medir la productividad y conocer la variabilidad de los campos.

De esta manera los agricultores podrán:

  • ajustar sus planes de nutrición para la optimización de fertilizantes,
  • realizarán manejos localizados por ambiente y
  • tendrán un registro de la humedad del grano en la cosecha.

La síntesis de la tecnología en la agricultura es más que grata porque:

  • mejora productividad,
  • reduce costos operativos,
  • optimiza el confort del operario y
  • protege el ecosistema.

Como dicen por ahí, “al que pida más que le piquen caña”.

El asunto es elemental, no se trata de desplazar la mano de obra campesina que dicho sea de paso está por desaparecer porque los jóvenes nada quieren saber del campo, no se trata de ver robots “enruanados” ordeñando o sacando papa, no el tema es hacer un trabajo de aprendizaje sobre los trabajos conjuntos con la tecnología y proyectar el campo como un emporio de desarrollo sobre todo en estos tiempos en los que las hambrunas asoman y no única y exclusivamente en África.

 

Leer: Incolflex, máxima calidad cuando el campo es el camino

 

Visto 2846 veces