La embajada del Japón manifestó todo su respaldo al proceso de paz en Colombia y dijo que esta es una muestra de buen ejemplo que tendrá sus frutos en el mediano plazo toda vez que se viene una importante inversión al país tal y como ha pasado con Hino Motors y otras firmas niponas que creyeron en el país del café apostando por todo un desarrollo empresarial y de capital humano.
Según el cuerpo diplomático del país oriental en Bogotá, todas las inyecciones de capital representado en la puesta en marcha de factorías y la generación de empleo es motivo de orgullo para Japón porque se trata de un voto de confianza en donde el gran beneficiado es el colombiano que tiene oportunidades de mejorar su calidad de vida.
El Consejero para Asuntos Económicos de la Embajada de Japón en Colombia, Naoki Yokobayashi, le dijo a Diariolaeconomia.com que la paz es un proceso histórico que por supuesto redundará en mayores inversiones y en la llegada de nuevas marcas y empresas a territorio colombiano, entre otras cosas porque el país ofrece una estupenda posición geográfica, una admirable democracia y unas condiciones económicas que llaman la atención.
“Las empresas japonesas están mirando a Colombia para invertir y para erigir más fábricas aquí en Colombia así que estoy seguro que aumentarán de manera importante los negocios entre Japón y Colombia”, declaró el señor Yokobayashi.
Sobre la Alianza Pacífico, el funcionario anotó que Japón como país observador quiere estrechar sus lazos de cooperación económica para ampliar el portafolio de negocios en Colombia.
Según el Consejero, después de la firma de cooperación económica con México, la presencia de empresas japonesas en el país centroamericano crecieron ostensiblemente y las inversiones llegaron a superar el 800 por ciento lo cual dice de cómo le puede ir a Colombia una vez culminen las negociaciones y se rubrique el tratado de libre comercio con Japón porque lo cierto es que muchas empresas japonesas quieren radicarse en Colombia y darle viabilidad a múltiples negocios.
En opinión de Naoki Yokobayashi, Colombia es un país que está de moda en el mundo, es una nación que entró al radar de los negocios y es un país al que todos miran porque tiene potencial empresarial, belleza natural y capital humano de gran valía.
Actualmente la exportación japonesa supera la importación en términos de balanza comercial lo cual favorece ampliamente a los orientales, pero aclaran que hay una gran oportunidad para la exportación de productos agrícolas para entrar pisando fuerte en el mercado japonés.
“Con este acuerdo de cooperación económica nosotros también queremos ampliar las importaciones con productos agrícolas colombianos como café, cacao, porque nos encanta el chocolate en Japón, piña y otras frutas. También hay potencial para productos de la paz como pimienta, especias y varios productos, empero el gran interés está por el lado del cacao y nos seduce el que se produce en Colombia”, aseveró Yokobayashi.
En el momento hay en Colombia alrededor de ochenta empresas japonesas dispersas por todo el territorio colombiano lo cual representa un número limitado respecto a países como México, Chile y Perú.
“Finalmente quiero felicitar a Colombia por su acuerdo de paz y por trabajar en la apertura de caminos para consolidar ese proceso, yo creo que Colombia necesita un apoyo fuerte de la comunidad internacional y ustedes pueden contar con el respaldo incondicional y sincero de Japón”, dijo.
El funcionario expresó su admiración y encanto por Colombia, país que describió como muy bello por su biodiversidad, por sus paisajes, su gente y su gastronomía. Es por eso y mucho más que propios y extraños vislumbran una Colombia próspera y creciendo de manera sostenible al amparo de la tranquilidad.
Cabe anotar que la cooperación japonesa se refleja en beneficios para la comunidad toda vez que hay inversiones en educación, bibliotecas, salud, capacitación y ayuda para la capacitación de desplazados y reintegrados a la sociedad.
Es bueno precisar que Japón y Colombia firmaron el Tratado de Amistad, Comercio y Navegación el 25 de mayo de 1908, es decir que ese afable vínculo ya cumplió su primer centenario.
Estos dos países han compartido todo un compendio de aconteceres y se han acompañado durante más de cien años en donde la cooperación y la amistad han marcado el derrotero de una relación transparente y respetuosa.
Hubo un transitorio periodo en esa relación que se vio interrumpido por la segunda guerra mundial, pero en medio del lapsus, por la pluma egregia de Jorge Isaacs y quizás por las facilidades de estar en la Cuenca del Pacífico, llegó a Colombia, puntualmente al Cauca, el primer grupo de inmigrantes japoneses en 1929, posteriormente fueron buscando residencia en el Valle del Cauca y desde ese entonces los japoneses han sido vitales en el desarrollo y la implementación tecnológica de la agricultura en esa región del país. Hoy más de 2.500 japoneses viven en Colombia, haciendo múltiples labores, pero lo cierto es que llegaron cautivados y enamorados por una obra literaria publicada en 1867 titulada sencillamente “La María” en donde se hacía una descripción del “Paraíso”, ese que vinieron a buscar los hermanos japoneses y que al parecer y gratamente lo pudieron encontrar para no olvidar jamás su también hermoso y plácido origen, concebido en lo más fulgurante de ese admirable y querido “Sol Naciente”.