Jueves, 24 Agosto 2017 00:48

La paz se construye con el aromático sabor del cacao

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En el primer semestre de 2017, se logró una producción histórica de cacao, con 33.728 toneladas y se proyecta que a finalizar el año la producción será de 62.000 toneladas.

Aunque los cultivos ilícitos se incrementaron de 96.000 hectáreas en 2015 a 146.000 ha en 2016 y se siguen concentrando principalmente en Norte de Santander, Nariño y Putumayo, sitios en los cuales han tenido tradicionalmente presencia activa; el reto está en cómo derrocar esos cultivos ilícitos y sustituirlos por cacao a través de un medio: la industria de las microfinanzas.

Durante el octavo Congreso Nacional de Asomicrofinanzas, José Félix Montoya, representante de COP-Chemonics International Colombia Responde – USAID destacó que el sector rural colombiano esta distante de la realidad porque hay una brecha entre lo urbano y lo rural inmensa generada por la guerra.

“En ese orden de ideas, que modelo más flexible para generarle una gran oportunidad al sector rural que la industria de las microfinanzas. El medio son los créditos, los microseguros y todo el tema de transacionalidad y el fin es la gente, es poner a la comunidad y al territorio en el centro del negocio”, explicó el señor Montoya.

Según Dairo Estrada, investigador principal del Banco de la República, el sistema financiero no se ha dado cuenta de las grandes oportunidades de inversión que tiene el sector rural en donde, indicó, está el negocio.

Comentó que la muestra está en la reciente Encuesta de Inclusión Financiera Rural del Banco de la República, realizada en el Sur del Tolima que incluyó por su puesto a Ataco, Planadas y Rioblanco, municipios en los cuales se encontró que hay un Gran potencial de desarrollo agrícola, principalmente en productos como café y cacao.

Según la muestra, hay opciones en el turismo rural, pero mostró igualmente que el 50 por ciento de los ciudadanos de esta región colombiana no ahorra y quienes lo hacen, ahorran mayoritariamente en efectivo porque hay una oferta insuficiente de servicios financieros en la región.

El estudio precisa que en promedio, las personas gastan de 10 a 15 mil pesos y más de una hora para desplazarse desde sus hogares hasta la oficina bancaria más cercana. Para el experto, el sistema financiero podría obtener una alta rentabilidad en la zona con productos financieros acordes a las necesidades de los productores de la región. Expuso que el acceso a productos de crédito ha sido un gran dinamizador de la producción cafetera, zona que por lo general tiene un gran potencial de desarrollo económico.

Experiencias de sustitución de coca por cacao

Durante el Congreso de Asomicrofinanzas, fueron escuchadas las experiencias de productores de Cacao del Tolima, Tumaco y el oriente de Antioquia, quienes han logrado hacer empresa, en torno a un cultivo que es una excelente opción para sustituir la coca y una herramienta para lograr la paz.

La Encuesta de Inclusión Financiera Rural realizada en el Sur del Tolima, específicamente en Ataco, Planadas y Rioblanco, revela también que hay 27 asociaciones que agrupan a más de 1.200 pequeños productores de cacao los cuales buscan mejorar calidad con cacaos diferenciados de fino sabor y aroma. La investigación revela que más del 90 por ciento de los pequeños productores no tiene sistema de riego y que más del 40 por ciento no han tenido acceso al crédito formal.

Todo esto acontece con una producción estimada de cacao de 1.200 toneladas que representan ingresos por $10 MM por cosecha, aclarando que más del 70 por ciento de los agricultores tiene la propiedad de la tierra formalizada.

Las voces del cacao

“El cacao es una verdadera herramienta para la paz, ya que, desde el 2010 70 productores de la región, entre ellas 14 mujeres cabeza de familia, comenzamos a sustituir el cultivo de coca por cacao y esto nos ha dado una tranquilidad especial. El solo hecho de estar sentados en medio del cultivo, olerlo, saborearlo rodeado de otros cultivos, ha permitido que los grupos armados no acampen en él, se aíslen y más bien ha unido a la familia en torno a todo un proceso de estabilización, sostenimiento, cosecha y secado de cacao, que ha sido útil para la paz”, indicó, Jaime Jaimes, productor de cacao de Tarazá, Antioquia.

“Aunque el cacao si es una herramienta para la paz y ha mejorado nuestras condiciones de vida; es necesario mejorar ciertas condiciones de asistencia técnica, fitosanitaria, de renovación y rehabilitación de nuestros cultivos con el fin de aumentar nuestra productividad”, sostuvo Lida Grueso, productora de Cacao proveniente de Tumaco, quien hace parte de CONCACAO SAS, una comercializadora de cacao que reúne a 19 asociaciones y 1.500 familias de la región.

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