Los exportadores colombianos y los caficultores aseguraron que el nivel de la tasa de cambio es un momento único que debe aprovecharse para recuperar el terreno perdido por los bajos precios de los commodities y la poca dinámica de algunos mercados que son trascendentales para Colombia y para América Latina.
Si bien hay una fiesta por el precio del dólar, los expertos piden cordura y mucha prevención, porque así como las cosas suben, súbitamente cambian de escenario con un efecto inverso que generalmente viene acompañado de considerables problemas.
El Presidente de la Asociación Nacional de Comercio Exterior, Analdex, Javier Díaz Molina, indicó en Diariolaeconomia.com, que el actual precio del dólar está mostrando la incertidumbre que hay a nivel internacional lo cual hace que los operadores busquen refugio en el dólar que sigue fortaleciéndose, precisamente, por esa inseguridad que de paso ha conllevado a que los precios de las acciones en Estados Unidos estén cayendo, llevando a los operadores a salvaguardarse en la divisa.
Explicó que para el caso colombiano, otra variable que está jugando es el precio del petróleo ya que el peso o moneda nacional siempre se ha movido al tenor de las cotizaciones del crudo lo cual hace que cuando el precio baja, aumenta la tasa de cambio o hay una mayor devaluación, pero cuando el crudo mejora sus precios y llegan más dólares por esas exportaciones del hidrocarburo, el dólar se estabiliza o tiende a subir. La relación, afirmó, es indirecta pues sencillamente cuando el petróleo baja, el dólar sube, y en momentos en que el petróleo sube, el dólar baja.
“A todo esto se une todo el tema de incertidumbre a nivel internacional y yo creo que en buena medida, mirando eso, el Banco de la República tomó la medida de acumular reservas internacionales, de estar mucho mejor aprovisionado para blindarse de estos movimientos y evitar que la economía quedara expuesta con estas volatilidades y esos sobresaltos tan grandes, sin embargo se puede observar que el dólar tiene una alta volatilidad lo cual se vio con la caída de los precios de petróleo que de inmediato ocasionó la trepada de dólar”, expuso el señor Díaz Molina, quien sostuvo que estos comportamientos cambiarios serán la tendencia de los últimos días.
Ante esta situación coyuntural, afirmó Díaz Molina, en primer lugar hay que aprovechar la tendencia al alza de la tasa de cambio lo cual permitirá hacer coberturas, es decir proteger la economía y a los productores que pueden exportar a una tasa de 3.100 pesos, lo cual, con los mayores ingresos puede asegurarse con un seguro y no depender del azar en el sentido de que la apuesta sea porque la divisa siga subiendo y eventualmente esta se devuelva ocasionando graves problemas.
Recalcó que lo mejor es dormir tranquilo, aceptar y asegurar el flujo de caja y consideró que por fortuna hay instrumentos para hacerlo. Agregó que precisamente en estos momentos hay una alta volatilidad, factor que invita a asegurar la tasa de cambio, evitando el tener que especular sobre si el dólar va a subir o va a bajar. Insistió que lo mejor es dormir en santa paz con el flujo de caja asegurado.
Anotó que la devaluación es una ayuda coyuntural porque particularmente, sectores como el café cuyos precios internacionales habían caído dramáticamente, han encontrado un paliativo y una ayuda con el alza del dólar que se reflejó con un precio interno de compra mucho más alto, aspecto favorable para los exportadores, aclarando que son temas coyunturales pues a criterio de Analdex, los empresarios y productores deberían apostarle más a que el comportamiento de la tasa de cambio correspondiera más a variables fundamentales de la economía como productividad, calidad y competitividad, pero no al ruido que hay en los mercados internacionales.
Para el dirigente gremial no hay mejor tasa de cambio que el valor agregado pues una economía con mayor productividad y valores diferenciados, asegura una mayor fortaleza de la economía y por ende una mayor resistencia a los embates que llegan de afuera.
Guerra comercial: Colombia no tiene velas en ese entierro
En opinión del presidente de Analdex, la guerra comercial es otro factor de incertidumbre a nivel internacional, aclarando que Colombia es un jugador muy pequeño en ese mercado, particularmente en el tema del acero y el aluminio, el país es muy pequeño pues hay de por medio una pelea de grandes y por ello como se dice popularmente, “Colombia no tiene velas en ese entierro”.
De todas maneras, expuso el dirigente gremial, es indudable que los efectos en esa disputa comercial también abren una serie de oportunidades por cuanto ya hay alguna gente que está mirando la posibilidad de producir algunos bienes que anteriormente venían de China y que ya pueden fabricarse en Colombia para exportar a los Estados Unidos. En ese sentido, apuntó, ya es posible vislumbrar oportunidades para sectores como el de las confecciones e incluso como el de algunos aparatos electrónicos en donde ya hay estudios por parte de multinacionales que evalúan la opción de producir en Colombia con destino al mercado internacional.
“Esa puede ser una buena noticia hacia el futuro y estos temas de incertidumbre generados por la disputa comercial, puede dejarnos algunos frutos positivos en favor de la dinámica empresarial, del crecimiento, del empleo y de mejores comportamientos sectoriales”, dijo.
A la inquietud sobre la burbuja en el mundo, Analdex manifestó que los analistas hablan de que economías, particularmente como la de Estados Unidos, han ido creciendo de manera extensa durante largo tiempo, lo cual invita a la reflexión porque la economía vive de ciclos, es decir que lo que puede venir en los próximos dos años es un ajuste de esa economía hacia la baja. Hoy Estados Unidos reporta pleno empleo y salarios altos, pero que van a tener que subir las tasas de interés lo que puede llevar a un recalentamiento de la economía y volver a tener la situación actual.
En su análisis, el Presidente de la agremiación del comercio exterior en Colombia, anotó que parte de eso también son elementos que entran a jugar en este ambiente de incertidumbre que envuelve a la economía internacional, pero por ahora, dijo, la coyuntura lo que muestra es que la economía sigue moviéndose, con gran dinámica, pero con unas perspectivas un poco menores a lo que se había previsto anteriormente en materia de crecimiento, pero de todas maneras a la fecha, con números positivos. El horizonte, aseguró Díaz Molina, empieza a oscurecerse cuando se levanta la mirada y se conjetura sobre lo que puede ocurrir en dos años.
La situación actual es de todas formas un campanazo de alerta para las autoridades económicas de Colombia porque según precisa Analdex, en estas circunstancias, lo mejor es ser precavido y replicar lo que hizo el Emisor que decidió fortalecer su fondo de reservas. Para el caso del gobierno, razonó, habría que pensar en ahorrar algo de los ingresos extraordinarios por despachos de petróleo porque los estimativos que se habían hecho en el presupuesto a instancias del ejecutivo para 2019 eran de alrededor de 75 dólares, e indudablemente el precio va a estar mucho más alto y lo consecuente es que si hay mayor valor en el crudo, es que parte de eso debería ahorrarse para la época de la destorcida o de las vacas flacas.
Caficultores con ojo avizor
En línea con Analdex, los productores de café expresaron su beneplácito por el elevado precio de la tasa de cambio, pero consideraron que la situación por ser coyuntural no da para confiarse, ni para hacer fiestas que pueden ser de corta duración.
El Director Ejecutivo del Comité de Cafeteros del Quindío José Martín Vásquez Arenas, dijo en charla con Diariolaeconomia.com, que si bien actualmente hay una situación amable en materia de precios del café comparada con la de hace un mes o mes y medio, hay un espacio positivo para la caficultura que ve mayor utilidad con el precio del dólar, dejando muy en claro que de todas maneras el precio por carga de 125 kilos sigue siendo tacaño frente al esfuerzo de los productores así como frente a los insumos que por el dólar igual elevan su precio, amargando en algo la dicha.
Comentó que los precios son buenos frente a los que venían reportándose en la Bola de Nueva York, pero dijo que hay de todas maneras un espacio mayor para propender por mayor y mejor rentabilidad sin dejar de reconocer que los actuales mejoran el precio de la cosecha de café que venía de capa caída.
“Vemos una tasa de cambio que nos favorece, pero por el tema de incertidumbre e inestabilidad en los mercados, hay que estar muy atentos porque aquí el asunto no es el hoy sino el cómo vamos a enfrentar las situaciones de precios lo cual como cafeteros nos hace pensar que debemos caminar, pensando en un inmejorable modelo de negocio, hacia la siembra de un café diferencial, a una calidad de café óptima y allí hay que reconocer todo lo que ha hecho la Federación Nacional de Cafeteros que ha estado muy preocupada por el caficultor”, comentó Vásquez Arenas.
Al considerar que el mercado es volátil, estimó que todos los productores de café en Colombia, deben estar preparados para enfrentar esas coyunturas que se pueden presentar en cualquier momento y de manera súbita.
Añadió que hoy es posible ver la preocupación que hay en torno a las compras de café por ese movimiento sorpresivo de los mercados lo cual ha hecho que los países productores estén considerando con no muy buena perspectiva la sostenibilidad de la caficultura y del caficultor.
“Con esto lo importante es hacer eco que la preocupación es origen del producto y no la comercialización o el final de la cadena. Allí justamente los países productores y los consumidores deben buscar la manera de trasladar un ingreso adicional para el productor porque la calidad de un café radica justamente en que el caficultor reciba un buen ingreso”, dijo Vásquez Arenas.
Los buenos precios dijo, no deben ser ni una lotería, ni una consideración o manifestación de pesar sino el reconocimiento a un trabajo duro del que muchos devengan y ganan, menos el que siembra y cosecha, el tema es de justicia social y económica porque se habla de una labor que demanda dedicación, tiempo y exposición a los rigores del clima.
La situación inclusive es mucho más tortuosa para los caficultores pequeños o de aquellos que tienen menos de cinco hectáreas que viven y dependen del café, luego hay de por medio una conciencia social que debe promoverse lo cual es grato cuando hay eco en la caficultura del mundo frente a cuales deben ser las estrategias que pueden orientar y sensibilizar al consumidor para que se pueda transferir ese beneficio, tarea que bien viene ejecutando el Gerente General de la Federación Roberto Vélez Vallejo.