Domingo, 03 Mayo 2020 00:47

Vendrán cambios y con ellos un nuevo modelo económico: López Montaño

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La siempre grata e inquieta ex ministra, economista, consultora, ex embajadora, analista y por sobre todo una gran persona, expresó su preocupación por un mundo económico que nada en piélagos de incertidumbre.

El mundo sigue en alerta por la manera cómo avanza y eventualmente de la forma en qué se logre contener la pandemia que generó la Covid-19, pero igual hay mucha angustia y todas las preguntas en el sector productivo del planeta que asiste al más crudo momento en la historia reciente de la humanidad, advirtiendo que líos sanitarios han existido siempre.

Quizás la mayor preocupación parte del devenir social y económico porque si bien el Coronavirus precipitó la crisis, lo cierto es que muchos países, por no decir que más de medio mundo, había hecho el curso para entrar en el ciclo de aprietos fiscales de manera holgada. No fueron pocas las economías que se rajaron en el manejo fiscal y económico, posiblemente algunos dirán que es hasta imperdonable repetir una historia mal leída que por malsana tozudez llevó a que los indicadores fueran mucho más complejos y por citar un ejemplo, algunos pecaron en caer en la ya advertida situación de Enfermedad Holandesa.

El caso de Colombia es muy particular porque venía de una experiencia terrible con el desplome de los precios del crudo y contrario a diversificar la economía, el país siguió apostándole a las exportaciones de petróleo como si esa extracción fuera el único tesoro del país. Hoy vemos que ese oro negro, ya perdió valor, que la clientela de los hidrocarburos empezó a irse y que las nuevas generaciones que ya mandan en las empresas están buscando generación limpia y un planeta mucho más viable y apartado de los riesgos de nuevas pandemias. En fin, se fueron alineando los planetas y el país no la pasa bien porque con la crisis pandémica llegó la económica que muestra un precio muy débil del petróleo, una elevada tasa de cambio y con tendencias a seguir escalando. Hay igual un déficit en cuenta corriente que espanta, una deuda externa con niveles altos y una realidad desoladora porque hoy después de la experiencia del Consenso de Washington tan solo quedaron empresas en banca rota, activos vendidos, no precisamente al mejor postor, desempleo y un sector primario muy golpeado por las importaciones porque los dirigentes consideraron que era más rentable traer alimentos que producirlos, amén de la quiebra campesina.

¿Para dónde va Colombia?, esa es seguramente la pregunta más reiterativa y la respuesta más difícil. Las cosas empeoran, los números no ayudan y la gente desde todas las tribunas pide claridad y un cambio de tercio que le permita al país repensarse y tomar un rumbo coherente sobre una base sólida de lo que tiene y del potencial que aún conserva en sus suelos, en su capital humano y en la misma “colombianidad”, siempre tan especial en momentos de dificultad.

Apartándonos un poco del mito urbano, de la indisciplina de las gentes, de la poca consciencia en salubridad y de ese pensamiento criollo en donde todas las culpas son ajenas y las soluciones quedan en manos del Divino Niño o el Sagrado Corazón de Jesús, lo mejor es hablar de temas de coyuntura con las personas más idóneas a quienes les sobra país y mundo porque afortunadamente lo tienen en la cabeza.

Cecilia López Montaño

En diálogo con Diariolaeconomia.com, la economista y ex ministra de Agricultura Cecilia López Montaño, indicó que sin duda alguna la actual es la peor crisis que a las últimas generaciones les correspondió ver y vivir. Aclaró que por fortuna a muchos nos les tocó lidiar con la crisis económica de los años treinta con cuna en 1929 y menos el impacto de la segunda guerra mundial, pero indicó que lo de hoy es terriblemente complicado porque las implicaciones económicas de la pandemia son infinitas y sostuvo que los economistas no estaban acostumbrados a que esas crisis no se explicaran por variables distintas a la que estaban enseñados a manejar.

Comentó que con la pandemia de Covid-19 y con la economía en estado crítico, no es posible hacer o proceder sobre las causas porque estas dependen del sector salud, del estado y de las decisiones que desde allí se tomen.

 

“Eso hace que quienes podemos opinar sobre la compleja situación observemos un problema muy grave y que es lo que tiene que ver con el trabajo y los ingresos de la gente, y no estoy hablando solamente del empleo porque este es tan solo una parte mínima de lo que gente hace para sobrevivir en un país en donde hay informalidad, vulnerabilidad y en el que los menesteres desarrollados en la calle son una parte muy importante, pero igual en donde las microempresas representan absorben el 60 o 70 por ciento del empleo. Esta situación terriblemente compleja hace que se deban tomar las decisiones que de alguna manera siento que no estamos tomando”, declaró la señora Cecilia López Montaño.

 

Dijo que le llamó poderosamente la atención la respuesta de uno de los más recientes premios Nobel de Economía Paul Krugman, quien al preguntársele sobre qué hacer para reactivar la economía en el mundo, este dijo que simplemente se requiere que haya suficientes pruebas que permitan detectar la gente que esté contaminada y que puedan contagiar para que siga encerrada en su casa con los cuidados debidos, tan solo así, precisó, podrá reactivarse la economía mundial.

En ese orden de ideas López Montaño dijo que Colombia está en mora de adelantar un trabajo en ese sentido porque a la fecha no se tienen las suficientes pruebas sin reconocer que se hacen grandes esfuerzos, pero advirtió que mientras el procedimiento no sea contundente y puedan detectarse los infectados el asunto será muy serio haciendo que algunos sectores se vayan a pique porque la situación económica es sumamente complicada.

Dijo que sin esas muestras y en momentos en los que el mismo ministro de Salud está diciendo que no ha pasado lo peor, el ambiente se enturbia y hace que con toda razón muchos o todos estén extremadamente preocupados. Consideró que en este momento hay que confiar en las personas que están tomando las decisiones e invitó a seguir acatando las reglas, no dejar el confinamiento y tomar las debidas precauciones, cosa que muchas personas no están haciendo.

Subrayó que el tema del empleo, del trabajo y de los ingresos tiene que encontrar unas salidas muy rápidas pues de lo contrario el país puede tener una explosión social además de la pandemia lo cual sería aterrador para el país.

 

El modelo económico fracasó y debe cambiarse

 

En opinión de Cecilia López Montaño, la pandemia está dejando ver todas las debilidades de lo que fue la política económica desde hace ya varios años, pero en particular la aplicada en las últimas tres décadas. Manifestó que resulta increíble que el gobierno esté empezando a descubrir que los pobres, a los que aseguró, les dio limosna durante veinte años, no se volvieron clase media sino vulnerables pues unas personas que no pudieron insertarse productivamente sino que encontraron en los andenes su manera de vivir.

 

“Eso demuestra un fracaso del modelo económico muy profundo, de tal manera que yo soy de las que creen que ese debate que ya se venía por la desigualdad que tenemos en el país y en el mundo, que ya los premios nobel de economía como Joseph Stiglitz, Paul Robín Krugman y el mismo Thomas Piketty, experto este último en desigualdad económica y distribución de la renta, venían planteando claramente que el actual modelo no podía continuar porque no era justa la concentración del ingreso y el capitalismo desigual de los siglos XX y XXI. Ese debate ahora sí se agudizó de verdad y estoy convencida que viene un modelo distinto porque estamos reconociendo que esta desigualdad no es viable y que es una realidad desde la cual los gobiernos no logran ni siquiera reaccionar porque para no ir tan lejos el ejecutivo no ha podido resolver el problema el cómo llevar ingreso a la gente más vulnerable, de tal manera que sí habrá cambios”, aseveró la también ex Directora de Planeación Nacional.

 

Hablando de la gente, la economista apuntó que se observa con preocupación una combinación muy peligrosa porque si bien es cierto, por un lado hay sin duda manifestaciones de solidaridad por el otro hay expresiones de agresividad muy aterradoras porque no es posible que a los médicos los tengan contra la pared cuando la vida de los seres humanos depende de ellos sin dejar de lado a las enfermeras y a todos los profesionales de la salud.

Expuso que ¿cuál va a ser el sentimiento que va a predominar? Nadie lo sabe, dijo, pero expresó que la esperanza es que de allí nazca el reconocimiento que individualmente los seres humanos no son nada y que por ello es perentorio trabajar en comunidad, con un espíritu solidario y sin pensar solamente en ser consumistas pues hay que prever que el contexto y el contorno alrededor del cual se mueve la humanidad, permite definitivamente una vida distinta.

 

“Yo creo que esto no puede ser en vano, creo que este es un quiebre histórico que va a obligar a que la gente piense y actúe distinto tal y como debe pasar con los gobiernos”, dijo la experta.

 

Uno de los grandes sellos que tiene la contertulia es nada más y nada menos que el Contrato Social Rural, en donde quedó claro que no solamente las actividades productivas cerrarían esa brecha entre la manera de coexistir en el campo o en la ciudad, con el componente calidad de vida. En esa política de gobierno que en su momento fue de perfil social se entregaba la hoja de ruta para la reactivación agropecuaria. El asunto fue tan promisorio que inclusive contó con el visto bueno y el concurso de las ONG que asistieron en esa época a la Cumbre Mundial de Alimentación que tuvo cumplimiento en Roma y en dónde se vislumbraba un acercamiento y una sinergia afortunada entre campesinos y el gobierno.

En su momento el Contrato Social Rural llevaba mayor presencia estatal en los campos y lograr a través de la institucionalidad, recuperar un país rural históricamente abandonado y atormentado por los grupos violentos. La idea no pudo ser mejor ni más acertada pues la pretensión era trazar derroteros de desarrollo sobre pilares de ruralidad.

La encomiable propuesta no quedaba solamente en agricultura y ganadería comercial sino que buscaba llevar innovación y conocimiento a los labriegos para que programaran siembras y así poder hacer una mejor administración de sus predios o explotaciones. En el momento se miraban con interés esas pequeñas unidades productivas que potenciadas podrían soportar los embates del libre comercio.

El campo era visto como una microempresa que con algunos apoyos financieros o de cooperación podría optimizar y mejorar procesos sobre la base de asistencia técnica y bancarización. El plan buscaba hacer de esos microempresarios personas capacitadas también en técnicas de gestión, temas contables, administración y comercialización. Igual se planteó apelar a los prospectos de micro-inversión.

Es bueno decir que el campo sí tuvo ideas y que a Cecilia López Montaño se le ocurrió una economía rural rentable, justa, eficiente y de cara al futuro. Allí hubo espacio para lo técnico y lo económico con gran participación de la mujer campesina.

Ese Contrato Social Rural quitaba el factor violencia y garantizaba derechos como la libre asociación, el trabajo como un aval constitucional, seguridad social, educación y salud.

En estos momentos algunos conocedores de la economía campesina aseguran que el Contrato Social Rural tiene unos componentes que de adoptarse podría dar una mano importante en momentos en los que se habla de reactivación y recuperación del campo como negocio y actividad generadora de riqueza, empleo y crecimiento.

Sobre el campo López Montaño manifestó que hay varias cosas que están cambiando mucho y una de ellas es el cuidado que fue por siglos una variable muy importante y que se desestimó porque era un asunto que lo hacían las mujeres, muchas veces gratis o cuando se hacía era mal pagado. Hoy, agregó, el mundo depende de que ese cuidado tenga éxito pues si no es así el mundo se desmorona y esa es por consiguiente una variable nueva que cambiará la historia en adelante.

La otra realidad, consideró la economista, es que si no fuera por la producción campesina y por el sector rural, en un momento en el que se cerraron las importaciones de alimentos, la pregunta hubiese sido tajante, ¿qué hubiese pasado en términos de la oferta básica que necesita la población para alimentarse?

López dijo que el campesinado colombiano y el mundo rural en general han reaccionado de una manera muy positiva y hoy hay oferta, pero no exceso porque la gente no tiene ingreso, pero existe una oferta de alimentos que sin duda va a replantear la importancia del sector rural.

 

“Ese Contrato Social Rural que nunca pudimos sacar adelante lo han archivado en todos los gobiernos simplemente para no tocar los intereses de los latifundistas, de los ganaderos y de mucha gente que está haciendo un uso inadecuado de la tierra y que fue concentrando de manera nociva predios y extensiones impresionantes de suelo. Yo creo que todo eso va a cambiar y por eso el agro, la actividad rural y la población rural están mostrando una fortaleza que va a obligar a que vuelva a ser viable este Contrato Social Rural que tanto quisimos realizar hace ya un tiempo y que tristemente no pudimos”, precisó Cecilia López Montaño.

 

Actualmente un número importante de países están contemplando la opción de cerrar sus economías para salvar su mercado interno, sus empleos y tener garantizada la seguridad alimentaria. Antes de esta tendencia ya el reino Unido había consolidado el Brexit y el mismo Estados Unidos con el proteccionismo exacerbado del Presidente Donald Trum. Es por eso según López que Colombia debe cuidar y preservar lo que tiene en agro pues si no se hace, este sería, según su análisis, un error histórico.

Puso de presente que tiene una gran preocupación porque por un lado ve la contribución positiva y el cierre de algunas importaciones que no han hecho mella y que no reportan desabastecimiento, todo porque los productores agrícolas han hecho su tarea y se les debe la tranquilidad en una gran proporción.

 

“Queda claro que donde la pandemia llegue a los sectores rurales los acaba porque el deterioro del sector ganó y la inexistencia en otros casos de lo básico para que Covi-19 no acabe con el sector agropecuario es totalmente visible. No es sino ver el caso de Amazonas a donde tuvieron que enviar un avión con 22 médicos, un ventilador y cosas elementales. Eso es todo un desastre y el producto de un modelo que creyó que el sector salud lo manejaban mejor los privados y resulta que estas zonas rurales la gente se enferma y no tiene a dónde ir. Yo a diario rezo para que los agricultores se queden con la contribución que están haciendo a la alimentación del país y que esa enfermedad no llegue a los campos porque esa si sería una verdadera catástrofe”, sentención la ex Ministra.

 

El estado que cogió la salud y se las entregó en bandeja a las empresas del sector privado vio como las EPS que fueron efímeras en su mayoría, llegaron a hacer plata y luego a partir, dejándole al extinto, pero poderoso y resistente Seguro Social las deudas y los gastos más onerosos por el manejo de las enfermedades de alto costo como cáncer y sida. Es por eso, anotó la especialista en temas económicos, que el modelo de desarrollo va a cambiar porque los privados en el tema de la salud no pudieron afianzar un esquema confiable y eficaz.

Agregó la economista que si bien la gente se quejaba de las filas en el Instituto de Seguro Social para una cita médica, lo propio y de peor manera se observa en las EPS. Dijo que el país no se puede olvidar que el Instituto atendió a los ricos y a los pobres de manera eficiente a quienes operó y les hizo tratamientos de muy alto valor, situación que no se ve hoy porque las personas que caen en una situación crítica son sacadas de cuidados intensivos después de determinado tiempo o los sacan de cuidados muy especializados haciendo que los pacientes o usuarios tengan que pagar unos montos adicionales.

Sostuvo que no todo fue un cuento de hadas con la globalización ni con la apertura de la economía porque inclusive hoy hay personal profesional como los médicos y las enfermeras que están muy mal remunerados, un lío tan grave que no cuentan muchas veces ni con los elementos necesarios para hacer los procedimientos y para cuidar su salud. Esas, comentó, son fallas que el país no puede ignorar y que obligarán a replantear el modelo.

 

“Nadie dice que no se aprende del sector privado, ni más faltaba, hay mucho por saber de las empresas, sobre todo en temas administrativos, pero con la salud eso no pasó y quedó una deuda en transferencia de conocimiento y en probidad. En el fondo se trata que la gente esté mejor no es simplemente gastar menos en medicinas, en pecar en dotación médica, en pagarles mal a los médicos o en llevar la calidad del servicio a menos como ha pasado. Hay que ser muy cuidadosos con estos temas y observar todo en detalle de tal manera que el próximo modelo traiga buenas nuevas por ser mucho más solidario, mucho más equitativo y eficiente porque no éramos tan eficaces cuando el estado lo hacía todo”, manifestó la versada.

 

Hay que enfrentar sin temores la corrupción

 

De muy grave y vergonzante calificó la ex Ministra Cecilia López Montaño, los hechos acaecidos en entidades estatales sobre las que ha recaído la responsabilidad de asistir social y económicamente a la población en estos tiempos de pandemia toda vez que fueron denunciados focos de corrupción y prácticas deshonestas.

Explicó que lo que ha pasado con la corrupción en Colombia es una clara muestra de la deficiencia de la justicia y de la poca seriedad de la clase política que con toda seguridad, dijo, va a salir muy golpeada por su pobre protagonismo en una situación que demandó la intervención del legislativo para vigilar, coordinar y sugerir soluciones que impacten favorablemente a una población sitiada por el inconveniente higiénico y que hoy no tiene recursos para subsistir ni claridad con lo que ha de pasar.

“Esto de la corrupción en los mercados es injustificable e increíble, esto no puede pasar, pero yo creo que la clase política pagará el alto costo de lo denunciado porque auspicio esto y permitió que se abusará de manera desvergonzada de los recursos públicos. Lo que pasó no tiene presentación y fue manera lamentable de caer por lo más bajo”, concluyó la ex Ministra Cecilia López Montaño, quien dijo que hay que trabajar sin perder esa tenue luz de la esperanza.

 

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