En desarrollo de la Convención Bancaria en Cartagena, el Presidente Ejecutivo de BBVA Colombia y Presidente de la Junta Directiva de Asobancaria Mario Pardo Bayona, indicó que los logros macroeconómicos, lejos de ser perfectos, sí han sido muy significativos tanto en cifras absolutas como en el contexto regional. Por ejemplo, anotó, en los últimos 15 años el PIB de Colombia creció en un 3,5% anual en términos reales. Para el equipo de analistas del banco, es el segundo mayor crecimiento de entre los siete principales países de la región, y aproximadamente el doble del crecimiento de la América Latina.
Según Pardo Bayona, los logros fueron posibles gracias a un fuerte aumento de la inversión extranjera directa que representó en promedio el 4% del PIB en cada uno de los últimos 15 años, lo cual ha supuesto 184 mil millones de dólares en los últimos 15 años. Finalmente, gracias al crecimiento, Colombia logró reducir su indicador de la pobreza multidimensional a casi la mitad, pasando del 30% al 16%, aunque es alto todavía sin lugar a dudas esa reducción es un logro enorme.
“Los logros del sector financiero también son destacables. En lo cuantitativo ha logrado aumentar en los últimos 15 años la bancarización en casi 36 puntos porcentuales, pasando del 55% hasta más del 90% de adultos que hoy cuenta con al menos un producto financiero. La cartera como porcentaje del PIB ha crecido del 26% al 48%. En lo cualitativo, ha alcanzado los principales estándares internacionales más exigentes, como los de Basilea 3, y se ha convertido en referente en la región en cuanto a soluciones digitales y compromiso con la sostenibilidad”, expuso el directivo.
Estos logros, manifestó Pardo, se han conseguido a pesar de que, en los últimos tres quinquenios, Colombia ha enfrentado varios choques económicos significativos como la Recesión Financiera de 2008, el choque petrolero de 2015 y la Covid-19, tropiezos ante los cuales Colombia mostró gran resiliencia.
Esta capacidad de superar adversidad, expuso el banquero, se debe al tesón de la sociedad y el empeño de su sector productivo, pero también, en buena parte, algo importante para recordar, a la transformación y consolidación de sus instituciones económicas y financieras, es decir, la independencia del Banco Central, la Regla Fiscal, la flexibilidad cambiaria, el rol de la Superfinanciera, la URF y el FOGAFIN.
Explicó que la labor de estas instituciones ha permitido que Colombia cuente con un sistema financiero muy consistente. Solidez que ha hecho posible que Colombia pase de tener un sector financiero que hace décadas provocaba o acentuaba crisis nacionales a ser un sector que hoy hace parte de la solución a las dificultades, un ejemplo reciente lo ocurrido con la COVID 19, apoyando primero con los alivios a los deudores, la bancarización acelerada después para poder implementar la dispersión masiva de subsidios, y, finalmente, creciendo con fuerza la cartera para que Colombia pudiera recuperar la actividad económica más rápidamente, por encima de los países de la región, y entre los más efectivos a nivel global.
En resumen, mirando hacia atrás, dijo Mario Pardo Bayona, los avances económicos del país y del sector financiero han sido significativos, muy positivos, algo que, en su concepto, debe saber cuidar Colombia.
“Sin embargo, nuestras energías deben centrarse en mirar hacia adelante y el país enfrenta retos económicos muy importantes, unos coyunturales como la alta inflación, la rápida subida de tasas de interés y la desaceleración económica, y otros más estructurales como son la alta informalidad, tanto laboral como empresarial, el bajo nivel de ahorro, que limita la capacidad de aumentar la inversión y una anémica productividad. La productividad es el ingrediente base del crecimiento económico, pues es la productividad el principal factor para atraer inversión, y la inversión, especialmente la privada, a su vez es el factor clave del crecimiento económico”, señaló el Presidente Ejecutivo del BBVA.
Precisó que independiente de la solidez y la elevada competitividad de la banca colombiana, de los avances en tecnológicos, empleo de calidad y del compromiso con los territorios, hay algunos retos macroeconómicos que enfrenta el país y en los que la banca debe saber moverse con inteligencia y celeridad.
El reto más urgente
A criterio del Presidente del banco BBVA, Mario Pardo Bayona, el desafío más apremiante tiene que ver con la reducción de las enormes inequidades que la sociedad colombiana tiene entrelazadas, que han venido tejiéndose durante muchas décadas y que son notorias a nivel de género, en lo rural y urbano, entre regiones, a nivel de etnias, entre lo formal y lo informal, y entre generaciones como directamente lo dicen los jóvenes.
“Obviamente, no se trata de nivelar hacia abajo, se trata de dar más oportunidades para que crezcan rápidamente los que hoy están más rezagados”, dijo el presidente del BBVA Colombia.
Al poner el acento en algunas de las inequidades, mostrando con ello claridad y el verdadero tamaño de la urgencia, el vocero afirmó que no es mínimo el reto que hay por delante.
El desempleo en mujeres, mostró, es cerca de 5 puntos porcentuales más alto que en hombres. Por otra parte, indicó, el desempleo juvenil es 8 puntos porcentuales mayor que el total nacional.
Sostuvo que lamentablemente el déficit de agua potable afecta todavía a un 58% de los hogares rurales en Colombia y en regiones como la Guajira y Vichada llega al 97%.
A nivel nacional, expresó, el 96% de los hogares cuentan con energía eléctrica, pero se reduce a nivel rural al 81%. Algunos departamentos como la Guajira, repisó, alcanzan apenas el 13%.
“El acceso a internet a nivel nacional es de apenas el 60%, muy bajo todavía. El contraste departamental es enorme, pues el 81% de Bogotá compara con apenas el 29% de los hogares rurales, y de sólo el 15% en Chocó o 5% en Vichada”, aseveró.
Al develar otras cifras complejas, Mario Pardo Bayona exteriorizó que el déficit habitacional, cuantitativo y cualitativo, a nivel nacional es del 31%, cifra que se incrementa al 68% a nivel rural. Añadió que la pobreza monetaria en 2021 fue del 39% para el país, lo que representa casi 20 millones de colombianos en pobreza. El indicador, matizó el Presidente del BBVA Colombia, alcanzó el 46% en la población afro, el 62% en indígenas y 67% en población migrante venezolana.
“Estas cifras creo que dejan patente la magnitud y la urgencia del reto para reducir las inequidades en el país. Reto que no es ni mucho menos imposible de superar pero que sí requiere el concierto de toda la sociedad, y por tanto también de todos los que estamos hoy aquí. Desde el sector financiero podemos y debemos trabajar con el Gobierno con objetivos muy tangibles que contribuyan a reducir las inequidades”, afirmó.
En primer lugar, concretó, el sector financiero, tanto banca privada como pública y banca multilateral, debe acelerar el acompañamiento al sector público y privado para financiar las inversiones en infraestructura de telecomunicaciones, energía, agua y alcantarillado que faciliten la vida y la provisión de servicios esencialmente centrados en la ruralidad, pues es allí donde se dan las mayores inequidades.
En segundo orden, expuso el connotado banquero, el sector financiero debe seguir comprometido con la bancarización, el 90% de adultos con acceso a algún producto financiero, es una cifra razonablemente elevada, pero en su análisis, quedan casi uno de cada 10 colombianos adultos no bancarizados.
Analizó que la digitalización a través de un sistema de pagos inmediatos, universal y de muy bajo costo, la bancarización de las relaciones con el Estado con las empresas de servicios públicos son la mejor manera de bancarizar y de contribuir a la urgente necesidad de formalizar las relaciones económicas.
En tercer lugar, consideró, es perentorio aumentar el acceso al crédito ya que solo el 34% de los adultos y el 31% de las Pymes en Colombia tienen acceso al crédito formal. Comentó que las cifras muestran que casi uno de cada 3 microempresarios que están en la pobreza, salen de ella pasados dos años desde su primer crédito.
Fue contundente al indicar que sustituir el indeseable gota a gota por el crédito formal es el mejor instrumento para que los colombianos puedan materializar sus sueños y logren así reducir la pobreza de los microempresarios.
Programas de garantías públicas para el primer crédito son extraordinariamente efectivos, y por tanto necesarios y urgentes para profundizar el acceso al crédito formal. Integrar las cadenas productivas del agro para garantizar la venta a los campesinos, y escalar las fábricas de Colombia Productiva permitirán el acceso al crédito y la mejora de vida de los campesinos y los microempresarios colombianos.
“En cuarto lugar, no sólo debemos llegar con más productos a más clientes, debemos seguir trabajando para que sean más baratos. Colombia tiene un sector financiero altamente competido, las eficiencias en la prestación de servicios se trasladan mayormente a los clientes. Por ello seguir avanzando en la digitalización hará posible la reducción de los costos de los servicios financieros. Necesitamos de un Estado comprometido con la conectividad 4G en todo el territorio, necesitamos también un sistema de pagos inmediatos universal y ojalá, eventualmente, la eliminación del impuesto a las transacciones financieras o 4x1000”, enfatizó.
Para el BBVA, es necesario llevar los servicios financieros a todos los colombianos, con productos todavía más económicos y fáciles de usar, siendo muy conscientes de la diversidad de los clientes, para asegurar la inclusión de toda la sociedad. Para vencer este reto, estimó la entidad, se necesita la participación de todos, el sector privado y público trabajando de la mano del gobierno.
Dijo que un reto inmediato que no admite dilación es el cambio climático y todas las acciones que deriven para retomar un planeta sano y posible para la vida. En este frente, puntualizó Pardo Bayona, Colombia ha dado pasos muy significativos puesto que es de los países que más ha avanzado en materia de sostenibilidad medioambiental y que más rápidamente quiere avanzar al comprometer una meta de una reducción del 51% de los gases efecto invernadero en 2030 y la carbono neutralidad para 2050.
Celebró las múltiples iniciativas de los últimos años como el Programa 30x30 que busca proteger el 30% del territorio terrestre y el 30% de los mares para 2030, el avance material en Energías Renovables No Convencionales, el Protocolo Verde que es referente en la región o la Taxonomía Verde que hace que Colombia sea el primer país de la región en tenerla.
Dijo que cada ser humano, en particular los colombianos, deben aumentar el compromiso individual. Remarcó que la banca como sector y como país debe aumentar el adeudo agregado para así avanzar a la velocidad necesaria en los grandes retos y oportunidades relacionados con la descarbonización.
En Colombia, dijo Mario Pardo Bayona, hay una eficiencia energética de apenas el 31%, en otras palabras, el 69% de la energía producida, perfectamente podría ser ahorrada y no incurrir en un costo cercano a 3 puntos porcentuales del PIB por año en términos de energía desperdiciada. Aclaró que conseguir esas eficiencias energéticas, requiere inversiones de al menos 35 billones de pesos durante los siguientes 5 años.
La alta dependencia de la generación hidráulica se convierte en un riesgo recurrente, por eso la ampliación de generación con energías renovables no convencionales es imperante. Hoy, estas representan apenas el 1% de la matriz energética y se tiene un objetivo de llegar al 15% lo cual va a requerir inversiones de aproximadamente 10 billones de pesos en los siguientes 3 años.
El país, reconoció, se destaca positivamente a nivel regional en vivienda sostenible, pero el porcentaje de nuevas viviendas certificadas medioambientalmente es sólo el 22%, por lo que debe aumentarse muy materialmente este porcentaje.
“Avanzar hacia una movilidad sostenible requerirá de proyectos como el Metro de Bogotá, los trenes de cercanías y regionales y transformaciones en las flotas de buses a eléctricos, entre otros. Proyectos que demandarán una inversión superior a los 50 billones de pesos en los próximos 8 años. A lo que se suma el objetivo de transición hacia un parque automotor privado de al menos 600 mil vehículos eléctricos para 2030”, indicó el Presidente Ejecutivo del BBVA Colombia.
La reforestación, manifestó, es el gran debe para Colombia en materia de emisiones gases efecto invernadero y por ello pasar de deforestación neta a reforestación neta es la mayor contribución que Colombia podría tener a la preservación del planeta y las futuras generaciones. Este, resaltó Pardo Bayona, es un reto enormemente complejo que requerirá del sector público y privado, de la banca multilateral, de las empresas agropecuarias, de los pequeños campesinos, y de las comunidades indígenas y afrodescendientes.
Finalmente, recordó, si el país avanza hacia la reforestación a gran escala, Colombia puede ser una potencia en captura de CO2, que atraiga inversión extranjera para los proyectos y exportar créditos de carbono. Para ello, es necesario, expuso, desarrollar los mercados de carbono.
“Para terminar, quiero ser enfático en que para poder solucionar el gran problema de la inequidad del país y descarbonizar la economía hace falta en primer lugar la capacidad económica y financiera de poder hacerlo. Es decir, necesitamos un sector productivo fuerte, que genere la riqueza para poder acometer de la mano de un sector financiero sólido las enormes inversiones que son imprescindibles para superar estos retos. Permítanme repetirlo, sólo con un sector productivo fuerte y un sector financiero sólido tendremos la capacidad de superar estos desafíos. La capacidad siendo necesaria no es suficiente, debemos tener todos también la voluntad de asumir en primera persona la responsabilidad para superar estos retos, por ello les convoco a todos ustedes, los medios, los empresarios, el gobierno y mis colegas del sector financiero, a que todos demos un paso al frente para, en primer lugar, emprender de manera acelerada el reto más urgente que tenemos como sociedad, el de dejar el legado de una Colombia más justa, inclusiva y equitativa. Demos dar un paso al frente para que asumamos la mayor responsabilidad que tenemos que es asegurarnos que dejamos a nuestros hijos y a nuestras nietas, a las generaciones futuras, un planeta con la riqueza en biodiversidad que nosotros recibimos”, concluyó el señor Mario Pardo Bayona.