La crisis de la economía griega que ya muestra saldos sociales alarmantes tiene en vilo a la Euro Zona con el anuncio del ministro de Finanzas del país Heleno, Yanis Varoufakis, en el sentido de no pagar la deuda por 1.600 millones de euros al Fondo Monetario Internacional. Desde otra tribuna el problema es juiciosamente detallado por los analistas y los mercados del mundo en general que ven un inconveniente pequeño que podría resultar, algo así, como la cuota inicial de un gran problema si dichos síntomas se extienden por los países comunitarios.
Algunos analistas dicen que al mundo no se le ha contado todas las verdades sobre la Eurozona y aseguran que del componente europeo aún hace falta mucho por contar y lo que es más apremiante, por corregir.
El inconveniente, diferente al conocido y mal recordado “Efecto Tequila”, a la crisis hipotecaria de Estados Unidos o a la caída de los mercados asiáticos, no generará efecto dominó, pero hay quienes dicen que por pequeño que sea el problema, es un precedente y un mal ejemplo que podría no solo terminar con la salida de Grecia del famoso bloque sino con otros eventuales casos con ocasionales afines consecuencias.
Este problema fue abordado en Diariolaeconomia.com por dos expertos en el tema económico que miran desde diferentes orillas los manejos de la política económica, sin embargo manifiestan que la situación es delicada en un país que ya da señales de tragedia en lo que tiene que ver con los indicadores económicos y sociales.
El exsenador de la República, Gabriel Zapata Correa le dijo a este medio que la situación griega no tendrá ningún tipo de coletazo por la solidez del sistema financiero en Colombia que aprendió de sus crisis y de las ajenas como la de Estados Unidos con la caída hipotecaria. Declaró que el único impacto que se podría dar en el país sería una revaluación del dólar o del euro con sus impactos económicos.
“Hasta ahora lo que hemos visto y con ojos positivos es una devaluación del peso colombiano que dio posibilidades de tener un mercado más competitivo en lo que tiene que ver con exportaciones, pro de todas forma estoy seguro que con el desastre de Grecia no vendrá efecto ni coletazo al país”, declaró el señor Zapata.
Agregó que un aspecto importante y a tener en cuenta es que con estos vaivenes de la economía mundial, América Latina se ha vuelto el destino del capital. Sobre Colombia, precisó que el factor confianza se mantiene por el buen manejo de la economía.
El ex senador, expuso que frente al caso Grecia lo mejor es esperar y confiar en la solidez económica que ha mantenido Colombia y que tan solo debe preocuparse por superar la recesión productiva que demanda la acción creativa y responsable del equipo económico del gobierno para que no solamente siga atrayendo inversión extranjera sino trabajando por el crecimiento de la actividad productiva.
En su observación, dijo que el tema Europa no se puede generalizar porque precisamente Colombia venía creciendo con sus exportaciones en algunos países de ese continente. “El efecto directo de la decisión que ha tomado Grecia y que generará ruido y consecuencias en la Unión Europea no hará mella en Colombia y por el contrario le abre más espacio a la actividad exportadora”.
Grecia debe acogerse a lo que diga el FMI
Para el Ingeniero y experto en temas económicos y tributarios, el problema de Grecia no es el mal ejemplo que da ante la comunidad internacional sino las consecuencias nefastas que pueden traer esta desobediencia para el país. Consideró que adoptar un tipo de posición de estas no es sano para una nación que está en quiebra y que necesita ayuda.
“Por eso cuando se ha pensado que puede pasar en países como Argentina con su deuda y en otros países que en el contexto americano, desafortunadamente han tenido situaciones críticas, este tipo de medidas resultan adversas porque causan un cierre de cuentas en el mercado financiero en apoyo de la banca internacional, gestando una situación muy crítica para el crecimiento de un país que asume una posición de este tipo”, dijo el exsenador.
En consideración de Zapata Correa, a Grecia no le queda otra salida que aceptar las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional para lo cual deben adaptarse tanto interna como externamente y reconocer las deudas que tienen con la banca internacional.
Con Grecia se les fue la mano
A su turno el analista económico, Aurelio Suárez, afirmó que este problema de la deuda griega viene desde 2010 con las decisiones del triunvirato conformado por el Banco Central Europeo, la Comisión Europea y el Fondo Monetario Internacional al amparo de la Troika.
“Lo que uno puede ver es que ese rescate ya no tiene forma de pagarlo la sociedad griega. Ese es un rescate que cuando se revisan las cifras más recientes, se encuentra con superávit fiscal y en cuenta corriente de la balanza de pagos y todo a punta de reducir el gasto público y el bienestar de la sociedad, ya no hay de donde más. Prácticamente la señal que hace el gobierno griego y la sociedad griega es que no tienen de donde más pagar ese rescate que finalmente se volvió un carrusel porque el Banco Central Europeo le prestó a los bancos afectados en Grecia y la sociedad de ese país paga ese carrusel que montaron”, aseveró el señor Suárez.
Según el analista, el gobierno griego adopta una posición que antes que política de desobediencia es de física imposibilidad de pagar porque no hay liquidez. Explicó que es bueno que el mundo sepa lo que pasa porque ese país lleva cinco años en el plan de nuevo rescate y lo de hoy no es más que el reflejo de un agotamiento de la sociedad de un inoficioso y oneroso rescate.
En opinión de Suárez, el famoso rescate está en la misma línea política y en la misma línea de política económica que los hundió porque allí no hubo un cambio, por ejemplo, para modificar el tema de comercio, de flujos de capital o de control a los sistemas financieros. Argumentó que infortunadamente dentro de la misma política económica se adoptó y se avaló un rescate que se volvió impagable.
El efecto no será económico, será político
Al mirar la macroeconomía de la Unión Europea, dijo el experto, Grecia es un asunto algo marginal en Europa que hace que el impacto sea mínimo e esa economía. Así las cosas, no habría un flujo de capital migrando a América Latina porque los inversionistas seguirán con un temor por los mercados emergentes situación que conllevaría a una migración, pero hacia los bonos del tesoro de los Estados Unidos con lo que se acentuarían o acelerarían los procesos de devaluación. “Yo no creo que el efecto económico sea muy grande por las dimensiones de lo que está sucediendo. El verdadero impacto se verá más en el aspecto político porque queda el antecedente de un referéndum en Grecia para decir que no pagan su deuda, eso es un precedente político enorme ya Islandia lo intentó y lo hizo, pero es que es un país de pocas personas”.
Esta situación, a criterio de Suárez le dará impulso y aliento a varios movimientos políticos como los que surgen en España y los que se están gestando en Europa Occidental que están en contra de las políticas de austeridad que golpean el frente social. “Por eso yo veo más un efecto político que un efecto económico real con migraciones de grandes capitales”.
Cinco años de expectativa
Desde hace cinco años la Eurozona empezó a mostrar debilidades y dificultades toda vez que algunos de los países miembros del bloque económico manifestaban agudos problemas de iliquidez y un considerablemente endeudamiento.
Uno de los países con mayor complejidad fue Grecia que terminando 2009 experimentó la depresión griega que fue como se bautizó la crisis de la deuda soberana que después del rescate debió darse una pela fiscal y de ahorro que hoy se traduce en desempleo, pobreza y poca perspectiva.
Grecia y compañía experimentaron los líos con el crecimiento de la llamada deuda soberana, con el sistema financiero que debió condicionarse e intervenirse y con el comportamiento de la economía en general que empezó a mostrar debilidad, pérdida de la dinámica y crisis. Estuvieron en la mira España, Irlanda, Portugal, Bélgica, Italia y otras naciones que hoy al parecer superaron el problema, dejando la amarga experiencia de la Zona Euro reducida a Grecia. Cabe recordar que ya a finales de 2007 la inversión detectó un creciente endeudamiento público y privado así como una burbuja que se reflejaba en la valoración de activos inmobiliarios.
Creció el temor en los capitalistas, la calificación de deuda se degradó y quedó en evidencia que la unión cambiaria quedó coja sin un común acuerdo de disciplina fiscal y de las mismas pensiones.
En 2010, se agudiza el problema y es por eso que un nueve de mayo los ministros de finanzas le dan su bendición a un paquete de rescate por 750.000 millones de euros para asegurar la estabilidad financiera en el viejo continente, pero básicamente entre los países comunitarios. Nace con ello el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF).
En semejante coyuntura se crean la Regla de Oro que consiste en un compromiso de ajuste fiscal que apunta a morigerar el gasto y el Pacto Europeo que implica un apretón y una caída en los salarios que redundó en una flaca economía por la pérdida consecuente de la demanda al haber menos ingreso.
El caso griego no es ajeno al de muchos países, incluido Colombia, en donde la corrupción tiene costos muy elevados los cuales se les trasladan a los nacionales más pobres, desmejorando su calidad de vida y poniéndolos a pagar lo que no se comieron. Entre los delincuentes de cuello blanco, las precarias políticas macroeconómicas y la irresponsabilidad financiera, Europa y Grecia en el ojo del Huracán, están pasando por una situación que se avisaba y a la cual no se le prestó atención inmediata. Hoy ni el Olimpo le puede pagar la deuda a Grecia y el FMI, con el conejo de pascua que le pusieron tendrá que vivir un buen rato en los oscuros rincones del inframundo de Hades.