Sábado, 04 Marzo 2023 08:53

Geopolítica e incertidumbre lleva a entornos inciertos: Banco Pichincha

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La entidad crediticia es optimista y dice que aún en medio de los escenarios complejos, hay campo para el crecimiento más allá de que éste sea menor.

El Banco Pichincha fue la gran ida del señor Manuel Jijón Larrea, el mismo que vislumbro una entidad financiera sólida y en permanente evolución, así en 1906, más exactamente un 11 de abril, se erige en Quito, Ecuador, un ente crediticio que brilló con luz propia en los extensos Andes. Para ese entonces el banco fue proyectado para la emisión, circulación y descuento todo al amparo de su estricto estatuto.

Así fue, en ese arranque del siglo XX la Casa Municipal de Quito sirvió de escenario propicio para fundar la Compañía Anónima Banco del Pichincha que con los años modificó su razón social hasta consolidar la Compañía Anónima Banco Pichincha.

Su primer superior fue el gestor de la iniciativa, Manuel Jijón Larrea quien asumió la presidencia y no era una decisión errada ya que fue un prominente hacendado, así como reconocido empresario de los textiles. Quienes lo evocan aseguran que tuvo visión, inteligencia y un espíritu innovador a toda prueba. En medio de sus gestiones y labores resultó ser el gran promotor de la Cámara de Comercio, Agricultura e Industrias de Quito, un hombre que le sirvió a Ecuador, poniendo las primeras piedras para cimentar el gran desarrollo, ese que necesitó a la entidad financiera la misma que apalancó progreso y crecimiento.

Cuando se habla de Banco Pichincha hay que traer a colación nombres de gran relieve como Manuel Freile Donoso, igual, gerente fundador. En sus albores el banco centró sus actividades en el mercado de divisas y por ello se fue gestando el inicio de una vida legítima o reglamentaria de la entidad, pues logró en sus inicios colocar en el exterior, fondos por 600.000 sucres.

 

 

En ese trajinado 1906 las directivas del Banco Pichincha le dieron su bendición a la primera emisión de billetes, una petición que se hizo realidad en febrero de 1907 cuando se puso en circulación un millón de sucres. De manera paralela y haciéndole compañía a los billetes aparecieron títulos de acciones, letras de cambio, cheques, libretas esenciales para los estados de cuentas corrientes y otros instrumentos vitales para los menesteres financieros. 

El banco resultó el bordón del crecimiento y una solución de liquidez a la mano para invertir, sembrar y promover industria, comercio e infraestructura. Los años pasan, pero todavía se habla de esos primeros siete empleados que lograron el cargo por sus capacidades y compromiso, pero aún más, a esos inaugurales que ocuparon con sueldo la agencia vanguardista de la entidad ubicada en el empalme que hacen las calles Venezuela y Sucre en Quito, por la inmejorable caligrafía, tan buenos en su trabajo que empezaron a escribir una gran historia económica y financiera en Ecuador y parte de Suramérica, el despegue del Banco Pichincha.

Con el ente de crédito se ha construido el más encomiable antecedente bancario de los ecuatorianos ya que el Banco Central aparece hasta 1925 como propuesta incisiva de emisión con respaldo estatal y en firme según los conocedores en 1927 tras las conclusiones de la Misión Kemmerer.

El Banco Pichincha fue testigo de crisis, inconvenientes económicos de gran calado, pero igual de dos guerras mundiales, la gripe española y todo un relicario de sucesos que lo fueron potenciando porque aprendió a sortear circunstancias y a moverse al ritmo del globo.

Al ser el ente crediticio más grande de Ecuador en el sector privado, con mayor número de ahorradores, mejor capitalización y toda una reputación, ingresa a Colombia como Inversora Pichincha y ante un crecimiento exponencial y un estricto cumplimiento de sus obligaciones fue autorizado para operar como banco en junio de 2011. Durante décadas la entidad ha sido el socio ideal de los clientes a quienes lleva soluciones financieras, todo dentro de un marco de confianza que logra por su innegable solidez.

En diálogo con Diariolaeconomia.com, el presidente ejecutivo del Banco Pichincha en Colombia Germán Rodríguez Perdomo, aseguró que la banca y los agentes económicos están en un entorno que cada vez es más incierto porque otrora surtía mejor efecto pronosticar con bola de cristal el futuro a 20 o 30 años que vivir las dificultades de hoy cuando existen incertidumbres globales importantes alineadas con entornos inflacionarios debido a la guerra en Europa Oriental, un escenario que hace cinco o seis años era imprevisible.

Actualmente, expuso el respetable banquero, y con cargo a diversos aspectos, uno de ellos la experiencia que arrojó el Covid-19 y el rompimiento en la cadena de suministro, se generó una tendencia contraria a la globalización en los diferentes países en los cuales hay una propensión a cerrarse, un esquema totalmente opuesto a lo que venía en vigencia con la internacionalización de los mercados.

Agregó que en países como Colombia en donde hay agitación política, polarización otra moda ecuménica apalancada en redes sociales e información viral transmitida por esos medios, el entorno sin duda se hace más incierto. Sin embargo, expresó, las oportunidades estructurales permanecen, así como las necesidades, sobre todo de los clientes y de las personas de cara a la banca de las finanzas.

 

“Soy fundamentalmente un optimista y creo que esas necesidades obligan, no a que los bancos echemos para atrás, sino que nos transformemos para entregar el mejor servicio posible con productos de elevado atributo, eso de manera sencilla y rápida para responder a las nuevas carencias y reducir el nivel de incertidumbre e inquietud que tienen los clientes respecto al mundo y a sus mismos requerimientos en el ámbito financiero”, declaro el señor Rodríguez Perdomo.

 

Las dificultades actuales, precisó el presidente ejecutivo de Banco Pichincha, llevarán a un entorno de menor crecimiento del experimentado en los últimos dos años, con un rebote de la pandemia en Colombia que fue importante y acelerado, pero sin perder de vista que ese efecto se acaba, lo cual llevará a un nivel de crecimiento inferior, con un nivel de tasas más alto, lo que generará que la actividad crediticia se reduzca en la medida que la actividad económica igualmente se viene desacelerando, lo que resulta bueno, ya que el proceso terminará con una reducción paulatina de la actividad y no una caída o una estrellada que sería lo peor que podría pasar.

 

 

Dijo que en medio de los acertijos y dudas los clientes siguen demandando, los proyectos siguen delante y la gente no para de hacer cosas y en eso, acentuó Rodríguez, la responsabilidad de la banca es estar allí del lado de sus usuarios, ofreciendo los mejores productos y servicios, todo en absoluto, con calidad y transparencia, algo en lo que está concentrado el Banco Pichincha que lanzó su moderna y ágil oficina de Pibank y su producto estrella, la cuenta remunerada, una apuesta por productos sencillos, verticales, con libertad para los consumidores, en condiciones económicas muy favorables y bajo un modelo de banca directa que permite contar con lo mejor de la banca digital y del asesoramiento personal para poder desarrollar relaciones de largo plazo, también de confianza con el frecuentador, dicho de otra forma, la clave de la banca en los próximos años.

 

“La banca tradicional, distante y compleja está llamada a acabarse porque el mundo no funciona así”, sentenció el presidente de Banco Pichincha.

 

Si bien la política, los movimientos internacionales y todo lo relacionado con geopolítica, hechos y directrices de los mandatarios marcan una tendencia, lo cierto es que hay un sector privado y empresarial muy comprometido lo que le permite a los países estar a la vanguardia por la apuesta capitalista, inversionista y transformadora, con un espacio para los bancos que cumplen un papel trascendental en el desarrollo y el funcionamiento de industrias y sectores productivos.

El sector empresarial sigue mostrando que funciona, que se articula con una banca eficiente y dinámica, llena de soluciones. Rodríguez destacó el compromiso de los accionistas del Banco Pichincha, no solamente por la permanencia sino por el crecimiento de la operación en el país con un cambio radical en la manera de hacer banca igual siendo pioneros en ciertas iniciativas en el mercado colombiano, lo que refleja una apuesta y un compromiso empresarial tremendo con lo que representa Colombia y su gente, una suma que tiene como igual, oportunidades de crecimiento y desarrollo.

 

 

El Banco Pichincha ve en Colombia un buen mercado, una opción de crecer en cuentahabientes, la marca genera familiaridad y confianza aparte de fidelización. Hoy la entidad crediticia, dijo su presidente en Colombia, tiene muchos clientes compartidos con Ecuador en una actividad económica que es rica y nutrida entre los dos países, algo que claramente deja ver que los colaboradores desde una punta o la otra están para ayudar a que la operación crezca y mejore.

Entrando en otros campos Germán Rodríguez informó que la cartera durante los últimos meses manifiestamente ha tenido un deterior en todo el sector, ello vinculado a las tasas más altas, a la reducción de la actividad económica, pero también al nivel de endeudamiento de los hogares, en este momento muy alto como lo reveló el Banco de la República que habló de máximos históricos lo cual tiene un impacto sobre la calidad de crédito.

No obstante, especificó Rodríguez, el Banco Pichincha en su apuesta cree que se trata de un efecto temporal y que por lo tanto vale la pena seguir creciendo en los segmentos y nichos de clientes que tienen la capacidad de hacerlo eso sí, dándoles la asesoría necesaria para que no tomen malas decisiones financieras y en esto, recalcó, hay que resaltar porque parte de ese crecimiento ha venido por un push o empuje de los bancos para tomar y tomar más crédito.

Subrayó que si la banca incentiva a los usuarios para que tomen más crédito hasta llevarlos al límite de sus capacidades de pago muy seguramente viene una desaceleración y los clientes de los bancos dejan de pagar. Ante estos escenarios el Banco Pichincha le apuesta a un modelo diferente de banca en donde los expertos de la entidad acompañen a los interesados para que tomen las mejores decisiones y no jalonarlos para que incrementen su endeudamiento o tomen pésimas determinaciones.

En ese sentido, la apuesta y visión de banca referenciada llevará al país a un crecimiento sano, rentable y con unas relaciones de largo plazo y fidelidad con los clientes que no tendrán parangón en el sistema financiero colombiano.

 

 

Ante los diversos fenómenos sociales, políticos y económicos en el mundo por múltiples razones, los portafolios están cambiando, siguen raudos en su evolución, repuntan las inyecciones de capital y mejoran las operaciones, ese ejercicio en beneficio de unos usuarios que ven cómo la banca responde con hechos las recurrentes inquietudes de los consumidores. En síntesis, con mayor inversión y más tecnología, obviamente se morigeran los costos financieros, un fondo que impulsa la bancarización. El tema, opinó Rodríguez, debe ser así, puesto que quien omita esa directriz va a quedarse en el camino.

La tecnología, independiente del componente de competitividad en la banca, es una necesidad absoluta para poder seguir en el mercado dando la pelea de tú a tú. En algunos casos, en operaciones bancarias más complejas, expuso, es más difícil capitalizar pero de igual manera conllevan a innovar.

 

“En operaciones como la nuestra, que tenemos la facilidad, la agilidad y la rapidez, esto lo podemos llevar al cliente con mayor celeridad y por eso lanzamos los productos con las características definidas, con metodología y registrando el crecimiento que estamos teniendo, sencillamente por la prontitud para llevar los beneficios a los clientes”, afirmó Rodríguez.

 

Asuntos como el Covid-19, la crisis global logística y el consecuente inconveniente con el abastecimiento, deben llevar al afianzamiento, expuso el banquero, de las cadenas regionales de valor en donde la banca no puede estar ausente. Añadió que en temas de operaciones de comercio exterior transnacionales hay una oportunidad gigante de trasladar las ventajas, eficiencias y la nueva forma de hacer banca para apoyar las actividades de exportación e importación entre los países del hemisferio, las américas y el Caribe.

 

 

 El contertulio estimó importante por parte de la banca poner un grano de arena en contra de la tendencia de centralización, de querer evitar la globalización, ya que a partir de la energía que da ese intercambio a través de la banca se puede contrarrestar esa predisposición.

Banco Pichincha es una entidad que aparte de los servicios crediticios y de ahorro que pone al servicio del público, es igual un amigo de las empresas y de todo el sector real de la economía porque de manera decidida acompaña factorías en Ecuador y Colombia, pero la idea es seguir profundizando y creciendo en esas relaciones y que los clientes tanto para empresarios como para personas jurídicas recomienden la marca cada vez más.

Por su naturaleza optimista, Germán Rodríguez ve oportunidades con lo que está pasando y está convencido que los usuarios en un entorno de incertidumbre demandan el mayor acompañamiento y allí el equipo del Banco está cada vez más cerca de la gente, listo para orientar y bajar el nivel de perplejidad y ansiedad que genera todo lo que está pasando, algo que, a un gerente o presidente de banco, como es el caso, a propósito del desempeño del mismo ente crediticio, le debe dar muchísimo optimismo.

Adicionalmente, Rodríguez cree que aunque el ejercicio de la Colombia empresaria y financiera se reduzca, el ritmo de crecimiento, finalmente es una economía que crece y sigue siendo fuerte, por lo tanto denota muchas oportunidades y necesidades tanto del sector real como en los particulares en vista que generalmente demandan y necesitan recursos, piden para ser mejores asesorías financieras y todo el espacio para decirle sí a la mejor opción.

 

Los nuevos escenarios políticos no deben extraer capital

 

 

Un punto interesante es América Latina que literalmente dio un giro a la izquierda sin que ello constriña al estereotipo o la satanización, de hecho la región tuvo mandatos de lujo. En Europa y para no ir tan lejos en Canadá, el socialismo que adopta el capital como vehículo del progreso ha dejado sendas experiencias porque hay países que lo tienen prácticamente todo, sus habitantes gozan de tranquilidad, salud, educación, alimento, atención, calidad de vida y toda la protección posible. Igual hay gobiernos que bajo la consigna de izquierda han promovido corruptelas y manejos inapropiados con los recursos públicos, como quien dice, de todo hay en la viña del señor.

Quizás no hay malas propuestas políticas sino pésimos y triviales gobernantes. Aquí es prudente citar al egregio Winston Churchill cuando dijo “la principal diferencia entre los humanos y los animales es que los animales nunca permitirán que los lidere el más estúpido de la manada”, una frase que le cae como anillo al dedo a todo el mundo.

Luego de este comentario retomamos la charla con el presidente ejecutivo del Banco Pichincha quien sobre el asunto expuso que, si bien hay temores y sentimientos apenas naturales, lo mejor es evitar las decisiones que brotan de la desesperación, el temor o la falta de información porque hay gente saliendo o queriendo dejar el país para ir a otro sitio en donde les garanticen seguridad.

Dijo que es perentorio tener mucho cuidado, tomar determinaciones con cabeza fría y sumamente serena porque no es procedente hacerse a muchos riesgos en temas que el público no conoce bien. Hay peguntas, dijo, como qué hacer con la plata, si convertirla en divisa, sacarla del país o cómo darle manejo. A esas inquietudes Germán Rodríguez recomendó invertir en lo que se conoce y se sabe, pues de lo contrario es mejor no hacer inyecciones de capital, algo que aplica tanto en Colombia, Ecuador, Argentina o Estados Unidos, todo cuidando la relación entre riesgo y rentabilidad porque hay países con mayor inseguridad o trance que otros, algo que es de considerar, pero no para salir corriendo, entonces lo más importante en el globo y en el entorno de las inversiones es decidir con inteligencia, no poner todos los huevos en una misma canasta, asesorarse muy bien y entender lo que se quiere hacer o se está haciendo ya que la falta de comprensión redunda en serios problemas.

Otro punto en el apasionante mundo de las inversiones es saber leer los ciclos de la economía y blindarse a tiempo, igual mantener el optimismo y las apuestas de largo plazo.

 

Pibank, innovación, tecnología y toda una experiencia

 

Con la nueva apuesta del Grupo Pichincha, la espectacular oficina de Pibank en Bogotá que decora la calle 79 con carrera 11, un sitio en donde el usuario tendrá herramientas de avanzada, seguridad y todo un concepto de dependencia o despacho sin papeles, un lugar muy bien dotado, translucido en donde no se manejara dinero en efectivo, ni operaciones bancarias, en el cálido lugar las personas auto-gestionarán sus asuntos financieros y tendrán un equipo de consultores comerciales prestos a resolver todo tipo de inquietudes del cliente, eso sí, solo si el cuentahabiente lo solicita.

Con esta oficina física, los usuarios podrán conectarse con la marca a tiempo que disfrutarán de un concepto vanguardista y de una propuesta grandilocuente de modernización liderada por el grupo.

 

“Estamos seguros que nuestros clientes valorarán muchísimo no solo este espacio sino la calidad de los productos que lancemos a través de la magnífica plataforma”, dijo Rodríguez.

 

 

Sobre este asunto, la vicepresidente de Pibank Colombia, Begoña Martínez, indicó que el modelo de banca directa es español, lanzado hace cinco años en el pujante país de la península Ibérica, algo que permitió la incorporación de personas con experiencia en este tipo de servicio lo que le facilitó al producto consolidarse en España, haciendo de Pibank un concepto ganador.

 

“Aquí lo hemos colombianizado y por eso pudimos hacer la analogía con el maravilloso mural alusivo a Colombia que forma parte de la nueva oficina y que ha permitido esa integración con el equipo colombiano para conocer las verdaderas necesidades y motivaciones del consumidor local, es un híbrido lleno de talento totalmente adaptado a Colombia”, manifestó Begoña Martínez.

 

Con la propuesta Pibank y toda la avanzada que tiene, el grupo espera crecer al máximo indicador posible en número de clientes dentro del target, ese cliente que ha trasladado su operativa transaccional al canal digital, pero que sigue necesitando el asesoramiento experto de una persona que lo pueda acompañar en lo que la firma llama “el momento de la verdad”. El grupo ya se dio a la tarea de tomar datos y adelantar la respectiva analítica de lo que supone la llegada del nuevo cliente a la marca.

 

 

Un dato interesante es que el producto está dando los resultados esperados, tiene como común denominador una serie de valores agregados que lo hace muy sugestivo, tanto así, que hay voz a voz y la correspondiente recomendación de hacerse con el servicio a familiares, amigos y conocidos en donde no existen las barreras físicas y se fomenta la proximidad entre cliente y consultor, eso en aras de facilitar una comunicación fluida y natural.

Colombia, apuntó Martínez, es el primer país en Latinoamérica a donde llegó la propuesta de banca directa, razón por la cual hay todo un compromiso para crear el escenario adecuado para que los usuarios vivan con Pibank la mejor experiencia.

Cabe recordar que la presentación de la oficina se da a tan solo unos meses del lanzamiento de la marca Pibank en el país que conoció su primer y revolucionario producto la cuenta de ahorros Pibank que tiene una tasa efectiva anual del 10 por ciento, entrega el 4x1.000 de todo el dinero que ingrese a la cuenta hasta el primero de junio de 2023, igual ofrece transferencias gratuitas a cualquier banco y no cobra cuota de manejo ni comisiones.

Más temprano que tarde el país y la región deben recuperar la costumbre del ahorro, una cultura que se ha marchitado, dejando esa disciplina de economía particular en el recuerdo. Para Begoña Martínez, es absolutamente necesario retomar el buen hábito de atesorar recursos y mantener la reserva como lo hicieron los padres y abuelos. El ahorro, expreso, debería ser parte de la educación básica y convertir la práctica en una asignatura obligada del colegio ya que los chicos deben formarse para el manejo del presupuesto sobre pilares de guardar como contingencia para gastos futuros.

 

“Hay unos ingresos, un consumo presupuestario y de ahí tiene que salir algo que permita ahorrar algo en un país como Colombia en donde hay una incentivación tradicional al crédito que se fuerza muchas veces a mejor consumo vía crédito, pero insistió que el ahorro es una usanza esplendida porque permite generar un capital para luego hacer frente a mayores proyectos de inversión y de crecimiento personal, lo cual es fundamental”, acentuó Begoña Martínez.

 

 

La gente ha cambiado su percepción de los bancos porque inobjetablemente han acompañado los procesos de desarrollo y mejoras en la vida productiva de los países, el asunto es tan elemental que si el banco se usa bien al cliente le va mejor.

Al cerrar la charla, el presidente de Banco Pichincha Germán Rodríguez Perdomo, dijo que el ente crediticio acompañará a los clientes, desde luego cuidando el riesgo asumido con el dinero de los depositantes, algo importante porque el banquero tiene una responsabilidad tremenda y es salvaguardar los depósitos de los ahorradores o cuentahabientes, también hacer el mejor uso de los dineros confiados en beneficio del crecimiento y el desarrollo de la economía. En ese aspecto, estimó el vocero, hay un compromiso gigante de ser conservadores en el uso de la plata.

 

“Desde luego acompañaremos a los empresarios y al sector real en su afán de crecer y proyectar un mejor país con obras e iniciativas, pero tendremos ojo avizor en lo atinente al riesgo que estamos asumiendo con los depósitos de nuestros clientes ya que es lo más importante, pues no en vano confiaron su dinero y frente a eso hay prevención, manejo, prudencia y transparencia”, concluyó Germán Rodríguez Perdomo.

 

Muchas cosas buenas están pasando en el Banco Pichincha, hay optimismo y demasiadas metas dentro de los contextos de desarrollo y crecimiento, razón por la cual los usuarios de la entidad cada día verán más apoyo tanto en nuevos productos como en asesorías. Esta firma seguirá adelante con el fortalecimiento de su portafolio y por eso habrá más beneficios en la plataforma de Pibank y vendrá un fuerte trabajo para mejorar la oferta de productos en la plataforma del ente crediticio.

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