Martes, 17 Octubre 2023 17:54

Sostenibilidad, el gran reto de las cooperativas de ahorro y crédito: Fecolfin

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El ambiente geopolítico pesa y seguirá siendo determinante porque en un mundo globalizado, todos pagan las consecuencias de guerras, medidas y cambios inesperados.

En medio de la incertidumbre local y de una expectativa gigante por el acontecer internacional que aumenta esa perplejidad, las cooperativas de ahorro y crédito preparan la Convención Financiera Cooperativa denominada para este capítulo 2023, resiliencia, cooperación y sostenibilidad, que tendrá en lugar en Cartagena entre los días 18 y 19 de octubre.

El manejo económico se hace cada vez más retador, un asunto nada fácil si se tiene en cuenta que el hoy genera reservas por el raquítico crecimiento de la economía, contracción en la demanda de crédito, temor al endeudamiento, altas tasas de interés, algunos valores indexados por lo que fue el rompimiento en la cadena de suministro y la guerra entre rusos y ucranianos. De manera directa la geopolítica pone su generosa cuota de irresolución, pero también aporta la fluctuación en la tasa de cambio, un teatro nada amable que obliga a potenciar fórmulas para no colapsar.

El presidente Ejecutivo de la Federación Colombiana de Cooperativas de Ahorro y Crédito, Financiera y Entidades Financieras de Propiedad de Grupos Cooperativos, Fecolfin, Enrique Valderrama Jaramillo, le dijo a Diariolaeconomia.com, que una de las preocupaciones más grandes tiene que ver con la sostenibilidad del sector, todo por la realidad de un año bastante duro y atípico, tan confuso que apenas se está hablando de un crecimiento del 1.5 por ciento, un hecho para alarmarse porque si el país no crece, las cooperativas tampoco lo hacen, algo muy proporcional a como se mueva el mercado.

Una precisión hecha por Valderrama Jaramillo es que la cartera vencida en las cooperativas ha tenido un buen manejo y por eso las cifras no son preocupantes, expresó que el problema aparece una vez se disminuye la cartera en general, cuando este ítem no crece en proporciones adecuadas o históricas ya que este es el activo más importante teniendo en cuenta que las sociedades mutuales tienen en su gran mayoría, el 80 o 90 por ciento de su activo representado en cartera que finalmente es la que produce y la que debe ponerse a funcionar.

 

“Si la cartera de debilita o se baja, obviamente afectará los excedentes porque las estructuras de las cooperativas son muy difíciles y no tan ágiles como para contraerse tanto en la configuración de gastos como de costos. Muchas entidades han sufrido, sin embargo, un estudio que acabamos de hacer demuestra que las cooperativas han crecido en activos y en cartera, evidentemente en menos proporción que los años anteriores, es decir, no han decrecido y no muestran comportamiento negativo, han repuntado lánguidamente en medio de la adversidad y lo mejor no pierden dinámica”, detalló el presidente de Fecolfin.

 

 

 

Al manifestar toda su inquietud, Valderrama señaló que ante el desaliento de la demanda por crédito y por algunos casos de incumplimiento se llegó a un fenómeno totalmente anormal, atmosfera que al estar acompañada por normas aplicadas como el sistema de administración de riesgos y riesgo crediticio, este último con apéndices como la pérdida esperada, da a juicio del presidente Ejecutivo de Fecolfin, un golpe muy fuerte a las cooperativas porque las puede poner en un contexto de menoscabos altísimos, razón por la cual se le pidió respetuosamente al ejecutivo que someta a revisión a ese tipo de medidas diligenciadas recientemente.

Del mismo modo, a la Unidad de Regulación Financiera, se le requirió entender que las cooperativas tienen algunas condiciones que sortear muy rápidamente, por ejemplo, anotó, dicen que habrá crédito popular, pero muchos obvian que para hacerlo hay que notificarles a los interesados que deben afiliarse a una cooperativa para poder hacer operaciones con la misma, procedimiento que tiene un precio, asunto grave para el ente cooperativo porque eso implica agregar el debido costo a una actividad que por su naturaleza debe ser subsidiada. Es por eso, comentó Enrique Valderrama Jaramillo, que el sistema cooperativo de ahorro y crédito pidió hacer operaciones con terceros tal y como lo hacen las cooperativas financieras, es decir, tipificar cual entidad en el mercado está limitada en eso, allí ni las microfinancieras, ni los bancos, menos compañías de financiamiento, ninguna tiene certeza y por eso Fecolfin las invitó a sentarse para analizar el tema.

Otro punto importante que el presidente Ejecutivo de Fecolfin estima de especial importancia es la revisión sobre algunos aspectos del mínimo irreductible que le ha creado cualesquiera problemas a las cooperativas y pidió entender que la supervisión debe ir hasta cierto punto y la autonomía de las entidades hasta otro. Consideró poco sano ser asfixiantes en ese asunto porque la fiscalización debe servir como un valor agregado más no como un costo bien alto.

Otro de los temas en la agenda con el Gobierno tiene que ver con algunos créditos de las microfinanzas que reportan unas exigencias exageradamente altas, entre ellas hacer una serie de provisiones que van contra el gasto y que impacta las cooperativas notoriamente, es decir una serie de reglas que saturan al sector y que deben ser analizadas, pero sobre la base de un trabajo concreto para instar a las cooperativas a que participen de una gestión y labor juiciosa porque hay diferentes temas, verbigracia, crédito, tecnología, medio ambiente, regulación y una obligada mirada al mundo con el Banco de la República desde el punto de vista económico y tener certeza de la afectación controlable y no controlable que le viene a Colombia y desde luego a la región.

 

Vivienda, un propósito del sector cooperativo

 

 

Las cooperativas quieren imprimir mayor dinamismo y hacer su aporte al esperado desarrollo del país, por tal razón anunció por medio de Fecolfin que va a trabajar muy duro en el tema de vivienda y por eso a la gran cita de Cartagena fueron invitados el presidente de la Banca de Desarrollo Territorial, Findeter, la ministra de Vivienda y otras autoridades que tienen que ver con el ramo.

 

“Vamos a hacer un trabajo más dedicado a la sostenibilidad del crecimiento que a cualquier otra labor con resultados de largo plazo, la meta es solucionar los problemas presentes de mayor urgencia y proyectados a un futuro cercano”, declaró el señor Valderrama Jaramillo.

 

Apuntó que, independiente de que hay un entorno favorable para las cooperativas, aún falta mejorar para cristalizar el sueño de hacer de estas sociedades mutuales, jugadoras importantes en el desarrollo del país vía agro, vivienda o microcrédito.

 

 

Valderrama recordó que al Gobierno le fueron solicitados dos puntos fundamentales, el primero, apalancar o tener acceso a la asignación de recursos, dicho en otras palabras, poder acceder a dineros importantes desde el sector cooperativo para su ofrecimiento ya que por sí solo no tiene la manera de apalancar un gran salto, como segunda petición, manifestó, está la corrección de asimetrías existentes en el mercado, un clamor recurrente porque las cooperativas juegan en un mercado capitalista, independiente que hagan parte de la economía social, pero Valderrama Jaramillo afirmó que las mutuales están compitiendo con grandes ligas, entidades con muchísimos recursos, un factor que conlleva a pedir igualdad de condiciones con el fin de las cooperativas cuenten con el caudal para poder dar el gran salto.

Agregó que al interior de las entidades cooperativas hay mucha esperanza por todo lo bueno que se ha hecho en el sector, por la confiabilidad que logró ganar y por un terreno amplio recorrido sinónimo de experiencia que se espera se visto con los mejores ojos por el Estado y sus representantes que ya han puesto de manifiesto que el sector cooperativo de ahorro y crédito es fundamental en el anunciado y perentorio cambio.

El afamado dirigente se mostró de acuerdo con más y mejores evoluciones en vista que aparte de lo hecho, es necesario seguir con los acercamientos con los funcionarios que deciden en el ámbito gubernamental y sostuvo que igualmente las cooperativas deben hacer unas adecuaciones a sus estructuras para poder dar el gran salto que necesitan las asociaciones del régimen cooperativo.

 

 

Los trabajos se han hecho tan de buena manera que inclusive existe también el reconocimiento de los grandes del sector cooperativo como es el caso de Rabobank, un grupo cooperativo neerlandés fundado en 1898 con un perfil multinacional el cual está presente en varios países en el mundo. Aparte de tener en portafolio el negocio de banca, la firma de Países Bajos es reconocida en la franja de seguros, alquileres financieros y negocios inmobiliarios.

El banco Rabobank como lo definen sus directivas, fue creado por agricultores para agricultores y por eso lleva más de 100 años financiando la agricultura y la alimentación, un origen que le permite demostrar toda su experiencia y conocimiento a la hora de entender las distintas necesidades del cliente agrícola y sus variados agro-negocios.

A criterio de Valderrama Jaramillo, por todo lo que se observa, pareciera que la actual fuera la época del cooperativismo a nivel mundial, en Colombia, apunto, se han hecho algunos reconocimientos lo que muestra que se logró avanzar haciendo las debidas modificaciones y correcciones a las normas que obstaculizaban la posibilidad de las cooperativas. Destacó que el Gobierno afortunadamente creó algunas líneas de crédito muy populares, de todas maneras añadió es necesario mejorar en vivienda y en el microcrédito, no en ese sonado y pequeño préstamo, sino en uno a la medida de los emprendedores y pequeños empresarios que siguen pidiendo apoyo.

En el caso de vivienda, reveló, los pequeños constructores no tienen quien los apalanque y ahí el sector cooperativo podría ser supremamente útil con asignación recursos porque lo convertiría en el medio ideal de reactivación en esa actividad y para eso, sostuvo el presidente Ejecutivo de Fecolfin, las cooperativas están listas para hacerlo.

 

Microcrédito y cooperativas, el antídoto del gota a gota

 

 

A criterio del presidente Ejecutivo de Fecolfin, Enrique Valderrama Jaramillo, las cooperativas están en toda la capacidad de ponerle freno al peligroso gota a gota y permitir que la gente de menores ingresos pueda acceder a las mutuales a diligenciar un préstamo sin pánico, de manera segura y en un sitio totalmente familiar y confiable.

El experto en cooperativas puntualizó que al tratarse de créditos altamente riesgosos se necesitan unos avales que el Gobierno puso a través del Fondo Nacional de Garantías, pero igual adecuar las estructuras financieras del entorno cooperativo para poder entrar a la base de datos desde la pirámide y de esa forma poder ayudar a que mucha gente logre salir de ese sistema que resulta aberrante para la sociedad.

Sobre la expectativa por las tasas de interés que llevó a que muchas personas se apartaran de compras y créditos, Valderrama fie enfático al decir que una de las maneras o herramientas que tienen los bancos centrales para controlar la inflación es el ajuste en las tasas de referencia hasta llevarlas a niveles elevados, un instrumento que utilizan todas las economías, una práctica de Estados Unidos que a través de la Reserva Federal, FED, reporta unos tipos de interés muy altos que seguirán en el techo porque la inflación no cede como se esperaba.

 

“Eso ocurre también en Colombia en donde para evitar que haya tanto circulante y no se eleve la inflación, pues el mecanismo más eficaz es subir las tasas de interés o las llamadas de referencia del Banco de la República, las que dan la señal sobre en qué punto deben estar los créditos, de manera que mientras la inflación no baje sustancialmente, yo creo que el Banco Emisor no va a morigerar las mentadas tasas de referencia”, acentuó Valderrama Jaramillo.

 

La coyuntura geopolítica sigue complicando todo

 

 

Colombia, la región y el mundo siguen pasándola muy mal, en los años previos a 2020 la crisis de la economía mundial amenazaba con una gran depresión, a eso se sumó la guerra comercial entre Estados Unidos y China, pero llegó el intempestivo Covid-19 y con él la crisis global logística, el desabastecimiento, la inflación y unas medidas muy fuertes en tasas de interés. El diferendo bélico también estalló en Europa Oriental condujo a unas sanciones que redundaron en menor oferta de cereales, fertilizantes y otras materias primas esenciales, es decir, se alinearon los planetas y aparecieron todo tipo de inconvenientes.

Cuando el mundo estaba asimilando la guerra entre Rusia y Ucrania, aparece entre misiles y fuego una ofensiva en la Franja de Gaza, la del eterno problema por los territorios ocupados y la falta de propender por unos puentes de entendimiento que le pongan fin a la pesadilla que vive hoy tanto Israel como Cisjordania, una mesa de ocupada por adalides y gentes de bien que sumen por la paz en Oriente Próximo, sin exacerbar los ánimos de lucha y muerte.

Con esta otra pata que le sale al gato, el mundo vuelve a preguntarse, ¿qué va a pasar, para dónde va la economía y la estabilidad del globo? Difícil respuesta, pero los conflictos son un caos para el mundo globalizado, y posiblemente la humanidad está asistiendo a un nuevo dolor de cabeza o lo que puede ser peor, al inicio de la tercera guerra mundial, un escenario indeseable, caótico y peligroso por todo el armamento y la tecnología que existe para arrancar vidas sin importar que sean inocentes o inermes.

Complicada está la situación, si bien no es bueno ser apocalíptico, igual no son descartables las posibilidades o los contextos que puedan ir apareciendo pues habría necesidad de apelar a contingencias y estrategias porque está de por medio el suministro y el manejo de una economía dentro de un contexto muy diferente, igual desafiante y temerario.

Sobre el tema, el presidente de Fecolfin, Enrique Valderrama Jaramillo, expuso que desde que existe la globalización, no hay país que pueda sentirse independiente o que puede darle manejo autónomo a su economía ya que con economía abiertas todos tienen dependencias en el universo de actividades y aseveró que cuando hay un conflicto pues obviamente hay saldos complejos de acuerdo a la relación comercial que se tenga con los actores en guerra.

Un asunto muy delicado lo generó la confrontación de Rusia con Ucrania por cuanto comprometió el suministro de insumos para la agricultura, otros derivados de los hidrocarburos, algunos metales y los cereales, más exactamente el trigo. En el caso de Medio Oriente en donde las diferencias son históricas y complejas, podría haber una consecuencia para Colombia de acuerdo a la posición que se asuma, pero el directivo recalcó que igual pesará el relacionamiento, los lazos de amistas y la balanza comercial vigente con esos estados.

 

“En el caso de la Franja de Gaza e igual con Israel, todo depende de la evolución que muestre la confrontación, empero también de la actitud que se adopte en relación con la situación, de la diplomacia y de los vínculos comerciales existentes, lo anotado marcará el futuro y las consecuencias que puedan desprender de ese nuevo capítulo beligerante en esa parte del mundo. Creo que puede haber una afectación mucho más estimable en la otra disputa, Rusia y Ucrania, por todo lo que hay de por medio en abastecimiento y estabilidad económica tratándose de dos jugadores vitales para el buen desempeño de la industria global, ello sin desestimar el nuevo caso de agresión y midiendo el grado de dependencia que como país Colombia tenga frente a los actores en conflicto”, declaró el Enrique Valderrama Jaramillo.

 

 

 

Más allá de lo que pase o de lo que pueda surgir, teniendo en cuenta la enorme dependencia por la globalización, lo cierto es que Colombia y otras economías están llamadas a reinventarse, a replantear las políticas y a responder con astucia e inteligencia a los impactos geopolíticos. Antes de todo eso, manifestó el dirigente gremial, los colombianos deben solucionar el relicario de problemas domésticos, empezando por ponerle fin a una guerra intestina de vieja data que ha costado desarrollo y oportunidades, un conflicto demasiado añejo porque nadie puede desconocer que la Guerra de los Mil Días llevada a cabo entre el 17 de octubre de 1889 y el 21 de noviembre de 1902 destruyó el campo, la industria y lo poco que se había conseguido, lo que incluye la caficultura y otros sectores de gran dinámica, un problema que fue alimentando el futuro violento de Colombia entre otras cosas por los hechos que rodearon la muerte del General Rafael Uribe Uribe, un precario caso que fue replicándose a lo largo de la historia, haciendo de Colombia un país extremadamente ignominioso, pero a su vez resiliente y capaz de sostener la estructura económica en el tiempo.

En opinión del presidente de Fecolfin, de no haber tenido la retahíla de guerras y los problemas que desprendieron del narcotráfico, Colombia sería de lejos el país más importante en productividad y desarrollo de América Latina.

Un punto que debe destacarse es que el sector privado resultó un bordón importante para garantizar la sostenibilidad empresarial y agraria, pero no por ello, expresó, debe pasarse por alto el reclamo de la colectividad en el sentido que la economía debe ser más social y justa, una misión que solamente es posible a través del sector cooperativo, un sistema económico con alto componente social que no persigue la concentración de riqueza, diferente a otros renglones en donde esa acumulación de fortuna en unos pocos es demasiado grande.

Indicó que, si bien el país depende principalmente de la actividad económica o del sector privado, es igualmente cierto que Colombia ha avanzado en el desequilibrio de otros temas, algo que conmina a revisar de qué manera se tendrá el país hacia el futuro ya que no se trata de crecer por crecer sino de trabajar sobre pilares de sostenibilidad para completar la ecuación con lo económico y lo social.

La situación geopolítica que finalmente medirá la capacidad de los países, concluyó Valderrama Jaramillo, terminará siendo un desafío interesante que exigirá ingenio, inventiva, competencia y destreza, en síntesis, un buen ejercicio que sacará a muchos de la zona de confort para ponerlos a trabajar de otra manera, todo porque los cambios y las vicisitudes aparecen por causas externas.

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