Los equipos de fútbol pagan una carga tributaria que supera el 50 por ciento de los ingresos, una condición que castiga la eficiencia de quienes hacen empresa formando niños y jóvenes en el deporte.

El Club Deportivo La Equidad advierte sobre los riesgos a los que puede conducir la burbuja del fútbol en el mundo ya que las grandes compras de jugadores están distorsionando la ética y el mercado.