Luego de los diferentes casos sobre fallas estructurales en los proyectos de ingeniería civil que han ocurrido últimamente en el país, la academia se cuestiona mucho sobre la calidad de la educación impartida a los ingenieros civiles y profesiones relacionadas.
Luís Fernando Rodríguez Naranjo, rector de la Universidad Agraria de Colombia luego de haber recibido recientemente la acreditación de calidad por parte del Ministerio de Educación, hizo un llamado a la academia para que el compromiso con la calidad educativa sea contundente por la responsabilidad social que esto implica, en especial luego de conocer los recurrentes casos de fallas estructurales en los proyectos de ingeniería civil que han dejado mucho que pensar sobre los profesionales en ingeniería civil.
Es sabido que la academia ha participado en algunas evaluaciones de obras y proyectos con problemas, por invitación de las autoridades, pero ha sido más una labor posterior de búsqueda de soluciones.
Afirma el rector que es legítimo y necesario preguntarse con sinceridad y transparencia, ¿la calidad académica en ingeniería civil que tenemos en las instituciones de educación superior es solo de papel?; ¿los profesionales de ingeniería civil tienen en realidad los conocimientos y la calidad que deberían tener?; ¿los profesionales de ingeniería civil tienen hoy la capacidad científica y técnica para realizar obras públicas y privadas con la calidad y seguridad necesarias?; ¿estamos frente a un problema de ética y honestidad en la ingeniería civil?; ¿estamos frente a un problema de corrupción e ineficiencia en la contratación pública en donde participa la ingeniería civil?; ¿estamos frente a un problema de corrupción e ineficiencia en la interventoría?; ¿estamos frente a un problema de corrupción e ineficiencia en los sistemas del Estado para aprobación y control de obras?; ¿es de alguna manera el acumulado de un poco de todo lo anterior?.
Ante estas disyuntivas, recientemente Uniagraria lideró un foro denominado “La Ingeniería Civil, retos actuales y prospectiva” el cual permitió exponer la problemática actual y dejar por sentado el alto compromiso social que tiene la ingeniería civil con el mundo entero.
Además, comentó que el mayor reto no está en hacer diagnósticos o lanzar juicios de valor; es velar porque las situaciones de corrupción y malas estructuraciones no sigan ocurriendo y ser absolutamente responsables en las decisiones que impliquen prevención, soluciones y evidentemente consecuencias a quienes fallen en su labor.
“La calidad, la ética y la formación integral son elementos que la casi totalidad de las entidades de educación superior ofrecemos al país, pero no pueden simplemente convertirse en un ‘cuento’ que se presenta en la publicidad de las instituciones y de los programas, que solo se predican de manera retórica, que no se aplican y que se convierten en una promesa de valor incumplida”, concluyó Rodríguez Naranjo.