En Antioquia la construcción es un sector que avanza con un ritmo interesante sin importar las coyunturas. En medio de todo, las familias hicieron un esfuerzo, le apostaron al ahorro y hoy ven cristalizado el sueño de tener una vivienda propia en sectores con naturaleza a la mano, aire limpio y calidad de vida.
Hay que advertir que las firmas constructoras están leyendo el mercado con mucho tino y por ello algunas están apostándole al diseño disruptivo, a la innovación y a unas viviendas totalmente por fuera de lo común, literalmente están ofreciendo verdaderas y estupendas soluciones.
En charla con Diariolaeconomia.com, la Gerente Comercial y de Mercadeo, de la constructora Obrasdé, Verónica Ochoa Hoyos, aseguró que frente al tema del proyecto Álamos de Belverde en bello, Antioquia, hay una realidad tranquilizadora toda vez que esta obra avanza con total normalidad, aclarando que el plan contempla tres torres, la primera entregada hace más de un año y hoy totalmente habitada por sus propietarios.
La segunda torre, explicó, está casi terminada y será adjudicada en los próximos dos o tres meses. Aclaró que la tercera torre está en proceso de comercialización en donde ya se ha vendido un 50 por ciento de esa atapa del proyecto en promedio. El desarrollador inmobiliario está a la espera de vender el porcentaje necesario para iniciar construcción y luego hacer la debida entrega.
La compañía descartó tajantemente cualquier tipo de engaño, de incumplimientos y promesas pactadas con otros propietarios. En opinión de la arquitecta, cuando una persona compra un proyecto sobre planos que será entregado por etapas, adquiere unas fechas móviles de entrega que generalmente obliga a la empresa a conversar con cada uno de los propietarios para anunciarles los cambios que se vayan presentando en el cronograma y así mover de común acuerdo los plazos.
“Puede pasar que en la torre tres, personas que compraron con una expectativa de cesión, les hayamos entregado con unos meses posteriores, pero no necesariamente se está incurriendo en un retraso porque tal y como se dijo, cuando se compra sobre planos, se asumen fechas móviles totalmente sujetas a la ejecución del cronograma”, explicó la Gerente Comercial y de Mercadeo de Obrasdé.
Los subsidios de vivienda que hacen parte del contrato individual que se crea con cada propietario, no han tenido sobresalto alguno. El comprador, particularizó, tiene una forma de pago ajustada a sus necesidades, pudiendo aportar uno o varios subsidios según su situación particular.
La vocera indicó que habría que revisar si entre 220 propietarios de la torre tres, alguno perdió su subsidio y especificar por qué ocurrió ya que no se trata de una situación masiva y que frente a una eventualidad, el hecho está totalmente ajeno a las actuaciones de la constructora. Expuso que a la fecha hay más de 15 subsidios pagados y otros 35 en proceso de desembolso.
“Si hubiese algún caso específico, tendríamos que analizarlo, obviamente, como su nombre lo dice, personalizadamente, para saber con detalle qué sucedió”, apuntó la experta en vivienda.
Frente a las obras de Álamos de Belverde, recalcó, que todo está bajo control y con la más estricta norma de ejecución porque la idea es hacer realidad el sueño de una vivienda, en este caso de especificaciones especiales y muy por encima de las expectativas de quienes aplican para las soluciones tipo VIS.
Añadió que la empresa tiene todos los permisos en regla, a tal punto que de hacerse necesario, la compañía no tendría inconveniente en aportarlos para su revisión. Por otro lado el reconocido desarrollador inmobiliario informó que inclusive la licencia de construcción se viene actualizando en la medida en que se vaya requiriendo para mantener la actividad vigente.
Ochoa Hoyos descartó cualquier tipo de problema estructural en los inmuebles y subrayó que la empresa ha puesto todo su talento y creatividad en el diseño de unos apartamentos para gente con buen gusto y amiga de la modernidad.
La profesional expresó su extrañeza por las informaciones que aparentemente salieron de la Alcaldía de Bello y que manifiestan no conocer permisos o licencias, un asunto por fuera de la consecuencia porque el proyecto cuenta con una fiducia y con un crédito constructor que para el caso en mención fue aportado por Bancolombia. Certificó que el papel del ente financiero no solamente implica construir sino brindar la financiación necesaria.
La empresa necesita tener la totalidad de permisos al día, y para ese efecto, dijo, habría que identificar qué tipo de funcionario dio la información y desde luego en qué términos para desmentir semejante aseveración que contradice la verticalidad y diligencia con las cuales se mueve la compañía. En este momento, insistió, no hay un permiso que el desarrollador inmobiliario no pueda aportar, todo está disponible ya que no hay nada que esconder.
Reveló que la fiducia en la que tiene parqueado el proyecto es Acción Fiduciaria, una firma con sede principal en Bogotá y con presencia en varios departamentos de Colombia. Para mayor tranquilidad la constructora tiene un modelo fiduciario completo en el cual la fiducia hace sus funciones hasta el final del proyecto, inclusive firma las escrituras de cada uno de los clientes para garantizar la enajenación correspondiente a cada comprador.
Adicionalmente, señaló, el crédito constructor, es decir la empresa financiadora del proyecto, es Bancolombia por lo que ya se tienen créditos hipotecarios individuales de los clientes en donde participan varias entidades bancarias, verbigracia, Banco de Bogotá, Davivienda, Bancolombia y otras instituciones especializadas en este tipo de empréstitos.
La firma ha desembolsado más de cien créditos hipotecarios, reafirmando que allí hay dinero de varias instituciones financieras. Indicó que la constructora procura que los préstamos sean diligenciados con la misma entidad del crédito constructor, sin embargo dejó claro que no es una obligación con el cliente que puede aportar un banco diferente sin que haya inconvenientes a la hora de presentar toda la documentación requerida. La exigencia es que el operador financiero esté legalmente constituido.
Obrasdé, opción de inversión y de optimizar el modo de vida
En opinión de la Gerente Comercial y de Mercadeo de Obrasdé, Verónica Ochoa Hoyos, los proyectos de la constructora se afianzaron como una inmejorable alternativa de inversión por la calidad de los proyectos y desde luego por toda la seguridad y confianza que brinda una empresa sólida.
Álamos de Belverde, especificó, es un proyecto conformado por tres torres de vivienda, cada una de 220 apartamentos que a su vez tienen áreas que oscilan entre los 52 y 58 metros cuadrados. Puntualizó que como se trata de un proyecto de vivienda de interés social, VIS, el costo promedio por unidad es de 137 millones de pesos.
“A la fecha hay parqueaderos disponibles lo cual hace una diferencia muy importante con los proyectos VIS en Bogotá donde no se pueden comprar parqueaderos privados, es unidad cerrada, portería 24 horas. Al final, cuando entreguemos el proyecto, pondremos en servicio unas zonas comunes muy completas porque cuentan con piscina al aire libre, piscina para niños con juegos hiperactivos, gimnasio dotado, esparcimientos infantiles y un salón social, entre tantas comodidades. El proyecto es espectacular, lo pueden consultar en nuestra página web www.obrasde.com, igual tenemos atención virtual, vía WhatsApp y la verdad, nos encantaría que en Bogotá o fuera del país nos conocieran para que muchos visionarios decidieran invertir con nosotros”, declaró Ochoa Hoyos.
La compañía ofrece proyectos, en la capa social que desarrolle, totalmente diferentes y matizados por una propuesta arquitectónica vanguardista, moderna e incluyente. La empresa ha recibido varios premios y suma menciones de honor en distintos concursos. Obrasdé tiene claro que el producto que ofrece tiene que ser el mejor y por eso en vivienda de interés social no se queda atrás ya que entrega una oferta de valor en donde la gente sienta que con sus ahorros compró vivienda de calidad y con la seguridad de una altísima valorización. La empresa pone de su parte, gracias al valor agregado que ofrece, con el fin de que los compradores no reciban menos sino que las ganancias y apuestas en vivienda sean acordes con lo que están invirtiendo.
El mercado de vivienda tomó un nuevo aire
El desarrollador inmobiliario Obrasdé afirmó que al inicio de la pandemia en el primer trimestre de 2020, hubo un impacto en el sector de la construcción porque la gente aplazó las inversiones a causa de la incertidumbre y el temor que hubo. Con el regreso paulatino de las actividades, sobre la mitad del año y con mayor fuerza en el último trimestre la industria notó un repunte muy importante.
Indicó que las ventas de vivienda por el canal virtual han crecido y destacó que todos los canales digitales aportaron y siguen aportando al mayor número de negocios. Vía digital y con el favor de la magia tridimensional, las personas pueden conocer el proyecto sin necesidad de visitarlo y con toda la información tomar la decisión, evitando que quien quiere comprar aplace su decisión de compra.
Otro factor que movió el mercado, según el desarrollador inmobiliario, fue el número de subsidios que facilitó el gobierno que motivaron a la gente a dar el amable paso de comprar vivienda propia.
“Yo creo que la pandemia corroboró que la inversión ideal es la que se hace en finca raíz. Definitivamente la vivienda es lo primero porque todos necesitamos en donde vivir y aparte de todo la inversión inmobiliaria se ha convertido en un refugio ante el movimiento aún expectante de los mercados financieros”, dijo Verónica Ochoa Hoyos.
Los bancos no la pasan mal, anotó, debido a que no todos los nacionales tomaron los subsidios, pero igual porque muchas empresas mantuvieron el empleo y el mismo nivel salarial, un factor importante porque ello permitió que la gente siguiera pagando. También la constructora como tal, organizó unos programas de alivio en las cuotas y sostuvo reuniones de manera individual con los clientes que así lo requerían para apoyarlos en los momentos más duros que fueron indudablemente los primeros instantes de la pandemia.
Hoy Antioquia presenta un déficit habitacional que ronda el 35 y el 40 por ciento, una cifra que habla muy bien de las oportunidades que existen para la construcción pues hay mucho para hacer, sumándole a todo que la clase media en Colombia ha crecido de manera importante lo cual resulta beneficioso para toda la economía y evidentemente para los constructores.
Otra opción está por la saturación urbana y por ello la gente busca áreas rurales o periferia, un eje que muestra gran demanda y dinamismo para construir y vender viviendas, una oportunidad importante para los desarrolladores.