Domingo, 13 Mayo 2018 00:03

Pese a la guerra fría de las gaseosas, el Cóndor no está en vía de extinción

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La vetusta empresa del Huila sigue en el difícil mercado de los refrescos y las sodas porque los opitas prefieren un sabor hecho para acompañar la tradición. La empresa no descarta alianza estratégica con extranjeros.

Después de una larga plática sobre el complejo mercado de las gaseosas surgen varias inquietudes tales como si el hecho de no venderle la empresa al monopolio es sinónimo de enemistad, agresiones, improperios y prácticas desleales. La competencia generalmente es sana y ayuda al mercado porque brinda opciones, es decir que el consumidor compra lo que quiere y no lo que le toca.

En Colombia sobreviven unas ocho empresas de gaseosas y estas paradójicamente han tenido inconvenientes porque la gran casa fabricante de refrescos hace hasta lo imposible por evitar que las pequeñas compañías no puedan hacer su trabajo de manera holgada y sin obstáculos. Resulta muy difícil competir con los dueños del agua, del azúcar y de los cristales, es decir la mayor cantidad de insumos para producir gaseosas y distribuirlas.

Las empresas pequeñas de corte regional o provinciano han tenido que saltar matones para no desaparecer y muchas lo pudieron lograr por la fidelización de marca y por el apego que las personas tienen por los productos de su departamento. El caso de Refrescos Cóndor es bastante llamativo porque ha tenido que enfrentar todo tipo de desafíos para no quitarle al Huila un símbolo tan determinante como su escudo o su himno.

En 1948 nace en Campo Alegre, Huila, Gaseosas Royal un emprendimiento del empresario, Jesús Ismael Jaramillo. Este caso de éxito momentáneo para la época ratificaba que no siempre las sociedades familiares son buenas y fue así como tras diferencias con su primo Jesús María Fajardo, la empresa fue escindida y la industria se trasladó a Girardot en donde el inquieto Jaramillo fundó Gaseosas El Sol y en Neiva la familia Fajardo bautiza Refrescos Cóndor por allá en 1954.

En 1987 Gaseosas Cóndor es adquirida por Inversiones Sánchez Rodríguez Limitada luego de superar algunos escollos jurídicos que se suscitaron en medio de la creación de la empresa. Desde ese momento el señor Hernando Sánchez Henao, ha dedicado sus días a trabajar fuertemente por mantener el ícono empresarial del Huila.

En diálogo con Diariolaeconomia.com, el Gerente Comercial de Gaseosas Cóndor, Daniel Fernández indicó que en 70 años de trabajo comercial en el Huila, la firma se mantiene porque desde sus inicios la empresa puso en el mercado un producto innovador que le fue apostando con el tiempo a los valores agregados que redundó, no solo en una marca sino en un emblema regional, tan auténtico como la achira, el café, el asado de cerdo o el mismo bambuco.

El sabor de la Kola Cóndor es asociada al sol canicular de Neiva y a los aires que pasan empujando las corrientosas aguas del río Magdalena. Nada que sea preparado con autenticidad no tiene un mejor sabor si no se acompaña con ese delicioso y frío gustillo que guarda en su particular envase la famosa Kola opita. Cóndor es vista como un estandarte, no solamente industrial sino cultural de una región que tiene unos símbolos gastronómicos muy particulares y un folclor que unidos pueden resguardar el sabor frío y único de Kola Cóndor.

“Cóndor es un patrimonio huilense porque quien la toma vuelve a su niñez, y a una crianza sana en una tierra pujante y bella dueña de los mejores sabores no solo de la cocina sino del café y de todo porque hablar de Kola Cóndor es hablar del Huila, de San Pedro, del Asado huilense, de los bizcochos de achira, del Nevado del Huila, del río Magdalena, de las cucas y hasta del Cerro del Pacandé. Este producto es propiedad de una región que se esmera por no dilapidar su potencial cultural y por eso la empresa supo entender y cultivar en la niñez y en todos los opitas el cariño por el Huila y sus productos”, agregó el señor Fernández.

En tiempos añejos, los refrescos Cóndor les quitaron la sed a los colonos, a los viajeros y aventureros que terminaron enamorándose de la región y dejando sus raíces y sus semillas genéticas. Con la llegada de la empresa, muchos tuvieron acceso a un producto inocuo en momentos en que el agua potable era escaza.

Las ventas de la empresa son dinámicas por el clima cálido y por las festividades que van desde navidad hasta San Pedro y otras de corte más municipal y patronal. Por la condición de trópico la temporada de este refresco es prácticamente todo el año y es por ello que la compañía se mantiene pese a las vicisitudes e inconvenientes con la competencia.

Por ser una región alegre y turística, la demanda del producto es permanente y eso hizo sellar estrategias público-privadas para que el sabor de Kola Cóndor sea disfrutado por los demás colombianos que visitan la región así como por los extranjeros.

Refrescos Cóndor inició su industria de bebidas carbonatadas con dos sabores insignia que fueron la Kola roja y la limonada, pero con el tiempo se sumaron al portafolio cinco sabores y fue así como llegaron la Kola Negra o Kola Black, manzana, uva, naranja y piña, sabor único líder en el Putumayo. También está en oferta el agua carbonatada o soda.

En bebidas no carbonatadas está Freshball que es un líquido hidratante pensado para deportistas y que ya hace parte de eventos importantes y de alta exigencia ciclística como los programados en el desierto de la Tatacoa. Esta bebida isotónica pasó todas las pruebas y es así como ayuda a recuperar las sales pérdidas durante la práctica de ejercicio.

La empresa procesa jugos de maracuyá, lulo, mora y un mix de frutas cítricas que les gusta mucho a los huilenses. A la población más vulnerable, Cóndor le ofrece gaseosa en bolsa con lo cual se llega a los más pobres para amainar su sed.

El tema del café no está por fuera del portafolio y pese a que no hay un trabajo con marca propia sí se aprovecha de gran manera el croworking para impulsar el trabajo del cafetero regional que ve en Cóndor un aliado estratégico que maneja una logística importante en la región razón por la cual se están desarrollando un tipo de café que llegará a todas las tiendas a donde va Kola Cóndor.

Refrescos Cóndor busca que la gente tome muy buen café y que se afiance una cultura de consumo del bebestible porque infortunadamente en la tierra de la calidad y cantidad del café no se toma buen café entre otras cosas porque la mayoría de grano sale de Colombia. Manifestó que Huila, Caquetá, Putumayo, Cauca y Nariño tienen zonas cafeteras muy fuertes a donde están llegando negociantes de todo el mundo para llevarse el café de estas regiones, muy apetecido por su suavidad y por la calidad a la hora de hacer mezclas.

“La idea es potenciar la cadena de valor a partir de la denominación de origen y con ello será más fácil resaltar las propiedades a la hora de comercializar el café directamente por las empresas que hoy son fuertes en la región como Gaseosas Cóndor”, expuso el Gerente Comercial.

Cabe precisar que los refrescos Cóndor son distribuidos a lo largo y ancho del Huila, pero igual las bebidas tienen mercado en Caquetá, Putumayo, Meta, Nariño, Guaviare, sur y norte del Tolima, Cundinamarca y Bogotá. Gracias a unos opitas de mucho oficio las gaseosas Cóndor son fácilmente adquiridas en Bucaramanga, Cali y en las ciudades del Eje Cafetero.

Competir con Postobón, algo muy difícil

Desde que Postobón se convirtió en un grupo económico de grueso calibre, respetando lo hecho por sus fundadores, el mercado de las gaseosas pasó de un buen negocio a un karma porque comercializar el producto regional se volvió un asunto tan complicado que rayó inclusive en competencia desleal.

Para el Gerente Comercial de Gaseosas Cóndor, el asunto es tan apremiante que los grandes grupos facilitan la entrega de neveras, la silletería, avisos y producto adicional sin contar los bonos sobre ventas lo que sumado deja a los pequeños empresarios de los refrescos prácticamente por fuera del mercado porque no hay musculatura financiera para subsidiar o regalar. El tema de las neveras, explicó, es un problema delicado porque no se trata simplemente de comprar la nevera sino del servicio posventa que se suscita después de la adquisición.

Actualmente Gaseosas Cóndor trabaja en el tema de frío y gracias a una estrategia que se hace con el sector empresarial tiene la manera de sacar avante un proyecto de neveras para los distribuidores sin que ello implique afectar a alguien.

“Nos toca muy duro porque competimos con los dueños de los insumos, hace diez años comprábamos un bulto de azúcar a 58.000 pesos y hoy ese mismo bulto está alrededor de los 210.000 pesos. Cóndor está viviendo porque usa materias primas de muy buena calidad lo cual le da ese toque especial a la fórmula, pero todo eso nos sale muy costoso y nos pone a competir en tremenda desigualdad”, apuntó el Gerente.

La inocuidad de las bebidas es tan de alta pureza que inclusive algunos médicos pediatras recomiendan suministrar a los niños Kola Cóndor lo cual habla muy bien de un producto hecho con toda la calidad.

Lo de mi tierra primero

En la guerra entre Postobón y Cóndor que movilizó a los huilenses para respaldar una bebida regional y muy de la casa fueron desaparecidas en detrimento de Refrescos Cóndor más de 1.1 millones de botellas en 1992. Ese envase monetizado, según Fernández, tiene un valor superior al billón de pesos que hoy la empresa no tiene y que hacían parte de unos activos que hubiesen sido de mayor provecho para inyectarle capital a la empresa en logística, tecnología e innovación.

Dijo que muchas cosas pasaron para pretender doblegar la empresa con el lamentable concurso de unas entidades que se prestaron para fomentar los monopolios y desconocer el derecho a la empresa y a todos los avales constitucionales que facilitan la libre competencia.

Gaseosas Cóndor dejó claro que respeta y ve legítimo que Postobón actúe como empresa, pero cuestionó algunas prácticas que dejan al gran conglomerado en precaria posición porque ha querido pasar por encima de unas empresas muy pequeñas que hacen parte del entorno regional y que no le hacen peso al gran dueño de las gaseosas.

“Si a nosotros nos cuesta diez pesos el centímetro cúbico a ellos les vale un peso o menos porque tienen inmejorable tecnología, así las cosas desde ningún punto de vista nosotros somos competencia, y si lo somos procedemos de manera honesta y leal porque no somos amigos de los actos criminales que nos lleven a vender más. Afortunadamente tenemos como activo básico unos valores humanos, familiares y comerciales muy altos que partieron de hacer las cosas muy bien. Insisto, la inversión en el Huila es bienvenida porque está dentro de lo legítimo, lo malo es que entren a nuestra casa y nos quieran sacar sin justa causa de ella”, aseveró Daniel Fernández.

La empresa, recalcó que trabaja con las uñas y hace lo que puede para subsistir lo que ha logrado por el apoyo incondicional del pueblo huilense que se resiste a dejar que su empresa estrella y emblemática salga de un mercado, ganado a fuerza de trabajo y por espacio de muchos años de grandes logros en tejido social. Aquí si cabe el aparte musical del tema, Soy Colombiano, “porque yo quiero siempre lo de mi tierra primero”

La empresa deploró con profundo pesar y desencanto el hecho que la clase política del Huila haya guardado un total silencio frente a los inconvenientes de Gaseosas Cóndor así como lamentó el proceder de la Cámara de Comercio con el diferendo gestado por el color manzana en los refrescos.

A propósito de ese lío, Cóndor ve con admiración la dinámica de Postobón y su trabajo para posicionar marcas, pero dejó claro que en el tema de la manzana no hay debate alguno porque la empresa opita ha vendido por más de sesenta años el sabor manzana con color rosado lo cual no es culpa de una empresa ni de otra, el tema pasa por quienes venden los aromas y las esencias que son de por sí productos patentados.

“Eso es tan cierto que Coca Cola tiene su Fanta Manzana y no hay problema, el asunto es tan absurdo que es como si Coca Cola le dijera a Pepsicola que elabore su bebida en color blanco porque el negro lo vio la gran corporación primero, es decir que habría líos también en Big Cola. Los olores y colores son de la humanidad, no se pueden patentar”, dijo el vocero.

Al mirar el entorno mundial, expresó, hay unas realidades locales, regionales y mundiales que hacen ver las empresas y las economías de manera muy diferente porque para Cóndor, la firma Postobón puede ser un gigante, pero para Coca Cola puede ser una empresa pequeña y a su vez Coca Cola puede ser algo mínimo al lado de las empresas de China o del oriente en general.

Agregó que la empresa se defiende con argumentos porque no piensa dejarse apabullar teniendo muy claro que esa defensa es viable sobre la base de la unión porque mañana el problema podrá llegarle a las achiras, al café o a los productos regionales como tal.

El gran problema de Colombia, a criterio de Fernández, es que no hay identidad lo cual se ve reflejado en unas clases sociales en donde los más pobres quieren ser mexicanos y cantar rancheras los de la clase media que quieren gastar en Estados Unidos, ojalá en Mundo Disney y los más pudientes que quieren ser europeos. Saltan unas grandes preguntas, replicó, ¿quién quiere ser colombiano? ¿a quién le da orgullo su país? o ¿quién se desvela por sacar el país adelante?

Una tesis que maneja el Gerente Comercial de Cóndor es que para superar inconvenientes económicos la clave está en que las regiones demanden sus productos y los tomen como propios, Colombia le debe comprar a Colombia y la provincia a sus empresas de toda la vida, esas que apostaron por la descentralización del progreso y por llevar oportunidades a otras regiones.

En opinión del Gerente, el TLC y los demás acuerdos comerciales pueden ser el castigo para muchos porque está convencido que todo lo que se hace se paga. De tal manera que los productos americanos y europeos van a inundar el mercado colombiano llevando a la quiebra ante el mínimo descuido a las empresas que hoy son grandes y que quieren ser dueñas de un mercado a como dé lugar. Igual vendrán marcas y productos que impondrán condiciones dejando de lado a quienes eran supuestamente invencibles. Paradójicamente, consideró, esas empresas pequeñas que aprendieron a remar en contra de la corriente en las regiones podrían salir mejor libradas que los enormes grupos que manejan determinados segmentos de la economía. Las cosas que vienen, escribió, no se ven tan gratas para muchos con los TLC.

“Aquí entra un tigre oriental y acaba con el que sea porque no hay como atajarlo, ellos manejan conceptos mucho más agresivos de mercado y para eso el país ni las empresas, por fuertes que se vean, no están preparadas”, manifestó.

Hablando de globalización e internacionalización de la economía, Fernández no descartó una posible alianza estratégica con grupos internacionales toda vez que la firma maneja un mercado bastante llamativo pues no en vano Cóndor produce en promedio 10 millones de unidades por mes. Muchos extranjeros que han probado los productos han expresado su beneplácito por los logros de la empresa y por eso no es descartable la eventual llegada de un socio con poder económico a la región, lo que resultaría una grata noticia.

Con todo y problemas, habrá cerveza de achira y mucho más

Un lío adicional para la industria de las gaseosas y para todos en el sector real es que el gobierno les quitó piso a quienes tributan porque encareció los impuestos restándoles la capacidad de reinvertir y generar nuevos empleos, básicamente a las pequeñas y medianas empresas. Dijo que no es bueno el panorama para Colombia, país que firmó acuerdos comerciales sin infraestructura en donde el atraso supera los 50 años.

Gaseosas Cóndor considera que es urgente crear políticas de estado para el campo, para la industria y el desarrollo ya que sin éstas el país está al garete y sin opciones reales de progreso toda vez que hay países del vecindario que van mucho más adelantados que Colombia.

La empresa pasó de tener 1.300 empleados a ocupar 750 vinculados de manera directa y con calidad de vida. Luego de la apertura económica de 1991 la situación se tornó muy difícil y una empresa como Cóndor que tenía tres turnos debió bajar a dos y existe el temor que ante un eventual deterioro de la demanda, los dos turnos pasen a tan solo uno.

Las regiones serán las que decidan el futuro de sus empresas y por ello el experto en mercados recomienda que los lugareños y de raíces en las comarcas les compren sus productos y servicios a los agricultores, ganaderos y transportadores de la región. Dentro de las recomendaciones de Fernández para los huilenses está comprar carne de Las Brisas, leche de El Trébol o de Surcolac, café de las trilladoras locales, gaseosas Cóndor, arroz Roa, Tilapia de Betania y hacer uso en transporte de Coomotor, Cootranshuila y otras empresas opitas.

Las gaseosas se salvaron del pago de impuestos adicionales porque de prosperar una iniciativa la empresa tendría que cerrar. La empresa tiene una carga impositiva del 72 por ciento es decir que apenas queda un 28 por ciento de liquidez para pagar nómina, comprar materias primas, invertir en logística, campañas publicitarias e innovar.

Gaseosas Cóndor le apostará a las bebidas de sábila y a unas bebidas alcohólicas en donde cuenta con cervezas artesanales tipo ligeras de achira (rubia), cactus (roja) y de cacao huilense (negra). Con la cerveza de cactus se está haciendo un tipo de cerveza floral madurada en barriles con Kola Cóndor y es así como saldrá al mercado una cerveza tipo Cóndor RET ALE para quien gusta más de un sabor tipo refajo, es por ello que llegan al mercado las marcas Opita y Tatacoa . La empresa quiere igualmente apostarle a las bebidas energizantes a base de panela y sacar provecho de la producción primaria regional.

Todos estos productos regionales están dentro de la oferta turística impulsada por el departamento y que fue denominada la “Ruta de la Achira”, programa turístico que aprovecha la navegabilidad del río Magdalena para ir de sitio en sitio y viendo de manera juiciosa todos y cada uno de los procesos industriales y artesanales del hermoso Huila.

La historia dice que Colombia empezó a beber refrescos o gaseosas en 1904 cuando a los señores, Gabriel Posada y Valerio Tobón, les dio por incursionar en una industria que arrancaría con el nombre Sociedad Posada y Tobón con su producto, Kola Champaña, tan exitosa que perduró en el tiempo con el nombre de Colombiana.

El año 1945 fue clave en el negocio de los refrescos y la Segunda Guerra Mundial también golpeó a las empresas de gaseosas. En aquel tiempo el arancel para los insumos subió al 80 por ciento y los consumidores optaron por no comprar ese tipo de bebidas, el consumo se desplomó a niveles históricos obligando a las fábricas a replantear gastos y estrategias. En 1951 luego de épocas complicadas por el efecto pos guerra, se logra la unión de las factorías La Leona y La Colombiana a Posada y Tobón. En 1955 queda afianzada la marca Postobón S.A.

A nivel mundial, la historia de las gaseosas se ubica en 1832 cuando en Nueva York, John Matthews, inventa una máquina para mezclar agua con dióxido de carbono para añadirle sabor y así dar el primer paso en una industria gigante que vende anualmente miles de millones de dólares.

La primera gaseosa norteamericana fue Dr. Pepper fabricada en Texas en 1885 y después de tantos años el invento del farmacéutico, W.B Morrison sigue vendiéndose en Estados Unidos. Increíblemente la gaseosa más longeva aún comercializada es de Colombia y se llama Kola Román que empezó a dar de qué hablar en 1865.

Si bien después de una compra muy sigilosa, pero legitima de acciones, la firma Postobón quedo en 1976 en manos de la Organización Ardila Lulle, dándole un giro impresionante al mercado de las gaseosas, la noticia no fue grata para la industria de refrescos en general porque vino un manejo complejo de cara a fomentar el oligopolio, estrategia que desencadenó muchas iras y desencuentros como el que denunció Refrescos Cóndor.

Tal y como van las cosas y gracias a esa pujanza huilense habrá Gaseosas Cóndor para rato porque la marca está en el corazón y en el paladar de los opitas. Con una factoría que cada vez se arraiga en cada hijo del Huila con Gaseosas Cóndor, la empresa tiene asegurado su futuro, más si se tiene en cuenta que mueve portafolio e innovación. Puede decirse sin temor alguno que gracias a la ejemplar tozudez de don Hernando Sánchez y a los ingentes esfuerzos de la gran familia Cóndor, la sed en el suroccidente está bajo control.

“Ay! que orgulloso me siento de haber nacido en mi pueblo. A mí cánteme un bambuco de esos que llegan al alma, cantos que ya me alegraban cuando apenas decía mama”

En buena hora por lo que queda de la industria huilense

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