El anuncio coincide con el primer aniversario del inicio del proceso para normalizar las relaciones bilaterales.
En un comunicado, el Departamento de Estado precisó que el acuerdo se logró este miércoles en Washington, tras negociaciones lideradas por el subsecretario de Estado adjunto para Asuntos de Transporte, Thomas Engle, por la parte estadounidense, y el embajador Yuri Gala López por la cubana.
El acuerdo permitirá continuar con las operaciones de compañías chárter ya existentes y "establecer servicios aéreos regulares", lo que "facilitará un aumento de los viajes autorizados" de estadounidenses a la isla y promoverá "los vínculos pueblo a pueblo entre los dos países", según la nota oficial.
No obstante, el Departamento de Estado recordó que "la ley estadounidense sigue prohibiendo los viajes a Cuba para actividades turísticas".
Otras fuentes estadounidenses, citadas bajo anonimato por la cadena CNN y el diario The Washington Post, señalaron que el acuerdo alcanzado es sobre los aspectos "técnicos", por lo que todavía pasarán varios meses hasta que las aerolíneas estadounidenses puedan empezar a vender billetes para volar a Cuba.
Desde La Habana, la directora para EE.UU. de la Cancillería cubana, Josefina Vidal, ya había adelantado este miércoles a los periodistas que el acuerdo sobre aviación civil se iba a anunciar "en breve".
El 17 de diciembre de 2014, los presidentes de EE.UU., Barack Obama, y de Cuba, Raúl Castro, anunciaron el inicio de un proceso para normalizar las relaciones bilaterales que desembocó, en julio pasado, en la reapertura de las respectivas embajadas en La Habana y Washington tras más de medio siglo de enemistad.
La semana pasada, los dos países dieron un paso más hacia la normalización completa con el anuncio de un acuerdo para restablecer el servicio postal directo a través de un plan piloto de transporte de correo y paquetería.
No obstante, todavía quedan temas muy complejos por resolver como las compensaciones económicas mutuas y persisten importantes diferencias entre los dos países en asuntos como inmigración y derechos humanos.
En cuanto al embargo económico sobre la isla, aunque Obama ha tomado medidas ejecutivas para flexibilizar los viajes y algunas transacciones comerciales, su levantamiento completo depende del Congreso de EE.UU., controlado y en su totalidad por los republicanos, que se oponen mayoritariamente a su eliminación. EFE