Miércoles, 27 Abril 2016 22:24

“basuras cero” en proyecto sostenible desarrollado en la calera

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La sostenibilidad ambiental del proyecto decidió entregar a la Calera 13 hectáreas adicionales para conservar bosque nativo.

El compromiso sostenible ofrecido por Bosques de Granada y Cayundá, ubicado sobre el valle del Río Teusacá en el municipio de La Calera, frente al costado occidental del Club La Pradera de Potosí y a de 20 minutos de Bogotá, avanza junto con el desarrollo del proyecto a partir de un urbanismo responsable triplemente sostenible que integra lo económico, lo social y lo ambiental. En este último, aspecto el proyecto dio a conocer el manejo que tendrán las basuras y el agua.

Bajo el concepto “basura cero”, el proyecto prevé una planta de procesamiento, “le ofrecemos a los residentes el manejo de sus desechos, previamente clasificados en su origen. De  este modo elaboraremos compostaje con los residuos  orgánicos, y con  los restantes elementos,  insumos reciclables para vender a la industria”,  explica  Luis Enrique Maldonado, director de Entorno 2000, quien añade que “al no generar basura  evitamos que nuestros desechos terminen en Mondoñedo con todos sus efectos de contaminación y huella ambiental que implica desplazar  un camión desde La Calera  hasta  ese botadero”.  

La sostenibilidad ambiental del proyecto que decidió entregar al municipio 13 hectáreas más que se suman al 10% que las normas obligan a entregar, para conservar una gran zona de bosque nativo, se complementa por medio de la planta de potabilización de aguas lluvias que no solo suministrará el agua necesaria para las 115 casas de Bosques de Granada y Cayundá sino dispondrá de reservas hídricas que podrán ser utilizadas por el municipio. “En esta zona llueve 1 millón 600 mil metros cúbicos, 40 veces más de lo que consume la urbanización que es 40 mil metros cúbicos de agua”, explica Maldonado, para quien las acciones sostenibles en un proyecto deben ser hechos ciertos, comprobables y, sobre todo, concebidos y planeados desde el comienzo. 

“En materia de aguas negras, no haremos vertimientos al alcantarillado ni a las quebradas”, indica Maldonado. Cada lote tiene un digestor en donde las aguas negras son transformadas en gases por bacterias. El agua sin solidos es conducida un humedal y luego a una laguna de oxidación. Posteriormente es llevada por una red paralela y podrá ser usada para regar los bosques que rodean los 115 lotes de la urbanización.  

 

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