Un 26 de septiembre de 1960 nació la Cooperativa de Motoristas del Huila y Caquetá, Coomotor, pero solo hasta el 24 de marzo de 1961 obtuvo su personería jurídica después de registrar 50 socios e inscribir un capital de 100 mil pesos.
Eran tiempos de relativa calma, en ese año y al amparo del Frente Nacional, el país estaba bajo el mando de Alberto Lleras Camargo, Presidente que asumía por segunda vez el cargo de Primer Mandatario, y justo en 1961 con ocasión de Colombia, Alianza Para el Progreso, llegaba al país el Presidente de Estados Unidos, John F Kennedy y su señora esposa, Jacqueline Onassis.
El marco no podía ser mejor, Colombia en pleno nacimiento de Coomotor, respiraba tranquilidad y el accionar de la Junta Militar le había entregado al país, no solo desarrollo, sino una calma importante que sirvió de estímulo para que la inversión y la empresa progresara, aclarando que la Colombia de finales del siglo XIX ya traía un empresariado incipiente pero fuerte y unas rentas departamentales sólidas y crecientes que acompañaban cerveceras, licoreras, fábricas de textiles, cultivos de cacao, tabaco y café ente otras actividades.
Atrás habían quedado huellas terribles como la del nueve de abril de 1948, el tristemente recordado “Bogotazo” y una violencia sin cuartel que sacudió a los nacionales en la década de los 50. Los sesenta fueron años de reacomodamientos geopolíticos, de un auge amargo por la Guerra Fría y del nacimiento de nuevas expresiones de violencia en el mundo y en Colombia.
Este cuadro muestra que las empresas colombianas debieron nacer bajo sombras y mucha incertidumbre y que básicamente las del transporte debieron coadyuvar con la construcción de país y desarrollo en medio de conflictos y de voces alzadas que intimidaron, pero que no frenaron ese propósito loable de edificar una nación justa, de inclusión, de empleo y de prospectiva.
Los propósitos se cumplieron y luego vino todo un proceso de apertura económica que les pagó a muchos empresarios y hacedores de tejido social con quiebras, con procesos concursales, concordatos y todo un compendio de descomposición industrial así como social, ya que al país se le había matriculado en una desgravación arancelaria súbita y sin preparación, como quien dice a la de Dios y aplicando casi que literalmente el “sálvense quien pueda”.
Por todo este entorno es aún más relevante la historia de Coomotor y de sus directivas. La empresa que emplea más de 1.500 personas cuenta con un parque automotor de más de 800 equipos dotados con confort, tecnología e innovación. La empresa cubre rutas en once departamentos con todo tipo de vehículos que van desde buses, busetas y carros mixtos hasta camiones, camionetas y camperos.
Esta empresa ha marcado un hito en innovación y es por eso que en el año 2012, Coomotor da un salto en primicia de transporte y pone en servicio el primes bus de dos pisos conocido como el novedoso Navette XL que cambió el concepto de viaje entre Bogotá y Neiva para luego llevar ese confort a Medellín, a La Plata y otras ciudades colombianas.
Sin duda alguna, detrás de cada gran empresa hay un gran pensador, un CEO responsable y un generador de ideas que cambia adversidad por resultados, fue por ese enorme acierto que Coomotor logró consolidarse como la gran empresa de transporte del sur del país, pero con acogida en otras latitudes que ven la empresa como símbolo de crecimiento al igual que como paradigma de éxitos por todo el portafolio que maneja y que pone al servicio de pasajeros y empresas en vista que la cooperativa aparte de transportar colombianos, también les lleva sus encomiendas con un eficiente servicio de paquetería.
Luego de viajar muy cómodamente y de platicar de manera multitemática bajo luna y lluvia en una de las saetas azules, llegamos a la cálida y bonita Neiva, allí nos esperaba el amable Gerente de Coomotor, Armando Cuéllar Arteaga, quien atendió a Diariolaeconomia.com para hacer precisiones sobre el difícil momento de la economía y para repasar sobre las cuitas de la representativa transportadora del Huila, la tierra cooperativa por excelencia, terruño de folclor, cuna de poetas y grandes escritores así como de compositores, cantantes y artistas que inmortalizaron bambucos, Sanjuaneros y letras únicas que reflejan su grandeza en el cerro de Pacandé y su fuerza en las corrientosas aguas del gran río grande de la Magdalena.
Según el directivo, el inicio de 2017 fue bastante complicado lo que explica las dificultades del primer semestre que luego se vio compensando al cierre del ejercicio por el paro de Avianca que puso a muchos a viajar por tierra, pasajeros que se quedaron con la experiencia del modo carretero por las comodidades, el confort, el lujo y la dotación de los buses de hoy, aspecto que caló en los usuarios que se enamoraron del servicio y de los modernos autobuses, motivo más que suficiente para volver a las autopistas.
Un frente que sufrió y que mermó en dinámica fue el transporte de mercancías por la crisis económica, por la contracción de la demanda interna y por todo el tema de la devaluación que encareció de manera importante los bienes de consumo que son internados y traídos del exterior, factor que deprimió el transporte de carga y paquetería. Aún en medio de las vicisitudes, la empresa logró cerrar 2017 con alguna leve recuperación.
“Nos movemos en algunos ciclos de decrecimiento y descenso que es como se mantiene la actividad transportadora en Colombia”, expuso el señor Cuéllar Arteaga.
Un motivo de crecimiento tiene que ver con el rejuvenecimiento del parque automotor y de todo lo atinente a innovación porque los pasajeros ya destacan las bondades de transportarse en buses de última tecnología, de doble piso y totalmente adecuados para el entretenimiento. Hoy la demanda de buses de confort es elevada por el valor agregado y es por ello que la gente no sufre sino disfruta el viaje, entre otras cosas porque se ofrece aire acondicionado y servicio directo, respetando el tiempo de los usuarios. En esos buses con atención personalizada, explicó el Gerente, se entregan mantas, se da refrigerio, es garantizado el buen trato al equipaje y se ofrecen guacales para el transporte de mascotas.
A raíz de las mejores carreteras, de las dobles calzadas y de las variantes las distancias se han acortado y es por eso que un viaje Neiva-Bogotá que duraba en promedio siete u ocho horas, hoy tarda cuatro horas y media, máximo cinco horas.
“Al reducir los tiempos de desplazamiento se mejora la calidad de vida de los clientes a quienes transportamos porque ese tiempo que logra ahorrarse puede ser invertido de mejor manera por el usuario, es decir, gerentes, hombres y mujeres de negocios que han estratificado los servicios de lujo por cuanto son altamente demandados por los estratos tres, cuatro y cinco que son sectores que requieren con mayor intensidad los coches de lujo. Así no lo queramos la sociedad colombiana está estratificada y para esas desigualdades contamos con servicios de calidad que están orientadas hacia diversos nichos de mercado, es decir que la marca atiende otras capas socioeconómicas, propendiendo por la inclusión y las soluciones integrales para todos”, comentó el Gerente de Coomotor.
Un hombre formado desde la base
La historia del Gerente de Coomotor tiene mucho que ver con el acopio de experiencia de los empresarios japoneses, chinos o todos los adelantados empresariales del sudeste asiático por cuanto inició labores en la compañía como conductor en el servicio urbano justo en los albores de la compleja década de los ochenta. Su buen comportamiento y su impecable hoja de vida lo llevaron a ser asociado para dar el paso a directivo, posteriormente ingresa a la subgerencia y finalmente en 1999 da el salto a la Gerencia en donde lleva prácticamente 19 años teniendo en cuenta que el próximo diez de abril cumple ese tiempo en donde hay un común denominador, “resultados y crecimiento”.
Su nombramiento obedeció para un tema puntual que tenía que ver con la autoliquidación de la empresa habida cuenta que el capital social que era de 1.500 millones de pesos se había perdido más de seis veces porque las pérdidas acumuladas del ejercicio económico anterior superaba los 9.000 millones de pesos, lo que conllevó a la intervención de la Superintendencia de la Economía Solidaria que era el ente regulador y de control de la empresa.
Lo hecho en los 19 años no es de poca monta si se tiene en cuenta que fue posible recuperar la organización, fortalecerla patrimonialmente y sacarla de un punto bajo que tuvo porque en un momento el patrimonio construido durante 38 años llegó a ser negativo en 730 millones de pesos, es decir se había perdido en un tiempo record.
“La recuperación obedeció a que los clientes nunca nos abandonaron, a que dimos giros en el servicio potenciando y mejorando calidad pese a la dura crisis económica en donde la plata era bien escaso. Con la situación cambiamos la pirámide de la empresa desde el punto de vista de priorizar al cliente y tenerlo siempre arriba, es decir que todas las energías de la compañía estaban orientadas al usuario como estrategia fundamental”, apuntó.
En Colombia se demostró y así lo hizo ver Coomotor, que las empresas son viables y que después de las tormentas viene la calma y la recuperación para hacer sostenibles las compañías, más con esa base cooperativa y solidaria tan indispensable en el desarrollo y andamiaje de las economías.
Hoy, precisó el Gerente, la economía demostró que es cíclica lo cual se ve con un dólar que empieza a desinflarse, que va por debajo de los 2.800 pesos, pero que se torna en un gran dilema porque le ayuda a quienes importan, pero que afecta a los exportadores y por consiguiente al aparato productivo que no verá compensando sus esfuerzos por el precio de la divisa, asunto que hace parte de la dinámica de la sociedad.
En opinión del directivo, ese fenómeno económico en donde baja el precio del dólar y se fortalece el del petróleo es un tema que ya tiene bien claro el actual gobierno y que deberá ser bien interpretado por el nuevo mandatario porque dadas las condiciones se trata de diversificar y no volver a repetir la terrible dependencia del petróleo más conocida como Enfermedad Holandesa.
La hoja de vida de Cuellar es más que una razón para encontrar el por qué del éxito y de los buenos resultados de una empresa que se consolidó como una de las más prósperas e innovadoras del país. Fue maestro en el colegio Manuel Ascencio Tello de la capital huilense, gerente de empresas de transporte y miembro de la Junta Directiva de seguros La Equidad. Igual estuvo aportando experiencia en otras cooperativas financieras.
El gran responsable del triunfo y los laureles de Coomotor no se quedó con el impulso y la marca del triunfo, además de todo estudió ingeniería agrícola, tecnología agropecuaria y administración agroindustrial. Suma a su currículo postgrados en alta gerencia, en dirección financiera así como en desarrollo organizacional entre otros. Igual cuenta con una maestría en administración. Sus estudios los adelantó en la Universidad Sur-colombiana, en la universidad del Valle, en la central, universidad Javeriana, que le otorgó un diplomado y de igual manera fortaleció conocimientos en la Corporación Universitaria del Huila.
Coomotor iría a Guayaquil
Actualmente Coomotor trabaja en la posible llegada de sus servicios y de sus buses al Ecuador porque si bien opera un acuerdo con Perú, con los ecuatorianos no hay convenios para llevar pasajeros, empresarios y turistas. Es posible que antes de que termine el actual gobierno, la empresa tenga una respuesta al respecto porque la idea es llegar desde Bogotá a Guayaquil para lo cual ya se hizo la solicitud ante el ministerio de transporte. El nuevo servicio utilizaría la ruta de Lago Agrio en la provincia de Sucumbios.
La aerolínea de Coomotor va porque va
La empresa Coomotor reactivó el plan de operar su propia aerolínea que había estado congelado por el tema de la devaluación por considerar que ese es un sueño que hay que cumplirle a los huilenses. Cabe anotar que cuando se hicieron los estudios de factibilidad estos estaban trazados con un dólar de 1.900 pesos, pero el cambio abrupto entorpeció el proyecto que debió aplazarse.
“Para nosotros en las variables más ácidas de devaluación en ese estudio de factibilidad, nos da que podemos entrar a ese proyecto con un dólar de 2.500 pesos. Es por eso que el proyecto sigue vivo, aclarando que seguimos diversificando las inversiones por lo que hemos fortaleciendo nuestra presencia en las terminales de transporte”, expresó Cuéllar Arteaga.
Explicó que para el caso de la aerolínea, ésta sería de perfil regional, pero no de bajo costo porque hay tres niveles de aerolíneas con algunas rutas que ya tiene identificadas la empresa previo estudio de mercado el cual muestra una demanda bien interesante la cual se atendería al igual que los buses en tarifa, es decir con operación normal y no con una competencia por precio.
Las rutas fueron diseñadas desde el Putumayo, es decir desde Villa Garzón, Pitalito, Neiva, Pereira y Medellín, de igual manera operando la ruta San Vicente-Cali con parada escala en Neiva.
Cuéllar informó que las rutas operarían en donde no hay servicio, más o menos recorriendo las rutas que Coomotor hace por vía terrestre. El complemento sería ideal porque en las mañanas saldrían aviones y en la noche los buses para el mismo recorrido.
El mensaje, sostuvo, es afortunado para los turistas nacionales e internacionales porque tendrán soluciones integrales y destinos sugestivos y de gran belleza así como ricos en biodiversidad.
En 2017 el crecimiento fue importante por cuanto se mantuvo por encima del 6.75 por ciento, destacándose el indicador de pasajeros movilizados en los buses ya que el número estuvo muy cerca a los dos millones, cifra significativa.
El alto precio del petróleo es un asunto que genera preocupación porque las tarifas lamentablemente no se mueven al mismo ritmo que el crudo y sus derivados puesto que en Colombia, como cosa rara, el precio del petróleo sube y las tarifas siguen estándar, no se pueden ajustar.
Igual cuando el petróleo baja, el precio de los combustibles se mantiene o suben porque Colombia es un país extraño en donde no aplica de manera consecuente la ley de la oferta y la demanda.
Finalmente un lío a meter en cintura es el canibalismo de tarifas en el sector de transporte el cual está afectando al sector sin que se vea mayor oficio por parte de la Superintendencia de Transporte, ente de control y vigilancia que brilla por su ausencia. Otro ítem que pesa en el negocio del transporte es el de los peajes, pero Coomotor espera que con la implementación de peajes electrónicos mejore la movilidad y la competitividad.
Con una posible revaluación la empresa adquiriría equipo de última tecnología porque allí ayudaría el diferencial del dólar pues el asunto en costos es tan complejo que el año anterior tan solo fue posible ingresar un solo carro doble piso y eso por tratarse de una compra de 2016. El elevado precio del dólar evitó hacer una reposición adecuada en el top máximo de la empresa.
Una síntesis de la plática sobre el transporte es que con todo el entorno de globalización de la economía, quien no acuda a las fusiones o a las alianzas estratégicas está llamado a desaparecer porque se trata de impulsar las economías de escala que ayuden a fortalecer las compañías patrimonialmente. Un asunto a considerar es que esa voluntad no se ve en la dirigencia de las empresas transportadoras llámense cooperativas o sociedades comerciales.
Esta es la historia de Coomotor, una empresa grande y con ganas de seguir creciendo porque si bien las ruedas han dado buenos resultados ahora las alas le pondrán sello a las metas y a los puertos económicos a donde aspira llegar esta cooperativa liderada por un hombre del que muy bien se habla en corrillos y empresas propias y extrañas al transporte, porque si algo tiene claro Cuéllar Arteaga es de alta gerencia, de triunfos, retos y de sueños cumplidos.