Viernes, 10 Agosto 2018 12:28

San Andresito del Norte, una apuesta por la legalidad y la probidad

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Este centro de comercio quiere estar en santa paz con las autoridades aduaneras y por ello entró en una tónica de eficiencia y máxima exigencia porque el comprador no puede ser engañado ni timado. Proponen fusión.

En el año 1954, tiempo en el que se afianzaba en el poder la Junta Militar a la cabeza del General, Gustavo Rojas Pinilla, empezaron a abrirse espacio los llamados Sanandresitos, esas bodegas saturadas de locales en los que era posible conseguir ropa de marca, calzado, vajillas, electrodomésticos, cobijas, dulces, chocolatinas, juguetes, perfumes, licores y todo lo que consumía el mundo exterior, que tenía para ese entonces una larga lista de productos que eran para el momento imposibles de conseguir en un almacén de cadena en los fríos tiempos de la Bogotá en sepia o de esa capital en blanco y negro que venía de un “Bogotazo” que marcó un hito en la historia política y económica del país. Seis años después todos preguntaban, ¿quién mato a Gaitán?, el negro celebre, el mismo de la marcha del silencio y el de la equidad social.

San Andresito de la calle 38 con Carrera novena llega en momentos en los que era socializada y presentada públicamente la televisión en Colombia, en ese mismo año el presidente Rojas Pinilla decide darle a la mujer su derecho al voto tras una reforma constitucional adelantada por un acto legislativo, es decir que el país cambiaba y estaba en un escenario de renovación.

Esos centros de comercio eran un boom, allí se compraba de todo, talcos, productos de belleza, bicicletas, triciclos, fragancias para el baño, tratamientos capilares y de belleza en general, equipo para peluquería, secadores, sandwicheras, ollas, joyas, patines, accesorios para el auto, grabadoras, pilas, neceseres, chancletas, sombrillas, esmaltes, cafeteras y toda una gama de soluciones increíbles que solo se veían y se adquirían allí.

En 1993 ve la luz en ese competido mercado Sanandresito del Norte y con él una historia reciente que tiene altos y bajos pues llega después de la apertura económica de 1991, pero igual en la famosa persecución a estos negocios en la década de los noventa luego de señalárseles de evadir impuestos y fomentar contrabando.

En diálogo con Diariolaeconomia.com, la administradora y representante legal de Sanandresito Norte, María Andrea Ospina Sánchez, aseguró que este centro comercial está explorando mecanismos y estrategias para incrementar sus ventas toda vez que infortunadamente el nivel de ventas ha bajado alarmantemente en los últimos meses.

Para potenciar toda una imagen y para devolver las credenciales que hicieron fuerte a este punto de comercio ubicado a orillas de la vertiginosa Autopista del Norte, Sanandresito Norte busca mejorar la calidad del comerciante porque a la fecha hay precariedad en la calidad de las ventas hasta el punto que se ha detectado ventas de artículos robados, situación que no tolerará más el recinto ya que decidió apostarle a unos productos de calidad, a dar por finalizadas las malas ventas y a ponerle punto final al contrabando.

Dentro de este propósito Sanandresito Norte quiere que las mercancías que vienen de China sean legalizadas, es decir que todo sea vertical y en donde logren pagarse todos los impuestos y así quitar del aviso un desprestigio que bien podría decirse tiene los días contados porque la mayoría de comerciantes son gente de bien y quieren entrar en esa liga de la formalidad y la tranquilidad.

Ospina Sánchez manifestó que el lugar tiene precios muy competitivos, pero reconoció que hay gente que vende productos que no son originales lo cual debe cambiarse a toda costa porque dentro de las buenas prácticas comerciales es inaceptable que se vendan marcas de productos que son manufacturados en Colombia o en China.

“La gente tiene la idea eterna que Sanandresito tiene en vitrina productos originales y por eso estamos mejorando en ello, porque si alguien vende réplica debe decirlo y si vende original, lo ideal es que garantice que los productos vengan de una casa matriz o de los puntos autorizados por las marcas para la fabricación. Igual pasa con los productos remanufacturados que son los que suelen ser arreglados y mejorados para su venta, allí también debe haber claridad para que las ventas sean de calidad”, explicó la señora Ospina Sánchez.

Un lío que impactó las ventas de Sanandresito Norte fue la contracción de la demanda interna porque la gente tuvo menos dinero en el bolsillo y no pudo comprar, además las ventas cayeron porque el sitio dejó un sello determinante y era esa cualidad de vender productos originales y americanos o la más sofisticada oferta de tecnología y electrodomésticos provenientes de Japón y el sudeste asiático.

“Anteriormente todo era importado, hoy por hoy eso no se da y por ello el comprador se alejó de estos sitios que fueron un emblema de calidad y exclusividad. Hoy ya no se hace fila porque hay mucha réplica China y de los países de la cuenca del Pacífico lo cual ha dañado mucho el mercado”, agregó la representante legal.

Un dato importante en opinión de Maia Andrea Ospina es que el gran problema del contrabando en el país no estaba centrado o focalizado única y exclusivamente en los famosos sanandresitos, sino que es un inconveniente general que puede darse fácilmente en las grandes cadenas y en los almacenes de gran formato porque hay ventas que se hacen por debajo de cuerda lo cual también espantó, literalmente al comprador porque estaba enseñado a adquirir bienes originales.

La experta manifestó que el producto chino, igual no es un pecado cuando se importa legalmente, cuando trae calidad y lo más importante cuando se respetan los tributos de cada municipio. Insistió en el cuidado que debe haber con los productos fabricados en China porque no siempre garantizan la durabilidad o el atributo que ofrece la marca o casa fabricante.

Una tarea de la administración de Sanandresito Norte es precisamente velar y vigilar la calidad del producto que llega a esta enorme vitrina porque dentro del plan de recuperar mercado está el lograr ventas, pero totalmente transparentes con las que ganen el estado, los compradores y quienes tienen su negocio de importaciones. En este momento estamos diciéndoles a los consumidores que finalmente lo importante no es el precio sino la calidad para así poder soportarle a un comprador la debida garantía por adquirir un producto con certificación de origen y demasiado confiable.

“El tema de mejorar en ventas y básicamente de optimizar las buenas prácticas es determinante para enamorar a los clientes porque si una persona compra un celular y a los dos meses el aparato es reportado como robado, el lío no es ínfimo porque el gran dolor de cabeza es para el centro comercial y para el total de los comerciantes, la gran mayoría, gente decente, honesta y muy trabajadora. Este tema ya se reportó y hubo inconvenientes con la Policía, pero la idea es mejorar y mostrar una cara amable, pulcra, con determinación y metas para recuperar un terreno perdido que puede retomarse si se hacen las cosas de la mejor manera”, aseveró Ospina Sánchez.

La diligente representante legal invitó a los colombianos y particularmente a los bogotanos a visitar el lugar y a comprar allí, pero eso sí, preguntándoles a los comerciantes, qué tipo de mercancía venden y qué calidad, así como qué garantía brindan porque el centro busca fomentar honestidad, pulcritud y calidad de ventas y compras.

Un inconveniente de Sanandresito Norte es que llegó a reportar una desocupación del 30 y 40 por ciento aproximadamente, pero lo bueno en medio de la situación es que la gente empezó a volver y ese reporte ya bajó al 20 por ciento. Actualmente muchos comerciantes decidieron retornar, alquilar locales y montar negocios, situación que empezó a darse en el último trimestre.

Una de las metas de Sanandresito Norte es tener una ocupación total con ventas muy confiables para que todos opten por hacer sus compras en el lugar. Para Ospina hay una recuperación importante en los indicadores de confianza que hace que regresen a su casa los comerciantes y de igual forma los compradores que ya empezaron a cansarse de los productos que ofrece la competencia chilena ubicada en el Centro Comercial Santa Fe, que maneja volúmenes importantes de mercancías.

La competencia de este Sanandresito es con grandes marcas y con importaciones hechas por cadenas internacionales de comercio que manejan unos descuentos muy altos, golpeando directamente a los minoristas que intentan hacer su tarea para mantenerse en un mercado cada vez más concentrado y acomodado por unas pocas firmas que se dan el lujo de vender dos busos en 19.000 pesos, descuentos que no puede hacer el que paga un local en este centro comercial. La pregunta que surge es y a sabiendas que allí manda el volumen, ¿porque tan barato y sin perdida más en un mundo que no regala nada?

Para tener en cuenta, hay aspectos tales como que los productos que por ejemplo vende Falabella, igual vienen de China y manejan una calidad muy parecida a la de los sanandresitos, pero como en la globalización y en los mercados abiertos, la idea es que el pez grande se coma al chico.

La unión hace la fuerza

Una propuesta que hace María Andrea Ospina es que todos los sanandresitos del país logren unirse y crear una marca con un modelo propio de negocio, capaz de competir con los grandes monstruos del comercio porque sin negar que hay diferencias enormes, lo cierto es que en estos centros de negocio que se inspiraron en la capacidad comercial de San Andrés en la Colombia insular, hay musculatura financiera, que bien manejada puede ser un grupo económico nuevo que fácilmente puede darse el lujo de competir con los grandes y en medio de cánones de rectitud.

Esa marca, Sanandresito podría ser un emporio de gran comercio porque tiene experiencia, años de actividad, poder económico y perfectamente operaría como una holding, bajo cuyo techo prosperaría sin duda una apuesta ambiciosa y directa por estar en el mercado, por defender lo que se consiguió, obviamente con beneficios para los consumidores con esa marca de siempre, Sanandresito. La idea no es descabellada si se tiene en cuenta que muchos comerciantes de Sanandresito Norte son propietarios en los sanandresitos de la 38 y de San José.

Una ventaja es que como cada ciudad maneja su Sanandresito, esa infraestructura, ese mercado y esa tradición podrían sumar de cara a hacer de varios negocios uno solo.

Sanandresito Norte cuenta con locales a disposición del público y de los comerciantes con una ventaja competitiva y es que allí es posible conseguir alquileres por local de entre 500.000 y 600.000 pesos mensuales, que para estar en el dinámico norte de Bogotá no es costoso más si se tiene en consideración que la administración de los locales tiene un costo de apenas 100.000 pesos incluida la energía.

El sitio ofrece ventajas para los compradores de mercancías y para los comerciantes porque Sanandresito Norte está en la vía al norte del país, con oferta de parqueaderos y con opciones adicionales de hacer turismo por esa condición de ser vecino o parte de la hermosa e imponente sabana de Bogotá. El programa es grato, sobre todo al considerar que hay una oferta gastronómica y de descanso muy importante.

El anuncio del nuevo gobierno en el sentido de quitarles cargas tributarias a los empresarios motivó a mucha gente y por ello el reporte de ocupación y reactivación del comercio ya que hay sin duda, credibilidad y confianza en el nuevo gobierno que al parecer genera optimismo y despierta esas ganas de invertir y apostarle al país.

El lugar maneja más de 400 empleos de los cuales más del 80 por ciento son ofrecidos a los venezolanos que llegan de su terruño, asunto que ofrece tranquilidad porque es una manera de apoyar a muchas personas que migraron a Colombia en busca de una oportunidad.

Esta es la situación de Sanandresito Norte, el mismo que busca como todos los centros de comercio de su mismo perfil sobrevivir muy a pesar de tratados de libre comercio, de globalización y de todo ese vademécum de acuerdos que intentan traer de todo.

Los sanandresitos son y seguirán siendo el sitio masivo de compra en los días previos a la navidad, al año nuevo, a la fiesta de la madre, del padre, del cumpleaños de la esposa o de los hijos, siempre será Sanandresito un motivo más que suficiente para hacer una buena compra y para disfrutar del mercado de ojo por cuanto es tanta la mercancía que llega que no hay tiempo suficiente para matar antojos o llenar el cuaderno de futuras compras. Una cosa si es cierta, el chip está cambiando y eso puede jugar muy a favor de estos sitios de compra pues el mundo está abierto y los comerciantes saben de importaciones, de ventajas, mercados, obligaciones y de coyunturas.

Las cosas cambian y es por ello que ya muchos productos no se ven allí como era el caso de las leches en polvo que hacían tránsito en Venezuela, de algunos bienes de capital como máquinas de coser y de algún tipo de golosinas que quedaron en las cuitas, muy cerquita al criollo herpo, pero que eran comercializadas en la tienda de la esquina gracias a las compras al por mayor del vecino en el inacabable Sanandresito. Hoy las ventas son mayoritariamente de tecnología en estos modelos de negocio y la ropa y los zapatos deportivos de marca seguirán llevando clientes. Con el correr del tiempo muchos cambios seguirán y vendrán nuevos cierres de almacenes como el TIA y otros pioneros del comercio, pero así quiebren todos los de gran formato, cierto si es que seguirá vigente el vetusto y siempre surtido Sanandresito, en el sector del país en el que se encuentre.

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