Jueves, 04 Junio 2020 13:53

Shenzhen espectacular: comercial, pujante y puerta de entrada a la innovación 

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Cómo una de las ciudades mas pequeñas y atrasadas en China se ha convertido en un referente de tecnología, desarrollo e innovación

A Shenzhen se le conoce mundialmente por ser el Silicon Valley de Asia, pero lo cierto es que incluso su desarrollo e impacto en software y hardware va más allá en el uso industrial, empresarial y personal. El buen uso de la tecnología más avanzada para combatir el contagio, diagnóstico y propagación del Covid-19 en China, fueron varios de los factores para controlar y monitorear con éxito su impacto en el país más poblado del mundo, y fue en Shenzhen donde empresas de drones, inteligencia artificial, robótica, sensores y aplicaciones especializadas, reconocimiento facial y manejo de big data se concentraron en aportar en forma rápida y eficiente sus conocimiento e infraestructura. Pero, ¿cómo logró Shenzhen en un lapso de menos de 40 años convertirse en referente regional y mundial en innovación y tecnología?

 

Tendencias en el sector emprendedor en China

La llegada de nuevas tecnologías y el desarrollo de ideas innovadoras en mercados emergentes, ha motivado a inversionistas de todo el mundo a encontrar nuevos espacios de operación en China. Contrario al comportamiento normal del mercado, en el que los países en vía de desarrollo reciben inversión extranjera directa (IED), para obtener una transferencia de recursos tecnológicos o adquirir un conocimiento en un sector específico, este país se ha convertido en una fuente de recursos alrededor de industrias especializadas. Es así como han surgido múltiples actores a nivel internacional en el área de las telecomunicaciones, la biotecnología o la electrónica, bajo un ecosistema de capital chino; muchos de ellos, provenientes de Shenzhen, ciudad que ha sido catalogada como el Silicon Valley de Asia.

Esta denominación es uno de los resultados de la estrategia del Gobierno Central de China, que consideró la innovación como una guía en el 13º Plan Quinquenal (2016-2020). Documento en donde se estableció que el objetivo del país era llegar a ser una “nación innovadora” para el 2020, un “líder internacional en innovación” para el 2030 y una “potencia mundial en ciencia y tecnología” para el 2050. En este sentido, se ha realizado la mayor inversión en la promoción de investigación y desarrollo, alcanzando en el 2018 una cifra del 2,19% y proyectando este dígito al 2,8% para el 2030, de acuerdo al Ministerio de Finanzas, Ciencia y Tecnología.

La inversión de recursos ha originado la creación de un ecosistema emprendedor, el cual ya cuenta con más de 2.500 incubadoras y aceleradoras a nivel nacional para promover proyectos en las nuevas industrias de la economía, divididas en 5 sectores que incluyen: internet, industrias inteligentes, biotecnología y farmacéutica, cultura e innovación e industrias de protección del medio ambiente, según la clasificación de las Industrias Emergentes Estratégicas de Shenzhen.

 

Datos generales de Shenzhen

 

Ciudad de Shenzhen

Shenzhen, ciudad ubicada al sur de China, es considerada como un referente a nivel mundial por su crecimiento y desarrollo en muy corto tiempo. Hasta 1980 fue conocida como una aldea de pescadores, cuando Deng Xiaoping la designó como la primera Región Administrativa Especial, permitiendo que la ciudad recibiera más inversión, atrajera un mayor número de personas y se convirtiera en un eje de la estrategia del Gobierno. En el año 2017 fue calificada como la ciudad más innovadora del mundo y la sexta más competitiva, y para el 2018 Shenzhen logró superar el crecimiento de Hong Kong con un PIB de USD $362.4 billones, posicionándola como la tercera ciudad con mayor crecimiento en China. Esto ha permitido la atracción de capital extranjero, que para ese año registró 14.834 empresas nuevas, aumentando en un 119,54% la inversión respecto al año anterior.

Este crecimiento económico y la construcción de una ciudad inteligente ha sido posible gracias a la proyección y los planes estratégicos formulados por el Gobierno nacional y por los gobiernos locales de la provincia de Guangdong y la ciudad de Shenzhen. Por un lado, la ciudad cuenta con un plan de desarrollo sostenible 2017-2030, que proyecta a Shenzhen como una ciudad innovadora para atraer talento, otorgar subsidios y apoyar la investigación en áreas claves. Lo anterior está considerado bajo el marco del Gobierno central, el cual contempla a Shenzhen como el centro designado para la construcción a larga escala de laboratorios, en las áreas de ciencias biológicas, ciberespacio y ciencias materiales. Además, se incluyó a la ciudad dentro del proyecto Great Bay Area, el cual reúne a las provincias de Guangdong, Hong Kong y Macao, con el fin de convertir esta zona como el área de mayor innovación y servicios en el mundo. Este proyecto, conceptualizado en el 2016 y elevado a proyecto estratégico nacional en el 2017, define a Shenzhen como motor tecnológico debido a su ecosistema digital, sus ventajas geográficas y al ambiente de negocios que rodea la ciudad. Es así como el país continúa reuniendo recursos para posicionar a la ciudad, en un contexto internacional y lograr que sea económicamente competitiva para el año 2025, siendo un modelo en innovación, servicios y cuidado del medio ambiente.

 

Ecosistema tecnológico

Todas las estrategias y proyectos desarrollados a nivel de Gobierno han conducido al crecimiento de la ciudad, por lo que hoy en día ya es un referente en el sector de la tecnología, siendo sede de importantes empresas. Dentro de este grupo hacen parte compañías que tienen un buen posicionamiento por el nivel de calidad en sus productos y servicios, entre las que se encuentran DJI, líder mundial en la producción de drones; BYD, productor de vehículos eléctricos; así como Shungfeng, perteneciente al sector de e-commerce y logística. Contando así mismo las 7 empresas Fortune Global provenientes de Shenzhen, como lo son Ping An, Huawei, China Merchants Bank, Amer, Vanke, Tencent y Evergrand. Todas ellas comprometidas con el avance tecnológico e innovador, a través del desarrollo continuo de proyectos, la inversión y el apoyo a startups localizadas en la ciudad.

Gracias al ambiente competitivo, la generación de ideas y la transformación de empresas es más frecuente, lo que hace que la ciudad avance a un ritmo acelerado, algo muy característico en China. Por lo tanto, es cada vez mayor el número de nuevos emprendedores que se trasladan a Shenzhen para llevar a cabo la materialización de sus proyectos. Esto se debe al fortalecimiento del ecosistema tecnológico, el cual cuenta con una fuerza laboral capacitada y joven, así como, con la infraestructura para apoyar los nuevos negocios.

En la actualidad Shenzhen tiene más de 200 incubadoras y maker spaces que facilitan la generación de ideas, el crecimiento de startups, la financiación de proyectos y la posibilidad de realizar prototipos; un aspecto muy importante para aquellas empresas que quieren probar sus diseños antes de masificarlos. Asimismo, las empresas tienen acceso a toda clase de materiales electrónicos, a equipos de telecomunicaciones y software, por lo que se hace más completa la cadena de suministros, en donde los emprendimientos pueden darle un valor agregado a sus proyectos de forma más eficiente. De esta forma, se ha promovido el enfoque de emprendimiento y creación de un ecosistema tecnológico empresarial, marcando una diferencia con ciudades como Beijing y Shanghai, en donde se han diseñado estrategias y dispuestos recursos más encaminados a la investigación científica y a la consolidación de instituciones educativas.

En este sentido, la incursión en el mercado chino a nivel de tecnología ya no se considera como una entrada únicamente al mercado local. Por el contrario, los emprendedores y empresas que ingresan a China a través de Shenzhen, encuentran la oportunidad de expandir sus negocios a otros países. Tal es el caso de incubadoras y maker spaces que han creado alianzas entre Shenzhen y San Francisco para hacer una transferencia de ideas, encontrando en la ciudad asiática los recursos y el ambiente propicio para lograr una internacionalización de sus proyectos. Igualmente, startups de todo el mundo han podido beneficiarse de las distintas actividades que se realizan alrededor de esta industria como la Competencia Internacional de Innovación y Emprendimiento, la cual busca empresas con las mejores ideas de negocio y desarrollo tecnológico, para que inversionistas de Shenzhen puedan apoyarlos.

 

Crear una empresa en Shenzhen

Dado el interés de los inversionistas en aportar capital a nuevas empresas, hoy se hace más habitual que se establezcan subsidiarias, laboratorios o startups. Este interés ha motivado al gobierno local a optimizar los procesos y facilitar el registro comercial de empresas, reduciéndolo de 20 días hábiles a tan solo tres o cinco, y la creación de empresa –como en el caso de una sociedad anónima– puede tomar un tiempo de uno a dos meses. En conjunto, se han dispuesto políticas preferenciales para las organizaciones que decidan establecer sus operaciones allí, ya sea por medio de subsidios, reducción de impuestos o eliminación de cuotas y tarifas, de acuerdo con el sector, el monto de la inversión y el origen de la compañía. Adicionalmente las empresas pueden obtener otros beneficios cuando se establecen en una zona franca o un parque tecnológico, los cuales ofrecen, no solo el apoyo del gobierno local sino también del Gobierno nacional, al ser estas zonas parte de su estrategia de apertura y promoción del comercio e inversión.

En definitiva, las oportunidades y ventajas que ofrece Shenzhen tanto para empresas consolidadas como para emprendedores son excepcionales. En un mismo lugar están dispuestos el acceso a recursos y capital, así como también la posibilidad de estar a la vanguardia de los nuevos desarrollos en materia de inteligencia artificial, big data, cloud computing y tecnología 5G. Todo el escenario de negocios y el ecosistema innovador que se vive, crean un ambiente favorable para que empresas de todo el mundo se abran a nuevos mercados desde otra perspectiva. Por lo tanto, en estos momentos de cambio, en el que las empresas requieren de nuevos procesos, Shenzhen puede ser vista como la puerta de entrada a una era tecnológica global.

 

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