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Domingo, 20 Marzo 2016 08:00

En enero el 22 por ciento de los contratos de la ANH estaban inactivos

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Los esfuerzos también deben enfocarse hacia la resolución de los contratos que se encuentran suspendidos o en condición de incumplimiento.

Según el último informe de Contratos de Exploración y Producción (E&P) y de Evaluación Técnica (TEA) de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), de los acuerdos suscritos por esta entidad con las empresas operadoras a enero del 2016 (un total de 308), el 22% de estos, es decir 68, estaban inactivos.

De esta última cifra, 24 contratos habían iniciado proceso de incumplimiento y 44 se encontraban suspendidos.

Así lo refleja un estudio y un ítem en el cual se observa que comparando estas cifras con las de diciembre 2014, (último dato disponible y mes en el que el porcentaje de acuerdos inactivos llegó al 21%), se evidencia que tras 16 meses de actividad, los contratos no se han dinamizado pese a los acuerdos expedidos por la ANH durante este periodo de tiempo, los cuales buscan aplazar la ejecución de los compromisos en exploración, aumentando los plazos de inversión y permitiendo la transferencia de recursos de proyecto a proyecto.

En el estudio también se observa que entre diciembre de 2014 y enero de 2016 (periodo en el que se sintió con más fuerza el descenso en las cotizaciones del crudo), el total de contratos suscritos con la ANH cayó 5% pasando de 324 a 308, respectivamente, por su parte los incumplidos aumentaron 71%, pasando de 14 a 24.

En cuanto a los contratos suspendidos, estos se redujeron 21% pasando de 56 a 44, y los activos disminuyeron 6% pasando de 254 a 240.

El anterior comportamiento se debe, en cierta medida, a que no se cumplió la meta de inversión de contratos de Exploración y Producción (E&P) para el año 2015 que estaba presupuestada en USD$552 millones, de los cuales se alcanzaron USD$396 millones, un 72% de lo proyectado.

Este descenso en las inversiones se empezó a reflejar fuertemente desde diciembre de 2014 donde las empresas del sector, a nivel global, empezaron a reducir sus presupuestos para exploración, lo cual incluye el desarrollo de actividades de sísmica y perforación.

En Colombia la tendencia fue similar. Ante la reducción de ingresos vía precios, las compañías decidieron recortar sus presupuestos para exploración y producción hasta en un 50%, lo cual impactó el desarrollo de estas actividades.

Sin embargo, la situación es particular para nuestro país donde el horizonte de reservas es solo de 6,4 años, y con los precios actuales las económicamente viables de 4,9; de allí la importancia de que la empresa petrolera más importante de Colombia, Ecopetrol, dinamice la exploración para evitar que la nación se quede sin petróleo, ya que esto ocasionaría la importación del recurso.

Cabe señalar, en este sentido, que al finalizar febrero de este año, la actividad exploratoria totalizó 2.709 kilómetros equivalentes (km eq.), mientras que el promedio ejecutado en los últimos cuatro años para este período estuvo entre 4.000 y 5.000 km eq.

La perforación de pozos exploratorios también muestra un desempeño negativo en 2016. A febrero del presente año se han perforado tres (3) pozos frente a los seis (6) registrados en primer bimestre de 2015, lo que equivale a una caída del 50% y a un descenso del 87% (24 pozos) si se compara con en el mismo periodo de tiempo de 2014.

Es por ello necesario que las medidas que se tomen en el corto plazo sean efectivas con el fin de reactivar la operación de los contratos. Si bien la ANH, por medio del Acuerdo 05 sobre un “Nuevo Procedimiento de Asignación y Administración de Áreas E&P”, busca aumentar la competitividad del sector de hidrocarburos con inversiones por más de USD$1.500 millones anuales, y alinear las oportunidades con la expectativa de los inversionistas, es imperativo que el Gobierno involucre a las demás entidades relacionadas con la actividad hidrocarburífera para que dinamicen sus procesos.

Por ejemplo, el licenciamiento ambiental, teniendo en cuenta la información de 2015, no pasa por su mejor momento. El tiempo promedio de trámite de nuevas licencias disminuyó un 2% en el último año y aún se mantiene entre 7 y 13 meses. El decreto 1076 de 2015 estipula que el trámite es de 90 días hábiles (4 meses).

En este sentido, se hace necesario que la Agencia Nacional de Licencias Ambientales (Anla), trabaje ajustada a los cronogramas de trabajo con el fin de agilizar el trámite en el licenciamiento, y así asegurar las condiciones para que los inversionistas optimicen sus recursos.

Por último, los esfuerzos también deben enfocarse hacia la resolución de los contratos que se encuentran suspendidos o en condición de incumplimiento, así mismo, el país debe asegurar una estabilidad jurídica para la inversión, ya que con fallos como los que la Corte Constitucional ha proferido recientemente, no se están dando las garantías necesarias a las operaciones que ya cuentan con los permisos y licencias respectivas.

 

 

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