Sábado, 19 Mayo 2018 00:33

Hidroituango, la mentira por encima de lo técnico y lo ético: Suárez Bernal

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Ecologistas dicen que lo sucedido en Hidroituango demuestra que las licencias ambientales no deben darse irresponsablemente y que deben tardarse todo lo que sea necesario para evitar tragedias.

La Hidroeléctrica de Ituango, Hidroituango es quizás el proyecto hidroeléctrico de mayor envergadura en la historia de Colombia. Esta obra que inició obras en 2010 es también la que mayores problemas ha tenido tanto técnicos como políticos.

Algunos expertos en temas ambientales precisan que la obra nació espuria y cuestionan el permiso para operar sobre el río Cauca, desconociendo riesgos e impactos ambientales, hoy cuando el brioso Cauca reclama su espacio y se torna en una amenaza surgen varias inquietudes que hablan de lo malo y lo bueno de un plan eléctrico que tiene a las comunidades del bajo Cauca antioqueño en corto circuito porque está muy cerca de pasar lo peor, calamidad que aseguran, tan solo evita un milagro.

La idea de Hidroituango es de vieja data y surgió por allá en 1960 y 1970, pero cuando el almanaque mostraba 1979, fueron adelantados los primeros estudios de factibilidad del proyecto. En 1997, la Asamblea de Antioquia le dió vida a la Sociedad Promotora de la Hidroeléctrica Pescadero S.A., sus dueños actuales son la gobernación de Antioquia y la reconocida firma Empresas Públicas de Medellín, EPM.

Por causas que aún no son precisadas, en abril de este año empezaron los incidentes tras la obstrucción en los túneles de desvío del río Cauca, lo anterior provocó un llenado súbito y no controlado de dicho embalse convirtiéndose en una amenaza ya que hay obstrucción con el municipio de Ituango, afectando las inundaciones los corregimientos de Oro Bajo y Barbacoas en el sitio conocido como Peque.

Hoy la gran obra, pero la advertencia más grande está en una enorme encrucijada toda vez que los problemas aumentan pues amenaza ciudades como Puerto Valdivia, Tarazá, Caucasia y cascos urbanos importantes como Nechí, Cáceres y otros sitios habitados y con actividad económica, minera y comercial. Cabe precisar que el incidente ya provocó desplazamiento y abandono del terruño en vista que hay temor toda vez que no se descarta que el nivel de las aguas sobrepase la represa.

La amenaza de tragedia se ha controlado de alguna manera porque los ingenieros optaron por inundar la casa de máquinas con lo que el río retomó su cauce natural haciendo que lo peor pasara, pero dejando pérdidas considerables en el proyecto.

Esta emergencia nacional se agudizó con el destaponamiento natural de uno de los túneles de desviación que ocasionó una creciente inesperada del afluente y aumentando el nivel de riesgo, asunto que obligó a toda la comunidad del eje del bajo Cauca a abandonar la zona ante el inminente riesgo.

El presidente de la Confederación Colombiana de Esmeralderos, Confedesmeraldas, Germán Suárez Bernal, le dijo a Diariolaeconomia.com, que lamentablemente Hidroituango es la tesis de que las decisiones políticas pasan por encima de las decisiones técnicas. Aseveró que lo propio ocurrió en la represa de San Carlos que demandó bombas especiales traídas de México para evacuar agua y evitar así un colapso en ese proyecto. Deploró que en este caso la mentira haya estado por encima de lo técnico y lo más grave, de lo ético.

En Hidroituango, explicó, está pasando lo mismo porque los túneles de control del cauce para el llenado, que debe llevar compuertas decidieron taponarlos, pasando por encima de la ingeniería a sabiendas de todo el mundo y dejando en gravísimo riesgo a más de 300.000 personas y a una región completa porque se trata de casi media cuenca del Cauca.

“Este problema es muy delicado y hay que decir que la prensa perdió su rol y su papel en el control social puesto que no pocos sectores informativos se han amañado y han permitido que pasen estas cosas sin decirle la verdad a la comunidad. Los habitantes del Bajo Cauca venían haciendo estas advertencias desde el comienzo cuando presagiaron una gran tragedia que es lo que está pasando, más con el riesgo de que los municipios desaparezcan totalmente”, declaró el ingeniero Suárez Bernal.

Agregó que desde el punto de vista técnico también la represa puede colapsar por una decisión totalmente técnica en el sentido de no construir las compuertas para regular los vertimientos y los cauces del río. Sostuvo que la empresa prefirió adelantarse y hacer una cosa con matiz totalmente político, obviando lo técnico, realidad que fue omitida por la prensa que se acomodó después de alcahuetear los errores y las precarias disposiciones.

Suárez recalcó que preocupantemente no se la ha dicho la verdad a Colombia con el caso de San Carlos y menos con Ituango, Reficar, puente Chirajara y otras obras que se hicieron mal o simplemente se pagaron y no se hicieron.

“Esto que está pasando es una muestra que la sociedad se ha degradado a tal punto que el peso de los problemas no permitirán seguir diciendo mentiras. Aquí en ingeniería dos más dos es igual a cuatro, eso no es de otra manera y no se le puede pagar a nadie para que diga que la operación es diferente porque la naturaleza cobra y con intereses más terribles que los del Emisor”, dijo el también presidente de la Asociación de Mineros del Norte de Boyacá.

Según el experto, la obra de Ituango tuvo todo tipo de reparos y de desencuentros porque inclusive muchos aseguraban que la obra no era viable técnicamente, que representaba un riesgo e inclusive hay cuestionamientos en el sentido que el llenado de la represa podría estar enterrando unos delitos de lesa humanidad. Así las cosas, expuso, las obras se hicieron en unos terrenos en donde legitimamente los jueces de la República debieron haber intervenido.

Suárez Bernal dijo que la responsabilidad por lo que pueda pasar le cabe a los ministerios de Minas y Energía, al de Ambiente, a la gobernación de Antioquia y básicamente a las directivas de EPM.

Sobre EPM, Suárez dijo que tristemente esta empresa perdió el valor prevalente que era su responsabilidad técnica y lo que la tenía en la cumbre de las empresas de ingeniería y desarrolladoras de soluciones hídricas así como de energía. Hoy, consideró, EPM, es una firma politizada en donde las decisiones ya no son técnicas sino de otro tipo lo cual queda ratificado con la emergencia de Hidroituango y con San Carlos.

Si el agua supera los niveles de la presa, la región y el país estarían en serios líos porque EPM no tiene el control de la falla en este momento si se tiene en cuenta que uno de los túneles de desviación se destapó solo y luego se taponó por sí mismo.

“Hoy dependemos de un milagro y en ingeniería eso es grave porque si hay fallas en los túneles y se desocupa la represa, no hay manera de pararla, desaparecerían los pueblos. En medio de todo, la decisión de evacuar inmediatamente la zona es muy sabia porque no hay control de la crisis y ello sería lo más barato porque sin pérdida de vidas humanas lo más grave sería reconstruir los municipios, pero lo más delicado y terrible es que se perdió el carácter técnico de EPM”, insistió Suárez Bernal.

En opinión del Ingeniero, el caso Ituango es tan delicado porque además de responsabilidades civiles hay de por medio aspectos penales porque fueron vulnerados derechos fundamentales tutelables, tema que debe revisar la Fiscalía y los Tribunales.

“En este momento la sociedad y la ingeniería colombiana quedaron por el suelo porque no tiene como salir a decirle al mundo que no somos los parias del universo, y todo porque nos acomodamos y vendemos la ética, la verdad y porque la moral se volvió más relativa que cualquier cosa, aquí el problema es de carencia de honestidad y probidad en todos los sectores que terriblemente se acomodan por el dinero que se les ofrece, por esa remuneración asquerosa para dejarse manosear”, apuntó Suárez Bernal.

Un lío grande lo tiene toda la minería del Bajo Cauca, principalmente Conalminercol que agrupa a todos los mineros de esa región los cuales están en el limbo porque no hay actividad minera, y si algo pasa, el daño social sería, según Suárez, irreparable. Manifestó que la minería está atravesando muy malos momentos porque hasta hace poco la satanizaron y ahora la quieren ahogar.

Licencias ambientales demandan más cuidado

Un sector ambientalista del país cuestionó igual lo sucedido con Hidroituango y señaló que si hay una tragedia, los daños ambientales, medidos en fauna y en flora son incalculables e irreparables.

La dirigente campesina y defensora del medio ambiente, Amanda Muñoz, dijo en este medio que Hidroituango obliga a replantear las licencias ambientales que no se pueden otorgar a cualquiera o para cualquier obra, porque debe haber un estudio muy juicioso del impacto de la obra.

Con esta presa, dijo, quedó muy claro que no se tuvo en cuenta el impacto del cambio climático porque al parecer desestimaron la pluviometría que ha venido aumentando tal y como pasó con la ola invernal de 2010.

“La electricidad es algo muy importante para el desarrollo, pero su generación no puede estar por encima de las personas y de la vida como tal porque la misma ingeniería está demostrando que no tiene control sobre sus obras, las cuales son una amenaza para el ecosistema y para la especie humana. Con las obras que generalmente se caen, o no funcionan, se están atropellando derechos y todo con una mirada pasiva e indiferente, como si lo que pasa no fuera grave”, dijo la ecologista.

Anotó la experta, que el país no aprendió la lección porque la naturaleza está exacerbada y sigue reclamando sus espacios, ejemplo que se vio con la laguna de Fúquene que recuperó en el momento su espejo de agua. Demandó de las autoridades ambientales mayor oficio y eficacia porque ríos y cuencas están arrinconados con los desarrollos que impulsan las multinacionales y algunas firmas colombianas.

Exigió del ejecutivo ponerle mayor atención a las licencias ambientales y tardar todo lo que sea necesario porque en el llamado progreso del país los que están llevando del bulto son los ecosistemas que ven en franco riesgo la fauna y la flora.

En ese sentido la ambientalista exigió la revisión del contrato de explotación de maderas en el Chocó, al parecer a espaldas del pueblo colombiano, toda vez que la multinacional Colombia Hardwood, ya habría iniciado la tala de árboles en Bahía Solano.

Ésta madera que sería exportada a la China abarca las especies de árboles más finas del Chocó en vista que la firma mencionada llevará al país asiático algarrobo, sande, cedro amargo, bálsamo, caimito, chanul y virola.

Según se conoció, la empresa que llevará los árboles colombianos a la China es propietaria de Rem Forest Products, del archimillonario canadiense Frank Giustra, quien obtuvo de manera increíble, una licencia de aprovechamiento forestal, otorgada ni más ni menos que por Codechoco a través de la resolución 2293 de 2006.

Hay que aclarar que la licencia rige por quince años y compromete más de cinco millones de metros cúbicos de madera. Este negocio, totalmente perjudicial para Colombia es motivo de desazón y furia porque ese bosque indebidamente negociado, se suma a las miles de hectáreas perdidas en Colombia en donde no solamente se van los árboles sino la vida de las especies de fauna que allí habitan.

Para la ambientalista, esa tala de árboles es un motivo más que el ser humano y desgraciadamente, el colombiano le da a un ecosistema que depende de esos bosques y de esas selvas.

Generadores dan parte de tranquilidad

Como un hecho lamentable calificaron los generadores de energía lo acontecido con el proyecto Hidroituango ya que se trata de un megaproyecto de 2.400 megavatios que le será útil al país de lograse afianzar. Aclaró que es preocupante que dentro del plan cada solución explorada es paradójicamente un problema adicional en dicha ejecución.

El Presidente Ejecutivo de la Asociación Nacional de Empresas Generadoras, Andeg, Alejandro Castañeda, declaró que el grupo de empresas agremiadas espera que el inconveniente se solucione de la mejor manera, que la empresa pueda valorar cuales fueron los daños y posteriormente seguir con el cronograma del proyecto, ya ajustado a la nueva realidad.

Explicó que desde el punto de vista del sistema como un todo, hay un parte de tranquilidad porque la energía firme que tenía Hidroituango comprometida con el sistema en los primeros años, hasta 2022, no era muy grande, es decir que con la generación existente se cubre de manera firme ese requerimiento de confiabilidad del sistema.

“Este año, adicionalmente, entrarán al sistema dos nuevas plantas térmicas que son Gecelca 3.2 y Termonorte con una capacidad de 250 megavatios la primera y 80 megavatios la segunda, lo cual hace que el sistema tenga esa holgura hasta 2022”, apuntó el dirigente gremial.

Dejó claro que antes de hacer cualquier comentario, hay que analizar a profundidad qué fué lo que originó el problema en Hidroituango, precisando que en ese tipo de obras nadie está exento de algunas eventualidades las que reiteró hay que revisar y corregir, de todas maneras sí considero prudente y urgente hacer una evaluación exhaustiva de lo que pasó.

Con respecto al cambio climático, Castañeda escribió que los eventos cada vez son más extremos y dramáticos porque las sequías son cada vez más pronunciadas y las lluvias igualmente intensas, tema que obliga a todo un país y a todo el planeta a buscar las maneras más eficientes de enfrentarlo, es decir que se viene un trabajo aún más complejo y de mayor compromiso.

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