En particular, el Dow Jones bajó, mientras que S&P 500 y Nasdaq perdieron el 1,6%. De hecho, fue el peor año de Wall Street desde la crisis financiera de 2008. Esta caída se atribuye a los miedos de que haya una nueva recesión.
El director ejecutivo de Euro Pacific Capital y agente de bolsa, Peter Schiff, explicó esta reacción a Market Watch. De acuerdo con él, a pesar de que las señales de inflación aún sean vagas, esta se evidencia en el creciente precio de las acciones y otros activos. Estos costes serán transferidos gradualmente a los consumidores, agregó el experto.
A principios de diciembre, la Reserva Federal bajó los gastos de consumo personal y los pronósticos de la inflación básica hasta el 1,9% y 2,1% respectivamente para el 2019.
De acuerdo con Schiff, la próxima crisis será peor porque las autoridades financieras básicamente barrieron los problemas bajo la alfombra. Al fin y al cabo, la nueva economía no podrá hacer frente a unos índices de interés más altos después de décadas de política de dinero fácil.
"Los mercados empiezan a ceder porque se hace más caro mantener esta deuda. Hemos construido una burbuja gigante sobre esta cantidad de dinero fácil sin precedentes y ahora la resaca será mucho peor", concluyó el experto.