La Fundación Panthera lanzó una alerta y tiene que ver con lo que puede ser a futuro la caza indiscriminada de jaguares que han sido asesinados por sus conflictos con el hombre que decidió quitarlos de su propio hábitat para incursionar en tierras selváticas con agricultura y ganadería. Hoy la amenaza es la migración de habitantes chinos que ya están propiciando problemas en algunos países de Suramérica como Perú y Bolivia en donde hay inconvenientes muy graves con los jaguares que ya están siendo cazados, posiblemente para venderlos por partes tal y como ocurre con el tigre asiático, hoy en los umbrales de la extinción.
En charla con Diariolaeconomia.com, la investigadora y bióloga de la Fundación Panthera, Jenny Gallo, aseguró que en este momento están cazando a los jaguares y están comercializando sus partes justamente en China y en esa población lo cual es una gran problemática que se está presentando en la región y que puede llegar a otros sitios del hemisferio.
“Tenemos preocupación y no es para menos, tan solo esperamos que el problema no pase fronteras y llegue a Colombia porque el asunto es demasiado serio. Nosotros como Panthera trabajamos por todo un corredor que supera Colombia y que queremos que desde México y hasta Argentina no pase esto a lo largo de toda la distribución, entonces es un lineamiento desde Panthera a nivel general para mitigar ese tráfico ilegal que se está presentando con el jaguar y que reitero, es bastante complejo”, declaró la bióloga.
Aseguró que la nueva situación con el jaguar ya es motivo de alerta y reveló que afortunadamente ya se han dado algunos avances en donde han sido judicializadas algunas personas como pasó en Bolivia, pero la Fundación Panthera, indicó, está muy pendiente de ese tema con aliados en los países que hoy son blanco de un nuevo tráfico ilegal de felinos, en este caso de los emblemáticos y muy peculiares jaguares, animales que deben ser defendidos porque hacen parte de un entorno ecosistémico que coadyuva con el equilibrio natural, garantizando nacimientos de agua y llevando vida con su caminar pausado y su mirada baja, pero cavilosa.
“Esto es pavoroso, los chinos acabaron con el tigre en su territorio y en otras zonas de Asia, ahora están impulsando un tráfico de partes de jaguar desde Suramérica para venderlos como tigres asiáticos porque igual están metiendo gato por liebre, solo que aquí es jaguar por tigre y lo que debe generar angustia es que ese comercio es muy fuerte en China por los temas de medicina tradicional, situación que nos tiene a todos en la región y puntualmente en Colombia con ojo avizor”, comentó Jenny Gallo.
Las autoridades ambientales les pidieron a los colombianos hacer las denuncias respectivas en la eventualidad que llegue al país ese tipo de comercio y que podría ser la estocada para los 15.000 ejemplares que aproximadamente habitan hoy en el territorio colombiano, cifra que provoca tristeza por cuanto hasta hace unos años, esa población superaba los 30.000 jaguares.
Ahora el terrible problema curativo se está trasladando a América Latina de manera furtiva para alimentar un mercado ilícito, mentiroso y sin asidero médico en vista que la potencia del tigre no ha llegado a los laboratorios con una certificación mundialmente aprobada. Lamentablemente este oscuro negocio llega a América Latina, en donde la población de jaguares ha bajado drásticamente por el comercio ilegal de pieles, por la ampliación de la frontera agrícola y de la ganadería. Actualmente salta a la palestra un nuevo inconveniente y es la migración de población China a los países de Suramérica que se afianza como el gran desafío de una hermandad que debe unirse en torno al gran gato de las tierras precolombinas que le regaló al hombre un paisaje verde y una prosperidad sin límites.
Como es bien sabido en China casi que acabaron con el tigre al que le atribuían propiedades medicinales y curativas ya que según la tradición China del tigre salen remedios que quitan dolores, ataca el insomnio, sirve como desinflamatorio, combate lepra y reumatismo y ayuda a potenciar la sexualidad, en fin desde hace 1.000 años aproximadamente el tigre entró en el vademécum de los curanderos y hoy esas prácticas, nada comprobadas le salieron caras a la especie. La gran preocupación llega a las tierras del jaguar en donde ya son buscados los felinos a los que les quiere atribuir esas mismas propiedades solamente por seguir con un comercio infame y criminal.
Los grandes felinos, los de Asia, los de África y los Latinoamericanos fueron y siguen siendo víctimas de la moda que al imponer las pieles como tendencia fomentó todo un tráfico ilegal y una masacre de tigres, leones, leopardos, panteras nebulosas y jaguares que dejó devastadas las zonas en donde habitaban. El tema es tan serio que en la actualidad fueron extinguidos los tigres de Java, Caspio y Mali.
Los tigres de Bengala que hasta hace unos nueve años se estimaban en 5.000 o 7.000, hoy pueden estar por debajo de 2.000 felinos en libertad, es decir que su extinción está a la vuelta. Los tigres de Asia perdieron más del 40 por ciento de su espacio vital. Lo tenaz es que desde 1950 se extinguieron tres de las ocho subespecies de tigre y de los 100.000 que habitaron las selvas ya no queda ninguno.
La deforestación una amenaza
Para la Fundación Panthera, una amenaza ambiental que tiene en riesgo la vida de los jaguares y de otras especies naturales de fauna y flora es la deforestación de los bosques y las selvas que avanza a pasos agigantados y sin control posible por tratarse en la mayoría de las veces de zonas selváticas de difícil acceso. El tema genera gran preocupación y por ello ya hay un trabajo desde la fundación con Naciones Unidas a través del PNUD para implementar en el Caquetá buenas prácticas ambientales.
Según la experta, cuando se presenta la deforestación, la gente llega allí, a las zonas de selva, a instalar sus fincas, pero lo preocupante es que se trata en la mayoría de los casos, de personas que no saben muy bien cual es y cómo debe ser ese relacionamiento con la fauna salvaje en esos lugares y por ello van y engordan ganado en una actividad de ganadería extensiva, sin ninguna protección que le quita extensiones al jaguar, afectando su hábitat y haciendo que el felino que ya no tiene bosque ni presas incursione en los hatos para alimentarse, generando un gran problema.
La idea del plan con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, es llevar a cabo talleres para mantener esa convivencia entre humanos y felinos, pero igual se busca hacer presencia en la zona para ayudar a mitigar todo ese lío de la deforestación que se está presentando en el Caquetá, reconociendo que ya hay varias organizaciones en ese sector del país, empero Panthera se sumará a este per se, grande propósito con campañas y actividades educativas ambientales para detener la deforestación del norte de la Amazonía que es en donde más está avanzando este enorme problema.
Dentro del mapa alarmante de deforestación en Colombia que compromete especies de fauna está el Chocó de donde Salió madera irresponsablemente para China dejando saldos ambientales muy complejos de recuperar, la serranía de San Lucas, el Catatumbo en Norte de Santander y la Amazonía con gran impacto en el Caquetá. La situación es tan apremiante que hay prácticas de vieja data que no son proclives al cambio y tienen que ver con incendios provocados en donde son arrasadas sin piedad alguna cientos de hectáreas de bosque con el gran inconveniente que al propiciar esos incendios igual mueren microorganismos que están en la tierra y que resultan útiles para llevar nutrientes y oxigenar los terrenos selváticos asunto nada rentable en el mediano o largo plazo porque la tierra queda prácticamente inutilizable, haciendo de estas prácticas un mecanismo inservible y mandado a recoger. La bióloga indicó que en zonas como la Orinoquía, hay productores o ganaderos que acuden a las quemas, pero de manera controlada y delimitada para evitar daños a la selva y a lo que en ella habita.
“Necesitamos mucha educación, pero igual una veeduría y un control sobre este tipo de maniobras. Al lado de las autoridades debe estar la comunidad que debe denunciar estas prácticas que muchas veces terminan asesinando al jaguar que con su sola presencia garantiza ecosistemas de muy buena calidad, que tienen una buena salud y por ello es importante proteger y convivir con estas especies porque están allí puesto que ahí están sus presas que son herbívoros que regulan las especies y el bosque que con agua y equilibrio brinda muchos servicios, pero ello sin atacar el ecosistema porque de hacerse la factura será muy alta”, especificó Jenny Gallo.
Lamentablemente la gente ignora que el jaguar es un habitante natural de las selvas en donde lleva siglos reinando, pero para muchos es difícil entender que al acabar con ese hábitat, no solamente se propicia el exterminio de los grandes gatos manchados sino el de la humanidad. De manera preocupante la gente no quiere entender ese asunto y por eso maltrata jaguares y medio ambiente.
Los jaguares vivos son mucho más rentables
La Fundación Panthera instó a las autoridades colombianas y a las regiones en donde vive el jaguar a sacar el máximo de provecho con esta especie que resulta más rentable vivo que injustamente asesinado. El mejor ejemplo lo tiene la región del Pantanal en Brasil en donde hay mayor densidad de panteras, es decir en donde hay un mayor número de jaguares.
Luego de un proceso por el que pasó Brasil en donde las experiencias ecológicas dejaron de todo, hoy es posible avistarlos desde los botes a los que ya se acostumbraron lo felinos. Esa posibilidad, según algunos artículos, es mucho más rentable porque la gente paga mejor ver jaguares y un turismo respetuoso con el ecosistema, haciendo que la actividad esté hoy por encima de la ganadería.
Este turismo de avistamiento de fauna silvestre es supremamente rentable y conveniente porque generalmente los pagos se hacen en dólares o en euros, dependiendo del público o turista que dicho sea de paso son extranjeros que cada vez quieren estar más cerca de la naturaleza, lo cual hace que la apuesta por este tipo de descanso y oferta turística sea contundente y oportuna. Una de las regiones con gran potencial, precisó la bióloga, son los llanos orientales que cuenta con la reserva natural de la Sociedad Civil de Aurora en donde hubo avistamiento de cinco jaguares en una semana al finalizar enero gracias a ese turismo tipo safari.
“Ya se está logrando y lo ideal es fortalecer esas iniciativas porque un país como Brasil nos está diciendo que sí es posible, pero para ello es perentorio el concurso de varios sectores como la sociedad, la empresas, los entes territoriales y de las organizaciones internacionales. Lo ideal es que la gente saque la cámara para disparar el flash y no la pistola o la escopeta para matar estos hermosos animales”, dijo la experta.
El jaguar ya tiene su día
Al cierre de 2018 los ambientalistas y los dedicados a defender al jaguar lograron que este noble felino tuviera su mes y su día, razón por la cual el 29 de noviembre será institucionalizado como el día mundial del jaguar y noviembre como el mes del gran felino manchado de Latinoamérica.
La bióloga indicó que el asunto fue muy interesante toda vez que contaron con el apoyo de todas las Corporaciones Ambientales como fue el caso puntual de la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca, CVC, entidad con la cual la Fundación Panthera adelantó un foro en el fueron presentados los resultados del plan de manejo del jaguar y de los felinos que hacen presencia en esa región de Colombia.
Un apoyo fundamental fue el que recibió la Fundación por parte de Interconexión Eléctrica Nacional, ISA, entidad que firmó un convenio denominado Conexión Jaguar que es un proyecto relacionado con la emisión de bonos de carbono que redundan en el respaldo a planes de conservación que son seleccionados en sitios en donde ISA ejecuta proyectos o tiene actividad económica. A la fecha prosperaron tres proyectos como el de Cimitarra en Santander, Tierralta en Córdoba y otro muy interesante en Perú.
Los dos primeros eventos tuvieron su socialización en el mes del Jaguar y para ello fue escogida la ciudad de Barrancabermeja, por ser una ciudad central que articula a la sociedad del Magdalena Medio, en donde fue realizado un foro académico en el que participo el Instituto universitario de la Paz, Unipaz, que prestó sus instalaciones para sacar adelante un evento significativo ya que no solamente fueron mostrados los resultados en donde participan Fundación Panthera e ISA, sino que logró despertar el interés de las ONG locales y de la academia santandereana, sin dejar de lado a InterColombia, una empresa del grupo ISA que conoce muy bien el territorio.
Los foros igual avanzaron en Tierralta, Córdoba, a donde acudió la comunidad y los vecinos del jaguar en la ciénaga de Ayapel así como funcionarios de Parques Naturales encargados del Parque Nacional Natural Paramillo, la Corporación Autónoma Regional de los Valles del Sinú y del San Jorge así como la Universidad de Córdoba que se vinculó demostrando que empresas, comunidad, las ONG y los gobiernos nacional y seccional, pueden sacar adelante los temas ambientales.
Los eventos tuvieron igual exposiciones fotográficas que mostraron los resultados de las cámaras trampa que son una herramienta vital en los bosques por contar con sensores de movimiento que registran todo el entorno de la selva, material muy útil en la investigación sobre el contexto del jaguar.
“Lo importante es que éste y todos los años sean del jaguar en un mes y un día determinado en noviembre para que todas las personas, las empresas, las organizaciones y los nacionales que quieran sacar adelante algún tipo de actividad se vinculen a esto. El mes del jaguar es una iniciativa que nació en Panthera México y nosotros por ser una organización que hacemos presencia en 42 países, igual nos sumamos de manera muy activa para celebrar el encomiable mes del jaguar que debe ser motivo de regocijo y compromiso desde México hasta Argentina. Se trató de un trabajo fuerte, pero lo logramos”, apuntó la científica.
La socialización de resultados igual se llevó a cabo en San Martín, Perú, en una concepción para la conservación que es una iniciativa privada de conservación voluntaria. Allí igual hubo instalación de cámaras y un trabajo intenso que redundó en el trabajo sobre especies felinas que están amenazadas y en vía de extinción lo cual fue un trabajo importante.
Un acierto de la Fundación Panthera fue la implementación de ranchos modelo que son coordinados por el veterinario, Carlos Valderrama, quien ha avanzado mucho en establecer modelos de fincas en donde se hacen las mejores prácticas para poder convivir con especies como el jaguar o con los felinos en general porque tristemente en algunas regiones a veces, no solamente los felinos, sino todo animal silvestre termina siendo el “enemigo de las personas” ya sea desde la Chucha que devora gallinas, los loros que comen algunos cultivos hasta los grandes felinos que actúan de acuerdo al hábitat en donde se encuentren porque hay que tener en cuenta que la gente invade o se instala muy cerca a los bosques sin darle un buen manejo a los sistemas productivos.
“Nuestra recomendación desde Panthera es que se haga mejor ese ordenamiento o manejo de los sistemas productivos bien sea agricultura o ganadería para que la gente reconozca los servicios ecosistémicos que ofrece el estar cerca de un bosque como por ejemplo el acceso al agua y no en grandes humedales como en los que prospera la fauna silvestre. Estos ranchos modelo no solamente están en los llanos orientales sino en el Magdalena Medio y en el Valle del Cauca con los proyectos que allí tenemos”, sostuvo Gallo.
En la agenda de 2019 viene toda una logística para el mes del jaguar y para sacar adelante otros eventos que puedan ser mostrados en materia de conservación, pero muy del lado del gran felino por lo que sigue con mucho impulso el programa Conexión Jaguar y darle viabilidad a proyectos que impacten positivamente a la especie en Colombia, Brasil, Perú y en Chile porque la idea es avanzar por más países y afianzar con ello la importancia de este espectacular tema, el de la admirable pantera.
Otra tarea que cumple grato desempeño es la Escuela Jaguar que tiene que ver con la educación ambiental muy enfocada a los niños, especialmente a los que están ubicados en zonas rurales, a los cuales se les brinda enseñanza en unos módulos en donde es posible trabajar con ellos y enseñarles la importancia de conservar el jaguar, de igual forma va un tema en este proyecto y es que los animales silvestres no deben tenerse como mascotas, en esa Escuela Jaguar, va toda una enseñanza sobre cómo conservar la naturaleza.
El tema es significativo porque Escuela Jaguar que fue una iniciativa que nació en Colombia y que fue puesta en marcha en el Valle del Cauca, llanos orientales y Antioquia, fue un proyecto que se llevó a cabo igualmente en Perú y en Brasil. Escuela Jaguar les llegó a 2.230 niños en diferentes partes de la geografía colombiana y de parte de la región con inmejorables resultados en 2018.
Un trabajo igualmente importante y que resulta ser el proyecto bandera es el corredor jaguar, que va desde México hasta Argentina. En Colombia se trabaja dicho franja en la cual están todas las actividades productivas que van desde la ganadería y los cultivos hasta el ecoturismo.
El hermoso jaguar o tigre suramericano ese que placido vive en mares de árboles que le dan vida a una espesa selva verde que le permite el paso a extensos y bravos ríos de color café, pero igual a cristalinos manantiales, sigue prosperando en lo que puede llamarse una segunda oportunidad gracias a una concientización por parte de la Fundación Panthera y organizaciones de la Orinoquía que dejaron ver en el gran gato manchado unas virtudes y bondades que se resumen en un mejor ambiente.
Este felino audaz, silencioso y extremadamente fuerte desafía sus mismas posibilidades, no en vano se lanza como saeta a las aguas de los ríos más corrientosos a cazar caimanes y otras especies, es tan potente que nada largos trayectos en contra de la corriente de los afluentes, mirando de manera impávida de lado a lado opciones de caza y hasta disfrutando del verde follaje que decora las orillas de los torrentes y deltas.
El jaguar, felino manchado o pantera onca negra en ocasiones, admirada desde tiempos precolombinos cuando las culturas le rendían homenaje y culto, reclama hoy su espacio y pide respeto por su existencia porque entiende con su mirada profunda, fija y de color entre café y naranja que la naturaleza lo requiere y que la humanidad le seguirá agradecida por sus eficientes menesteres de conservación y fabricación de ambientes sanos, el imponente felino que reclama por su vida ofrece a cambio entorno, paisaje, agua y mucha más vida.
“Colombia y América Latina unidas por el jaguar, larga vida al majestuoso rey de la selva tropical”