Martes, 09 Febrero 2021 15:07

Focos de ratas negras en Madrid, “No salimos de una y entramos en otra”

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La Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (Anecpla) ha querido disolver las dudas: los focos de ratas negras existen, pero aseguran que están controlados.

El comienzo de 2021 en España ha sido un tanto desconsolador. Primero vino Filomena, que dejó colapsada a gran parte de la población, después los terremotos de Granada y ahora, llegan las ratas a Madrid.

La noticia se hizo viral en redes sociales a partir de las publicaciones y las fotografías que iban publicando los usuarios en sus cuentas, en las que aseguraban que habían visto ratas negras por las calles de la capital. El suceso generó una gran alarma social entre la población: unos decían que las ratas negras eran más letales que el resto y otros que no existían.

Los más cansados con el ritmo de los acontecimientos durante el inicio del año incluso llegaron a decir que "no salimos de una y entramos en otra".

La Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (Anecpla) ha querido disolver las dudas: los focos de ratas negras existen, pero aseguran que están "controlados". Al parecer, se trata de una rata originaria de Asia que pesa en torno a 250 gramos y es "extremadamente ágil", además de poseer una capacidad de reproducción que "no puede por menos que definirse como asombrosa". Las hembras permanecen activas hasta nueve meses al año y, en ambientes urbanos con alimento abundante, pueden llegar a reproducirse "de manera ininterrumpida", dando lugar a unas cinco camadas al año.

Según la asociación, suelen estar en parques y jardines, "no accediendo en ningún caso a sistemas de alcantarillado exterior o saneamientos interiores". Además, suelen realizar sus nidos en los árboles, que son "difícilmente diferenciables" de los nidos de las aves.

 

"Su presencia está exhaustivamente monitorizada por parte de los técnicos de control de plagas del Ayuntamiento de Madrid", explica en la nota la directora general de la entidad, Milagros Fernández de Lezeta.

 

Así, a diferencia de las ratas de alcantarilla, las ratas negras suelen vivir en las alturas, soliendo "establecer su residencia" en árboles, tejados o áticos. Lo que sí comparten con la rata de alcantarilla, al igual que con el resto de roedores comensales en general, es su capacidad de actuar como vectores transmisores de graves zoonosis, como la enfermedad de Weil, la leptospirosis, la salmonelosis o el hantavirus, entre otras muchas.

No obstante, desde Anecpla hacen un "llamamiento a la calma" en un comunicado en el que recuerda que ya se confirmó la existencia de esta nueva especie de rata en Madrid hace dos años, en 2019.

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