Viernes, 29 Abril 2022 01:20

Cultura, arte, compromiso y sociedad, la verdadera razón de SER

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Expertos en psicología y estudio del comportamiento cognitivo aseguran que por pandemia hay mentes opacas, tristes, con angustia y viviendo en medio de la desesperanza. La opción es artística y cultural.

Durante siglos el hombre en medio de su cotidianidad ha encontrado refugio en el arte y las diversas maneras de expresión cultural que inclusive sirvieron de referencia al entorno en que las diferentes culturas pudieron desarrollarse. En ese trascurso milenario por demás, las comunidades apelaron a la pintura, música, literatura, arquitectura, escultura, danza, grabado, canto, fotografía y cine, toda una evolución artística y grata que permitió narrar y describir nostalgia, felicidad, fatiga, temor y todo un compendio de historia en favor del mundo moderno.

De alguna manera el ser humano encuentra fabuloso puerto de distracción subiéndose en la mágica y encantadora máquina del tiempo, la misma que nos transporta al pasado a través de cuadros épicos, arte religioso, literatura, filosofía y registros sumamente legendarios, a tal punto que debieron quedarse en las cavernas, esa primera vivienda de interés social.

Todo en la vida es cultural y artístico, sin duda y por lo que señala la arqueología, desde los homínidos hasta el homo sapiens, la expresión, la interpretación, el lenguaje, los incipientes dibujos y las narraciones pictográficas del neolítico han ratificado que la mente humana es un mundo de color, imágenes, contextos, historias y magia. Arte, teatro y escritura fueron los hijos magnánimos del talento y la válvula de escape a las presiones sociales inherentes al desarrollo y la evolución.

Hoy, en medio del drama económico y social que suscitó la pandemia de Covid-19 toda vez que cerró empresas, disparó los indicadores de desempleo, exacerbó la pobreza y obligó a una serie de transformaciones, la gente de manera forzada cambió el chip, en algunos sujetos el cambio alteró su comportamiento y emocionalidad, en tanto que en otro el escenario retador terminó siendo la cuota inicial para nuevas propuestas y emprendimientos. Lo cierto es que mientras eso ocurría, la mente de muchos aterrizaba en autopistas de inventiva, creatividad, talento y nuevas opciones de vida. En efecto la vida cambió a estas alturas del siglo XXI, empero, el proceso de adaptación a la nueva forma de desempeñarse, dio luces e iluminó caminos, otrora oscuros e ignotos.

 

 

En charla con Diariolaeconomia.com, la Directora de la Fundación SER, Mary Monsalve, sostuvo que la crisis, por tener semejante magnitud, generó varias alteraciones ya que en algunas personas redundó en cambios proactivos, con todo el significado de la resiliencia, igual en exploración de otras potencialidades, distintos entornos laborales y en definitiva de reinventarse. Según la Psicóloga, en otros individuos, el problema viral, también tuvo su lado opaco porque hizo que fueran más introvertidos, menos sociales y náufragos en océanos de Internet, totalmente dependientes de computadores y redes sociales, haciendo que esos sujetos desaprovecharan el precario momento para dar un salto hacia nuevas experiencias.

A la desesperanza ya matizada por el escenario colombiano, se sumó la violencia y todo lo nocivo de esos hechos que contristan y generan críticas, pero que lamentablemente se apartan de las soluciones para superar un flagelo de vieja data, que sigue campeando y cabalgando sobre el curtido lomo de bestias avasalladoras sin que surja una propuesta que le dé verdadero sosiego al pueblo colombiano.

Con el capítulo Rusia-Ucrania, expuso Monsalve, las mentes están totalmente prevenidas y confusas, pues viajan hacia los puertos de miedo, pesar y dolor, aunque todo en medio de una terrible pasividad frente al tema, ello al observar el cruel evento bélico desde la tribuna de la comunidad internacional.

 

“Todos somos desvalidos por los nuevos hechos, no hay duda. En particular nuestra organización tiene una mirada de la vulnerabilidad diferente a otras agrupaciones ya que no detallamos la fragilidad por estratos sino por las potencialidades humanas y su posibilidad de aprovechar oportunidades, igual de dejarlas pasar o de no reaccionar frente a las situaciones”, declaró la muy amable señora Monsalve.

 

En su plática, la Psicóloga invitó a los colombianos y a los seres humanos como un todo a que revisen su interior, pero igual a trabajar en red, muy apalancados en la solidaridad y en una estrategia de labor conjunta lo cual revierte en bienestar si se tiene en cuenta que la comunidad como tal es un sistema.

Monsalve dijo que es muy claro que en tiempos difíciles la colectividad y el trabajo asociado ayudan en vista que se trata de apoyarse y apoyar, todo con una finalidad, progresar.

Agregó que a raíz de la pandemia se fueron agudizando las crisis depresivas y aumentaron por las presiones clínicas e higiénicas, los problemas intrafamiliares. Ahora, lamentó Monsalve asoma una pandemia peor, la del hambre y la pobreza extrema, herencia de la crisis y la corrupción, una situación apremiante que termina siendo el resultado de erradicar la agricultura en Colombia y de acabar con la actividad rural.

 

“Hoy, en medio de esta amenaza de desabastecimiento, con el rompimiento de la cadena global de suministro, en donde todos guardan lo poco que están produciendo porque no hay fertilizantes, Colombia depende de las importaciones de alimentos, una alarmante dificultad porque todo apunta a que habrá más carestía y un negocio en los intermediarios e importadores que a toda costa buscan sacar provecho de las dificultades. Tenemos que devolverle la alegría a Colombia y eso se logra comprando producto nacional, impulsando las siembras locales y cuidando nuestro patrimonio ecológico y ambiental ya que una vez se vaya el Covid, los conflictos en salubridad seguirán, porque la contaminación es un mal que de manera macabra avanza”, expresó la directora de SER, quien añora un cambio de tendencia, más esferos y menos balas.

 

La unión hace la fuerza

 

 

El gestor, artista visual y plástico Jorge Torres González, igual colaborador de la Fundación Organización SER, totalmente esencial en la dirección cultural, aseveró que la perspectiva de la estética es vital a la hora de limpiar, de hacer de lo más indeseable o repelente, algo bello y lleno de brillo. Al evocar al expresidente de Uruguay José Mujica, el experto indicó que su función es componer o alinear el desorden en el que vive y habita la sociedad en la ciudad, el país, América Latina y el mundo.

Comentó que la presunción que se tiene desde el arte es influenciar a todos aquellos que no tienen el proceso de limpieza social, generalmente a salvar vidas y a ser más aferrados a la fuerza de la vida, un punto que abraza la resiliencia, todo para alivianar muchos seres humanos que están en conflicto, en medio de la vulnerabilidad y atormentados por las creencias, las mismas que son rígidamente debatidas en la fundación sin el titilar de la tenue luz de las velas.

 

“El activismo está presente siempre en nuestras causas y por eso desde el arte, la mirada de los psicólogos, los ambientalistas y otros profesionales, hay una cantidad de valores que se van sumando y de forma paralela mostrando caminos de éxito, todo desde la colaboración que ha dejado casos de éxito como Leonardo da Vinci, hijo de Florencia, sol del renacimiento que dejó huella en todo lo que hizo pues fue pintor, arquitecto, paleontólogo, artista, botánico, científico, escritor, anatomista, filosofo, escultor, poeta, músico, inventor, ingeniero y urbanista, todo un polímata y egregio gracias a su empresa como lo fue Picasso, Fernando Botero y otros artistas, incluidos los cantantes que en algunos casos hacen parte de verdaderas corporaciones. El asunto es que todo lo que triunfa tiene como base la cooperación y la dinámica de equipos, una colectividad que complementa y se hace útil”, precisó Torres González.

 

Recalcó que invocando la colaboración y la articulación de conocimientos, desde la fundación y el arte se promueve todo tipo de fusiones para abrir esclusas de creatividad, haciendo uso desde luego de la innovación, la novedad y la proactividad, ese término fundamental vigente desde 1946, acopiado por el psiquiatra y neurólogo austriaco Viktor Frankl.

 

Barrios Unidos y Engativá, un potencial artístico

 

 

Para la Fundación SER, el sector de Engativá y todo el eje de Barrios Unidos es sin duda un potencial de talento, emprendimiento y capacidad. Destacó que la localidad de Engativá, fácilmente representa al país puesto que en ella están todas las grandes empresas e inclusive pymes y pequeñas que sumadas le dan relieve al sector real de la economía, una zona distrital que genera oportunidades desde el garaje o el local más pequeño hasta la bodega más voluminosa.

 

“Esta localidad es sin ponderar, el equivalente a una ciudad región, me siento en Bucaramanga, en Pereira, Medellín y otras urbes del país. Engativá es de lejos, el punto más completo de Bogotá, desde el aeropuerto hasta el Jardín Botánico, está atiborrada de diversidad, es múltiple y autónoma en varios aspectos. Yo pienso que es tan grande que puede dividirse en dos, en vista que una persona no puede asumir todos los problemas que convergen en una micro-ciudad. Hay una fuerza impresionante en la vecindad, en las gentes y en las calles. A este vertiginoso lugar le faltan árboles, adolece de naturaleza en las puertas y en algunos habitantes, pero en síntesis es un paraje con industria, desarrollo y un talento desbordado que florece entre humedales que igual demandan atención y seguridad”, señaló el gestor y artista visual.

 

En el occidente de la capital, Engativá, llamada así por su cercanía al precolombino municipio de Engativá tiene sus orígenes en 1537 cuando se convirtió en lugar de cruentos enfrentamientos protagonizados por conquistadores e indígenas. Entre 1923 y 1930 los suburbios aledaños a Engativá y conocidos como Barrios Unidos experimentaron una interesante expansión bajo la consigna de sectores obreros, un comienzo sectorial de empresa y crecimiento sostenido que marcó un plus en el desarrollo urbanístico y social de la Bogotá noroccidental.

En opinión de Jorge Torres González, de viaja data se ha demostrado que la inteligencia y los avances de América Latina en tiempos previos a la conquista dejaron tremendos legados habida cuenta que los aborígenes ablandaron piedras con plantas, una tecnología en Bolivia que fácilmente superó a la milenaria cultura egipcia. Es por ello que si bien la tecnología fue un síndrome de contemporaneidad, en sus distintos momentos generó las inquietudes que hoy siguen dando vueltas en la cabeza de los científicos e investigadores. En opinión del conocedor el mismo origen de Engativá conlleva a pensar que ancestralmente hubo desarrollo, desde luego cultura y todo un entorno de expresiones y tecnologías que asombraron a muchos.

La localidad heredó mucho de sus inicios y por eso es fácil ver todo tipo de emprendimiento, fabricación e iniciativa, la gran mayoría sobre pilares de innovación y oferta de soluciones. Subrayó que Engativá y Barrios Unidos es un potencial de ideas y palestra de factorías en varios frentes, una característica única que hace del sector una experiencia afable y muy especial.

 

Economía Naranja les puso color a las industrias creativas

 

 

El gestor, artista visual y plástico Jorge Torres González, uno de los soportes intelectuales de la Fundación SER, manifestó que de alguna manera, dentro de los procesos de la Bienal Internacional de Arte que maneja la Organización, se abrió la posibilidad de acceder a la corporación sin ánimo de lucro para el desarrollo de la economía cultural y creativa en Colombia, CoCrea. Retomando Paz-Aporte, la Idea original es del maestro Torres González, artista nacional, derechos de autor, fotografía y socialización Paz Aporte en el marco conceptual.

Es bueno decir que CoCrea es el bordón de la economía naranja, la bandera y carta de presentación del actual Gobierno, una política que independiente de los manejos de urgencia que demandó la pandemia, permitió inyectarles recursos a las industrias creativas, un trabajo que le salva la papeleta al Primer Mandatario porque apostó por el arte, una actividad que dura y perdura.

La llamada Economía Naranja es un modelo de desarrollo en el que la diversidad cultural y la creatividad son pilares de transformación social y económica del país, desde las regiones. Según lo define el ejecutivo, este modelo cuenta con herramientas de desarrollo cultural, social y económico. Se fundamenta, dice el Gobierno, en la creación, producción y distribución de bienes y servicios culturales y creativos, que se pueden proteger por los derechos de propiedad intelectual.

En ese sentido, reconoció Torres González, la Economía Naranja, respalda todas las iniciativas culturales y artísticas a través de CoCrea. Por tal razón la fundación SER, se dio a la tarea a conseguir empresas que apoyen las industrias creativas que les genera beneficios tributarios como deducir el 165 por ciento de descuento del valor invertido en el cálculo del impuesto sobre la renta de los colaboradores o favorecedores. Es por esta vía que CoCrea forja conexiones eficientes y colaborativas entre el sector empresarial y el cultural, un ejercicio que impulsan la reactivación económica y el desarrollo del país.

 

 

Actualmente CoCrea maneja tres mecanismos para financiar las industrias culturales y son Co-Crecer, dirigido a mipymes, Co-Creemos, opción diseñada para cualquier empresa y Banco-Crea, la bolsa de proyectos sin aportantes en donde CoCrea hace gestión para ubicar donantes o inversionistas.

 

“Esto es maravilloso, hay que reconocer las cosas y esta parte de la cultura es un acierto del Gobierno que quedó muy bien representada con la Economía Naranja”, puntualizó Torres González.

 

Para muchos la iniciativa de Economía Naranja resultaba inverosímil, posiblemente porque resultaba intangible, pero con el tiempo quedó demostrado que es totalmente palpable social y económicamente. Para el conocedor, esta iniciativa fue certera, precisa y real. El creador de una industria naranja es John Howkins, un orador, catedrático y escritor británico, catalogado como el padre de una economía que conecta a todas las naciones de una manera particular, la cultura y la diversidad.

Este es un concepto que se hizo público en 2013 en desarrollo de una conferencia del Banco Interamericano de Desarrollo, BID, escenario que resultó ideal para socializar el libro sobre la economía cultural y creativa, la misma que los autores denominaron Economía Naranja.

Esta replica que bien utilizó Colombia en el actual mandato, recalcó Torres González, resultó una apropiación útil, funcional y atractiva para el empresariado regional ya que hace que América Latina se integre a través de la cultura, una opción que representa incentivos con colecciones de arte, patrocinios de artistas, impulso discográfico a cantantes, nuevas propuestas radiales y otras actividades que invitan a invertir y a crecer desde el talento. Este tipo de política financia eventos como el Festival Iberoamericano de Teatro, Hay Festival y otros. La propuesta de la Fundación SER fue una de las ganadoras con 94 puntos sobre 100

 

Por la situación pandémica y económica el mundo está triste

 

 

A criterio del gestor, el arte es un revelador, cumple el papel del líquido o solución usada en fotografía, muestra imágenes de manera mágica, muestra lo que los demás no ven, deja ver una sociedad ciega que se niega a observar y trabajar en los perentorios correctivos.

De la humanidad, acentuó Torres, el arte es lo único que queda, termina siendo una huella en la historia, todo un documento de las civilizaciones y sus formas de desarrollo. Demandó de los artistas hacer procesos mentales más serios que aporten a la sociedad en diferentes tiempos y entornos, algo muy por fuera de egos y decoros.

La cultura y el arte, dijo el profesional, deben propiciar inclusión, tejido y responsabilidad social a través de la colaboración, pues solo así, la vida, que es per se, una obra de arte, tendrá más que sentido, sostenibilidad.

A la fecha hay grandes inconvenientes y por ello el planeta no tiene una carita feliz. Afirmó que los emoticones que terminaron siendo un lenguaje universal por encima del inglés, que expresa emociones, en este caso con cargo a todas las maneras de violencia y las complejas maneras de afrontar la vida, hace que la manifestación sea triste y aterradora, sin que ello diga que las cosas no van a cambiar.

SER es una fundación con metas y propósitos claros, seguir batallando por la cultura y el arte, apostar por el conocimiento y consolidar un pomposo sello cultural.

La Fundación SER, lanzó Galería Paz-Aporte, una selección de imágenes icónicas de la localidad de Engativá que contribuyen al reconocimiento del hábitat, el paisaje, las costumbres e idiosincrasias. Igual la diversidad y en esencia el contacto como fuerza vital de la imagen que une a Bogotá y a Colombia como una delirante y orgullosa comunidad.

La compilación fotográfica permite un acercamiento que transmite elementos positivos muy apropiados para activar vecindades, modos y tonos para proceder dentro del respeto y la otredad, palabra relacionada con el proceso filosófico, psicológico, cognitivo y social por medio del cual un grupo se define así mismo, construye una identidad y logra diferenciarse de otras colectividades.

 

 

El Paz-Aporte muestra el Aeropuerto Internacional El Dorado, la puerta de conexión de Colombia con el mundo. Terminal catalogada como una de las mejores de América Latica por su infraestructura arquitectónica y funcional. Este aeródromo cuenta con una de las pistas de aterrizaje más grandes del continente, puentes aéreos, obras de arte, zona comercial y hotelera.

Igual el Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis, una reserva biodiversa y centro de investigación distrital con énfasis en ecosistemas altoandinos y de páramo.

Brinda programas de educación ambiental, preservación y conservación de colecciones vivas de flora. Cuenta con un bello tropicario, espacios para exposiciones de arte, senderos para la sensibilización, el goce, la observación y contemplación por parte de los visitantes.

Aparece en este trabajo el humedal Jaboque, ecosistema acuático que ocupa por su extensión el segundo lugar entre los humedales del Bogotá. Hace parte de la cuenca del río Salitre y está conformado por siete canales, albergando aves representativas como la Tingua azul, especie endémica y migratoria.

Este sitio tiene un observatorio astronómico ancestral, presencia de monolitos prehispánicos y es considerado un sitio sagrado para el pueblo y la cultura Muisca.

Están también las imágenes de lugares tan importantes como el Open Doors, Puente de Guadua, Centro Comercial Nuestro Bogotá, la notable arquitectura del edifico en donde opera la Contraloría General de la República, el moderno y ecológico edifico Elemento, Museo de Arte Contemporáneo de Bogotá, centro Comercial Titán Plaza y el espectacular, verde, boscoso y bien dotado Parque la Florida.

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