En definitiva el sector agropecuario está en la mala y eso se refleja en sectores diezmados y flagelados por el libre comercio que sin ninguna contemplación o acto de piedad está destruyendo el aparato productivo que en otros tiempos jalonó empleo y garantizó la seguridad alimentaria.
Hay regiones históricamente productoras de papa como Boyacá, Cundinamarca, Nariño, Antioquia, Cauca y Norte de Santander en donde los productores de este tubérculo están en alerta máxima por factores como el clima, la intermediación, los altos costos de producción y una importación, posiblemente irregular que hace pensar muchas cosas, generalmente ninguna buena.
La situación es tan difícil y sospechosa que los paperos solicitaron la intervención del gobierno y de los organismos de control porque no es coherente importar con un dólar que pasa de los 3.000 pesos.
El Gerente General de la Federación Nacional de Productores de Papa, Fedepapa, Germán Palacio Vélez, habló con Diariolaeconomia.com y afirmó que en este momento Colombia cuenta con una buena oferta del alimento por lo que se espera una producción de 1.5 millones de toneladas en el segundo semestre, pero expresó su preocupación por las reiteradas importaciones de papa porque lastiman un trabajo arduo y de alto costo que se ve postrado con esas compras.
Actualmente hay una amenaza y es la importación de 50.000 toneladas de papa que tienen como origen la Comunidad Económica Europea por lo que ya se elevó la queja respectiva ante el ministerio de Comercio y el gremio está a la espera de medidas que pueden ser antidumping o alguna salvaguardia. Aún en medio de las vicisitudes, los productores le apuntan a un mayor consumo del alimento en la población colombiana y pidió mayor apoyo para el producto nacional que es de calidad y cultivado con el mayor esfuerzo.
Palacio Vélez aseveró que con un mayor consumo de papa colombiana se le da un espaldarazo al campo colombiano que produce una papa muy buena caracterizada por su inocuidad y sus valores alimenticios así como nutritivos.
Sobre las importaciones de papa, el dirigente gremial sostuvo que son la consecuencia de los tratados de libre comercio porque permiten que dichas internaciones se realicen en total detrimento de los agricultores colombianos toda vez que en la Comunidad Económica Europea hay una productividad más avanzada que desarrolla en extensiones mucho más grandes, con ayudas y subsidios, con infraestructura y unas mayor producción por hectárea.
Colombia siembra papa en 130.000 hectáreas aproximadamente y es una labor que realizan unos 100.000 productores de los cuales el 95 por ciento son pequeños productores de papa, haciendo parte importante de la economía de subsistencia por lo que nada pueden hacer frente a economías desarrolladas y subsidiadas. Del cultivo de la papa dependen unas 350.000 personas.
Según Fedepapa el problema sectorial ha encontrado eco en el gobierno nacional y puntualmente en el ministerio de Comercio, Industria y Turismo así como en la cartera de Agricultura.
El vocero manifestó que se viene una situación muy difícil en el segundo semestre que puede poner en riesgo la cosecha del altiplano Cundiboyacense entre otras cosas porque el gobierno de Brasil interpuso medidas antidumping contra los países de la Unión Europea que trasnochan y producen pesadillas en los agricultores nacionales.
“Las importaciones en Brasil llegaban a las 100.000 toneladas y pensamos que gran parte de esa papa que tenía como destino el gigante de Suramérica, directamente va a entrar a Colombia. Cabe anotar que Brasil importa 375.000 toneladas anuales, pero de esa cantidad hay 100.000 que vienen de Europa e donde pensamos se puede estar presentando un dumping que afecta la siembra nacional”, explicó el Gerente General de Fedepapa.
Aclaró que la papa que tenía como destino Brasil no llegó al mercado porque sencillamente el gobierno de ese país decidió proteger a su ruralidad dejando el contingente a la deriva y muy cerca de Colombia.
El Gerente General de Fedepapa, Germán Palacio Vélez, dijo que frente a los rumores que hay en el sentido de que habría lavado de dinero con algunas importaciones de papa, el asunto no es claro porque las pruebas no son contundentes.
Precisó que lo que si llama poderosamente la atención es que cuando el dólar estaba en 1.800 pesos, a Colombia entraban 20.000 toneladas de papa y ahora que la divisa está por encima de los 3.000 pesos, las importaciones subieron a 50.000 toneladas lo cual es muy extraño, pero ese asunto, comentó, debe quedar en manos de las autoridades competentes y de los organismos de control para que le den un vistazo generoso a esas operaciones.
“Algo está pasando y es lo que queremos que se investigue porque no es normal que ingresen importaciones de papa con un dólar tan costoso, eso es muy raro, pero lo terrible es que las compras de papa extranjera acaban con el campo colombiano que no resiste más reveses ni tanto producto agrícola de otras latitudes”, apuntó.
La producción de papa para el total del año estará por el orden de los 2.7 millones de toneladas, lo cual representa un aumento importante frente al año anterior cuando la cosecha sumó 2.4 millones de toneladas ello explicado por el fenómeno de El Niño y los bajos precios.
Este año creció la oferta de papa en más de 300.000 toneladas como también pasó con el área sembrada. El año se ha caracterizado por tener bajos precios en la papa a tal punto que las ventas se están haciendo a perdida. En el primer semestre la cosecha llegó a 1.2 millones de toneladas, pero el precio no ayudó y para el segundo periodo de 2017 todo parece indicar que el factor precio tampoco dará una mano.
Al entrar en el tema de los costos de producción las cifras dejan frío a cualquiera porque producir una hectárea de papa en Colombia vale 16.5 millones de pesos. De esa hectárea salen en promedio 20.5 toneladas de papa, pero frente a los costos de producción el negocio como tal queda hecho naco porque para cubrir los valores de las siembras, los agricultores deberían vender el kilo del tubérculo a 790 u 800 pesos, pero hubo momentos de venta en que el kilo se vendió en 400 pesos.
El Gerente General de Fedepapa consideró que el gobierno debe entender la preocupación del sector agropecuario, motivo que lo debe invitar a involucrarse más porque ahora llega la época del posconflicto y otros retos que demandan más apoyo y mucho más acompañamiento del ejecutivo y de sus ministerios”, dijo Germán Palacio Vélez.
A la fecha Fedepapa y sus agremiados están trabajando en los centros de agregación de valor en donde se entrega la papa lavada, cepillada y con una mejor presentación. Fedepapa está tratando de organizar con el gobierno unas ventas directas al sector público y por eso hay entidades en la mira como el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, ICBF, los batallones, la Policía, los hospitales, las cárceles y otras entidades públicas.
Un dato preocupante es que en la comercialización de la papa se han contado hasta seis intermediarios lo que hace que injustamente las utilidades del productor se queden en esos bolsillos de mercaderes que en ocasiones ni siquiera saben de ruralidad.
Fedepapa sigue incentivando la utilización de semilla certificada pues tan solo el tres o el cuatro por ciento de la producción del país utiliza semilla certificada lo que explica por qué son tan bajos los rendimientos en producción porque lo ideal es tener rendimientos de 35 y 40 toneladas lo cual es viable con semilla certificada y el uso de riego a pequeña escala abriendo más opciones de siembra y regulando el mercado de manera más permanente.
Actualmente los productores de papa están recibiendo un apoyo de la Universidad Nacional y de algunos laboratorios que hacen investigación y desarrollo, pero lamentó que la ayuda estatal por el lado del Instituto Colombiano Agropecuario, ICA, es muy baja de acuerdo con las necesidades del sector.
“En Colombia hacemos agricultura con las uñas y por eso a diario hay que darle gracias a los agricultores y a los productores del campo que son quienes le llevan la comida al país, pero paradójicamente son a quienes menos se tiene en cuenta”, concluyó Germán Palacio Vélez.
Según el gremio, entendiendo que la subpartida número 20041000 que hace referencia a papas (patatas) preparadas o conservadas (excepto en vinagre o en ácido acético), congeladas, en un lapso de siete años, ha llegado a crecer al 260 por ciento, pasando así de 11.092 toneladas en 2010 a 39.992 toneladas en 2016. A criterio de Fedepapa, la situación llega a ser más preocupante con Bélgica, Francia y Los Países Bajos, debido a que en el mismo período, la subpartida ya mencionada creció en un 641 por ciento, pasando de 4.230 toneladas en 2010 a 31.359 en 2016.
El ingreso inmoderado de importaciones afecta a los pequeños productores que proveen a la industria nacional, con la variedad de papa industrial más conocida como Diacol Capiro o R-12.
El gremio que agrupa a los productores de papa asegura que la preocupación basa en los flamantes casos de dumping, por parte de Alemania, Bélgica, Francia y Holanda, países identificados y demandados por las autoridades de Brasil para la prohibición del ingreso de papa congelada a su territorio, diligencia que también adelanta Sudáfrica.
Al igual que los productores de papa, las industrias procesadoras colombianas aguardan salidas ante la difícil situación que se advierte para el sector papero de Colombia.
En Colombia el cultivo de papa se encuentra en ocho departamentos pero cuatro de ellos, Cundinamarca, Boyacá, Nariño y Antioquia, concentran cerca del 90 por ciento de la producción. En el altiplano Cundiboyacense y en Nariño, la siembra de papa es la principal actividad agrícola generadora de ingresos y empleo.