Los empresarios del campo y quienes dedican recursos, tierra, trabajo y compromiso a la siembra de frutas y hortalizas, expresaron su preocupación porque en línea con otras asociaciones campesinas, hay una distancia abismal con los países competidores, un retraso en infraestructura que no es corregido y caso opuesto sigue agravándose, pero igual por la pérdida de rentabilidad, la falta de bienes públicos, el alarmante relevo generacional puesto que nadie joven quiere saber de agricultura. Como si fuera poco, hay un cambio climático que se hace cada vez más retador por el tema plagas como también por daños intempestivos en las siembras, consecuencia de inviernos intensos o sequías extremas.
La percepción que hoy tiene la Asociación Hortofrutícola de Colombia, Asohofrucol, creada en 1995 como sociedad agrícola sin ánimo de lucro y de derecho privado, es que el campo colombiano tiene todas las oportunidades del mundo, pero el gremio manifestó que tan solo hay que saber actuar, hacer bien las cosas y no desfallecer porque se trata de un sistema económico.
El Gerente General de Asohofrucol, Álvaro Ernesto Palacio Peláez, le dijo a Diariolaeconomia.com, que efectivamente en el agro se ha venido fallando en producción y en la falta de consolidar grandes asociaciones o cooperativas de corte rural en donde todos ponen, ganan o pierden, pero siendo dolientes de una actividad económica que suele ser generosa con método, disciplina y responsabilidad.
A Colombia, sostuvo, le hace falta entrar por la senda de un cooperativismo agropecuario organizado, que Asohofrucol como gremio viene impulsando, habida cuenta, que este año la asociación piensa hacer un trabajo inmenso en favor del campesinado y de unos productores que han ayudado a construir ruralidad. En nueve años de gestión y llegando al decenio de direccionar un gremio con todas las dificultades y contra muchos opositores al desarrollo, Palacio Peláez, prepara un serie de actividades que impactarán positivamente la siembra de frutas y hortalizas, esenciales en la dieta nacional, igual en seguridad alimentaria y de gran peso en las exportaciones.
“Estamos haciendo la tarea, cada día mejoramos y creo que el punto de excelencia, el cual incluye progreso, competitividad y mayor productividad, seguramente lo vamos a lograr, pues en nueve años hemos aprendido mucho, teniendo en cuenta nuestra idiosincrasia y la parte socio-empresarial. El solo hecho de capacitar técnicos y personas exige tiempo porque no se trata de instruir personas para proyectos a medias, tienen que ser grandes programas con plazos mínimos de diez Años cada uno”, explicó el Gerente General de Asohofrucol.
De manera sucinta manifestó que hay fallas estructurales en donde pesa mucho el temperamento y la susceptibilidad porque Colombia es un país violento y una sociedad agresiva y dañina, un aspecto que urge cambiar porque ha llevado a menos al campesinado, un proceso que parte desde las grandes ciudades ya que no todo el mundo quiere ser agricultor en las montañas de Colombia que es donde hay graves falencias porque hay productos o alimentos que son sembrados en el plan, pero las frutas y hortalizas en donde se pueda.
Expresó su inquietud porque el olvido en el campo fue tan agudo que perfectamente puede afirmarse que la producción agraria está muriendo lentamente y de manera dolorosa, un problema que está reflejado en la baja productividad y en la cada vez más escaza población rural que migró en alto porcentaje a las cabezas municipales.
Otro punto que invita a la reflexión es que al analizar el índice de necesidades insatisfechas, la mayor estadística está en el campo colombiano, lo cual hace pensar que a nadie le interesa porque Colombia lleva toda la vida en lo mismo, asunto delicado porque no ha resultado posible cambiar el formato.
El experto conceptuó que a la agricultura, así como a los procesos de transformación les llegó el momento de reinventarse, también de recuperar la rentabilidad y entrar por un sendero que le muestre a todos y cada uno de los productores que con método todo es posible, así mismo estimó, el sector agropecuario es y debe ser el mejor negocio porque evita la calamidad del hambre, es un hecho, razonó Palacio, el agro local no puede seguir cosechando tragedia.
“Tristemente, y duele decirlo, el país sigue sin reportar cambios, en un círculo vicioso que no lleva a transformaciones o soluciones, es por eso que el chip no varía explicando el por qué somos un país de violentos, corruptos, mentirosos, envidiosos y ladrones. En Colombia lo bueno en prácticas se acabó y por ello es normal ver los ya tradicionales robos de la esquina, el hurto de contadores, medidores e inclusive, de artículos de la calle que pueden terminar con la vida de las personas, pero eso, insisto, no le duele a nadie”, declaró.
El Gerente General de Asohofrucol, Álvaro Ernesto Palacio Peláez, reveló que el sector Hortofrutícola no dejó de producir en toda la crisis de la pandemia, los agricultores, llenos de adeudo, expresó, fueron a sus predios, fertilizaron, sembraron y cosecharon, llevándoles a los colombianos frutas y hortalizas frescas de gran calidad.
En su mirada de campo, Palacio Peláez dijo que en sus recorridos por todo el país ha luchado y coadyuvado en pro de los pequeños y medianos agricultores dedicados a las siembras de frutas y hortalizas de quienes señaló, conoce todas sus necesidades. En esa observación gremial lamentó que las ayudas del ejecutivo llegan eficientemente y de manera exclusiva a los grandes productores o empresarios, dejando casi que excluidos de los apoyos a los pequeños, que sumados conforman una fuerza productiva, laboral, económica y social para no despreciar.
“No se puede descuidar un subsector tan inmenso como el hortofrutícola que cuenta con el PIB más grande después de la ganadería, razón de peso para tenerlo presente, respaldarlo y catapultarlo, el país no puede tener oídos sordos o ceguera frente a las grandes necesidades del campo, pero menos puede obviar los logros de unos agricultores que con amor propio y mirando con abnegación los millones de toneladas de alimentos que les ingresan como castigando su valiente oficio, siguen de frente, diciéndole a Colombia presente en seguridad alimentaria, un esfuerzo que el país premiará porque no sería raro que la globalización termine derrotada por el consumo interno, no sólo aquí, sino en otras latitudes en donde ya empezó la defensa de la agricultura y la manufactura local, muchos, pero muchos se cansaron de intermediarios, importadores y personas que viven del campo sin siquiera conocerlo”, puntualizó el Gerente General de Asohofrucol.
El sector reportó en medio de la pandemia un crecimiento en limón del 16 por ciento, en aguacate hubo un repunte en consumo del 35 por ciento lo cual dice que el país se lo está comiendo a borbotones, en unas cantidades importantes, en tipo papelillo hay una tendencia muy favorable y por ello hay 70.000 hectáreas sembradas. En aguacate hass el país está alrededor de 25.000 hectáreas con una progresión bastante sugestiva.
Asohofrucol está alistando todo para salir al aire con un programa de televisión, aprovechando el profesionalismo y posicionamiento de TV Agro para contarle al país qué debe hacerse y cómo debe ser ese modelo porque lo único claro en la asociación es que todo tiene solución, sí y solo sí, todos quieren. Para este fin hay un grupo grande de la población, cerca del 60 por ciento, algo grato que va a ocurrir porque la gente necesita saber de Asohofrucol en donde muchos pequeños productores se han ganado la confianza del Gobierno Nacional y del país.
La Asociación Hortofrutícola de Colombia ha tenido la administración del Fondo de Fomento Hortofrutícola por espacio de cinco años en donde el común denominador ha sido la verticalidad, transparencia, honestidad, dedicación y con la frente en alto porque se ha hecho un manejo de recursos públicos de los productores y para los productores atiborrado de la probidad.
El Gerente General de Asohofrucol ha dado ejemplo de cumplimiento y responsabilidad, motivo por el cual paga parafiscalidad sagradamente al Fondo de Fomento porque es consciente que sólo aportando, habrá un camino amplio para transitar sobre pilares de honestidad, holgura en recursos y sana administración. Con ese tipo de conductas y cumpliendo con un derrotero claro, con un trabajo prolijo en aras del progreso en conjunto, es factible llegar a las anheladas soluciones, el directivo recalcó que sí se puede.
En las estadísticas del Ministerio de Agricultura, el sector de frutas y hortalizas cuenta con 1 millón 68 mil hectáreas en todo el territorio nacional, pero en el último dato del sector entregado por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística, DANE, perfectamente pueden haber 2.5 millones de hectáreas, una referencia relevante porque frutas y hortalizas, hacen parte determinante de la seguridad alimentaria de los pueblos indígenas y comunidades afro o que viven en zonas muy alejadas. Independiente de todo, el sector aporta de manera generosa con el abastecimiento y la tranquilidad de los hogares en las ciudades y cascos municipales.
Miles y miles de familias devengan su sustento del cultivo de hortalizas y frutas, pero igual de la agricultura, la ganadería, avicultura y la cría de varias especies menores. Para el caso frutas, los impactos sociales y económicos son una realidad positiva por el empuje del 80 por ciento de pequeños productores que generan en promedio un millón de empleos directos en toda la cadena hortofrutícola en donde hay una dinámica con el movimiento de dinero y oportunidades.
“Necesitamos profesionales capaces de entender que el negocio es sembrar frutas, en una o dos hectáreas, no importa la extensión ni el rincón de Colombia en donde se vaya a hacer, pues a final de cuentas las mulas siguen siendo la logística puesto que aguacates, lulos, tomates, naranjas y muchos productos salen en bultos de las fincas o los predios a lomo de bestia”, expuso Palacio Peláez.
Infortunadamente hay mercados que empiezan a verse amenazados como el arroz, el frijol y el maíz, productos que resultan más económicos comprarlos por fuera que meterlos como explotación en la finca porque hay casos en que esos productos terminan en los picos de loros y aves, dependiendo del sitio en donde se cultiven. En la nueva etapa agrícola que le abrirá la puerta a la agricultura de precisión, los procesos de comercialización eficientes y la competitividad, resulta muy afortunado para el Gerente General sembrar y cosechar frutas.
Asohofrucol consideró que no es justo ni consecuente tener campesinos o agricultores estresados por las dificultades con el crédito, por todo lo que en la ruralidad falta y por adolecer de apoyos. Ese tema, dijo Palacio, produce pesar y es por ello que cada una de esas dificultades será llevada a la televisión porque cierto es que hay serios problemas en la economía campesina y del sector primario. En el caso del sector hortofrutícola, los agricultores nunca tienen un subsidio, las pérdidas no son tenidas en cuenta por el motivo que sea y unos pocos grandes negocios tienen empobrecido, arrinconado y cerca de su desaparición a un sector productivo, una coyuntura que invita a industrializar las cosechas como es el caso de la naranja y otros frutos en donde el valor agregado y la transformación serán la clave del ejercicio agrícola.
Hay opciones en naranja y en limón Tahití, en eso hay que recalcar, porque la estandarización de la fruta es importante y para el caso del limón, el Tahití gusta por el color, su acidez y su calidad. La oportunidad, vuelvo y digo, es toda, pero hay que demostrarle a la gente que la agricultura es un negocio.
Se acerca el Congreso virtual de Aguacate Hass más grande de Colombia y el primero, el cual dará margen para proponer, mejorar, aprender, intercambiar experiencia y conocimiento, será, según el dirigente gremial, un evento ganador y propositivo.
“Estoy seguro que en los próximos diez años, Colombia será en frutas y hortalizas un país referente en Latinoamérica, pero tenemos que hacer la tarea, fijar metas y no decaer, todo está hecho para recuperar terreno y mostrar de qué estamos hechos, el asunto es más trabajo, más resultados y menos retórica, hay demasiado por afianzar y lo bueno es que estamos listos”, concluyó el Gerente General de Asohofrucol, Álvaro Ernesto Palacio Peláez.
La Asociación Hortofrutícola de Colombia, Asohofrucol, es una organización nacional de carácter gremial que tiene como propósito el mejoramiento de las condiciones sociales, económicas, laborales, culturales y familiares de los productores de frutas, hortalizas, plantas medicinales y aromáticas del país.
Para tal fin, cuenta con su sede principal en la ciudad de Bogotá y 22 oficinas localizadas en los principales departamentos hortofrutícolas del país. La organización cuenta con cerca de 71 mil productores asociados a nivel nacional, representados en 22 comités departamentales.
Cabe anotar que es la administradora de los recursos del Fondo Nacional de Fomento Hortofrutícola por contrato suscrito con el MADR, y es responsable del recaudo y la inversión de la Cuota de Fomento Hortofrutícola. Adicionalmente, Asohofrucol, se encuentra constituida como Empresa Prestadora de Servicio de Asistencia Técnica Agropecuaria, EPSAGRO, a nivel nacional y está certificada bajo la norma ISO 9001-2008.
El claro propósito de la Asociación es propender por el mejoramiento de las condiciones sociales, económicas, laborales, culturales y familiares de los productores de frutas y hortalizas del país; defender los derechos individuales y colectivos de sus asociados, en la búsqueda, obtención y preservación de una regulación del mercado.
Las actividades adelantadas por Asohofrucol no son pocas y por ello, dentro de sus acciones, apoya y coordina actividades de promoción, formulación, ejecución e investigación, así como evaluación científica del subsector hortofrutícola. También transfiere conocimiento y capacita a los productores de frutas y hortalizas y a sus asociaciones.
La labor no para allí porque además identifica y desarrolla mercados y productos en el escenario internacional, acopia y difunde información del subsector hortofrutícola para su fortalecimiento económico, social y empresarial. No menos importante está el representar los intereses de los productores hortofrutícolas del país ante el gobierno nacional, el Fondo Nacional de Fomento Hortofrutícola. La vocería se extiende a organismos internacionales y demás entidades públicas y privadas, pero en síntesis desarrolla acciones que contribuyen al mejoramiento del subsector Hortofrutícola colombiano.
Un sector que se puso mosca con las frutas
El tema fitosanitario ha estado en primer renglón. Es por ello que la Asociación, a través del convenio Asohofrucol-ICA TR 1325, realizado entre 2013 y 2014, llevó a cabo el control del insecto plaga en los conglomerados frutícolas establecidos, alcanzando positivos resultados, que ha generado la aceptación del manejo integrado de las moscas de las frutas, entre los productores como son los casos de los aglutinados, de mango en los departamentos de Antioquia, Cundinamarca, Atlántico, Magdalena y Tolima, pasifloras en el Huila y Valle del Cauca; guayaba en Santander, Meta y Valle del Cauca. Igual el plan amparó durazno en Norte de Santander.
Según Asohofrucol, el proyecto fue desarrollado en 11 departamentos y 1.072 predios que agrupan 3.990 hectáreas, donde se realizaron 105 seminarios, temas relacionados con la biología y los hábitos de las moscas de la fruta. Una estimación del alcance máximo del proyecto permite concluir que se realizó un impacto positivo de los 11 departamentos, beneficiando una población de 8.795 productores de fruta.