Domingo, 26 Diciembre 2021 06:51

Brahman al rojo vivo, ganadería y genética cebú que embelesa

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En temas de Brahman Rojo el prestigio lo acopia la finca San Rafael, propietaria, no solo de una reputación bien ganada, sino de un reconocimiento en el frente genético en donde los resultados son contundentes.

Colombia es sin duda alguna un país de vocación agrícola y ganadera, desde hace más de 500 años los bovinos han acompañado no solo a los hacendados colombianos, sino que le dieron oportunidad e ingreso a los criadores de América Latina que sacaron provecho de razas y particularidades. Hablar de ganadería es poner en contexto desarrollo, crecimiento, ruralidad, empresa, seguridad alimentaria, empleo, progreso, genética y tejido social.

El Brahman rojo es un ganado de origen estadounidense que fue posible gracias a un trabajo genético que unió dos linajes, Gyr e Indubrasil, que a su vez fue el resultado de cruzar Gyr y Guzerá. En Colombia el Brahman rojo está desde los inicios del siglo XX, casi que, con el final de la Guerra de los Mil Días en 1902, un país que en ese entonces avanzaba en agricultura y exportaciones por lo hecho en caficultura.

El ganado Brahman, como un todo, rojo, blanco y gris, es la base de la ganadería nacional. Este tipo de bovino es una espectacular línea cebú que a la fecha compone más del 95 por ciento del rebaño nacional.

La raza fue lograda en Estados Unidos tras la importación de bovinos desde la India, un ganado que se conoció como Brahman o Cebú. Los expertos en el tema ganadero aseguran que en la obtención del Brahman Americano mejorado o moderno fueron utilizadas las razas cebuinas Nellore y Gyr, aunque se habla de una tercera.

Los colombianos han sido supremamente inquietos con los cruzamientos y el manejo genético en busca de mejoramiento, rendimientos y rusticidad. En ese sentido un referente estimable y de gran reconocimiento nacional e internacional es la hacienda San Rafael, de donde sale material genético, fruto de los estudios, los análisis y unos cruzamientos que mejoran el linaje puro, empero también unos bovinos comerciales de espectacular atributo. El trabajo de este rancho es motivo de orgullo, pues en más de 25 años, San Rafael afianzó, y de qué manera, una raza Brahman de enorme desarrollo científico y técnico, apreciada en Colombia y en no pocas latitudes por fuera del territorio. Esta finca apostó por una cultura en torno a los cruzamientos y combinación de vacunos de múltiples razas con una base muy sólida en Bos Indicus y Bos Taurus.

La llamativa hacienda, todo un emporio ganadero, logró especializarse en Brahman Rojo, una raza pura adquirida de otras ganaderías con merecida reputación genética, tal es el caso de La Primavera del Norte de Cartagena, La Judea de Caucasia y La Mazorca de Santa Fe de Antioquia.
Gracias a ese banco formado con disciplina y entrega, la propiedad le dio vida a una vacada de gama alta con un sello único que marcó un hitó en la loable historia ganadera de Colombia.

Hay que decir que San Rafael sigue poniendo a disposición del hato nacional la mejor genética, ello en aras de que los ganaderos mejoren sus reses, todo con un compendio de conocimiento, experiencia y calidad. La enorme hacienda es sin temor a exagerar la meca del magnífico Brahman Rojo.

 

José Humberto Espinosa Madrid

 

En charla con Diariolaeconomia.com, el ganadero y propietario de la hacienda San Rafael, José Humberto Espinosa Madrid, afirmó que lo ideal es trazar metas sobre pilares de compromiso, trabajo y excelencia para poner a disposición de los ganaderos más exigentes un Brahman Rojo mejorado, totalmente garantizado para hacer todo tipo de cruces, ello buscando la excelencia en cada uno de los ranchos que cría ganado.

Aseveró que actualmente el Brahman Rojo está en todo su furor, porque no solo lo compran en Antioquia sino en todos los departamentos, pues no en vano los contactan de la Colombia ganadera, lo que incluye Guaviare, Vichada y otras regiones, es tan dinámico el comercio de esta raza que la hacienda despacha para todo el país, salvo San Andrés Islas y la Amazonía. Día a día, este tipo de ganado puntualizó el empresario, va tomando más fuerza y delirio, pues todos quieren uno o varios rojos para optimizar sus explotaciones.

Hace 35 años, comentó el experto antioqueño, existían en Caucasia tan solo dos ganaderías de rojo, La Judea y la que inició él con mucha fe y total confianza. Hizo caso omiso a frases como que la moda pasa y después de tres décadas y media la raza sigue muy vigente y con cifras importantes en demanda. El boom del Brahman Rojo es tan grande que, por cada 100 ejemplares vendidos, se comercializa uno blanco, posiblemente dos o tres, igual criado y mejorado en los predios de San Rafael.

 

“Yo fui a los llanos hace unos 14 años, invitado para dictar una conferencia con unos ganaderos y nadie quería Brahman Rojo, lo repelían, pero el tiempo pasó y hoy todos piden esta raza, se despacha a meta, Casanare, Guainía y Vichada, a la fecha en el oriente de Colombia y en su extensa llanura, es donde más se vende ganado rojo. Los despachos son importantes y la comercialización del linaje es impresionante, en vista que un toro puede conseguirse desde 55 millones de pesos, unos ejemplares que valen plata, porque son sin duda demasiado buenos”, declaró el señor Espinosa Madrid.

 

Agregó que la ganadería San Rafael emprendió hace 24 años en el tema de mejoramiento cuando dio inicio a la obtención de embriones, el experto expuso que en esos menesteres la finca lleva más o menos 20 años. Desde ese tiempo el empresario empezó a trabajar con toros americanos y nacionales, apostó por cruzamientos y fue atraído por líneas genéticas de leche norteamericanas como pasó con el 61, el 80, 25, Tomas 107 y una serie de toros conocidos como proverbiales, que fueron cruzados con toros colombianos que mejoraron producción lechera y color.

En los últimos siete u ocho años, la hacienda ha trabajado toros americanos para optimizar volumen y producción de carne, pero igual se han visto excelentes resultados con bovinos de la casa, tal es el caso de 91, Napoleón, Tomas 107, Matías, Jacobo y otros de gran pureza y condición, como el adquirido a la ganadería San Julián en el remate de Villavicencio hace unos días. 

 En síntesis, San Rafael logró una base sólida e importante con los toros americanos que fueron complementados con bovinos colombianos, lo cual dio como resultado unos espectaculares rumiantes de la raza. Puntualmente todo se basa en ejemplares legendarios, de ganaderías de los Estados Unidos. Los bovinos fueron inicialmente el 61, el 923 (hijo del 61), el 80 (hijo del 61), el 4-95 (hijo del 80 Tomás), 107 (hijo del 80); e inmediatamente se incorporaron los famosos “Napoleón” 295 y el 991 “Tesoro Cariñoso”, más adelante el “Matías” 416, luego el “Gran Jacobo” 075, y finalmente el “Rey Harland” 582, así como el 457.

 

“Los últimos animales mencionados son nacionales, los dos primeros de La Mazorca, el 107 de La Primavera del Norte, y los tres últimos de nuestra casa, el “Matías”, el “Jacobo” y el “Rey Harland”, padres de las mejores y más representativas donadoras”, explicó el señor Espinosa Madrid.

 

El productor vislumbró los mejores saldos, apostando por una combinación con vacadas superiores, a partir de genética privilegiada de Brahman Rojo, también logró acuerdos con reconocidos productores de Guzerá y Girolando, igual con otros prestantes ganaderos de Asocebú, Asosimmental y Asojersey. El empresario, afortunadamente tozudo, usó toros ingleses Hereford, que una vez cruzados con Brahman Rojo, produjeron ejemplares de carne de la más alta calidad, medida en terneza y marmóreo.

No ha resultado fácil hacer de la genética un fortín, el trabajo, muy de la casa, adelantado en la hacienda San Rafael, ubicada en Caucasia, Antioquia, ha extraído los mejores comentarios y la total admiración.

Los toros de gran cualidad vienen de una sola hembra, la 075, hija de la vaca 800, hermana de 991, como quien dice la 800 es la madre de la 075 y de 991, ni más ni menos que, el origen de una ganadería de enorme crédito, San Rafael, la empresa de mostrar en el Bajo Cauca Antioqueño.

En el sur de Córdoba engordan y crecen también los ganados de Espinosa Madrid, un egregio seleccionador y mejorador de ganado Brahman, de tan alta especificación en sus cruzamientos, que hoy es la firma obligada para consultar y adquirir lo mejor en carne, leche y genética.

A la finca de José Humberto Espinosa Madrid acuden los ganaderos de toda Colombia, buscando desde luego, genética, toros, donadoras, embriones y semen. El ganadero tiene una vasta experiencia y goza de tanta confiabilidad que quienes quieren optimar sus fincas acuden a su selección y mejoramiento, pues de la hacienda del antioqueño salen toros puros o ejemplares F1 con calidad máxima, adquiridos como de mejoradores de hatos y vacadas.

Espinosa sabe que es el más entregado ganadero y especialista de Brahman Rojo, es una persona que no conoce la pausa y por ello sigue religiosamente trabajando en la evolución, como también en el perfeccionamiento de un ganado lleno de condiciones.

Su finca con más de 80 toros de alta pureza, 140 donadoras y más de 3.000 receptoras, produce embriones y crías en alto número por monta natural, reproducción in vitro e inseminación artificial, todo para abastecer un mercado en donde el mejoramiento es el común denominador y la genética pura el instrumento de mayores rendimientos, calidad y ganancia.

Insiste el reconocido ganadero que solamente con genética y evolución de las razas es posible mejorar y ampliar la producción de leche, carne y por consiguiente de la rentabilidad. Recomendó hacer uso de las herramientas reproductivas de manera efectiva y bien aplicada. Indicó que la biotecnología hace parte de los más modernos procesos de mejoramiento.

 

 Es tanto el convencimiento de la biología como vehículo para optimizar linajes, que Espinosa Madrid, invirtió de manera importante en herramientas biotecnológicas de punta, muy de avanzada y esenciales para la reproducción masiva de bovinos, básicamente Brahman Rojo puro. Su finca cuenta con innovación y todo un entorno de investigación que facilita la ganadería. El empresario reunió un grupo de técnicos, científicos y conocedores que trabajaran el mejoramiento genético en un laboratorio moderno que permitirá llevar más y mejor producto para que los ganaderos opten por excelentes rendimientos.

Sobre las características del Brahman Rojo, el ganadero destacó que se trata de un bovino que entra por los ojos, apuntó que es un animal que gusta, de tan buenas tipologías que en principio encantaban a las mujeres, señoras y señoritas, con tan buen ojo que veían potencial en un bovino imponente. Aparte de talla, calidad y cantidad en carne, el ganado rojo, manifestó Espinosa, produce más leche, un tema comprado. La finca hace los F1 con Simmental, Jersey, Pardo Suizo, con Holstein, todo con base en ganado rojo, que es sin duda más productor de leche, un concepto que defiende el reconocido empresario.

En opinión del conocedor, los cruces son determinantes para darle sostenibilidad a la ganadería, hoy, sentenció, quién no se dedique a producir ganado rojo está por fuera de la cría óptima y se lo lleva el espanto, pues el rojo está teniendo más demanda que el ganado blanco, recalcó, por cada cien rojos despachados salen a venta entre uno y tres blancos.

La finca cuenta con vacas hermosas, donadoras espectaculares, ganados blancos de lujo, pero la realidad, subrayó, es que el rojo está mandando la parada.

Los ganados Brahman generalmente tienen el mismo peso, pero en los rendimientos es clave la alimentación, Para el caso de San Rafael, en potrero hay animales con pesos de 600 y 700 kilogramos, aclaró que hay otras ganaderías en Córdoba que reportan rendimientos por encima de los 800 y 900 kilogramos.

Fue recurrente que los ganados de San Rafael dan al peso 600 o 700 kilogramos, tanto en ganando rojo como blanco en potrero, cuando ya están estabulados o semi-estabulados, registran en bascula 1.200 y 1.300 kilogramos, pero en pastoreo que es donde se mide el rendimiento de los ganados el peso es de 600 o 700 kilogramos.

Sobre las importaciones de carne, el ganadero dijo que no son recomendables por su alto costo, el cual está castigado en Colombia con el nivel de devaluación. Un kilo de solomillo en Caucasia, dijo, vale 30.000 pesos, en Medellín 50.000, pero la carne importada en la misma cantidad vale el doble o más, 100.000 0 120.000 pesos.

Conceptuó que, sin negar que las carnes importadas son muy buenas, las producidas en Colombia igual son muy sabrosas, además obtenidas casi que, de manera orgánica, ya que son ganados levantados con sistemas silvopastoriles, totalmente cuidados, con buenas prácticas ganaderas y con toda la trazabilidad posible. Una carne, sostuvo, deliciosa, con atributo y confiable.

Hay gente que compra cortes traídos del exterior, lo cual busca devaluar el ganado local, unos ejemplares de gran calidad, espectaculares y de características únicas, fácilmente el mejor por sabor y por todo.

 

Los insumos han golpeado el costo de producción

 

 Un lío actual es el rompimiento de la cadena de suministro con el encarecimiento de los fletes y la falta de contenedores y barcos, situación apremiante que impactó el precio de los bienes básicos, insumos y productos terminados.

Los ganaderos no son la excepción del terrible problema y están pagando insumos a precios muy por encima del valor de hace un año, los productores estiman que los sobrecostos pueden estar fácilmente en el 200 por ciento. Para no ir tan lejos, un bulto de urea costaba hace un año 60.000 pesos, hoy su valor es de 160.000 pesos, igual subió el maíz, pero el precio se disparó también en medicinas veterinarias, bolsas para empacar, repuestos y todo lo que pide el campo.

El tema para Espinosa Madrid es entendible, pero no viable, pues el flete pasó de 1.500 o 2.000 dólares a 15.000 o 20.000 dólares, una situación muy delicada que golpeó la canasta de los productores a nivel mundial, pues hay productos que subieron el 100 o el 120 por ciento, en algunos otros rubros ese ajuste es del 40 por ciento, igual una cifra que castiga la rentabilidad de los ganaderos.

Un bulto de sal que hace 12 meses se conseguía en 70.000 pesos hoy se ubica en 100.000, un alza importante, más cuando se mide en volumen. Por encima del 100 por ciento se han incrementado los abonos que reportan ajustes hasta del 200 por ciento, una locura. Todo eso llevó a un precio más alto del kilo de novillo gordo en pie, pues el precio que hace un año vendiéndolo en Caucasia, estaba en 5.000 pasó a 7.300 o 7.500 pesos.

“En el tema del ganado, quienes más aprovechan el negocio son los revendedores, los que procesan y ofrecen la carne, al carnicero le suben 100 pesos el kilo de novillo en pie y este último le ajusta 300 o 400 pesos por libra. La demanda es algo complejo y la determinan las tiendas de cadena y las grandes superficies, es un negocio de distribuidores de esta proteína. Un kilo de carne en Caucasia, solomito, el corte con más terneza, vale 30.000 pesos, en Medellín 90.000”, ilustró el ganadero.

Hoy el mundo ve la carne colombiana con muy buenos ojos, consideran que la pastura le da un valor agregado a la proteína, ven un aplomado y juicioso trabajo genético, un tema social afortunado, compromiso ambiental, buenas prácticas ganaderas e inocuidad, unas razones que hacen que el cliente exógeno demande cada día más el ganado gordo que prospera en las dehesas colombianas.

La demanda de carne, siendo un ítem importante en el mundo, muestra con preocupación que no todo es dicha, ya que hay pedidos que se han cancelado de grandes productores de la región como Argentina o Brasil por problemas sanitarios y por eso algunos mercados de alta exigencia recurren a ganaderías como las de Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú, países con carnes confiables e higiénicas.

 

Aun cuando parezca increíble, la carne, reveló el productor, está escaza. En un viaje que Espinosa Madrid hizo a Centroamérica notó que el 95 por ciento de la carne que consume Costa Rica es importada, igual que en otras naciones de Mesoamérica. Ante esa situación, razonó que Colombia está en un sitio privilegiado en vista que produce la totalidad de la carne que consume, con grandes valores añadidos expresados en calidad, sabor e inocuidad.

El país, calculó, no alcanza a importar 500 toneladas de carne anuales porque está demostrado que la ganadería en Colombia es eficiente, comprometida y amiga del buen producto.

A juicio de José Humberto Espinosa Madrid, el alto precio de la carne no es la consecuencia de las exportaciones, pues la cantidad que vende Colombia anualmente, a duras penas representa el uno por ciento del hato. En 2020 fueron exportados en promedio 250.000 novillos en pie y no más de 5.000 o 10.000 en canal. Señaló que es mentira decir que el precio de la carne sube por exportaciones, pues a los barcos no suben ganados de los Llanos Orientales, del Magdalena Medio, de Antioquia, Eje Cafetero y otras zonas centrales, ello porque el ganado que viaja es el de Córdoba, Atlántico, Bolívar, Sucre, Guajira, Cesar y Magdalena. Añadió que un solo ganadero cordobés tiene en cría el uno por ciento que se va a los mercados internacionales.

En el precio hay aspectos que pesan, por ejemplo, la pandemia, logística o el dólar, pero no honra la verdad quien señala a las exportaciones como responsables directas del alto precio de la carne. En Colombia, repisó, ganado sobra, el rebaño puede estar actualmente en los 28 millones de cabezas, luego la tranquilidad es toda para los consumidores.

 

“El ganado del Meta llega a Bogotá, un mercado directo para los criadores llaneros, la gente debe tener en cuenta que hay muchos factores para que el valor se incremente, repito precio del dólar, mayor demanda, Covid-19, carencia de barcos, insumos, en fin, muchas razones. Hoy el consumo de carne ha bajado, no se consume como en otros tiempos, pues el precio está entre 25.000 y 30.000 el kilo y en Bogotá debe estar mucho más costosa. Lamentablemente, el poder adquisitivo no da para invertir en proteína bovina. El dato tranquilizador es que Colombia es autosuficiente en vacunos, hay carne de sobra y las importaciones no son necesarias, obedecen más a un capricho que busca algo distinto sin que sea mejor y mucho más caro”, afirmó Espinosa Madrid.

 

Lamentó que en un país al que le sobra la leche, se dé el lujo de importar, porque con esas compras sufren los lecheros que perfectamente están en capacidad de abastecer el país, todo dentro de un marco favorable de reglas claras del juego, porque preocupantemente los contingentes de alimentos, en este caso el producto lácteo, ingresa en momentos de alta producción.

Evocó que hace unos años de Yarumal, San Pedro, Santa Rosa y Planeta Rica salían uno o dos tracto-camiones con leche por día, en este momento de Yarumal, o solo San Pedro como mínimo, son despachadas unas 50 tracto-mulas con leche, San Pedro, es oportuno decirlo, produce diario en promedio tres millones de litros, cerca de 100 camiones de tres y cuatro ejes, cargados con el alimento, sin embargo, hay carencia de leche y el problema se puede agudizar porque los abonos subieron desproporcionadamente de precio a causa de que los pastos demandan fertilizante.

 

La firma que preside José Humberto Espinosa Madrid genera una dinámica económica muy importante, en vista que hay doce ganaderías que le producen vacunos, teniendo en cuenta que la demanda de toros y novillas es inmensa, un negocio vertiginoso que crece día a día. Reconoció que el mercado nacional es muy grande, sin embargo, acentuó que es determinante mejorar, todo posible con genética de la buena.

Espinosa es un certificado productor de genética pura y de cruzamientos que tiene como estandarte la responsabilidad. Con el prestigio que maneja sabe que su mayor fortaleza está en la credibilidad y confianza de quienes demandan sus productos y ganados. Sus clientes encajan dentro de los más satisfechos y complacidos porque han llevado y siguen llevando genética pura de San Rafael, hacienda de dónde son despachados miles de ejemplares F1 producidos a través de cruces con diversas razas.

El propietario de hacienda San Rafael anotó que en ganadería y puntualmente en F1, lo esencial es cruzar bueno con bueno para que el resultado sea igualmente bueno, es decir mejores rendimientos en carne y leche. Espinosa está haciendo genética desde 1996, su consigna es innovar y avanzar sin descanso. Con el laboratorio, la idea es poderle servir a la ganadería y poner en el mercado Brahman Rojo, así como animales especializados en leche, unos bovinos atiborrados de calidad con mayor perspectiva en carne y leche.

Todo el trabajo hecho por San Rafael es admirable, la producción de F1 es muy común en la hacienda, solo que busca lo mejor en cada raza para superar las expectativas de cada productor. El dinámico José Humberto Espinosa Madrid, sigue mezclando Brahman Rojo con Jersey, Holstein, Pardo Suizo, Simmental, Normando, Hereford, Jersey con Gir lechero y Guzerá. Igual cruza Simmental con Guzerá. El experto defiende su tesis que los mejores ganados son los híbridos, ya que los cruzamientos redundan en especies mucho más eficientes y rentables.

 

Brahman, un ganado que enamoró desde hace rato

Este ganado asiático de joroba, como se dijo, llegó a Carolina del Sur, Estados Unidos, en 1849, luego que fuera enviado un toro desde Inglaterra. En 1885 fueron llevados dos machos grises adicionales, en este caso los animales no pasaron por Reino Unido, sino que fueron desde India a Texas. Al llegar muchos quedaron maravillados, pues uno de los toros pesaba algo más de 800 kilos. Con el llamativo porte de los animales fueron cruzados con razas europeas o Bos Taurus, lo que significó el primer paso en la consecución de un inimaginable bovino llamado Brahman. El mercado cebú siguió de manera importante en 1906, pues los norteamericanos, residentes y granjeros de Texas, vieron grandes propiedades en el bóvido indio.

 

Los toretes Cebú, llevados a tierra americana no solo llegaron a mejorar la genética, algunos toros estuvieron en la industria del entretenimiento, más puntualmente en los actos circenses. Un buen punto de referencia en la raza Brahman Rojo tiene que ver con los años 1924 y 1925, periodos en los que llegó ganado procedente de Brasil, el cual hizo una primera parada en México, se trataba de unos híbridos cebú con Taurus y Guzerá, igual llegaron en el contingente brasilero, 210 toros y 18 vacas, bovinos Gyr y Nellore.

Por allá en 1924 se creó la American Brahman Breeders Association, una asociación que de inmediato hizo apertura del libro genealógico. Después de importar animales de India y Suramérica, de probar todo tipo de cruzamientos el Secretario de la Asociación, señor JW Seartwelle bautizó la nueva raza, Brahman.

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