El pargo lunarejo, científicamente denominado lutjanus guttatus es una especie de pez demersal que habita los arrecifes. En estado juvenil, se le puede ver formando grandes cardúmenes en estuarios y la boca de los ríos, Se encuentra distribuido desde el Golfo de California, México hasta Perú según precisa un trabajo extraordinario sobre esta especie adelantado por Arrellano - Martínez, en 2001.
Según los expertos, en la región pacífica colombiana, el pargo lunarejo es de las especies más capturadas en la pesca artesanal, su sabor y riqueza proteínica ha hecho que se le considere como un recurso alimenticio y gastronómico de elevado valor económico, pero lamentablemente en los últimos años, la especie mostró y deja ver con alarma, unas reducciones estimables en las tasas de extracción, todo efecto de la sobre pesca.
Desde hace varios años, la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca (AUNAP), viene apoyando la iniciativa de cultivo de esta especie y aunando esfuerzos con el Centro de Investigaciones Educación Recreación San Martín de Pajarales (CEINER) para fortalecer los procesos de reproducción. En la estación marina AUNAP Bahía Málaga, se viene adelantando un proceso de investigación, que tiene como propósito afianzar técnicas para la producción de alevinos, y para ello es importante optimizar el mantenimiento de reproductores, sus tasas de crecimiento y supervivencia, madurez sexual y obtención de desoves en condiciones controladas. Para esto se estudió el patrón de maduración del pargo lunarejo (Lutjanus guttatus) en sistemas de cultivo tipo jaula flotante y sistemas de recirculación.
Métodos
Reproductores potenciales de pargo lunarejo, fueron capturados por pescadores artesanales, en caladeros cercanos a la población de Juanchaco, utilizando línea de mano como arte de pesca en puntos con profundidad no mayor a 30 metros. Los ejemplares pasan una cuarentena por 24 horas mientras se aclimatan, luego se sedan para hacer el ingreso, este consiste en marcar al cada animal con un microchip, definir el sexo por anatomía y determinar la madurez sexual, en el caso de las hembras se le extraen una muestra de huevos y del macho se hace un masaje abdominal para extracción de semen. Los reproductores se alimentan a saciedad con alimento húmedo, verbigracia camarón, calamar y pescado.
Un lote de 28 ejemplares fue repartido en partes iguales en dos sistemas de cultivo, el primero, una jaula flotante (JF) de ocho metros de diámetro y dos metros de profundidad efectiva ubicada frente a la estación, y el segundo, un tanque circular (TR) de 12 toneladas de capacidad con recambio y aeración continua.
Cabe anotar que, en intervalos mensuales, los reproductores fueron evaluados en términos de peso, longitud total y estado de madurez. El procedimiento de muestreo se realizó anestesiando el animal con aceite de clavo para disminuir el estrés. La maduración en machos se determinó por la presencia (maduro) o ausencia (inmaduro) de semen, para el caso de las hembras, explicó la autoridad pesquera, se toma una muestra de huevos con una cánula y luego se revisan al microscopio para medir el diámetro de las ovas. Diámetros por debajo de 250 micras, precisó la entidad, estaban inmaduras, hasta 550 estaban listas para proceso de reproducción y por encima ya estaban fuera de tiempo.
Resultados
Los reproductores potenciales fueron evaluados entre los meses de septiembre a noviembre en los dos sistemas de cultivo, durante este tiempo se realizaron ensayos de reproducción. Cinco hembras fueron inducidas al momento del ingreso y al terminar el ensayo regresaron a su sistema de cultivo. Los machos que marcaron en la primera evaluación semen abundante se utilizaron en los ensayos de inducción, y tras el periodo de ensayo, se fue notando una disminución en la cantidad de material espermático hasta quedar completamente inmaduro.
En el tratamiento JF, precisó la AUNAP, los machos mostraron varios patrones de desarrollo. Algunos, aclaró, fueron regresiones de semen abundante hasta inmaduro, otros, fueron progresiones cortas que inician con poco semen y pasan por un periodo de inmadurez hasta llegar poco semen nuevamente.
Las hembras de este tratamiento, igual aclaró el ente que regula la pesca colombiana, alcanzaron un máximo de desarrollo de masas de 250 micras. En el tratamiento TR, se evidencio un patrón muy similar al TR. Las hembras después de los ensayos de inducción no mostraron signos de maduración, también se evidencia un aumento en el diámetro de los ovocitos, con máximo grado de maduración 250 micras. Un ejemplar macho mostro una progresión completa en el desarrollo, iniciando en inmaduro y terminando en semen medianamente abundante.
Análisis de resultados
Por sus bastas investigaciones, la AUNAP indicó que bajo condiciones de cautiverio, los peces pueden sufrir alteración en el proceso reproductivo, que perfectamente se asocian con el estrés producto del manejo, calidad de agua y alimentación. Los expertos han determinado que machos y hembras dejan ver inconvenientes donde no se alcanza la espermatogénesis ni la vitelogénesis con el esperado éxito.
Los estudios hechos permitieron conocer que en hembras, por ejemplo, su desarrollo puede iniciar la fase de vitelogénesis, o el proceso de formación de la yema, todo por medio de nutrientes depositados en el ovocito o célula germinal femenina la misma implicada en la reproducción de organismos lecitotróficos o vivíparos, pero al llegar a la puesta se detiene la maduración final y las rupturas o interrupciones más comunes en machos se asocian con la reducción en la cantidad de semen producido, viscosidad alta y baja motilidad de los espermatozoides.
Los patrones de maduración observados en el stock de referencia de pargo lunarejo sometido a dos condiciones de cultivo, comentaron los científicos de la AUNAP, mostraron maduración lenta tanto en machos como en hembras, y en algunos casos, incompleta.
Otro patrón observado por los conocedores, se relaciona con las hembras seleccionadas para el ensayo de reproducción, tras el tratamiento con hormona no se registraron desoves fértiles, además, en posteriores evaluaciones no se volvieron a registrar maduraciones. Según los estudios publicados por los más versados en el tema, las inducciones con hormonas tienen efectos secundarios sobre la fisiología del pez, ello está relacionado, comentan, con el reconocimiento del sistema inmune a la naturaleza bioquímica de la hormona, que puede producir estrés fisiológico y retardar un desarrollo gonadal subsecuente.
Finalmente, rezan los documentos firmados por connotados investigadores, los problemas de maduración son una limitante para la sostenibilidad de la producción en acuicultura, por el abastecimiento de alevinos, por lo tanto, es de suma importancia desarrollar protocolos óptimos para lograr la maduración en condiciones de cautiverio sin depender de las inducciones hormonales, mediante el control de factores de temperatura, salinidad, fotoperiodo y proporciones sexuales.
También es muy importante el manejo del alimento. Es necesario, en consecuencia, incluir dentro del plan de alimentación, insumos ricos en proteínas y lípidos, con el fin de lograr una maduración más eficiente dentro de las condiciones actuales que brinda la estación marina AUNAP Bahía Málaga al stock de reproductores de pargo lunarejo.