La concentración de la tierra, el despojo, la pobreza y un modelo económico que desestimó la actividad campesina, fueron aspectos que hicieron de Colombia una bomba social y económica que sin lugar a dudas demanda una pronta y sabia solución, ello sin afectar la propiedad privada y llevando ese mensaje de tranquilidad a quienes han trabajado por tener activos rurales para diversas explotaciones.
Hoy el asunto tiene diversas lecturas, como quiera que sea, la reforma agraria fue una falsa promesa, una parte del discurso enlabiador que muchos políticos utilizaron para llegar a la pomposa Casa de Nariño. Actualmente el tema es urgente porque el país necesita conjurar un relicario de problemas que van desde avalar un ingreso digno hasta la tranquilidad sobre la base del trabajo y la renta. De vieja data se ha visto dicha transformación como la destreza que, hecha de buena forma y sin agredir, conducirá a las soluciones que pide el país a gritos, ya que actualmente la sociedad toda vive flagelada por violencia en los campos, desplazamiento forzado, desempleo, una pobreza que está alcanzando la miseria y todo un escenario ideal para el narcotráfico.
Los problemas son visibles, hay mucha tierra e innecesariamente personas en las grandes urbes sufriendo ya que lo único que saben hacer es sembrar, una labor que se abandonó porque para los grandes pensadores de la economía criolla importar era más rentable, es decir era perentorio darle una mano al productor exógeno y eliminar la vocación agraria nacional.
En los anales de la historia reposa como quimera la reforma agraria de 1961 hecha en el gobierno del Presidente Alberto Lleras Camargo, quien a través de la Ley 135 del año citado, le dio vida al Instituto Colombiano para la Reforma Agraria, INCORA. En ese tiempo el liberalismo en el poder recibió el espaldarazo de la Alianza para el Progreso, un movimiento radicalmente reformista.
En ese inicio de la década de los sesenta, el excelentísimo señor Presidente Lleras Camargo pasó a la historia por liderar la que es considerada segunda más relevante reforma agraria del siglo XX. En su aplicación fue utilizada la ley de extinción de dominio y fueron readjudicadas muchas tierras.
Hoy el país se mueve en medio de la incertidumbre y espera que después del siete de agosto con la toma de posesión del Presidente electo Gustavo Petro, empiecen a dilucidarse las medidas y políticas que le pondrán orden a la tierra en Colombia.
Es prudente decir que la reforma tributaria es un término antiguo por cuanto fue utilizado en Europa y en la América colonial, sin embargo, con el correr del tiempo este tipo de proceso fue marcando un hito en cada nación de América Latina.
Colombia es un país de 32 departamentos con una superficie de 1´141.748 kilómetros cuadrados en donde una ecuánime repartición de tierra, la adecuación de los predios, la construcción de infraestructura y la dotación de veredas con verdaderos bienes públicos, darían un salto en calidad productiva, en aras de enfrentar desafíos como la anunciada hambruna, un mayor comercio y lógicamente un generoso y rentable abastecimiento.
Según los antropólogos en Colombia hay presencia humana desde hace 14.500 años y a juzgar por el ADN y los diferentes modos de vida en un país tropical y complejo, la vida no ha resultado del todo fácil en siglos y siglos de existencia.
En diálogo con Diariolaeconomia.com, la presidente de la Asociación Colombiana de Criadores de Búfalos, Asobúfalos, Claudia Patricia Roldán Calle, afirmó que hay confianza en el Gobierno que está por arrancar, en su criterio, en la investigación y el análisis que hará de cara a sacar adelante la reforma agraria planteada. Consideró que justo en ese punto el gremio bufalino entraría a jugar un papel muy importante, puesto que los búfalos hacen parte de los programas de desarrollo en los países asiáticos en donde hay un bajo poder adquisitivo y una corta posibilidad de tierras.
Indicó que por fortuna Colombia no tiene esa carencia de tierras, pero sí reporta inconvenientes de poder adquisitivo, lo cual invita a sellar una alianza muy importante entre Gobierno y productores para poder llegar a una muy buena utilización de las tierras, de las cuales saldrá proteína y alimento para una población que la demanda, un asunto que reviste la mayor importancia porque es muy posible que con la venidera apertura de la frontera con Venezuela, exista la necesidad de llevar de manera inmediata bienes y derivados para el país hermano.
En opinión de la dirigente gremial, tener tierra es importante, pero aclaró que no es lo único transcendental a la hora de producir, por lo que es necesario considerar planes estructurados porque en los programas de repoblamiento se les ha entregado búfalos a personas que desconocen el manejo y las propiedades del animal, una pena en vista que se pierde la buena gestión de apostar por la mejor alimentación de las personas y optimizar su calidad de vida, todo porque se adolece de una juiciosa capacitación para la tenencia de los bóvidos que trunca los buenos resultados.
“Es muy importante la asistencia técnica gremial que Asobúfalos ya ha realizado y para la cual tiene crédito ante las entidades estatales por el buen manejo de los recursos. Va a ser muy significativo que el Gobierno tenga en cuenta que esos disciplinados productores realizan una labor muy importante a la hora de exportar. Si bien desde las esferas gubernamentales se apoya al sector con apertura de mercados, finalmente somos los privados quienes llegamos a los clientes finales y los que arriesgamos el capital, exponiendo la actividad a que entre o no al destino final, tanto en oferta de carne como derivados lácteos, en ese frente somos los bufaleros quienes le ponemos el pecho a la inversión y al dilema que implica producir, algo que el nuevo mandato debe tener en cuenta para apoyar todas las exportaciones, no solo de cárnicos sino de ganado en pie”, declaró la muy amable señora Roldán Calle.
Hizo un llamado para que se haga un análisis muy exhaustivo del sector y que ello de pie para que escuchen a quienes han sido exportadores y pueden mostrar la forma como se realiza la actividad, esa que jamás atenta contra el bienestar de los animales, caso opuesto, aclaró, ha habido despachos en donde los ganados logran un relativo confort porque abandonan zonas inundadas y difíciles cuando no áridas y castigadas por veranos demasiado fuertes.
Dijo que la ruralidad colombiana es muy diferente si se tiene en cuenta que hay diferentes zonas. Un asunto que lleva a reflexionar, apuntó Roldán, es que en el país no hay agua disponible en todo su territorio, sin embargo, hay sitios con excesos de recurso hídrico que impacta las explotaciones.
Un dolor de cabeza en el campo, agregó, es que no hay vías terciarias suficientes en la totalidad del país para sacar los productos terminados llámense ganados o leche, un aspecto que dificulta mucho el trabajo, como si fuera poco hay falencias de seguridad en la mayoría del territorio, todo hace convergencia con una serie de trabas que de la mano del Gobierno se podrían superar para darle rienda suelta a un desarrollo contundente.
“Es muy importante que nos tengan en cuenta y escuchados a la hora de tomar decisiones. Una reforma agraria no se puede hacer desde un escritorio, ya que el reto obliga a caminar y conocer el país. Quienes hemos recorrido los rincones somos los productores y en este caso, en Asobúfalos quienes hemos llegado a la Colombia ignota, en donde con dificultad hay presencia institucional. Logramos avanzar con la propuesta bufalina a lugares apartados de Casanare, Vichada, Caquetá y absolutamente todas las regiones, ahí arribamos para apoyar a esos nacionales que quieren construir país desde el campo”, precisó la Presidente de Asobúfalos.
Una reforma agraria, recalcó es bienvenida sobre la base de la coherencia, la consecuencia, la estrategia y el estudio previo en donde el impacto sea favorable para el universo de productores, todo sin generar detrimentos y sí por el contrario catapultar la producción agrícola y pecuaria que será de hecho la gran apuesta en Colombia y el mundo.
La iniciativa, puntualizó, necesita la voz de quienes están en los campos, pues el tema no resiste análisis desde el aire porque si bien hoy el país suma muchas tecnologías, es muy diferente sobrevolar a caminar la región, una labor que ha hecho el gremio encontrando enormes opciones en esa Colombia profunda y a la deriva, motivo por el cual sería muy importante lograr sinergias con un Gobierno nuevo, así como fresco en el que creemos porque sabemos de su capacidad, honestidad y trayectoria.
Destacó el conocimiento y la disposición de la Ministra designada de Agricultura Cecilia López Montaño, una persona inquieta, trabajadora y comprometida con la causa rural, una serie de condiciones que ilusionan porque se vislumbra una labor conjunta.
En la reunión que sostendrá el sector de los búfalos con el nuevo Gobierno, hay mucha tranquilidad y optimismo por cuanto se trata de un sector que supo apostar por el crecimiento económico, el tejido social y la inclusión, todo sustentado en distintas regiones, en donde el búfalo es parte del entorno.
Colombia, aseveró la directiva, ha mostrado oficio, pues hace parte del selecto grupo de 60 países productores de alimentos a partir del búfalo, una experiencia reconfortante porque a la fecha se pueden mostrar muy buenos trabajos, lo cual acompañado de conceptos y experiencia ha dejado muy buenos logros. Lamentó que en ocasiones y sin conocimiento se les tilde a los criadores de esta especie como invasores de tierras, un estigma que no cabe porque hay estudios serios en donde los búfalos fueron vitales en la recuperación de suelos tal y como lo dejan ver países como Italia, Holanda, Costa Rica y muchos otros que lograron rescatar las llamadas tierras bajas.
Aparte de bienes públicos e infraestructura lo cual incluye riego, el campo urge, según Claudia Patricia Roldán Calle, de capacitación, todo en sus cuatro puntos cardinales, es decir que de nada sirve entregar una tierra para dejarla a merced de la naturaleza porque así pierde todo el país ya que dejará en cadena de ser productivo. Destacó la eficiencia de la ganadería amén de las hectáreas que utiliza, pero insistió en analizar profundamente el sector, ejercicio que permitirá encontrar bondades y alta productividad.
“Así como el maíz, el sorgo y otros productos necesitan también de insumos que en algunas épocas suelen agotarse, para el saneamiento de hatos ganaderos necesitamos permanentemente poder contar con reactivos y hemos encontrado que también en muchas oportunidades estos sufren de extenuación y eso entorpece el proceso que el ganadero quiere realizar, entonces sería importante tener abastecida la cadena completa y poder llegar a un producto final que cuente con un muy buen nicho para su exportación todo porque no se trata de mandar producto y ya”, comentó Roldán Calle.
Desde su experiencia, lo relevante es tener buenos mercados, que valoren eso que Colombia hace, una meta que solo se logra con buenos productos, los mismos que se obtienen con insumos y buenas condiciones. La cadena ganadera y agrícola, repisó, demanda un estudio en el que todos participen porque no se trata de legislar por legislar toda vez que para cristalizar política pública y hacer reales los proyectos, es perentorio examinar la agricultura por dentro.
La agenda geopolítica disparó los costos de producción
Si bien hay problemas, la dirigente gremial manifestó que el búfalo tiene una ventaja importante frente al vacuno y es que requiere menos insumos, de todas maneras, expuso, los búfalos necesitan medicinas, suplementos y unos tratos que cuestan para alcanzar explotaciones rentables. Aparte de la cría, hay un tratamiento en pastos y tierras que exige una inversión considerable, verbigracia fertilizantes y otros insumos importados.
Un producto que trepó fuertemente y que pesa en la canasta ganadera es la sal mineralizada, insumo que por la complejidad logística y cambiaria sube semana a semana, un fenómeno que imposibilita trazar un presupuesto para la producción y que hace osada la toma de decisiones. Todo eso nos pone el en escenario de análisis sobre lo que es realmente improductivo porque hoy solamente se habla de tierras, pero al parecer no están viendo la actividad agropecuaria y su productividad finca adentro y se están quedando con lo observado desde los bordes de las carreteras.
Es bueno que el nuevo Gobierno considere que hay fincas que se ven inactivas en una parte, pero la realidad es otra, además recordó que hay predios en descanso y otros en donde el pasto hace parte de la dinámica para las conversiones a leche y carne.
La situación es tan tenaz en materia de precios, que las sales y otros productos para el ganado superan niveles increíbles, tan delicado como que el ensilaje en valor se multiplicó por tres, algo muy difícil y por ello sembrar maíz y otros alimentos de reserva es casi que imposible, el mismo fenómeno ocurre con las raciones nutricionales que se suministra en los hatos.
Exportaciones, un trabajo para el orgullo
En materia de lácteos de búfala a Estados Unidos, el sector es el segundo renglón en exportación, algo que el gremio califica de maravilloso y el premio a un trabajo intenso a la hora de explorar oportunidades y exigentes nichos de mercado toda vez que el producto colombiano ha logrado consolidarse por su inobjetable calidad.
Manifestó que todo suma, sin embargo, subrayó que el gremio bufalino cuenta con productores valientes, comprometidos y con visión que arriesgan y se la juegan a fondo por el tema de los derivados lácteos con sello de exportación.
Reconoció que el ejecutivo apoya a los empresarios con iniciativas que van al legislativo, decretos y acuerdos con otros países, de todas formas, fue incisiva, la aventura va por cuenta de los criadores.
Los bufaleros siguen haciendo la tarea y el hato ha crecido exponencialmente puesto que el hato de búfalos está cerca de las 500.000 cabezas, todo debido a la retención de vientres, un mandato de sagrado cumplimiento en el gremio que muestra a estas alturas una trepada interesante en el rebaño. La Presidente de Asobúfalos, Claudia Patricia Roldán Calle, expresó que los empresarios quieren tener más y anhelan seguir repuntando, pero dijo que no se ha podido abrir mercados para importación y menos para exportación de animales y genética.
Para tener en cuenta está el hecho que el alto precio del ganado en pie que ha sido una constante en los últimos meses benefició ostensiblemente a los productores, una coyuntura que estimula para seguir creciendo e innovando en las fincas.
Aseguró que lo que más incentiva la producción es el alto precio de venta y con lo que pasa actualmente, explicó, sencilla y llanamente los ganaderos están recuperando el terreno perdido en rentabilidad.
Algo se ha logrado con Italia de donde viene semen y embriones, lastimosamente, resaltó, no hay un protocolo sanitario con ningún país para incentivar la internación de búfalos. Ratificó que el Instituto Colombiano Agropecuario, ICA, es un gran aliado del sector bufalero, ya que trabaja muy de la mano con los ganaderos y apoya decididamente el levante de estos bóvidos.
El dólar caro da un empujón y mejora la caja
Con un dólar costoso, afirmó Roldán Calle, se ven favorecidas las exportaciones porque hay muchos más pesos por cada divisa recibida, no obstante, la fiesta no es completa porque, así como mejoran las utilidades, por un lado, suben los costos de producción por el otro, una ecuación que resta más de lo que suma.
“Actualmente se reporta una honda escasez de leche que justo viene del ganado y por eso esperamos un discurso claro que nos permita estar tranquilos y que nos quite los miedos o prevenciones. Necesitamos tener la certeza que contamos con un Gobierno que va a apoyar la producción, queremos propuestas e incentivos, pues desde la ganadería estamos todos listos para trabajar que es lo que sabemos y lo queremos seguir haciendo. Tenemos muchas ganas de meterle duro al campo y producir comida para Colombia y el mundo, ya que somos conscientes de las enormes posibilidades que tenemos como país”, especificó la reconocida dirigente gremial.
Entendiendo que los búfalos son ganadería, existe un adeudo con los nacionales y el mercado internacional, por eso los criadores sopesan pasajes embarazosos como tasa de cambio, rompimiento en la cadena global de suministro y la misma guerra entre Ucrania y Rusia. Al finalizar la charla, la presidente de Asobúfalos reconoció en los productores del campo arrojo, pues con firmeza han enfrentado situaciones fortuitas, teniendo que sortear todo tipo de dificultades y la actual, sustentó, fue una más, por fortuna, certificó, en el campo la gente sabe ir adelante.
Dijo que el colombiano es trabajador por naturaleza y precisó que no es hora cuando van a dejar de trabajar los campesinos y productores de la ruralidad, el reto es grande y cada uno de los ganaderos y agricultores es totalmente consciente que el país y el mundo los necesita.