El inigualable ganado Normando, de especiales características por su doble propósito tiene sus orígenes en Normandía luego de un cruzamiento entre animales presentes en esa región de Francia con ejemplares llevados por los conquistadores vikingos, todo un hecho de mejora natural entre el siglo IX y X.
De esa situación salieron nuevas estirpes como Contentine, Augeronne y Cauchoise, eso sí predominó la raza Contentine y finalmente absorbió a las otras, dando origen al linaje Normando de hoy.
La llegada de la raza a Colombia tiene varias aristas que invitan a revisar y analizar ya que según algunos registros la casta fue vista en el país en 1877, animales que entraron por el río Magdalena, más exactamente por Barranquilla, fueron a la cálida Honda, al Tolima y se acoplaron muy bien en Cundinamarca. Dicen los cronistas que por exceso de estrés los animales perdieron peso y condición física.
La otra parte de su llegada es todavía más interesante, este ganado arribó en avión, fueron 64 ejemplares los importados en 1964 porque los ganaderos buscaban hacer mejoramiento genético y con ello aumentar la eficiencia en leche y carne, un trabajo lleno de adeudo que se hizo con expertos de la raza tanto de Francia como de Colombia. Ese tipo de importación vía aérea se vio interrumpida por el tremendo brote de fiebre aftosa en Europa. Del contingente que atravesó el Atlántico en avión, unos bovinos fueron al Valle del Cauca y otros a Cundinamarca, todo un fortín de la raza.
En 1944 con el nacimiento de la Asociación Colombiana de Criadores de Ganado Normando, Asonormando, la raza se vio mucho más dinámica, ya en la década del 70 llega semen y con ese material adquirido en 1979 se adelantó un interesante mejoramiento, desde su creación el gremio sigue apostando por la evolución y crecimiento de una raza espectacular y llena de sorprendentes atributos.
El director técnico de Asonormando Alejandro Garavito Henao, le dijo a Diariolaeconomia.com, que básicamente, el proceso que viene haciendo la asociación es utilizar genética tanto francesa como colombiana y por eso a partir de 2013 fueron puestos en el mercado toros genómicos colombianos de ascendencia francesa, pero criados en Colombia y hechos bajo una estricta dirección y seguimiento de los genetistas, todo bajo un rígido protocolo y acudiendo a los más agudos controles técnicos de la asociación.
Expuso que en aras de optimizar la raza fueron tomados machos, producto de una indexación de la población así como de hembras superiores que permiten en los procesos de cruce tener mayor valor genético, todo para depositarlo en los toros que serán analizados en su ADN, estudio que es remitido a Francia para hacer una comparación de la base genética de la raza, identificando los machos, pero también cuantificando el impacto en la población, una exploración que termina con la escogencia de los toros que mejores resultados arrojen para ser utilizados como sementales en Colombia.
En su explicación, el zootecnista apuntó que cuando nacen las crías, los machos son examinados en campo por el Departamento Técnico de Asonormando para asentir una correcta conformación. A los machos seleccionados, especificó, se les toman muestras de pelo y cartílago que van a laboratorio en donde se hacen pruebas de procedencia, así como la extracción del ADN en un laboratorio colombiano autorizado por el laboratorio Labogena en Francia, que canaliza el ADN con las relaciones o enumeraciones necesarias para llevar a cabo las evaluaciones genómicas concernientes.
Cabe anotar que los resultados de los índices genómicos de los machos son presentados al Comité Técnico, con el fin de promover aquellos que muestren los más óptimos índices de producción lechera, tasas, morfología e índices funcionales.
Los machos preaprobados, detalló Garavito Henao, son sometidos a pruebas sanitarias a los siete meses de edad, en donde se considera un perfil patológico que incluye enfermedades como brucelosis, Leptospira, Diarrea Viral Bovina (DVB), Rinotaqueitis Bovina Infecciosa (IBR), Neospora caninum, Leucosis bovina y Parainfluenza.
Los animales positivos salen del programa y los que reporten resultados favorables siguen en el proceso de levante en la hacienda de origen, después de un año serán nuevamente evaluados a nivel sanitario, lo que incluye en el perfil reproductivo enfermedades venéreas como Tricomoniasis y Campilobacteriosis.
En pro de la eficiencia es hecha en campo la valoración de la aptitud reproductiva del macho, que incluye la exploración del aparato reproductor, las glándulas sexuales accesorias y la calidad del semen.
Desde el año 2009, resaltó, la asociación trabaja en mejoras, explora y de hecho participó en el “Programa Regional de sostén a las pequeñas y medianas asociaciones de ganaderos para la valorización de las razas bovinas autóctonas de los Países Andinos”, desarrollado por el Instituto Italo-Latino americano (IILA), bajo la asesoría técnica del Profesor Franco Cerutti y con el apoyo científico de la Universidad de Milán. A través de este programa, Asonormando llevó a cabo el proyecto de investigación denominado “Desarrollo del Esquema de Selección para Prueba de Toros de la Raza Normando en Colombia”, el cual tiene como objetivo fundamental seleccionar los mejores machos y hembras Normando como futuros reproductores, ya que aportarán su genética a las próximas generaciones.
El programa, precisa la asociación, ha permitido dar mayor importancia a la gestión, validación y análisis de toda la información almacenada en la base de datos, como herramienta primordial para cometer la evaluación genética de la raza.
“Desde que el programa arrancó en 2013 cuando puso en el mercado el primer toro, a la fecha se han llevado 16 machos con fines comerciales, pero se han muestreado más de 150 toros lo que hace que el programa sea muy estricto en la escogencia de los bovinos, el programa “Toro Normando Colombiano” es un plan que busca poner la mejor genética colombiana en los machos nacidos en el territorio al servicio de los ganaderos, machos que además de contar con una genealogía de ancestros franceses importante, tiene una historia ancestral bastante larga, traen encima puestos todos los 146 años de adaptación de la raza a las condiciones del país”, declaró Garavito Henao.
Comentó que, en lo atinente a material genético, se producen pajillas bajo los más altos estándares de calidad en una central de congelación que tiene los avales necesarios para exportación. Lo cierto es que la Asociación se percata de que los machos transmitan las mejores especificaciones desde el punto de vista genético y adicionalmente que cumplan con todos los estándares sanitarios exigidos por el ICA, incluso más allá de los requerimientos de la Autoridad Sanitaria.
Recalcó que Asonormando se asegura que, desde el punto de vista de reproducción y fertilidad, los toros produzcan pajillas que garanticen preñez.
Al explicar sobre el cruce con cebuinos, el conocedor dijo que lo ideal es que en el caso de cebú comercial lo ideal es hacer el trabajo de inseminación sobre hembra cebú comercial y trabajar con toro Normando con buena facilidad de nacimiento porque se busca tener la mayor información posible con respecto al toro que se utiliza, es decir que se pueda contar con el mínimo detalle y saber cuál es el mínimo de leche que les va a transmitir, qué tanta musculatura pasará y basar la selección en el reproductor del que se tierne mayor información.
La estirpe Normando ha dado los mejores resultados en cruzamientos, por ejemplo, en trópico bajo ha mostrado resultados asombrosos con razas cebuinas, en trópico alto se hacen cruces con razas lecheras especializadas y allí, expuso, la clave del proceso es utilizar toros de alto índice lechero para que haga la continuidad de la producción de leche.
“El normando lleva por sí musculatura, eso de todas formas nos permite que al utilizar toros Normando con alto índice se de continuidad a la obtención que caracteriza a la raza lechera especializada. A veces se piensa que al hacer este cruzamiento se deben utilizar toros con alto índice de musculatura, pero realmente la experiencia muestra que deben destinarse machos de alto índice lechero para que el ganadero que está haciendo el proceso de absorción de esta raza lechera especializada, pues en el primer cruce y en ese F-1, que se tiene con raza lechera especializada, el toro Normando, permita ver una hembra que garantice la continuidad de una alta producción lechera”, afirmó Garavito Henao.
Dijo que independiente de convencer al ganadero sobre las bondades del Normando, la raza, arrastra o lleva sus cualidades desde el punto de vista musculatura y el mantenimiento de una mejor condición corporal lo que favorece la reproducción y la producción en ese tipo de cruce, lo anterior sumado a la calidad de la leche porque se conservará volumen y habrá mayor presencia de proteína y grasa.
La carne del ganado Normando es reconocida por su calidad y sabor, muchos le atribuyen un marmoleo especial y una textura ideal a este tipo de proteína, pero en opinión de Garavito, desafortunadamente en Colombia no hay unos mercados que reconozcan la calidad de las carnes en general.
En el medio francés, precisó, la carne Normando ya desde el punto de alta cocina es reconocida como una carne superior a la de razas especializadas, es decir que el Normando no tiene nada que envidiarles a otros ganados desde la perspectiva del canal y calidad.
El tema, subrayó, es que en Colombia desafortunadamente no hay unos estándares de manejo adecuado de la carne, tampoco de calidad ni de valor agregado, simplemente es carne y ya, para colmo las plantas de beneficio buscan estrictamente rendimiento.
Lo que la asociación ha observado es que en novillos o vacas de descarte que tienen un adecuado proceso de ceba después de que terminan sus lactancias es que eso animales en condiciones de pastoreo, tienen una buena finalización, excelente acumulación de grasa de cobertura como también intramuscular, un marmoleo que le da terneza, jugosidad y sabor a la carne, luego es una proteína de altísimo nivel.
Insistió que para aprovechar al máximo la calidad de la carne debe haber un conocimiento y un manejo adecuado desde antes del sacrificio, justo en donde se falla gravemente en Colombia.
Retomando el tema genético, Asonormando es consciente que ha logrado grandes avances y por eso no se queda en nombres o animales determinados dentro de la raza porque justamente trabaja para evolucionar un linaje de grandes propiedades ya que la genética a avanzado admirablemente. Fue enfático en decir que hay animales muy sorprendentes e ideales para la retina, pero no por eso la selección genética debe apalancarse en bovinos de pista. Aclaró que hoy en día los animales que están llegando al mercado son toros que se están conectando entre los 14 y los 16 meses de edad, machos que tienen un respaldo genético fuerte porque se hace una evaluación genética de la raza, luego pensar en animales de pista llámese como se llame, no cautiva el mejoramiento genético que no se busca en campeonatos o cintas sino en cualidades, características, ventajas y rendimientos hallados en súper reproductores a partir de una base materna y de ancestros maternos muy sólidos, todo un trabajo que permite el uso de toros por inseminación, bovinos con rasgos genómicos probados que permitan tener garantía en la calidad que se pretende.
Hay animales muy llamativos en pista que nacieron en 1998, luego han pasado siete generaciones en las que la raza ha evolucionado de manera importante y por eso los trabajos en genómica y análisis genético, todo un compendio de trabajo en laboratorio y observaciones realmente importantes en el necesario mejoramiento de las castas lo que incluye evaluaciones genéticas de la población, así como indexación, es decir cuantificar el valor genético de un animal para determinada característica.
La dinámica, expresó, es dinámica y por eso no es consecuente quedarse con algunos refrentes porque eso estancaría la investigación y las puestas a punto que demanda cada raza.
Si bien la demanda por derivados lácteos y carne crece, más que aumentar el hato o el número de cabezas, Colombia debe apostar por especializar y a partir del mejoramiento genético, del ajuste en los procesos de crianza, levante, manejo sanitario y nutricional, la jugada maestra pasa por animales más productivos antes que adicionar vacunos al rebaño nacional. No en vano desde Asonormando se maneja el concepto, “menos vacas más leche”, es decir animales más eficientes desde el punto de vista genético y nutricional que obtengan en mejor forma leche o carne, todo desde la óptica de la excelencia productiva.
Muchas veces, señaló, se tienen muchas vacas, pero no hay una producción eficiente y lo que se tiene es que mirar eficiencias porque la ganadería desde hace unos años tiene la lupa encima desde el punto de vistas ambiental lo que obliga a ser más eficaces y calificados, buscando animales que produzcan mejor y que a partir de una genética superior arrojen mejores resultados sin afectar el medio ambiente, todo un reto.
Estos bovinos ganan un buen peso por sus características, las hembras pueden llegar a 650 kilos y los machos alcanzan los 1.000 kilos, de todas maneras, en Francia hay registros de machos que pueden pesar 1.200 kilos.