La “Ciudad Bonita” se prepara para recibir al sector palmicultor en pleno para saber los pormenores del desarrollo en los cultivos, la implementación de tecnología y claro está las recomendaciones para los palmeros colombianos en la edición 18 de la Reunión Técnica Nacional de Palma de Aceite que se cumplirá en el centro de Convenciones Neo Mundo entre el 26 y el 29 de septiembre en donde la consigna será “Retos de sostenibilidad para una palmicultura productiva e incluyente”.
Si bien hay una tremenda agenda, igual un ruido en el globo por las decisiones de la Unión Europea, UE, sobre el reglamento contra la deforestación que les pone de entrada veto a productos como café, cacao, soya, carne, maderables, caucho y aceite de palma, todo un inconveniente porque traería serias dificultades a las economías que dependen de estos cultivos ya que habría menor ingreso, menos riqueza y todo un impacto social.
El Director General del Centro Nacional de Investigaciones de Palma de Aceite, Cenipalma, Alexandre Patrick Cooman, le dijo a Diariolaeconomia.com, que ante la normativa europea que demanda mayor claridad frente a la no deforestación relacionada con palma, pero igual con sus contiguos de exportación, hay total tranquilidad porque contrario al temor de algunos, la palmicultura ve ese hecho como una gran oportunidad ya que los cultivos se hacen en un 99 por ciento libres de despoblación forestal por lo que hay seguridad que el país está cumpliendo con lo que la ordenanza pueda exigir.
“En buena medida estamos con ese panorama positivo, pero por supuesto fruto de actualizar todas las bases geográficas de las plantaciones y de los predios porque no solo se ingresan a ese sistema de información los cultivos sino las fincas en su totalidad, todo para demostrar que las cosas se vienen haciendo bien, sin impactos en el medio ambiente y armonizando con la naturaleza. Desde luego hay regiones en donde es mayor la dificultad pues para nadie es un secreto que hay zonas palmeras con alta incidencia de cultivos ilícitos que generan sin duda alguna un problema ambiental, algo que forja desafíos particulares en esos lugares, asunto que se quiere abordar más ampliamente con las autoridades y la institucionalidad”, declaró el señor Cooman.
En la palmicultura nacional, recalcó el ingeniero agrícola, hay mucha tranquilidad porque se ha hecho la tarea, una labor que ha sido comprobada por estudios externos que hacen la medición de deforestación, información que cruza con áreas sembradas con palma, algo que muestra que la actividad palmera se lleva a cabo en un sector, 99 por ciento libre de la eliminación de bosques lo cual es una gran noticia, haciendo que la palma de aceite al no atentar contra el ambiente tenga esa particularidad de diferenciada lo que debe venderse muy bien en los mercados europeos pues lleva implícito un factor desemejante o especial que puede abrir más y nuevas puertas para el aceite colombiano.
Los productores han incentivado la creación de corredores biológicos y toda una convivencia entre especies de fauna y criaturas silvestres, asunto de gran importancia porque se ha ratificado que las explotaciones pueden convivir con la naturaleza e inclusive sumar para que ésta igual prospere.
Para Cooman el manejo ambiental es algo que va más allá de la deforestación que es de hecho un tema clave, pero destacó que hay otros elementos activos importantes como el manejo de la biodiversidad en plantaciones y en áreas que rodean la palma, un tema esencial de la Conferencia en Bucaramanga porque no solo habrá espacio para platicar sobre leyes sino también de los retos que trae la diversidad en plagas habida cuenta que se hará necesario morigerar los químicos y entrar por la línea del control biológico, una labor nada fácil, pero factible en la medida en que se avance en esos métodos orgánicos, algo que debe complementar la resistencia de los nuevos varietales.
“Aquí estamos inmersos frente a un cultivo que tiene una serie de diferenciaciones positivas, tenemos unos estudios de la huella de carbono en el sector, algo que igualmente vemos positivos, además sabemos que como palmicultores somos uno de los cultivos líderes en la transición energética”, expuso Cooman.
Un año de buena producción palmera
El año palmero en Colombia es considerado por Cenipalma como muy positivo porque hay una producción acumulada año, es decir entre agosto de 2022 y el mismo periodo de 2023 la obtención supero los 1.8 millones de toneladas, un record porque es de lejos la producción más alta reportada históricamente y muestra que hay por fortuna un sector que crece, pero que también hace esfuerzos por ser más productivo por unidad de área.
En opinión de Alexandre Cooman, es gratificante ver unos avances importantes en el oriente del país que no tuvo un buen comportamiento en 2022, pero que a fuerza de trabajo, empeño y entrega de los palmeros logró una recuperación destacada del 20 por ciento adicional en obtención frente al año anterior. Por otro lado, precisó, la zona suroccidental, Tumaco, sigue en buena racha porque los rendimientos crecen año tras año, dejando claro que si bien entraron nuevas áreas, es bueno decir que es una región en donde hubo beneficios importantísimos por un paquete tecnológico desarrollado por Cenipalma para los cultivares híbridos porque es una franja que duplicó en un ciento por ciento su productividad en cinco años.
Al referirse a la zona norte, el Director General de Cenipalma, apuntó que ésta ha requerido tratamientos especiales por la crisis relacionada con la pudrición de cogollo, especialmente en el departamento del Magdalena, una situación que golpea y afecta seriamente la producción del norte del país en tanto la zona central sigue mostrando cierta estabilidad.
Cultivares híbridos interespecíficos, un tremendo acierto
Independiente de contrarrestar la pudrición de cogollo, PC, la planta híbrida resultó una opción altamente productiva, inclusive para zonas complejas por la enfermedad o que no la demandan. En ese sentido, explicó Cooman, con buen manejo se ven unas excelentes plantaciones que alcanzan producciones record a nivel nacional y mundial, un escenario que anima a muchos productores a sembrar los cultivares híbridos interespecíficos que ya suman 100.000 hectáreas frente a las 600.000 que tiene el país, un área que a criterio del experto seguirá subiendo sobre todo en el departamento del Magdalena en los próximos años por ser la alternativa más segura para esa región flagelada por temas fitosanitarios.
Dentro de los cálculos de Cenipalma la idea es llegar en los próximos meses, ya en 2024, con cultivares híbridos interespecíficos a 115.000 hectáreas, 15.000 plantadas en el norte de Colombia, en pocos años aseguró, el país estará fácilmente en 150.000 hectáreas. Debido a los mejores rendimientos, expuso, este tipo de plántula se impondrá por calidad, rentabilidad y confianza, pero igual por nuevas plantaciones, explotaciones que cierran su ciclo y el renacer de su negocio con unos cultivares que son ganancia por donde se les mire, advirtiendo que son mucho más difíciles en cuanto a su manejo porque deben ser muy precisos algo que los hace costosos, algo que no será problema porque los rendimientos son mucho más elevados, es decir que arroja un retorno muy importante de la inversión.
En el tema palma de aceite la PC no es la única amenaza, igual las alertas están encendidas por marchitez letal que sigue azotando la zona oriental, la buena noticia es que año tras año se ha venido reportando una caída en los casos puesto que de 150.000 afectaciones en 2018, hoy la suma se encuentra en la mitad, unas 75.000 lo que dice que el plan de manejo está funcionando y que hay que seguirlo fortaleciendo en vista que el mal sigue presente en algunas fincas, empero con esta enfermedad, enfatizó Cooman, se ha procedido de una forma sistemática y coordinada puesto que es importante que haya una alianza efectiva entre Cenipalma, la Federación Nacional de Cultivadores de Palma de Aceite, Fedepalma, el Gobierno con acciones técnicas, buscando que se cumpla con los criterios acordados y los mismos palmicultores, una sinergia sólida para poder convivir con las enfermedades que atacan la planta, procurando reducir las estadísticas adversas y por el contrario ver crecer las de rentabilidad.
Un reto bastante complejo es el cambio climático porque en materia atmosférica nada es predecible y desafortunadamente todo llega de manera inesperada y con unos saldos terribles para la agricultura por los excesos, unos de agua y otros de sol.
En palma, en donde el clima debe ser adecuado al igual que la fertilización, cualquier clima extremo puede ser perjudicial, los invierno con aguaceros recurrentes hacen padecer porque justamente e la humedad encuentra nicho la PC.
“Vemos para el segundo semestre de 2023 y para el primero de 2024 un fenómeno de El Niño que está confirmado en el 95 por ciento lo que significa que tenemos que ir preparando las plantaciones para tener la menor afectación posible por falta de agua, aquí es urgente el mantenimiento preventivo de los sistemas de riego, hacer podas oportunas para no tener exceso de hojas, aplicar biomasa al suelo del plato de la palma para proteger la planta y adoptar otras medidas técnicas para mitigar los efectos del fenómeno de El Niño que generalmente tiene dos elementos, uno a corto plazo donde la palma que ya está con algunos frutos pueden no desarrollarse de forma completa o con el aceite que se requiere y a mediano plazo, unos dos años, en donde plantaciones que han estado muy sujetas a este contexto de clima, altera el comportamiento productivo porque abundarán los caracteres masculinos y habrá inflorescencia femenina, en otras palabras, menor producción de aceite”, señaló el directivo.
Por todo ese escenario hizo un llamado a los palmicultores para que agreguen agua en los filamentos que se están promoviendo, igual para que cuiden sus plantaciones, demasiado importantes porque muchos cultivos hacen parte de asociaciones de pequeños productores en su gran mayoría, personas que devengan su sustento de la palma aceitera y a quienes debe comunicársele a tiempo de manera preventiva.
Al final del día todo lo que hace Cenipalma garantiza no solamente el bienestar económico del país sino equilibrio social, una serie de averiguaciones y exploraciones que avanzan con el compromiso de investigadores y extensionistas, todos con las mejores credenciales pues quienes visitan Cenipalma salen admirados con la capacidad, el talento y la seguridad que brinda el capital humano, atiborrado de conocimiento y experiencia. En este centro el trabajo es por mejorar en competitividad y en valor añadido, todo bajo la convicción que el palmero debe contar con el mejor material genético para incrementar sus rendimientos y utilidades, algo que redundará en crecimiento, progreso y calidad de vida.
Hoy los palmicultores son más conscientes del cuidado que sus cultivos requieren, algo determinante porque de eso depende la producción y un cultivo como la palma necesita una permanente vigilancia fitosanitaria, ojo avizor, responsabilidad y compromiso porque aquello que se detecta a tiempo tiene posibilidad de manejo, algo imposible de atender cuando es demasiado tarde. De todas formas Cenipalma se debe los productores, su trabajo persigue eficacia así como innovación permanente, pero todo unido a una permanente comunicación con los palmeros porque toda información es vital para lograr avances, para prevenir y evitar, algo que cuando se hace responsablemente termina en rentabilidad.
Sobre El Niño, algunos experto han dicho que impactará con mayor fuerza forrajes y cereales, en el sector de la palma de aceite, hay prevención y todas las herramientas para hacerle frente al intenso verano que podrá sobrellevarse con disciplina y atendiendo todas las recomendaciones.