La agricultura que prendió motores hace 12.000 años en pleno neolítico, le cambió la forma de vida al hombre, lo hace sedentario y propietario, le enseña los beneficios del trabajo y de inmediato lo obliga a buscar ayudas eficaces para hacer de la siembra y la cosecha una labor más sencilla, evitando pérdidas y sacando el mayor provecho en la recolección.
Poco a poco fueron llegando soluciones, pero una estaba llamada a imponerse y se logró en el siglo XIX, cuando ya había pasado la mitad de la época, se trata de la mecanización, una ayuda importante porque en esos tiempos las plantaciones aún recurrían a la tracción animal y a la fuerza humana.
No sobra decir que, en 1892, John Froelich ingenió, diseñó y construyó el primer tractor con un motor a gasolina monocilíndrico en la comarca de Clayton, Iowa, en Estados Unidos, de todas maneras, la fabricación y comercialización del primer tractor con motor operado con petróleo se le arroga a Richard Hornsby & Sons quien en Reino Unido creyó en la patente de Herbert Akroyd Stuart que terminó en planta de fabricación por allá en 1896 teniendo como característica un motor 20 CV. Le correspondió al agricultor Locke-King comprar la primera unidad en 1897 que recibió por parte de la Real Sociedad Agrícola de Inglaterra medalla de plata. Con el tiempo el aparato regresó a la fábrica en donde terminó equipado con oruga.
Hablar de tractores como parte de la historia resulta interesante porque hay marcas y soluciones en diferentes tiempos, pero hay un sello que nos lleva a Canadá, país en donde nació en 1847 la marca Massey Ferguson, todo un ícono de calidad y eficiencia en el campo.
Todo comenzó en Newcastle, Ontario, en el año referido cuando un agricultor, el señor Daniel Massey le dio apertura a una industria de implementos agrícolas. Los registros muestran que este empresario y granjero le puso su firma a diversas soluciones porque fue reconocido por su inteligencia, iniciativa e inspiración. La brillante cabeza del también herrero nacido el 24 de febrero de 1798 y fallecido en 1856, vislumbró una empresa exitosa que después de diferentes situaciones, pasó por las verdes y las maduras.
Los múltiples reconocimientos le fueron dando mayor reputación, logro que cautivó a Europa y le dio a su compañía fama y prestigio. La firma fue trasferida a su hijo Hart quien a su vez la dejó en poder de sus hermanos.
En ese tiempo apareció un fuerte competidor, era Alanson Harris, un ciudadano nacido en Bradford, Inglaterra, dueño de una modesta fundición, pero fuerte en la elaboración de equipos agrícolas. Tras casi 30 años de dura competencia, los propietarios concluyeron que era más consecuente unir esfuerzos para el desarrollo de nuevas soluciones para la actividad rural. Finalmente llegó la alianza que se rubricó en 1891 con la aparición de la compañía Massey Harris, factoría que no tardó mucho en diseminar productos y ampliar portafolio.
La nueva firma incursionó en la reventa de tractores, pero descubrió que resultaba mucho más rentable fabricarlos, razón por la cual comenzó a producirlos en 1928. Con el correr de las décadas la boyante y próspera empresa logra acercamientos con el inventor y mecánico irlandés Harry Ferguson, reconocido por revolucionar el sistema hidráulico de los tractores con el recordado proceso de enganche de tres puntos para utilizar herramientas o instrumentos.
Esa innovación o en su momento el Sistema Ferguson, sirvió para que los tractores adicionaran el peso de las herramientas a la fuerza de arrastre con lo que acrecentó la tracción.
Con tanta experiencia, prestigio y conocimiento en juego la unión no fue inmediata, empero en 1953 fue posible darle luz verde a esa sociedad no sin antes repuntar en fama ya que Ferguson logró un convenio con Henry Ford, precursor de la industria automovilística en 1938.
Fue por eso que entre 1939 y 1947 fueron producidos los tractores Ford-Ferguson, marca que con el paso del tiempo fue interrumpida. En el ocaso de los años 40, Ferguson fabricó por su cuenta el modelo popular bautizado Fergie que terminó siendo el predecesor del MF 35, primer aparato de la que se conocería como Massey-Harris- Ferguson, pero tomó el actual nombre en 1958.
Durante 1959 Massey adquiere el 100 por ciento de la firma italiana Landini que consiguió modelos para Massey, muy en particular los utilizados en campos de uva destinada al vino y los llamados crawlers.
Lamentablemente aparecen los problemas financieros, producto de la llegada al mercado global de nuevos fabricantes y jugadores que debieron repartir una torta compleja porque la economía rural no tuvo la importancia o el protagonismo de antes. Así las cosas, en 1989 Massey decide vender el 66 por ciento a la compañía ARGO SpA y las acciones restantes pasan en el año 2000 a manos de AGCO. Actualmente ARGO y AGCO laboran mancomunadamente en los desarrollos de maquinaria, Massey Ferguson es a la fecha una marca de la casa AGCO, uno de los principales fabricantes de maquinaria agrícola.
Colombia importa tractores según los registros desde 1916, pero fue hasta 1922 que llegó a la Sabana de Bogotá el primer tractor con motor a gasolina. Un hecho real es que en 1930 se afianza la mecanización y empieza a crecer el mercado, un hecho visible con las hectáreas sembradas y con el crecimiento de las actividades agrícolas años después cuando se produjo trigo, cebada, sorgo, maíz en un área estimable, ajonjolí, algodón, papa, igual importante en área sembrada, caña de azúcar, banano, yuca, frutas, hortalizas, frijol y otras siembras, igual repuntó la obtención de carne y leche así como la cría de especies menores, incluidas aves de corral, una dinámica que conllevó a utilizar equipos y tecnología.
En charla con Diariolaeconomia.com, el Gerente Regional de Simotor en Colombia Mauricio Escobar Valencia, aseguró que el entorno macroeconómico que incluye inflación, devaluación y altas tasas de interés ha afectado la venta de tractores, un fenómeno que no le permite al campo avanzar. Expuso que la pandemia, la incertidumbre local, así como mundial y todo el entorno que generó la crisis global logística siguen pesando en los costos y en la decisión de hacer relevo de equipo.
Destacó que cuando inició la pandemia de Covid-19 el campo no paró y por eso los distribuidores de tractores siguieron con un mercado activo, pero en los últimos tiempos, esencialmente el año pasado y el antepasado que empezaron a escasear las materias primas, la fabricación de tractores se mermó considerablemente porque se pasó de mercados de 1.000 equipos anuales a ventas de 600 aparatos año, todo por falta de insumos o productos básicos.
La devaluación del peso, dijo Escobar, hizo que estas máquinas esenciales para la ruralidad tuvieran un incremento del 50, 60 y hasta del 80 por ciento en sus precios.
Recalcó que por fortuna los productores del campo no pararon en los tiempos de apuro, hicieron hasta lo imposible por mantenerse vigentes, increíblemente compraron maquinaria y de manera bizarra pusieron alimentos en la mesa de los colombianos, pero la verdad actual, puntualizó el Gerente Regional de Simotor, es que el mercado está seriamente afectado. En sus proyecciones, la tendencia es que la demanda puede mejorar, los empresarios cruzan los dedos, tratan de recuperar las ventas en maquinaria y por eso quieren cerrar 2023 despachando entre 700 y 800 tractores por año en el entorno local.
Colombia importó en 2021, 1.421 tractores, en 2022 la cifra superó los 1.477 equipos, pero las condiciones económicas dieron un giro y el mercado empezó a contraerse.
“La cifra de despacho de tractores ha bajado, sin embargo, este año quiere repuntar algo más, pero 2023 no ha sido un periodo fácil y por eso podríamos estar por debajo de 800 tractores, pero en este momento el gobierno vuelve con el Incentivo a la Capitalización Rural, ICR, y al agricultor le gusta mucho ese mecanismo, hay recursos frescos, todo un contexto para potenciar la oferta y demanda de tractores”, acentuó Escobar Valencia.
Hoy, sostuvo el conocedor, la política agraria será vital y tendrá que volcarse a bienes de capital porque la tierra necesita adecuación y preparación, un tema, dijo, es la entrega de predios, pero otro bien diferente es cómo hará el campesino para explotarlos, luego los crecimientos de los que se habla no serán posibles sin herramientas y por el contrario generará un problema en el granjero, sin duda, con el regreso del ICR muchos están volviendo a creer.
A criterio de Mauricio Escobar Valencia, un tractor es sinónimo de competitividad, no tenerlo implica condenarse atraso y expresó que, si un agricultor tiene un área y quiere ser eficiente, definitivamente la mecanización debe llegar porque además la mano de obra es compleja y escaza. Anotó que, si se busca limpiar una finca o darse a la tarea de organizar los potreros, la gente no quiere guadaña o machete, sino que quiere maniobrar un tractor y para eso muchos se están preparando, es decir la mano de obra está bajando mucho por el lado manual, pero está creciendo mucho en el tema de operación, un asunto que le ayuda a la mecanización.
En materia de precios, el vocero señaló que un tractor referencia 4309, o uno de la nueva serie, la 4.300 que está reemplazando a la serie 200 que fue muy tradicional en Colombia, población de modelos más alta en el país que está entre los 95 y los 105 caballos, cuesta 200 millones de pesos, pero en casos excepcionales cómo ferias y eventos del agro puede bajar a 185 millones de pesos, una inversión afortunada porque tiene que ver con la potencia que más se usa en la agricultura colombiana promedio.
En zonas frías como Boyacá, Cundinamarca o Nariño, el agricultor utiliza frecuentemente los 95 caballos, pero igual usan un tractor de 75 caballos que debe ser turboalimentado para que su eficiencia no altere en la altura. El de los 75 caballos, informó escobar, es un tractor que está por el orden de los 155 millones de pesos, totalmente viable para un empresario organizado y con buena productividad ya que prácticamente la máquina se paga sola.
La economía es cíclica
Los analistas lo tienen claro al igual que los empresarios, las buenas épocas no son eternas, hay momentos que llegan duran un periodo y cambian de tendencia, como quien dice, la disciplina y el ojo avizor suelen ser vitales para no colapsar. Colombia podría estar terminando la fiesta de la devaluación y preparándose para otro escenario, el momento arribará y todos en el país deben estar preparados.
En el tema dólar todos sufren por los precios elevados, pero según el contertulio cuando el peso cae, la medida que se toma para alivianar un poco el mercado para que agricultor tenga la oportunidad de comprar consiste en voltear los márgenes de la empresa para poder ser competitivos. Caso contrario si empieza a revaluarse el peso y si el dólar empieza a caer, viene un alivio para la empresa porque se pueden ofrecer equipos con unos precios mucho más cómodos y el empresario del campo podrá adquirir la maquinaria.
“Créame que nosotros como distribuidores sufrimos muchísimo con esa oscilación tan alta del dólar, moneda de la cual dependemos, y el hecho de que baje para la empresa es una buena noticia porque finalmente se verá reflejada en el agricultor que es lo importante”, aseveró.
Guerra en Europa Oriental impacta el mercado
La guerra que libra Rusia y Ucrania es un inconveniente geopolítico que le pone palos en la rueda al comercio y a muchas otras actividades económicas. El conflicto, dogmatizó Escobar, ha afectado muchísimo la economía mundial, pero por fortuna los tractores que importa Simotor tienen unos orígenes diferentes, luego el asunto no ha generado detrimento en ese tema, pero todo cambia con los insumos y otros productos, habida cuenta que Colombia depende de los fertilizantes nitrogenados.
La guerra, recalcó el Gerente Regional, no alteró el mercado o la disponibilidad de equipos, el dolor de cabeza lo tuvo la empresa con el rompimiento de la cadena de suministro cuando a las fábricas no llegaban los componentes.
Massey Ferguson, liderazgo en Colombia
Sobre Massey Ferguson, escobar explicó que se trata de una marca que está al amparo de un grupo muy grande llamado AGCO, conglomerado estadounidense que se dedicó a comprar marcas top a nivel mundial, una de ellas la de los afamados tractores. Indicó que, en su holding, la multinacional suma otros sellos como Valtra, Fendt, la challenger de Caterpillar y la Sisu Power, una de las principales fabricantes de motores para tractor.
El experto dijo que la marca Massey Ferguson es líder en el mercado y aclaró que este tractor es muy fuerte en los rangos de 75 a 135 caballos, el promedio que maneja el agricultor colombiano. Según el directivo hay tranquilidad y optimismo porque Massey Ferguson es en equipo agrícola el sello que más se vende.
Agregó que Massey Ferguson tiene fidelización, aparte que cuenta con una tradición muy grande porque sus distribuidores llevan muchos años comercializándola continuamente, un factor que imprime confianza, credibilidad y familiaridad porque los clientes de estos equipos saben dónde llegar, tienen la certeza del respaldo y del suministro de repuestos, algo que solo ofrece la trayectoria de Simotor, nada más y nada menos que 69 años en el mercado.
Explicó que los tractores Massey Ferguson se han caracterizado por la simplicidad de su operación y la eficiencia en sus motores, factores que influyeron para que el agricultor colombiano lo eligiera porque es altamente competitivo, rentable y oportuno porque suele bajar costos en combustibles y en otros ítems que juegan en contra de los labriegos, caso opuesto es una máquina que tan solo brinda los mejores rendimientos.
Con esta marca, manifestó Escobar Valencia, la tecnología aparece como paliativo a los momentos difíciles de la economía, aparte que es una máquina muy amigable, fácil de intervenir, sin inconvenientes a la hora de ubicar repuestos, aparte que tiene una posventa sencilla, todo un cheque porque quien quiere actualizar equipos pone su Massey Ferguson en venta, activo que a la vuelta de un mes ya no estará en la finca, quizás el espacio preparado para la llegada de la nueva tecnología que ofrece la marca.
“Yo comparo este equipo con la ganadería porque cuando la gente tiene ganado, cuenta con plata en el bolsillo y quien tiene equipos Massey Ferguson camina con un cheque al portador. Este tractor tiene una espectacular posventa y una aceptación en el agricultor promedio colombiano también muy buena, el aparato goza de enorme prestigio”, declaró el señor Escobar.
La marca ha mostrado rendimientos importantes en los distintos sectores de la agricultura y la misma ganadería. Massey Ferguson tiene un nicho de mercado muy importante que es el arroz del oriente del país en donde está la mayor facturación, la cría de ganado es otro nicho destacado, papa, principalmente en Nariño, Cundinamarca y Boyacá, “el Massey Ferguson es el rey de la papa”, otro sector importante para la marca que está tomando mucho vuelo es la silvicultura en Antioquia y en el Valle del Cauca en donde los equipos de Simotor en alto número están prestando el servicio en las reforestadoras antioqueñas, en el Valle ese mismo trabajo se hace de la mano de Cartón Colombia.
Simotor comercializa también las marcas TATU Marchesan, el principal fabricante de implementos para maquinaria agrícola del hemisferio sur. La empresa acredita una extensa experiencia en tecnología de cultivo subtropical. Otra marca de la casa es Nogueira que fabrica máquinas agrícolas.
Para 2024, el productor y el fiel comprador de Massey Ferguson puede esperar innovación, más tecnología y lanzamientos con tractores de mayor caballaje y una apuesta tecnológica mucho más avanzada, vendrán tractores equipados con agricultura de precisión, es decir que vendrán nuevas noticas, entre ellas la toma de una marca española para completar el portafolio a la silvicultura, con ello llegarán unas grúas que ayudan mucho a la cosecha de la madera.
En agricultura de precisión habrá mucha interacción con la fábrica, pero con firmas aliadas habrá capacitación al agricultor para que la aprenda a manejar y la use en su favor.
Sobre los tractores autónomos, el Gerente Regional de Simotor precisó que, si bien las casas fabricantes los tienen, a Colombia llegarán con el tiempo, el asunto, dijo, es activar la tecnología de manera paulatina para no intimidar a los agricultores con las nuevas propuestas en robótica e inteligencia artificial, para la empresa el asunto es hacer una implementación responsable y sostenible.
Finalmente, Mauricio Escobar anotó que en promedio el mercado de tractores en promedio puede alcanzar en Colombia los 400.000 millones de pesos sumando la totalidad de las marcas. En 2020, el país importó equipos agrícolas por un monto de 281.128 millones de pesos
Simotor, una empresa con experiencia y reconocimiento
La otrora empresa SIDA, hoy Simotor nació en 1954 cuando sus fundadores decidieron registrar la escritura pública 0409 en la Notaría Única de Honda, Tolima, una diligencia legal que le dio vida a la empresa que hoy sigue en el radar de productores, empresarios y público en general en vista que no solo maneja en su portafolio equipos y soluciones agrícolas sino vehículos de las marcas KIA y Ford, es decir que la compañía facilita la adquisición de automóviles, camionetas, SUV, Pick Ups, híbridos y vehículos comerciales como taxis, vans para el transporte de pasajeros y carga camiones.
La compañía ha crecido con el país y por eso es notorio que Simotor ha participado de manera relevante en el desarrollo de Colombia, de hecho, facilitó las herramientas y la tecnología para el crecimiento, generación de riqueza, inclusión y tejido social. Cuentan que en las oficinas de la empresa nacieron decenas de sociedades, asociaciones corporaciones y fundaciones que generaron bienestar en las comunidades.
Esta iniciativa de cuatro visionarios tozudos y con pie en el acelerador, logró consolidarse gracias al cumplimiento de las normas legales y morales, constancia, perseverancia y disciplina. Con el compromiso igual como estandarte la empresa pudo sortear momentos difíciles de la economía, pero igual coyunturas sociales y sanitarias de un país sorprendente en donde aparecen tiempos complicados que con trabajo pueden superarse, tal y como ha pasado.
La empresa tiene también como pilar fundamental la honestidad, un valor o virtud que ha llevado la firma a un marcado liderazgo dentro de un mercado de alto movimiento que exige y pide casas comerciales confiables, todo un paradigma para las nuevas generaciones.
“Esta es una empresa con mucha tradición, 68 años en el mercado, lleva 60 años ininterrumpidos manejando la marca Massey Ferguson. Simotor es una empresa familiar que ya va en su cuarta generación. Los fundadores empezaron con el nombre SIDA en el centro del país, departamentos como Tolima, Huila y Caquetá y hasta hace un año cuando un distribuidor de la marca Massey Ferguson desaparece y la fábrica adjudica esa zona a SIDA, un momento trascendental porque aprovechando el tema de expansión se hace el cambio de nombre comercial y se transforma en Simotor para tomar el 90 por ciento del país con la marca Massey Ferguson”, comentó Mauricio Escobar Valencia.
Con Ford y KIA igual la compañía ha escrito historia porque son 68 años de respaldo y confianza, toda una tradición en el departamento del Tolima.
Simotor abrió oficina en el anillo vial de Bucaramanga, más exactamente en Girón en donde hay bodega de repuestos, tractores en exhibición y servicio, la empresa le meterá todo su empeño a la zona para que la agricultura logre adelantarse mucho más de lo que está. En Bogotá la firma tiene oficina en Cota, en el Valle del Cauca la sede está en la autopista Cali-Yumbo, pero fueron abiertas otras agencias en Villavicencio, Yopal, Ibagué, Neiva, Florencia y muy pronto vendrá la apertura de Medellín.