Cuando se habla o se escribe de razas bovinas productoras de carne con reconocida y elevada calidad sin duda hay que tener presente la estirpe Hereford, un ganado europeo potente y de vieja data de gran adaptabilidad y unas cualidades que lo hacen excelente. Se le conoce por su corpulencia y los marcados colores rojos ya que se expresan claros en unos bovinos y oscuros en otros, solo que combinan con blanco en pecho, patas, cara y abdomen. Antes de entrar en detalle puede decirse que los ejemplares Hereford tienen demasiadas bondades, son sumamente mansos y tiene una particularidad que la distingue de otros vacunos, su eficiencia biológica ya que convierte eficientemente pasto y cereales en carne, lo que redunda en mayores rendimientos y mejores ganancias en sus distintas fases productivas.
La noble y eficaz raza fue creada hace unos dos siglos atendiendo los requerimientos del campesinado y cultivadores vecinos y habitantes de Hereford, condado de Herefordshire en Inglaterra en vista que con las nuevas tendencias de la sociedad y el creciente aumento del consumo de proteína era perentorio en ese momento de la historia contar con ganados especializados en la producción de carne pues era esa la única forma de lograr una verdadera expansión, básicamente en el reñido mercado de alimentos que se dio como consecuencia de la revolución industrial.
Este tipo de vacuno, llamativo también por su tórax extendido varia en volumen, los hay medianos y de gran tamaño, pero quienes los crían sacan provecho de sus condiciones genéticas y fenotípicas, se trata de un bóvido macizo, con afianzadas líneas sanguíneas. Los expertos en vacunos europeos aseguran que desde hace varios siglos el ganado de Herefordshire y otros poblados vecinos fue conocido por su estatura y corpulencia, pero además porque era resistente y con una apreciable producción de carne. La raza inicia con un bovino que prevaleció e impero en Hereford por espacio de varios siglos. En 1627 los granjeros e investigadores criaban el tremendo animal y destacaban la excelsitud y exquisitez del linaje. Hay datos o registros de 1956 los cuales dicen que un ganado de origen holandés, llevado a Inglaterra desde Dunkerque, una ciudad ubicada al norte de Francia, al parecer otorgó a los admirados Hereford el tamaño y el tono blanco distribuido por patas, abdomen y cara. En la época se hablaba de las similitudes entre el Hereford con la raza holandesa Groningen de color albo. Si bien siguen las dudas sobre su origen, en 1788 los entendidos decían que la raza Herefordshire, era la primera estirpe del Reino Unido, como quiera que sea, esta casta de gran potencial, el Hereford, proviene de vacunos precursores con virtudes y cualidades indiscutibles, muy fuertes y resistentes a las enfermedades, gran característica del Bos Taurus.
Hay que evocar que el trabajo de mejoramiento de Hereford que perfiló la raza como gran productora de carne inició en la mitad del siglo XVIII con los encomiables aportes de Benjamín Tomkins y su hijo, de igual nombre. Tomkins padre, acudió a diversas prácticas y teorías de selección para manipular bovinos con dos características trascendentales de los rumiantes destinados a la industria cárnica, una complexión rígida ajustada con la capacidad de engorde a prematura edad. En el segundo componente hubo optimización y refuerzo en los siglos XIX y XX gracias a un trabajo juicioso adelantado por ganaderos que apelaron a programas intensivos de mejoramiento.
Si bien es cierto, el Hereford prosperó en zonas planas con suelos fértiles como los hubo en el condado de Herefordshire, esta raza sorprendió, y de qué manera, con adaptabilidad a diferentes suelos y pisos térmicos tal y como pasó con los animales que fueron llevados al trópico en donde por temporadas estos bovinos tienen que vérselas con climas inclementes de lluvia máxima o soles caniculares. En esas condiciones son capaces de encontrar forrajes, de aguantar estrés hídrico o por exceso de calor, igual en praderas ricas en pasto, prosperan y ofrecen una carne de condiciones espectaculares.
La raza Hereford crece en ambientes rurales en donde las madres amamantan a sus terneros hasta los ocho meses de edad, en países con estaciones en los tiempos de nieve y hielo los vacunos son alimentados con raíces, paja, heno y ensilajes. Algunos animales de feria reciben mejor trato y por ello tienen a disposición, concentrados, suplementos y forrajes propicios para una buena nutrición.
La raza fue evolucionando y adaptándose a una ganadería de mayores rendimientos, a las buenas características expresadas en rusticidad, precocidad, fertilidad y adaptabilidad fueron añadidos nuevos componentes como cruces y mejoramiento en aras de explorar nuevas calidades, obtener rentabilidad y enfrentar inclusive los embates del cambio climático que se vienen dando inclusive desde los tiempos del uro, más o menos entre 700.000 y 800.000 años, parece que fue ayer. Actualmente se mantienen algunos principios de los Tomkins, aporte en proteína para la alimentación, capacidad natural a la hora ganar peso, crecimiento, conversiones eficientes del alimento, temprano desarrollo, elevada capacidad de monta y otros aspectos de gran importancia en los que se sigue trabajando actualmente. Dicho sea de paso, los bovinos han bajado de tamaño y han logrado acrecentar mejores aspectos productivos.
Los eficientes ganados Hereford fueron importantes en el desarrollo de Estados Unidos pues con la revolución industrial americana y la conquista del temerario oeste, el prodigioso ganado resultó vital en la alimentación. En territorio estadounidense avanzó el cruce con ganados criollos movilizados desde México lo que ayudó tremendamente en mejoramiento.
Los terneros al destete pueden pesar 337 kilos en promedio, las vacas, inmejorables madres, alcanzan pesajes de entre 550 y 620 kilos en tanto que los toros Hereford van de 900 a 1.100 kilos, un becerro alcanza fácilmente los 550 kilos.
Los cruces con esta raza son varios, está el Polled Hereford que resulto de mezclar Hereford con Red-Polled, han sido comunes los cruces con Brahman, un cruzamiento en donde los híbridos muestran más peso que los obtenidos con hembras de la estirpe europea, Holstein, Angus, Charoláis, Simmental y Shorthorn, todos unos F1 de gran calidad, rusticidad y buena ganancia de peso por la buena conversión de pasto a carne.
Los criadores en algunas latitudes sacan lo mejor del potencial de los toros, de allí salen bovinos mestizos que tienen como destino la industria y el consumo de carne de calidad. En ocasiones los becerros van a beneficio previo engorde con pasto y alimentos concentrados razón por la cual alcanzan pesos que superan los 700 o 900 kilos, es decir dos o tres veces su peso al destete. La longevidad es otro atributo, las hembras pueden vivir y parir terneros con más de 15 años de edad, los toretes son potentes, prolíficos y rentables hasta los doce años, pero hay casos en que superan este nivel con creces.
Los vacunos Hereford resultan un producto de altísima calidad, tienen una carne de gran terneza y un marmoleo a toda prueba. Por todas esas condiciones ofrecen una proteína de muy buen sabor, blanda y anhelada en el mundo gourmet. En Colombia los resultados son espectaculares y los ganaderos han identificado en la raza un potencial enorme que puede ir desde la cría.
En charla con Diariolaeconomia.com, el médico veterinario, además experto en biotecnología y reproducción bovina José Joaquín Jara López, afirmó que sin duda el Hereford es una raza muy antigua que data de 1600, el conocedor expuso que los libros genealógicos de este linaje se abrieron en 1846 a manera de empresa privada, empero en 1876 fue instituida la Sociedad del Libro Genealógico de Hereford. La estirpe llega a Estados Unidos en 1817 por decisión de Henry Clay, un hombre dedicado a la política que estuvo por años en el Congreso en donde defendió el proteccionismo y manifestó la urgencia de robustecer los medios económicos. En la década que arrancó en 1840 arriban nuevos Hereford en esa ocasión en un número mucho más amplio.
Para el caso de Argentina la primera importación de la raza se ubica en 1858 por pedido de los empresarios y hombres de negocios San Martín y Delia que la aprovecharon, inicialmente para mestizaje y luego para cría, sin embargo Leonardo Pereyra Iraola adquirió en 1862 los primeros ganados Hereford de pedigrí, en ese tiempo llevó a su hacienda en Quilmes al toro Niágara 2131 quien fuera propiedad de John Taylor.
El profesional dijo que al hacer el juicioso seguimiento se nota que la raza ha tenido un progreso genético bastante interesante en el continente americano y recalcó que los primeros ganados Hereford fueron llevados a Estados Unidos desde Inglaterra, pero destacó que también aparece como una gran apuesta ganadera en el Cono Sur, lugares en donde los climas son más fríos. Más adelante vino la mezcla con ganados Brahman que le dio origen a la raza Bradford, una estirpe más plástica o elástica que se acomoda a todos los ambientes, manteniendo un biotipo animal ideal para el trópico.
Hoy por hoy, dijo el también criador de Bradford, la raza Hereford se está utilizando como alternativa para cruzamientos en ganaderías de leche en donde hay mezclas con Holstein como pasa en la Sabana de Bogotá para que los productos sean más cárnicos en los machos y no tengan que ser vendidos como descarte en los primeros días de vida. Otros cruces que se vienen haciendo tienen que ver con los tipos de leche tropical que se adelantan con la raza Gyr de muy buenos resultados toda vez que salen animales de doble propósito de grandes cualidades. Ese entroncamiento entre Hereford y Gyr, apuntó Jara López, ha dejado experiencias demasiado gratas.
Algunos se preguntan ¿por qué no hubo una apuesta más decidida por Hereford en Colombia para tener un hato más sólido y rentable?, sencillo porque el mercado colombiano fue dominado por las razas escocesas que fueron apareciendo con compras hechas en los países del Cono Sur, Argentina y Uruguay, pero igual de Estados Unidos, países con una marcada influencia en la Zona Tórrida tropical. En materia de expansión mundial por capacidad en carne, explicó el versado, el ganado que más ha ampliado su radio es el Angus por la calidad expresada en terneza, marmoleo, sabor y rendimiento en canal, unas condiciones con la que esta raza compite fuertemente con el Hereford en unos eventos que se denominan Block Test, torneos en los que valora la aptitud cárnica que tiene un determinado grupo de bovinos para definir comercialmente los vacunos de elevada calidad, de esta preparación dependerá la calidad y el precio de los animales.
En los últimos años la raza Hereford ha sido galardonada por encima del Angus para el capítulo Argentina. En opinión de Jara López, entre estos bóvidos hay diferencias y similitudes, en cuanto a la calidad y proporción de la carne, al marmoleo, la terneza y sobre todo al rendimiento en carcasa, dijo, son muy parecidos, pero destacó que hay aspectos en los que difieren pues el Hereford frente al Angus es mucho más dócil, mansedumbre que le permite tener una mayor ganancia diaria promedio en kilos, pero comentó que la única discordancia que tuvo el Hereford inicialmente en zonas tórridas o tropicales fue el despigmento del globo ocular, que al ser decolorado a nivel de párpado, los vacunos tenían una mayor incidencia al cáncer de ojo, pero hoy, especificó, todas las líneas genéticas vienen con pigmentación del párpado inferior y superior, dándole nuevamente una alternativa muy productiva a nivel tropical.
La otra diferencia, precisó, es la capa de color pues el negro de Angus es favorable para el camuflaje de mosca y en zonas tropicales, hay que recordarlo, existen diversos ectoparásitos lo que incluye la mosca y eso es un punto a favor del Hereford, sin que ello hable mal del Angus porque son dos razas excepcionales pues de hecho el Angus ha sido la raza más importante en producción de carne a nivel global.
“La raza Hereford ingresó a Colombia nuevamente, hace unos diez años, con unos destacados valores genéticos y con unas características fenotípicas ya mejoradas, es por ello que los núcleos que hay en Colombia son muy pequeños y esencialmente enfocados en la producción de genética, pero desafortunadamente en ocasiones abrir el mercado a estas razas que son muy buenas y que compiten con castas que están de moda es complicado y ello llevó a que unos criadores sacrificaran animales puros, una lástima porque se perdió genética valiosa en la eficiente producción de carne. Las ventajas de tener Hereford porque los colombianos han tenido la oportunidad de disfrutar una carne de calidad y por eso ya se está viendo con otro ojos la producción de la raza, no solo con miras a ofrecer genética sino a generar animales para la obtención de carne para restaurantes de alto perfil o para líneas Premium, de hecho la Asociación Colombiana de Criadores de Hereford y Bradford ha venido haciendo los estudios para la trazabilidad y producción de carne certificada de la raza Hereford y Braford. Prácticamente hay unos puntos en Bogotá que están pidiendo y solicitando carne Hereford y Braford, lo propio pasa con un restaurante en Bucaramanga. Por otro lado hay una persona que empezó a importar carne desde Estados Unidos sabiendo que los ganaderos colombianos la pueden producir con todos los atributos en el país, pero ante la escasez de este tipo de carne en el mercado local ya se están trayendo del exterior carnes legalizadas como pasa con el Hereford Beef Certified que es la certificación de Estados Unidos para poder distribuir carne de esta calidad en Colombia, tanto en cadenas de restaurantes como en cadenas de almacenes como PriceSMart que ya brinda la oportunidad de encontrar la proteína de esta raza”, declaró el señor Jara López.
Colombia sin duda debe aprovechar el TLC para importar genética y animales puros puesto que la carne del ganado nacional, gracias a las pasturas goza de buen prestigio ya que hay calidad, sabor y sanidad como se reconoce en varios países. En ese frente explicó el reconocido veterinario, lo importante es darle manejo a la ceba y a la terminación del animal, pero acentuó que nutrir y engordar bovinos en pastoreo no solamente ofrece un sello de calidad verde a la carne que es menos tóxica y más amigable con el medio ambiente, sino que puede ofertarse gracias a la genética, el mismo valor de terneza, frescura y calidad de carne, como si se tratara de ganado estabulado.
Braford, un cruce demasiado bueno
El Braford que es la unión de las razas Brahman con Hereford, es un linaje sintético que tiene como característica rusticidad y una admirable adaptabilidad a medios complejos, es muy apreciado por su calidad en carne, facilidad de manejo, mansedumbre, eficiencia y fertilidad. Este animal puede verse con cuernos o sin ellos. Esta nueva casta es ideal para la producción en atmosferas difíciles y climas extremos, esencialmente los de trópico bajo. Quienes lo crían destacan la mayor condición a la hora de convertir pasto en carne y se admiran por la demostrada resistencia a enfermedades y parásitos. Es un animal que se alimenta fácilmente, no demanda mayores cuidados y las hembras asombran con su habilidad materna.
Sobre esta raza, Jara López, manifestó que ha venido creciendo en Colombia de manera interesante y dijo que su cruce con el Brahman le ha permitido ser un poco más maleable en varios climas. Dijo que lo que más impresiona es el biotipo animal porque su talla es media, muy corto de patas y con un componente comprimido, es decir mayor cantidad de carne en menor espacio con menos requerimientos nutricionales. Subrayó que los bovinos de esta raza con su talla media y con una Unidad Gran Ganado, UGG, máxima de 450 kilos, son animales que tienen facilidad de crecimiento, ganancia de peso y engorde en muy poco tiempo, que es básicamente lo que se necesita velocidad en su desarrollo, pero igual en terminación y reproducción, recordando que los Braford son animales muy fértiles, algo que ayuda a aumentar la cantidad de animales promedio por área y a cebarse con mayor celeridad en menor espacio.
“Esta es la oportunidad perfecta para empezar a hacer competencia directa con las cadenas cárnicas como el cerdo y el pollo que por su densidad de población abarcarán más fácil el mercado, pero al tener nosotros una raza que sea más rápida en reproducirse, en crecer y en terminar, podemos tener mayor oferta, un menor precio en el mercado, solo así es viable competir con proteína animal de bastante rotación como sucede con el cerdo y el pollo”, indicó el experto en temas genéticos.
Lo anterior sugiere que el hato colombiano puede fortalecerse y crecer con el uso de razas muy competitivas y de máxima calidad como Hereford y Braford. Desafortunadamente, señaló el médico veterinario, el ganadero colombiano sigue siendo muy folclórico pues quiere probar primer antes de ver lo que ya está probado en otros países durante muchos años, eso, aseveró, es lo que ha hecho que la ganadería colombiana crezca muy lentamente puesto que de una generación a otra pasan seis años habida cuenta que son tres años mientras el animal crece y produce y otros tres mientras deja una cría productiva, algo muy difícil, pero finalmente la gente se ha dado cuenta que esta raza les puede significar una alternativa sumamente importante para su actividad.
Dijo que hace dos años la Asociación que agrupa Hereford y Braford tuvo la oportunidad de hacer un programa de fomento que consistió en regalar semen a ganaderías tropicales de alta densidad con el compromiso que inseminaran los ganados con la raza en un lapso no superior a noventa días, ello para garantizar que si se utilizara el material genético. Actualmente, reveló Jara López, existe una ganadería importante en Casanare llamada Punta de Garza, propiedad de un cebador importante en Colombia llamado Julio Carreño, que está produciendo animales Braford en vista que a la fecha debe tener entre mil o 2.000 inseminaciones realizadas con éxito en su finca. Añadió que la obtención de animales ya en potrero es una muestra de que si se pueden lograr grandes cosas por cuanto hay hembras que pastan en zonas difíciles del departamento que se están preñando entre los 16 y los 18 meses de edad.
En este momento Colombia tiene un hato ganadero que puede superar los 29,6 millones de cabezas, pero el crecimiento puede ser del 10 por ciento de la población que se tiene de puro la cual en árboles genealógicos llega a 800 o 1.000 registros de Braford frente a unos 400 de Hereford, una clara muestra que cada vez más ganaderos confían en la raza por sus bondades y evidente productividad, un factor que mejora el flujo de caja en las fincas, pero además por la experiencia y los procesos que se han generado a través del tiempo con el mayor éxito, el proceso, expresó Jara López, avanza lento, pero seguro.
En cría de bovinos hay que propender por eficiencia y peso competitivo
La posibilidad de comprar animales y genética en el extranjero es viable y muy posible, el inconveniente está en que Colombia no tiene ventanas sanitarias para importaciones con países como Inglaterra, caso opuesto existen muchos apuros sanitarios que ponen barreras para adquirir en el mercado global animales vivos, lo que sí se puede conseguir es genética a través de semen y embriones congelados que permitan crecer en las líneas genéticas disponibles, aunque el mayor crecimiento de Colombia, apuntó el ganadero, proviene de Argentina, uno de los países que más carne produce en el mundo y por ello su primera raza élite es el Brangus seguido por el Braford, linaje que se está diseminando exponencialmente por Uruguay, Paraguay e inclusive por Ecuador que ha venido mostrando repuntes en la raza.
Si bien las modas ganaderas no han resultado afortunadas por todo lo que han implicado en materia retroceso, cierto si es que los mejores cruces se están dando entre razas europeas con cebuinos de gran condición, una base consecuente a nivel tropical que si bien nunca será tan productivo como los ejemplares europeos de distintas castas, lo verdadero es que se trata de aprovechar las líneas genéticas para cruzar con cebuinos y poder otorgarle al ganadero, no solamente un animal eficiente y productivo, sino que también pueda escalonarse de manera exclusiva en la cantidad sino en la calidad para ofrecerle al mercado colombiano.
Con las modificaciones genéticas y los cruces adelantados, los bovinos Braford, a pesar de su tamaño medio y su baja estatura, tienen la relación de músculo a hueso maravillosa y por eso el rendimiento en carcasa puede estar superando el 60 por ciento del animal en sacrificio. En Colombia ha habido toros que fácilmente pesan 900 kilos e inclusive hay ejemplares adultos que alcanzan o superan los 1.000 kilos, pero la raza, aclaró Jara López, debe escalonarse a un linaje en peso promedio a una unidad Gran Ganado de 450 kilos, algo que no ha podido entender el ganadero colombiano que generalmente deja ver su gusto por las razas grandes.
“Una raza que tenga un tamaño adulto de 450 kilos, puntualmente una hembra, facilitaría que dos vacas de esas características compartieran un espacio de comida para 900 kilos, pero si la hembra reporta en báscula 600 kilos, el ganadero no puede tener sino 1.5 hembras en ese mismo espacio lo que indica que 1.5 vacas darán menos crías que dos. La idea de eficiencia es contar con una mayor cantidad de kilos por hectárea año, no mayor producción de kilos en los animales”, afirmó el criador de Braford.
Precisamente el gran reto de la ganadería en todas las razas es bajar la talla de los vacunos ya que en zonas tropicales se necesitan animales que coman menos y engorden más, bovinos con barriles muy grandes o vísceras demasiado grandes, orientó el experto, van a generar mayor cantidad de calor metabólico en sus procesos, y si aumenta la carga en ese sentido, el animal padecerá estrés calórico lo que en climas tropicales es nefasto puesto que limita el consumo animal y por ende el crecimiento y la productividad. A juicio del veterinario, para ser competitivos lo ideal es sacar en promedio animales de 450 a 500 kilos en 20 meses, eso, repisó, es magnífico.
Las mejoras ya dan sus frutos en leche
Desde la perspectiva del médico veterinario y experto en biotecnología y reproducción bovina, la leche ha mostrado un cambio trascendental en el país, empezando porque las razas como la Holstein que son muy grandes, hacen parte de las castas que tienen muchos inconvenientes para movilizarse en terrenos quebrados, en zonas difíciles y muy en línea con la topografía del país, esos animales demandan predios bastante privilegiados que actualmente resultan enormemente costosas a la hora de comprar o mantener.
Algunos productores, enfatizó el ganadero, se han ido trasladando a zonas tropicales para la producción de leche en trópico medio o bajo y para eso es necesario hacer cruces con cebuinos, en este caso con el Gyr, la propuesta ha resultado demasiado importante, pero igualmente vienen las razas de talla media a marcar liderazgo bajo el mismo esquema de biotipo que se hace en carne y son razas tipo Jersey o Ayrshire en cruzamiento con cebuinos, bien sea con el mismo Brahman, Gyr Lechero o Guzerat.
La Braford como raza sintética es una muestra fehaciente de éxito en lo que a producción de carne se refiere, pero ha habido cruces de Hereford con Gyr que han proporcionado animales muy bien adaptados al trópico con características lecheras y cárnicas que pueden ser muy similares a un doble propósito de extraordinaria rusticidad y de muy fácil producción en zonas tropicales, otras razas a las cuales se ha venido vinculando el Hereford con los cruces es la estirpe Holstein para zonas de trópico alto y muy frecuentemente se está utilizando el Hereford para tri-hibridos, inclusive hay razas puras que en su composición genética traen Hereford como parte de su crecimiento genético, allí hay dos razas importantes, el Beefmaster que incluye Hereford dentro de su composición genética y el ganado Bonsmara que en sus inicios hizo cruces con Hereford en Sudáfrica para poder lograr una estupenda raza base.
Prácticamente por la rusticidad del Hereford, pueden hacerse cruzamientos con cualquier otro tipo de animal, siempre y cuando se tenga presente que europeo más europeo necesita unas condiciones nutricionales y ambientales diferentes al europeo con Indicus, luego esa es la clave del éxito para un cruce con Hereford o de cualquier raza europea.
Una posibilidad extraordinaria y que se debería hacer, consideró Jara López, es mezclar Hereford con razas criollas colombianas, de hecho, dijo, ya se han hecho unos cruces experimentales con Blanco Orejinegro, BON, y a pesar de ser una raza criolla este bovino tiene una excelente calidad de carne y un buen prospecto en crecimiento, entonces el cruzamiento ha sido muy benéfico y maravilloso, ahora lo que se debe propiciar es multiplicar este tipo de cruzamiento con razas criollas colombianas que no son más que un europeo 100 por ciento adaptado, prácticamente es un europeo con cuero de cebuino.
“Desafortunadamente hemos subutilizado nuestras razas criollas que en verdad son estupendas y estos ejercicios son una gran oportunidad para abrir líneas porque los bovinos criollos se cerraron tanto que manejan una consanguinidad muy alta lo que ha frenado el adecuado crecimiento genético”, puntualizó Jara López.
Independiente de que existan desafíos trascendentales en la ganadería tales como cambio climático, resistencia bacteriana, surgimiento de nuevas enfermedades y otros temas de la parte clínica y veterinaria, el gran reto de la cría de bovinos en Colombia, desde el análisis de Jara López, es la transferencia de tecnología porque prácticamente el país tiene muchas alternativas, pero para poder ser productivos es necesario hacerse al acompañamiento técnico del campo, una labor que estaba haciendo muy bien Agrosavia, otrora Corpoica, el Instituto Colombiano Agropecuario, ICA, y algunas entidades privadas con investigación a nivel tropical, el tema, dijo el experto, es retomar esas funciones para que se permita la apertura de ventanas tanto para la parte sanitaria como para lo atinente a nutrición y de manejo, tareas fundamentales para el crecimiento de la ganadería en Colombia. Manifestó que hay que seguir y apostarle a las nuevas tecnologías, a las biotécnicas que hoy están de moda y siendo de gran ayuda porque acortan el intervalo entre generaciones como la transferencia de embriones por la técnica de maduración y fertilización in vitro y otras investigaciones de aspecto sanitario y nutricional que pueden llevar al país a un éxito rotundo, a la presentación de carnes de muy buena calidad y con sello verde tanto ambientalmente como por la utilización de productos que no sean químicos sino biológicos para el control de enfermedades y plagas.
Destacó que el país tiene una oportunidad importantísima que se ha desperdiciado porque sin duda hace mucho en transferencia de tecnología para el pequeño y mediano productor. El trópico, estimó, en medio de lo retador que pueda ser, tiene asimismo unas bondades que de saberse leer, identificar y usar bien, hace que la ganadería repunte de manera extraordinaria, tan cierto que Colombia es de los pocos países que tiene comida los 365 días del año por tener sol y lluvia, al no haber estaciones no se necesita producir alimentos para almacenar, sin embargo en épocas secas algunos agricultores y ganaderos no saben hacer manejos adecuados de potreros y de manera increíble casi nadie se prepara para las épocas difíciles.
Las apreciaciones del veterinario José Joaquín Jara López son de gran importancia y para tener muy en cuenta ya que tiene encima dos especializaciones y más de 22 años de experiencia en biotecnología y reproducción bovina. Ha prestado apoyo técnico a más de seis laboratorios de producción in vitro no solo en Colombia, también en México y Panamá, acredita además apego a la enseñanza puesto que se desempeña como docente en pre y pos Grado.