Los palmicultores colombianos reunidos en Bucaramanga con ocasión del 52 Congreso Nacional encendieron las alertas por diversos factores que están impactando la productividad y buen desempeño del sector, hay apuro por comercialización ilegal, inseguridad y cambio climático.
El presidente Ejecutivo de la Federación Nacional de Cultivadores de Palma de Aceite, Fedepalma, Nicolás Pérez Marulanda aseveró que la palma que arrojó muy buenos indicadores en 2023 no la pasa bien, los palmeros que llegaron a una producción de 1.85 millones de toneladas con un valor de siete billones de pesos están preocupados y siguen luchando con la comercialización ilegal que representa el 10 por ciento de la producción formal de un sector que invierte, genera riqueza , desarrollo, empleo y tejido social.
El gremio que agrupa pequeños, medianos y grandes reveló que fueron identificadas 29 básculas informales que fomentan la ilegalidad en el Magdalena Medio y en la Costa Atlántica. El tema es tan apremiante, dijo el dirigente gremial, que a la fecha hay una deuda de 10.000 millones de pesos ocasionada por los demandantes de maquila con el Fondo de Estabilización de Precios, FEP.
Dijo igualmente que fueron hechas ocho denuncias penales y tres civiles por ordenamiento de maquila. El directivo instó a las autoridades a adelantar las auditorías necesarias en los fondos parafiscales con el fin de ratificar por medio de un equipo interdisciplinario que los dineros de la parafiscalidad si están llegando al desarrollo y repunte de la agricultura, así como a la sostenibilidad de la economía rural.
Pérez Marulanda dijo que el modelo de comercialización es un activo valioso que el gremio debe defender lo cual implica que el sector debe saber a quién le compra y a quién le vende.
En su intervención, el vocero le propuso al gobierno colombiano apostar por un plan de formalización para conducir a los productores a una sólida legalización en aras de retomar un modelo fuerte y confiable.
Inseguridad alarma
En opinión del presidente Ejecutivo de Fedepalma, el delito tiene acorralados a los productores y manifestó que las acciones delincuenciales en detrimento de los palmicultores aumentaron a una tasa del 33 por ciento frente a las estadísticas de 2022.
A juicio de Pérez Marulanda, la situación es alarmante ya que para no ir tan lejos las zonas de producción de palma del país están amenazadas, una situación delicada que llevó a la realización del primer foro de seguridad palmera con las autoridades como la Dijín, Policía Nacional, Ejército y el ministerio de Defensa.
Frente a esta situación, Pérez Marulanda insistió en la necesidad de hacer ejercicios regionales y definir acciones para evitar que el crimen siga golpeando la actividad palmera. Invitó a los productores para que hagan uso de los mecanismos de denuncia y afianzar redes de comunicación que involucren Ejército y Policía.
En medio de las vicisitudes, el presidente Ejecutivo de Fedepalma reconoció el compromiso y oficio de la Policía como también de las Fuerzas Militares.
Otro inconveniente, comentó Pérez Marulanda, es el deterioro de la seguridad jurídica que llevan a la incertidumbre con sus respectivos impactos en el crecimiento a mediano plazo.
El entorno no invita al optimismo, estimó el dirigente porque reina la incertidumbre y la inseguridad desde todos los ámbitos más con los agudos problemas que se vienen suscitando con los asuntos de la tierra y la manera como se quiere manejar un tema complicado que tiene implícito acopiar fincas y suelos para su posterior repartición.
Un aspecto que debe despejarse, a juicio de los palmicultores es el relacionado con la Jurisdicción Agraria porque hay hectáreas productivas en vilo puesto que no hay claridad qué puede pasar con la propiedad privada y hacia dónde va la política estatal frente a la tenencia de la tierra y la productividad.
“La confianza es una condición esencial para la inversión y el desarrollo”, puntualizó el señor presidente Ejecutivo de Fedepalma.
Hay problemas con la mano de obra
En 2023, dijo el directivo, no fue menor la dificultad con la consecución de mano de obra, un asunto explicado en la salida de personas jóvenes del campo y en las inquietudes existentes con el cambio generacional que hacen prever mayores apuros con la contratación de trabajadores.
Expresó que no es un tema menor por cuanto no solo se trata de gente partiendo para las ciudades sino de menores nacimientos pues entre 2014 y 2023 el indicador mostró un saldo en rojo con 160.000 nacimientos menos. El respetable dirigente recalcó que es perentorio trabajar en relevo generacional, mecanización, optimización y el fortalecimiento de la relación con las comunidades.
El clima golpea
Sin duda el cambio climático sigue siendo el gran desafío porque tiene amenazada la producción agrícola. Para Pérez Marulanda en ese frente el reto es muy grande, a tal punto que en 2024 se estima una caída del del siete por ciento en la producción de palma, es decir 130.000 toneladas que no se van a obtener. La situación señaló el dirigente gremial, ha hecho que El Centro de Investigación de la Palma trabaja en ese urgente entendimiento de los efectos de los constantes cambios en el clima.
De cara a mejorar las cifras, Pérez Marulanda dijo que es vital explorar nuevos mercados como biocombustibles avanzados, alimentación animal y producción de aceite Alto Oleico sin dejar de lado el concepto de economía circular.
En materia de Parafiscales el presidente Ejecutivo de Fedepalma anotó que este año debe adelantarse la renovación de los contratos de administración de los Fondos Parafiscales, con miras a garantizar que todas las oportunidades identificadas se puedan realizar. Este proceso, explicó Pérez, sucede cada diez años y para el caso de la palma se espera quede formalizado antes de noviembre.
“Este proceso nos invita a entender y defender el valor de nuestras instituciones palmeras. Debemos reconocer lo que hemos construido en más de seis décadas de trabajo conjunto, analizar por qué y para qué diseñamos ciertos mecanismos, y comprender la razón de ser de nuestra parafiscalidad”, afirmó Pérez Marulanda.
Fedepalma agradeció al Congreso de la República la inclusión en la Ley 2294 de 2023 del Plan Nacional de Desarrollo, los ajustes a la base gravable para la liquidación de la cuota de fomento palmero exigidos por la Corte Constitucional, lo que garantizará el recaudo e inversión de la Cuota de Fomento Palmera, que el año pasado financió proyectos por 81.000 millones de pesos en beneficio del sector.
Cabe anotar que el año anterior el Fondo de Estabilización de Precios le permitió a la palmicultura un ingreso adicional de 132 millones de dólares.
El presidente de Fedepalma dijo que en un mercado cada vez más volátil por efectos climáticos, geopolíticos y logísticos, mantener el Fondo de Estabilización de Precios reflejando esas realidades de mercado es cada vez más difícil. Paralelamente, añadió, en ese contexto de, es crucial que el FEP refleje de manera constante las condiciones de mercado para garantizar el cumplimiento de los tres objetivos que definió la ley para este instrumento, lograr un ingreso remunerativo para los palmicultores, regular la producción y garantizar el abastecimiento del mercado nacional, pero igual promover las exportaciones.
“En esa medida, el bloqueo injustificado que el gobierno nacional ha hecho a la actualización de los costos de la logística por casi dos años, ha generado serias distorsiones en el mercado de fruta y aceite de palama, afectando el cumplimiento de los fines establecidos en la ley. Le reiteramos señora Ministra la necesidad de actuar sin más dilaciones”, enfatizó el presidente Ejecutivo de Fedepalma, Nicolás Pérez Marulanda.
Igualmente resaltó el directivo, durante treinta años de administración de los fondos parafiscales, la Federación ha sido auditada regularmente y siempre ha contado con informes que reconocen el manejo transparente y eficiente de los recursos parafiscales.
Finalmente expresó que se ha comenzado con el proceso de renovación de contratos con el equipo del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, entregando toda la documentación requerida y apoyando a palmicultores y plantas extractoras para verificar en terreno los beneficios que la parafiscalidad ha llevado a las zonas palmeras del país.
“Señora ministra, estamos listos para renovar el contrato antes del vencimiento el próximo mes de noviembre”, finalizó el presidente de Fedepalma.
La producción de palma de aceite con 7.552 cultivadores tiene como destino el 73 por ciento del mercado local, un 27 por ciento hace parte de la oferta exportable y es de subrayar que el 80 por ciento de las siembras se hacen a pequeña escala. El gremio reportó 909 nuevas afiliaciones y una dinámica que llama la atención sobre la base de la asociatividad y un trabajo en cadena y hecho al unísono.