El movido 2024 poco a poco agoniza, ya quedó establecido por las familias colombianas que noviembre es la puerta de diciembre, la cuota inicial del mes más feliz y esperado del año, en fin, ya empieza a reservarse presupuesto para la ropa nueva, los infaltables regalos, las viandas de la novena y los tamales, el ajiaco, el pavo, las gallinas y lo que se quiera programar para el desenguayabe del 25 de diciembre o el primero de enero que puede pasar por un delicioso asado de terraza saludando la navidad o el año nuevo, todo un compendio de las llamadas fiestas decembrinas.
Igual ya empiezan a sonar los temas inmarchitables de las fiestas de fin de año, las piezas musicales con las que crecimos y esperamos llenos de ilusión que llegara el niño Dios o en su defecto Papa Noel, eran tiempos maravillosos de natilla y buñuelo, de galletas con vino, amasijos y todo el gourmet de la abuela y mamá. Con diciembre se activaban como una ráfaga las espectaculares orquestas, la Billos Caracas Boys, los Melódicos, La Tremenda, Los Blanco, Lucho Bermúdez y su repertorio costeño, pero igual Pacho Galán, el Maestro Adolfo Echavarría con sus cumbias y porros, los Corraleros del Majagual, Pastor López, Armando Hernández y todo el arsenal vallenato, la lista es interminable, pero le ponían sello especial a la navidad.
Como ocurre todos los años, vendrán las incontenibles lágrimas que genera el tema “Faltan cinco pa las Doce”, esa pieza indeleble del maestro venezolano Néstor Savarce, todos suspiran, se soban los brazos y sirven aguardiente cuando después de una gritería aparece el eterno disco que rueda y de inmediato encharca los ojos con esa letra nostálgica, las campanas de la iglesia están sonando, anunciando que el año viejo se va. La alegría de año nuevo viene ya, los abrazos se confunden sin cesar, ahí ya las lágrimas ruedan por mejillas en los múltiples ojos rojos que aumentan el caudal cuando la bella pieza dice “Faltan cinco pa las doce el año va a terminar, me voy corriendo a mi casa a abrazar a mi mamá, y ni qué decir cuando llega el momento en que se nombra con tanto sentimiento a la linda viejecita, por los ojos sale el guaro que se tomaron los compungidos desde bien temprano, ahora debe seguir la farra para romper el duelo por el año que feneció, ah país.
Pues bien, después de la remembranza hay que decir que el nuevo año vendrá con la puesta en marcha de las medidas europeas que buscan restringir el comercio de productos que acudan a la deforestación para ampliar la frontera agrícola, un muy mal ejemplo que dejaron en la colonia españoles y portugueses para el caso de América Latina, igual paso en Norteamérica con la llegada de los colonos europeos que arrancaron pieles hasta el cansancio, mataron árboles y exterminaron comunidades indígenas, en fin, el pasado es de muy lamentable recordación, pero los siglos pasaron y hoy todo el planeta está unido en torno al medio ambiente y a devolver lo mucho que se le restó a la naturaleza para obtener petróleo, gemas, hierbas medicinales como la quina, seda, telas, especias, tierras y esclavos. Algunas colonias dejaron un legado, otras luto, pobreza y un cruce genético que explica agresividad, envidia, violencia, intolerancia, corrupción y altos índices de maldad. Afortunadamente el mundo se ha podido comunicar y gracias a esas interlocuciones han saltado a la palestra soluciones y propuestas para reivindicar todo lo mal que se obró, especialmente con selvas, bosques, ríos y animales silvestres muchos extintos o en esa pavorosa línea.
Es hora de hacer la tarea al unísono porque el planeta lo necesitamos todos, es bueno que en Europa y otras latitudes reconozcan sus errores y que hoy no ahorren recursos ni esfuerzos para salvar un mundo que ya casi tiene firmado y sellado el acta de defunción, y no es ponderación, se trata de una alarmante realidad que se ve reflejada en el cambio climático y en expresiones naturales agresivas, verbigracia los huracanes que golpean recurrentemente La Florida, los movimientos telúricos que se dan intempestivamente y tragedias súbitas como las que impactaron recientemente a Valencia en España dejando gran pesar por el elevado número de víctimas, algo que posiblemente se dé en América Latina en donde la fiebre del oro cambió agua cristalina por mercurio puro, el que mata seres humanos, animales y plantas, no obstante la naturaleza es paciente y cobra por ventanilla.
Es urgente frenar la extracción de los recursos naturales y decidir por la vida, por el regreso de los manantiales y la recuperación de la selva, ya está bueno, hay que parar, si el ser humano sigue degradando bosques y ecosistemas, simplemente los días de la vida estarán contados, no hay duda.
Las decisiones europeas no cayeron bien, pero muy seguramente hubo sobresalto en aquellos sectores que no hicieron las cosas al derecho y que verán afectadas sus ventas porque las exportaciones no deben estar manchadas por delitos ambientales, nadie se opone a la productividad, pero en buenos términos con la naturaleza que sigue amenazada, hoy estamos hablando de América Latina y otras partes del mundo, pero pronto habrá medidas muy seguramente para quienes en África asesinan a diario leones, tigres, elefantes, rinocerontes y muchas otras especies, en ese punto el mundo entero está de pie, no se acepta que la selva, las sabanas o los bosques estén siendo erradicados solo para enriquecer a unos cuantos impíos y poco inteligentes mercenarios de la fauna y la flora. Allí todos estamos de la mano.
El mismo problema tienen pumas, jaguares y otros animales silvestres en Latinoamérica, por fortuna se han tomado medidas porque hay sectores que se apropian de las tierras del rey jaguar y luego lo persiguen para borrarlo del mapa o sencillamente desmembrarlo y enviarlo a China para que los curanderos asiáticos preparen brebajes asquerosos y timadores que indiscutiblemente dejan muy buena plata.
El tema no puede ser más claro, hay cabida para la agricultura limpia y ambientalmente responsable, pero la Unión Europea, UE, no quiere productos asociados a la deforestación en las distintas regiones del globo.
En diálogo con Diariolaeconomia.com, el Country Manager para Colombia de la organización internacional Solidaridad Network, Joel Brounen, aseguró que actualmente Colombia tiene un marcado liderazgo en agricultura sostenible, modelo que ha servido de inspiración para que muchos países cercanos y de la región quieran conocer y aprender de la experiencia colombiana. Dijo que por citar un ejemplo, llama la atención la aplicación de estándares voluntarios en el café o la palma de aceite han logrado muy grandes avances haciendo que Colombia en este momento sea un origen muy apetecido por importadores globales.
Expuso que como ahora se migra de estándares voluntarios a marcos regulatorios, muchos importadores buscan justamente esos países que tienen un desempeño ya reconocido y en ese frente, dijo Brounen, Colombia tiene una ventaja competitiva frente a los que viene con la legislación europea frente a la deforestación y en ese sentido Colombia tiene un potencial enorme de crecer en su productividad sin talar un solo árbol y esa ventaja hace que el país se perfile como potencia hacia el futuro en producción agrícola en la región.
Hay verdaderos paradigmas que llaman la atención en café, cacao, ganadería y palma porque ya es posible ver bosques muy grandes albergando cultivos y eso demuestra que la agricultura puede ser posible sin depredación, hoy apuntó el Gerente, son comunes los sistemas agroforestales que no solamente sirven como seguro por el cambio climático sino también como un ingreso adicional por la captura de carbono que esos árboles pueden generar.
“Hoy en día Colombia cuenta con el programa Asómbrate que agrupa más de 35.000 productores de café y cacao que están registrados y monitoreados para poder vender las capturas de carbono en sus fincas por los árboles. La venta en promedio hecha este año es de 40 euros por tonelada y eso hace que los agricultores respondan al llamado de mejorar las prácticas agrícolas basados en el respeto por el bosque”, declaró el señor Joel Brounen.
Recalcó que el 100 por ciento de la palma de aceite que sale con destino a Europa ya cuenta con un estándar voluntario lo cual se transforma en una ventaja competitiva en la región porque baja ostensiblemente la percepción, pero igual el riesgo vinculado con deforestación que finalmente llevó a crear el marco regulatorio.
Anotó que la afortunada experiencia colombiana es fruto del trabajo articulado entre el gremio palmero con los productores y los diferentes actores de la cadena que han implementado en los últimos siete u ocho años y en relación con eso, dijo el experto, pueden experimentar las bondades de las ventajas competitivas expresadas en mayor demanda de productos una vez entre en vigencia la nueva legislación.
En su exposición Brounen manifestó que eso mismo aplica a productos como café en donde también hay un avance ya que hoy en día más o menos el 70 por ciento de la caficultura cumple con un estándar voluntario del sector y lo mismo pasa en otros productos como banano y flores que muestran total cumplimiento a todo nivel, dejando claro que estos dos sectores no son parte de la regulación europea.
Un aspecto a tener en cuenta es que en palma fueron creados corredores biológicos para facilitar el desplazamiento de jaguares, pumas, ocelotes y otras especies de fauna. Brounen destacó que hay fincas que promueven áreas de alto valor de conservación en donde encuentra blindaje el bosque y las diferentes expresiones de la naturaleza, algo que demuestra que sí pueden convivir la agricultura con la conservación de lugares considerados de alta biodiversidad.
Sobre el devenir de la agricultura local con la entrada de la legislación europea, el Country Manager para Colombia de Solidaridad consideró que Colombia al hacer la comparación con otros países, está muy bien posicionada lo que sugiere que puede tener ventajas competitivas sin que se diga que todo está hecho pues hay que hacer más ya que si bien puede aumentar la demanda de bienes agrícolas colombianos, no se puede negar que existe un grupo considerable de agricultores que necesitan cierto apoyo para llegar a un nivel alto y justamente con gremios y distintas empresas, la organización trabaja en ese eslabón, involucrando pequeños productores para que ellos también puedan exportar o seguir exportando a la Unión Europea.
Solidaridad tiene claro que ayudando al pequeño y al mediano productor se logran significativos avances en aras de darle sostenibilidad a la productividad y al medio ambiente y manifestó que lo importante es cerrar brechas. La organización estima que lo hecho en Colombia va por buen camino y por eso con el gremio está midiendo el índice de sostenibilidad, labor que se hace en conjunto con la empresa colombiana dedicada a ofrecer al sector agroindustrial soluciones efectivas en consultoría, registro y desarrollo técnico-comercial, ABS Agrosoluciones la cual facilita el acompañamiento y la asistencia técnica.
Solidaridad Network, explicó Joel Brounen, es una organización que trabaja a nivel global en el afianzamiento de cadenas sostenibles enfocados esencialmente en pequeños productores, actualmente hay un trabajo avanzado en Colombia con café, cacao, palma de aceite y ganadería.
Más allá del tema de cadenas, la organización se encarga de que los pequeños productores puedan acceder a los mercados internacionales de carbono para que pueden tener un ingreso adicional por la captura que logren en sus fincas.
Solidaridad y su vocero en Colombia insiste en que se debe crear un balance entre la producción agrícola y los sistemas agroforestales que se pueden combinar según Brounen en las fincas, labor que si se hace de manera correcta no aumentará significativamente la producción lo cierto es que los cultivos estarán protegidos frente a los embates del cambio climático en donde se registran altas temperaturas o sequía de manera permanente o caso opuesto lluvias prolongadas y por fuera del régimen que afectan las unidades productivas. Allí en las zonas rurales la organización busca que de manera paralela los árboles de sombra puedan capturar carbono que se paga con el socio Rabobank a razón de 40 euros por tonelada, es decir que si la finca tiene dos hectáreas los agricultores pueden tener entre tres o cuatro toneladas, de todas maneras el ejercicio representa entre 240 o 320 euros de lo cual el 80 por ciento va directamente a la caja del productor, algo importante porque es el labriego quien hace la labor y quien debe recibir un incentivo anual que se hace efectivo a 15 o veinte años dependiendo la edad del sistema agroforestal.
Una mirada diferente puede tener el Amazonas que sigue siendo objeto de la deforestación indiscriminada, de todas maneras el Gerente de Solidaridad Network indicó que Colombia puede hacer agricultura eficiente sin talar un árbol y por eso se viene promoviendo el incremento de la productividad por hectárea para no necesitar más suelos que eventualmente pueden venir de la muerte de los árboles.
“Las cosechas pueden mejorar, habría crecimiento de la productividad agrícola, el bosque seguirá respirando y la especies como el hombre vivirán, pero para eso se necesita conocimiento, inversión, financiación, insumos e infraestructura porque alrededor de ésta el agricultor puede obtener productos de manera competitiva, una forma de tener espacios para el medio ambiente que se pueden proteger, que no hay necesidad de abrirlas y para eso es necesario la protección de las autoridades en el territorio así como de una coalición público-privada en el país.
En su análisis, Joel Brounen afirmó que el concepto en agricultura que se tiene actualmente debería ampliarse y no quedarse solo en la producción de alimentos sino servir como proveedores de servicios ambientales o personas que cuiden la tierra lo cual conllevará a generar mecanismos para llevarles un incentivo a los productores por cumplir distintos roles en la tierra que manejan familiarmente, una estrategia que haría mucho más tractivo el campo para la nueva generación pues se hace necesario que haya un verdadero relevo generacional y que el campo tenga dueños, mano de obra y dolientes del entorno.
Brounen subrayó que solamente con inversiones es posible incrementar la productividad por hectárea y es allí en donde será importante acompañar a los agricultores para que accedan a la financiación y tengan puertas abiertas en tecnología con lo cual aumentan los rendimientos, bajan los costos de producción y se logra la eficiencia. Allí, dijo el directivo, Colombia tiene mucho en qué avanzar para superar escollos como la escasez en mano de obra que se hace cada vez más compleja conseguir y hacer que cada persona sea mucho más competitiva en las labores agrícolas.
Colombia tiene margen para mejorar su producción agrícola
A su turno la embajadora de la República Federal de Alemania en Colombia Martina Klumpp anotó que en su visita a Cali con motivo de la COP16 evidenció que el Valle del Cauca y el Pacífico colombiano es tierra de caña de azúcar, ganadería, café, frutas y palma de aceite, igual manifestó que apenas empieza a recorrer el país productivo para tener certeza de manera directa de qué y cómo siembran los labriegos en sus predios.
Un aspecto que le atrajo para el caso de la palma es la importancia que el sector palmero adjudica a las cadenas de suministro y a la trazabilidad de la no deforestación para lograr imprimirle tranquilidad a los consumidores y al medio ambiente porque son productos que se logran sin dañar selvas o bosques.
“Eso para Alemania y para la Unión Europea es importante y por eso estamos apoyando a pequeños productores colombianos como caficultores o cacaocultores para prepararlos de tal manera que ajusten sus formas de producción a las exigencias de un mercado globalizado que pide el respeto de los estándares”, señaló la respetabilísima embajadora de la República Federal de Alemania.
Al campesino debe decírsele que la Unión Europea tan solo persigue es una agricultura sana, bajo parámetros de buenas prácticas, respetuosa del medio ambiente y de la misma vida del ser humano por cuanto se quiere una agricultura limpia y cargada de inocuidad en vista que se hace necesario bajar los índices toxicológicos y la presencia de trazas o sustancias altamente patológicas.
Igualmente el país europeo espera que haya equidad en el campo pues no puede ser que los precios vayan hacia abajo y los menores precios se logren a expensas de los productores y de la explotación de las personas lo que incluye trabajo infantil y unos estándares sociales que no se cumplen y por ello el gobierno de Alemania no quiere imponer una camisa de fuerza sino apoyar al campo para que mejoren las condiciones de trabajo y con ello las condiciones de vida.
Unos buenos ejemplos en el agro lo tienen el café y la palma en donde el agricultor vende su fruta directamente a la agroindustria evitando la intermediación, el gran inconveniente de los granjeros que muchas veces venden a pérdida sus cosechas para que los de la mitad se llenen los bolsillos algo que no es justo ni legal.
En ese sentido la embajadora anotó que el tema de la intermediación es algo muy difícil y dijo que se desplazará por la ruralidad colombiana para conocer de primera mano esa realidad porque manifestó que si los campesinos no disponen de la información del valor verdadero de sus productos en los mercados, sencillamente están a la deriva o expuestos a los abusos, una tarea del gobierno que debe darse de manera decidida a la tarea de ejercer control para evitar esas situaciones.
Tanto en Alemania como en la Unión Europea hay vínculos estrechos con Colombia y por eso los agregados comunitarios buscan lo mejor para productores primarios, empresarios y distintos componentes de la cadena de valor ya que si hay calidad y confianza se genera un gana-gana.
“Creo que tenemos una buena oferta de programas de intercambio, de experiencias, aportación y capacitación por lo que invito a los colombianos a que hagan buen uso de esos instrumentos”, acentuó la diplomática.
La experiencia en la cocina del chef le cayó como anillo al dedo a la embajadora de Alemania porque le gusta cocinar, eso sí, le quedó faltando sacar en su totalidad el hueso de la pierna-pernil, tarea que culminó el profesional en alta cocina, pero el relleno, el horneado, la yuca, el suero y las salsas para la yuca fueron un éxito, hubo charla, risas y buen gourmet. Si preguntan si hubo guaro no hay manera de negarlo, el cuento es que se lo llevó una salsa de tomates con cebolla, ajo y pimentón.
La embajadora de la República Federal de Alemania en Colombia Martina Klumpp expresó su agrado por Colombia y su generosa biodiversidad.
Fedepalma, un gremio de buenos resultados
En charla con este medio el presidente Ejecutivo de la Federación Nacional de Cultivadores de Palma de Aceite, Fedepalma, Nicolás Pérez Marulanda, valoró el destino final del aceite de cocina que en buenas manos genera las mejores comidas pues es un producto sano, de buen sabor y muy utilizado en el mundo gourmet.
En el entorno de la palma aseveró el dirigente gremial hay impactos positivos en el desarrollo económico, en la generación de empleo, cuidado del medio ambiente y ahora en la alimentación de todos los colombianos. Expuso que los eventos gourmet son muy útiles ya que dejan ver que el aceite de palma es el preferido por los colombianos pues lo consumen la mayoría de los hogares, igual la experiencia permite establecer el mejor uso que se le puede dar al aceite en las diferentes preparaciones y cómo se puede aprovechar su potencial nutricional así como sus cualidades culinarias y por esa vía permitir explorar todo un sector y toda la palmicultura.
Sobre la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, el directivo anotó que por todo el entorno geopolítico hay interés por saber que decisiones tomará el presidente electo una vez se posesione pues es de todos sabido que Estados Unidos es un país con una marcada injerencia en el mundo entero demasiado significativa, particularmente en América Latina, pero reconoció que a todos les conviene tener una relación armónica con el gobierno de Washington en donde todos logren beneficiarse.
Anotó que independiente de las determinaciones que adopte el nuevo mandato, hay que tener en cuenta que hoy el mundo está más interconectado que nunca por lo que todos dependen directamente de las actuaciones de quienes rigen las naciones en su totalidad. Pérez Marulanda apuntó que no es posible vivir aisladamente en el planeta y consideró que por ello debe haber una visión pragmática y entender la prioridades que a la fecha tienen los estadounidenses, pero sin perder de vista que lo ideal sería trabajar sobre intereses comunes.
La situación del mundo no es la mejor y en opinión de Pérez Marulanda queda demostrado por el ayer y el hoy que las guerras no dejan nada bueno y les resultan costosas a todos en el mundo, invitó a explorar esos intereses comunes y dejar las diferencias a un lado.
En medio de la situación el año cierra bien
El presidente de Fedepalma puntualizó que el año será muy bueno en materia de precios porque repuntaron especialmente en el segundo semestre, la producción, sostuvo, se vio afectada en los primeros cuatro meses del año por las dura sequía. El periodo muy seguramente cerrará con una producción inferior hasta en un diez por ciento respecto al año pasado, pero indicó que las condiciones del negocio han sido bastante favorables.
El asunto precios no puede ser mejor por cuanto en las últimas tres o cuatro semanas la tonelada de aceite en el mercado internacional alcanzó los 1.300 dólares, un precio que no se registraba desde hace más de 18 meses y esa cotización se sigue reflejando en el ingreso de los productores locales.
La producción castigada por el clima podría superar el millón 700 mil toneladas en 2024, una cifra inferior al millón 850 mil toneladas del año anterior, subrayó que este periodo el exceso de radiación solar y la sequía fueron demasiado marcadas entre enero y abril.
“A nosotros en particular nos había ido relativamente bien en materia climática en los últimos tres años porque los fenómenos de La Niña habían significado una buena distribución de lluvias, pero esta sequía fue particularmente fuerte y tendremos que seguir alertas porque lo más seguro es que los climas variables van a ser la norma”, exteriorizó el dirigente gremial.