En Colombia pasan las cosas y la gente no coge vergüenza porque después de un incumplimiento, la muchedumbre sigue dándole el voto al político o candidato que más promete y que de antemano se sabe incumplirá porque lo que sobra en verbo falta en plata y lo poco que hay en plata se queda en manos de corruptos, negligentes o empresas mandadas a recoger toda vez que no cuenta con la suficiente solvencia para asumir contratos y obras de gran calado.
Al Huila le dijeron que tendría la conexión más inmediata con el sur del país y que solo así habría una articulación perfecta para mercancías, pasajeros, turismo y otros desarrollos prospectivos entre los departamentos del Putumayo, Caquetá y Cauca. Hoy, pasado el tiempo, la famosa obra de dos billones de pesos que estaba en la programación de vías de Cuarta Generación o 4-G no será posible porque como de costumbre las cosas se hicieron al revés y con unos escenarios y unos personajes calcados de otros negocios que no fueron más que la gran decepción nacional y regional.
El país no olvida que con la globalización de los mercados, que con los acuerdos comerciales habilitados y en vigor, es importante contar con carreteras, ojalá de doble calzada y toda una oferta de vías para el progreso que garanticen exportaciones e importaciones, empero, el país sigue con más desarrollo en tiempos de Alexander Humboldt en vista que las pocas obras que hay se las está tragando el monte, teniendo en cuenta que son vías de fuerza mayor y no grandes soluciones integrales que permita ser optimista de cara al futuro económico y social de Colombia en el mediano y largo plazo.
En diálogo con Diariolaeconomia.com, la presidente de la Asamblea del Huila, Sandra Milena Hernández Rincón, aseguró que la puerta que estaba prevista desde el punto de vista competitividad e infraestructura con el sur del país, quedó sellada porque la ruta Neiva-Pitalito y Pitalito-Timaná, es una ruta de obligatorio tránsito para departamentos como el Caquetá, el Putumayo y el Cauca los cuales sumados al Huila generan una importante dinámica comercial.
“Hoy, lamentablemente, estamos colapsados porque hay una interrupción total sobre el tránsito de ésta ruta que redundó en una desaceleración de la economía regional porque los tiempos de desplazamiento tanto para carga como para pasajeros aumentó en dos horas aproximadamente. El problema igual lo padecen sectores como hidrocarburos y el de gasificación lo que agudiza una situación traumática y perjudicial para el sector real del importante eje comercial y económico”, declaró la señora Hernández Rincón.
Denunció que todo obedece a la inoperancia del gobierno que no supo hacerles seguimiento a los contratistas y a exigir el cumplimiento de los acuerdos firmados en la cesión del contrato con la firma Aliadas el cual contempla cerca de 445 kilómetros que tiene la vía Neiva-Santa Ana-Mocoa. La preocupación que le asiste al departamento y a sus habitantes es que no hay una solución inmediata.
La obra por valor de dos billones de pesos que fue adjudicada en septiembre del año 2015 no tiene intervenido el primer kilómetro por parte de Aliadas, dejando ver que una vez más en Colombia las obras no se hacen por la carencia de ojo avizor por parte del ejecutivo que sigue incurriendo en faltas delicadas por no percatarse cómo y con quién contrata.
Con el incumplimiento, precisó la funcionaria, pierden los ciudadanos, los cafeteros, los transportadores, los comerciantes, los paneleros, los camioneros y prácticamente todos en el sur del país ya que hubo mucha ilusión cuando el gobierno nacional notificó al Huila de la gran noticia de la concesión, la misma que hoy se derrumba sin que a muchos les importe.
La situación se ha convertido en uno de los problemas, quizás sin precedentes en la historia del departamento del Huila porque las vías de cuarta generación, sencilla y llanamente, no van a llegar y a duras penas en 23 o 24 años que durará la concesión tan solo habrá doble calzada entre Neiva y la jurisdicción de Campo Alegre, es decir 26 kilómetros, de igual manera habrá cuatro vías circunvalares en igual número de municipios así como mantenimiento de la vía lo que dice que el departamento seguirá rezagado y sin vías competitivas para los próximos 25 años lo cual es considerado absurdo y todo un papelón porque lo que le vendió el gobierno al Huila no llena las expectativas que la comarca demanda, además que una región productiva, altamente competitiva en café, en tilapia, con desarrollos turísticos nacionales e internacionales y con muchas ofertas rurales, resultó castigada y engañada.
“El gobierno del Presidente Juan Manuel Santos, lo único que le dejo al departamento del Huila fue ruina, abandono, desidia, inconformismo y dolor de patria, el mandato dejó a la región con los crespos hechos y con el perjuicio enorme de acabar con la esperanza, con la fe y con la palabra del estado, que de nuevo quedó en entredicho”. Apuntó la Presidente de la Duma departamental.
Hay que precisar que el sur del departamento del Huila en donde hay una terrible congestión, se encuentran ubicados los parques turístico de los Guacharos, el arqueológico de San Agustín y el Arqueológico de Isnos como también el estrecho del Magdalena que es en donde nace el gran río grande de la Magdalena y por ello existe la preocupación por la indolencia del ejecutivo con la región y esa leonina pasividad mostrada con Aliadas. Firma a la que según la diputada, se le ha acolitado todo, pese al desmedro que la insolvente empresa generó en la región.
En opinión de Sandra Milena Hernández Rincón, a los huilenses les vendieron un proyecto que no cumplía exactamente con lo que el Huila merece. Recalcó que a la región le ofrecieron unas vías competitivas y de última generación y hoy no hay un solo kilómetro intervenido, lo único visible de la obra es que en el tramo Pitalito-San Agustín, abrieron cinco alcantarillas y dejaron el paso totalmente colapsado toda vez que la vía quedó destruida por falta de trabajos y en donde un sitio como Pericongo mostró un grave deslizamiento que dejó una vida humana perdida y unos impactos muy complejos en la vía que quedó casi destruida sin que Aliadas para el Progreso haya hecho algo.
La única manera de llamar la atención del gobierno fue una protesta en Bogotá en donde un grupo de diputados optó por encadenarse para que el alto gobierno decidiera declarar la calamidad pública, con lo cual el gobierno entregó unos paños de agua Tibia en el Huila con unas vías que además son supremamente necesarias para garantizar la movilidad. Lo cuestionable es que Aliadas, responsable de la vía, no solucionó nada en materia de intervención de las vías.
Tal y como están las cosas, el contrato está muy cerca de su caducidad porque si en los dos meses y medio que la Agencia Nacional de Infraestructura, ANI, le dio a Aliadas para que tomara decisiones y nada pasa, las cosas serán a otro precio.
Cabe indicar que el plazo le permite al concesionario buscar un socio estratégico que cuente con el musculo financiero y la capacidad administrativa y operativa de intervenir la vía. De todas maneras, aclaró la funcionaria, lo más conveniente para el Huila sería la expiración de dicho contrato para que el Instituto Nacional de Vías, Invias, retome el mantenimiento y así hacer la entrega de la concesión a una empresa, pero solo si cumple con unos parámetros que le permitan al Huila ser competitivo en materia vial.
Hay que decir que ya hay una firma francesa interesada que ha estado haciendo la inspección sobre el terreno, pero esa decisión aún no ha salido a la luz pública considerando que se desconocen los avances de la negociación.
“Esperamos que esa aseveración de la ANI sea cierta y que no sea un volador al aire para distraer a los huilenses o una estrategia por salir del paso ante las presiones que ha ejercido la Asamblea del Huila, anhelamos que efectivamente sí haya una empresa extranjera interesada en la intervención de esta vía”, dijo la juiciosa diputada.
Santo Dios, en contratación, más de lo mismo
La presidente de la Asamblea del Huila, Sandra Milena Hernández Rincón, expuso que como si fuera poco y como para variar, unas firmas mexicanas recibieron dinero y desaparecieron porque no contaban con el respaldo financiero.
Sobre el bochornoso acontecimiento, la diputada explicó, que del 100 por ciento de la concesión, cerca del 70 por ciento está en manos de la firma Solarte y el 30 por ciento esta fraccionada en unos contratistas nacionales e internacionales por cuanto hay un 15 por ciento en manos de una mexicana que desde el año pasado se declaró en bancarrota, abandonando la concesión lo cual le dio inicio a La crisis de Aliadas para el Progreso que dicho sea de paso, tampoco tuvo el musculo financiero para poder arrancar con la intervención de la vía pues su capacidad siempre estuvo ligada a unos créditos pre-aprobados por la banca nacional e internacional que desafortunadamente por los hechos de Obedrecht, las autorizaciones fueron retiradas con lo que se agudizó el colapso de Aliadas dándole también inicio al karma de la región.
A criterio de la presidente de la Asamblea, Colombia sigue pecando en la falta de planificación sobre la intervención de las obras y desafortunadamente en creer en buenas voluntades y no en el componente importante que demanda un negocio de tanta envergadura como fue la concesión del Huila en 4-G que sumó dos billones de pesos y que le fue otorgada a una firma que justificó su capacidad financiera con plata ajena y no con recursos propios, esa, dijo, era la plata de los banqueros.
“Es muy triste y la verdad sentimos impotencia como colombianos y como huilenses ver como el departamento se ve tan rezagado por parte del gobierno nacional. Esperamos que la crisis con las rutas del sur no haga metástasis con la doble calzada Neiva-Espinal pues esa es una opción de acortar distancias con Bogotá y el centro del país, confiamos en que allí sí opere la planificación y la palabra del gobierno”, dijo.
La diputada fue tajante al precisar que lo único que esperan es que la ANI intervenga de manera oportuna sobre Aliadas y le exija que actúe teniendo en cuenta las oportunidades que le dieron. Manifestó que más pasividad e irresponsabilidad no son opciones.
Una de las inquietudes que surgen es hasta qué punto, una empresa sin liquidez o sin respaldo económico suficiente contrata con el estado e incurre en fraude, esa respuesta solamente la tienen las instancias judiciales, pero lo único cierto es que la mentira y el engaño no son admisibles en la vida cotidiana y menos en contratación. “Esa sería una muy buena investigación porque está comprometido el desarrollo regional que es un derecho constitucional”.
La situación tiene molesta en gran medida a la población porque es absurdo que en pleno siglo XXI haya un retraso considerable en las vías de la región, más en un departamento que ha sido completamente olvidado por parte del estado que tiene además una deuda histórica con el Huila toda vez que se observa desarrollo en otras zonas del país, no solamente en el sistema vial sino en competitividad agropecuaria, en turismo, en inversiones, en salud, en educación y en otros renglones de la economía.
Esta cuestionable situación hizo que la presidente de la Asamblea invocara la unión huilense, es decir de los empresarios, de la academia y de las fuerzas vivas con el fin de exigirle al gobierno las intervenciones necesarias y oportunas para el departamento.
Lo lamentable de todo el asunto es que las 4-G para el departamento del Huila fueron unas obras de humo y un engaño reprochable que tiene indignada a una región que fue maltratada por hacer la tarea y que tan solo soñaba con una mejor conectividad vial con la Colombia del sur, con la otra Colombia.
Aliadas para el Progreso es una empresa con varios componentes, pero Solarte, la reconocida firma y constructora nariñense tiene el control de la concesionaria. En el Huila ven a esta compañía como un precario regalo en vista que llegó a la región una empresa sin musculo financiero que se ve como de fachada o de papel porque caso opuesto, la gran obra estaría marchando.
El problema le traerá al Huila un retardo estimado en cinco o seis años en su desarrollo porque el retraso en la intervención es apenas esperado teniendo en cuenta licencias y ejecución de obra. La funcionaria dijo que el apoyo del orden nacional ha sido más que lamentable en el Huila porque al departamento le fueron retirados los recursos de las regalías y los de ciencia y tecnología.
“En Colombia esas agencias que hacen la tarea de los ministerios, están llenas de personas que ni siquiera conocen las necesidades de la región pues les resulta más fácil ordenar o planificar desde el confort de Bogotá que asistiendo a las provincias en donde tantas necesidades hay”, agregó.
En opinión de la diputada muchas obras se hacen por capricho del mandatario de turno y no por la necesidad de las regiones que buscan salidas competitivas para dejar el atraso y recuperar la rentabilidad. Aseguró que dentro de la agenda presupuestal del ejecutivo, no estaba incluido el departamento del Huila.
En esta ocasión hay un revés en detrimento de una población pujante, trabajadora y competitiva, pero con una nube de insolidaridad muy grande que parte desde la Casa de Nariño. En el Huila aseguran que con la obra programada hubo desconocimiento, irresponsabilidad y falta de coherencia porque muchos creen que hay una retaliación política con los labriegos y con el empresariado del Huila.
En casi tres años de adjudicación, expuso la presidente, no hubo la debida auditoría ni la interventoría de una obra determinante para el desarrollo del sur del país, básicamente en un eje de gran dinámica en donde está la conexión con Ecuador, un socio Andino de gran importancia.
Los huilenses esperan con toda fe que el próximo Presidente de la República, sea el que sea, ponga sus ojos en la región y les de las obras prometidas y les faciliten un desarrollo que han merecido durante décadas, pero que se les ha negado sin justificación alguna.
La voz mayor en la Asamblea del Huila, Sandra Milena Hernández Rincón, es una mujer de admirar, auto-declarada laboyana a mucho honor y enamorada de su Pitalito del alma, ésta mujer sabe que el compromiso con las olvidadas tierras del sur no puede quedar pendiente por lo que invitó a los huilenses a rodear un futuro promisorio en la nueva casa del café en Colombia y a darle el espaldarazo a una tierra bendecida y capaz de producir frutos de calidad y amor amen del desdén y de la indiferencia.