Ecuador es un país próspero, afable y lleno de historia, en esa nación suramericana con potenciales enormes en agricultura, industria, minería y turismo igual han pasado capítulos que lo fueron afianzando en las grandes ligas productivas y en todo un emblema regional por su condición de “mitad del mundo”. Lo impresionante de todo es que su gobierno no es conforme y sigue apostando por mayor desarrollo, así como por una economía de más dinámica muy a tono con los nuevos retos, unos agropecuarios por seguridad alimentaria y otros en inteligencia artificial, software, digitación y cuarta revolución industrial. No en vano el nuevo orden mundial que impone la Covid-19 el cual mostró en poco tiempo sobresaltos geopolíticos, hizo que Ecuador trazara, de cara al devenir su muy expedita hoja de ruta.
Al igual que Colombia y los países bolivarianos, Ecuador tuvo un proceso de independencia que arrancó el 10 de agosto de 1809 y fue avanzando hasta llegar a la batalla de Pichincha el 24 de mayo de 1822. Ese día el valor de Antonio José de Sucre, que comandó ejércitos patriotas venció en una ofensiva épica las tropas españolas dirigidas por Melchor Aymerich. Con ello dice la historia pletórica de orgullo fue posible sellar la independencia de la Real Audiencia de Quito.
Ecuador, el muy hermoso país tropical, es el principal exportador de banano en el entorno mundial, igual es un fuerte productor y comercializador de petróleo, empero la oferta exportable de este país de 17 millones de habitantes suma cacao, flores y camarones entre otros productos que veremos más adelante en detalle. Su turismo, la industria sin chimeneas y sus destinos siguen cautivando y fue así como en 2019 este país bendecido, adoquinado y enchapado en maravillas, recibió más de 1.3 millones de turistas.
El país de los cuatro mundos ofrece una invaluable riqueza cultural y su historia así como parte de su ADN está presente en las casonas viejas atiborradas de años, o de siglos, sus balcones y enormes ventanales actúan como pasaporte al pasado y hoy es posible ver calles vetustas entre exóticas y fantasmales, igual todo un encanto. No menos apasionante son las cavernas, los dibujos o mensajes precolombinos y toda una huella aborigen que sigue presente como sociedad.
Ir a Ecuador es tener en la mano todas las posibilidades ya que están las gélidas serranías andinas, la siempre enigmática selva amazónica, el litoral del mar Pacífico y en su parte insular la magia de Galápagos. Este es un país bello, con gentes trabajadoras y muy inquietas, matizadas por su amabilidad y hospitalidad siempre dispuestas a decir bienvenido o entre nostalgia a dejar escapar ese especial y melancólico “qué vuelva”. Región única de valles, laderas cultivables y volcanes, tiene como atractivo ser una de las más biodiversas del planeta.
En este día especial seguiremos haciendo un amable recorrido por tierras ecuatorianas y viendo cómo evoluciona el país en medio de una coyuntura pandémica la cual, más allá de los lamentos y los saldos, es toda una enseñanza y un partidor porque como es común denominador de todo el mundo, hay que volver a empezar, haciendo reingeniería, reacomodando economías y repensando sociedad. Las cosas de la geopolítica. Hay que empezar el tema económico con una cifra sugestiva pues en 2019 las exportaciones de Ecuador frente al cierre de 2018 crecieron a una tasa del 8,9 por ciento aproximadamente. El comercio exterior es trascendental para el país de las Orquídeas en vista que sus exportaciones representan el 19,9 por ciento del producto interno bruto PIB.
Al poner la lupa sobre las cifras es fácil notar que las ventas de Ecuador al mercado internacional siguen creciendo, mostrando disciplina productiva, compromiso y un trabajo aunado entre sector público y privado que ha redundado en mejores efectos y unas perspectivas más que alentadoras.
Lo anterior es el resultado de inversiones, exploración de nuevos mercados y de una apuesta por mejorar los indicadores económicos y sociales con el fin hacer de Ecuador un país vanguardista en los cambios y en la manera de enfrentar los desafíos. Actualmente es fuerte su industria conformada por múltiples sectores, la producción de textiles y prendas de vestir, minería, petroquímica, química y explotación de gas. Los ecuatorianos han sabido explotar sus riquezas hídricas y por ello la oferta de energía se muestra fuerte y con marcado liderazgo, pero igual hay trabajos destacados en generación eólica y solar. El país no baja la guardia y se hace muy sólido en agroindustria, fundición de acero, cristal, no menos relevante son sus industrias farmacéuticas y de alimentos procesados dentro de un vademécum de opciones bastante generoso.
En diálogo con Diariolaeconomia.com, la Directora de la Oficina Comercial de Ecuador en Colombia, Priscila Flores Estévez, indicó que a raíz de la pandemia que hizo de 2020 un año totalmente distinto, el Banco Central del Ecuador en un informe especial prevé un desempeño muy complicado para la economía ecuatoriana que mostrará un decrecimiento interanual ubicado en un rango que oscila entre 7,3 y 9,6 por ciento. La previsión, explicó la funcionaria, está basada en tres factores que se pueden resumir en la paralización de actividades mundiales que influyó directamente en la caída de precios en los principales productos de exportación, entre ellos el petróleo.
Un segundo aspecto fue la suspensión de la mano de obra y toda la parálisis del sistema productivo impactados por las medidas de confinamiento y aislamiento reportado a nivel mundial que ocasionaron una contracción de las economías más grandes como Estados Unidos y China que para el caso de Ecuador son ni más ni menos que los principales socios comerciales, a lo anterior, comentó, hay que sumarle el enorme gasto del gobierno para enfrentar la crisis sanitaria y los efectos derivados de la apremiante situación.
“En medio de todo, Ecuador logró importantes alivios financieros mediante la reprogramación de pagos de créditos adquiridos con la República Popular China, así como con apoyos del Fondo Monetario Internacional, un tema que permitió contar con los millones de dólares destinados a ampliar la cobertura de programas de asistencia social que favorecen a segmentos vulnerables de la población con necesidades muy grandes por la pandemia. Adicionalmente, con todas las negociaciones hechas, Ecuador podrá garantizar la sostenibilidad fiscal, los pagos de la deuda y fortalecer las instituciones nacionales que se ocupan del crecimiento económico, de la comunidad y sobre todo y muy especialmente de la protección de la salud”, declaró la señora Flores Estévez.
Hoy el comercio exterior ecuatoriano deja ver noticas bastante alentadoras porque a pesar que la reactivación de algunos sectores económicos y del interés del país que se hace con mucha dificultad y con recursos propios va con lentitud, es vital blindar la actividad exportadora que es de donde se nutre la economía de esta nación totalmente dolarizada. Los negocios en el exterior le dan oxígeno a Ecuador y en términos de exportación hasta julio de este año los despachos al extranjero registraron una disminución en 14 de los 27 sectores del comercio internacional, todo debido a la paralización de la que se habló inicialmente. Sin embargo, hay un dato muy importante puesto que productos claves como banano, frutas, cacao y elaborados dejaron ver las cifras positivas más altas en muchos meses después del análisis que reveló el Banco Central y el gremio exportador.
Según la directiva, las exportaciones no petroleras en este periodo o en el último semestre, crecieron a razón del ocho por ciento lo que equivale a 637 millones de dólares, básicamente por las ventas de banano. Entre enero y julio de 2020 precisó la muy amable Priscila Flores, fueron exportadas 230 millones de cajas de la fruta, dato entregado por la asociación exportadora bananera, una cifra que representa 17 millones de cajas adicionales a igual periodo del año anterior.
En cacao, otro producto insignia, las ventas fueron exitosas toda vez que tuvieron un incremento del 19 por ciento, así como la venta de productos no tradicionales de la balanza comercial representados en madera, frutas y minerales que aumentaron en seis por ciento. Las cifras ratifican que la agricultura es, afortunadamente, pasado, presente y futuro.
El nuevo escenario con pandemia y pos-pandemia llevará al fortalecimiento del mercado interno, a las apuestas agrícolas y como ya lo han ratificado más de 85 naciones a sustituir importaciones para garantizar la oferta de alimentos y avivar la economía rural, gran afectada con los sistemas de globalización. En ese aspecto, indicó Flores, es importante fomentar políticas públicas que vayan de la mano con el sector privado, con el fin de rescatar todas las enseñanzas que tuvieron las factorías durante el último periodo con Coronavirus a bordo y que disparó la capacidad de innovación de las pequeñas y medianas empresas en América Latina para acoplarse a la modernidad dándole vida a nuevos productos para el mercado. Es por esto, recalcó, que se hace perentorio generar políticas a corto, mediano y largo plazo, pero con medidas que sean sostenibles en el tiempo y que sean liberadas por el sector privado de cada nación en la región.
Destacó los aportes que hacen organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional, FMI, y la misma Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, OCDE, entidades que hacen aportes más en una región como América Latina que está siempre dispuesta a canalizar cooperación internacional, financiera, capacitación y adiestramiento entre tantas posibilidades que ponen a disposición de los países estos entes multilaterales más ahora en momentos de dificultad cuando todo apoyo debe ser aprovechado.
Cabe recordar que la Comunidad Andina nació en Cartagena cuando avanzaba el quinto mes de 1969. Fue, y es conocida como Pacto Andino. Como bien lo dice su nombre se trata de una comunidad que opera como organismo internacional concebido para alcanzar desarrollo integral de manera equitativa y soberana en favor de los estados y pueblos de la región.
De otro lado Suramérica cuenta con el Mercado Común del Sur o Mercosur, un proceso de integración regional puesto a funcionar en 1991 gracias a la iniciativa de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. Después este bloque introdujo a Venezuela, posteriormente suspendido, y a Bolivia. Como estados asociados llegaron Chile, Colombia, Ecuador, Perú, Guayana y Surinam. No sobra aclarar que esta integración tuvo sus precedentes en 1985, quizás en el apogeo de la llamada Década Muerta cuando se conoció la declaración Foz de Iguazú que rubricó un acuerdo de integración entre Brasil y Argentina. En esos momentos fue firmado el protocolo Ouro Preto en 1994 que estableció el arancel externo común, con lo cual en 1999 fue puesta en pleno funcionamiento la zona libre de aranceles.
El repaso comercial tiene cabida en esta charla porque el mundo está hablando de economías locales y encadenamientos regionales, una ventaja para países como Ecuador y Colombia que tienen convenios y opciones de intercambio para hacerle el quite a un escenario de pandemia que le pondrá sin contemplación alguna, palos en la rueda a la globalización.
En ese orden de ideas, y en opinión de Priscila Flores, los bloques comerciales regionales y la situación actual hace pensar que los encadenamientos productivos serán esenciales. Aclaró que diferente a lo que acontece con la Unión Europea, debido a que las economías latinoamericanas no están integradas en su totalidad, y que además es evidente la falta de estandarización de normas en los intercambios tanto de la CAN como de Mercosur, esas herramientas no tendrán una respuesta inmediata.
“Los países en su totalidad no estaban preparados para reaccionar de una manera positiva respecto al comercio internacional, una vez más con esta pandemia y crisis económica, quedó comprobado que la enorme demanda de artículos de primera necesidad como alimentos y medicinas superaron las decisiones aduaneras y barreras arancelarias así como todos los obstáculos técnicos implantados por las naciones para proteger a sus productores al interior de su región”, expuso la experta.
Frente a innovación, tecnología competitividad y cuarta revolución industrial, la Oficina Comercial de Ecuador en Colombia informó que recientemente el gobierno ecuatoriano amplió las ventajas de la vigencia de la ley orgánica para el fomento productivo, atracción de inversiones, generación de empleo, estabilidad y equilibrio fiscal. Esta ley, apuntó, especialmente incentiva y fortalece a las mipymes con créditos productivos para emprendedores así como incentivos para atraer la inversión extranjera con el beneficio de la eliminación importante de impuestos como el gravamen de renta, la eliminación del tributo de salida de capitales que en ecuador es del cinco por ciento, cero pago impositivo para las importaciones de maquinaria e insumos a las empresas exógenas que logren domiciliarse en el país, una gracia que va desde ocho a 25 años, dependiendo del sector y del lugar del establecimiento de la firma que inyecte capital.
Anotó que por fortuna estas leyes tiene un marco jurídico claro afín de establecer contratos de inversión que Ecuador les ofrece a las compañías extranjeras, garantizándoles arbitraje internacional y los beneficios otorgados en los instrumentos jurídicos de hasta 25 años, una ley que por incentivos le imprime un desarrollo considerable a la empresa nacional y foránea en el Ecuador.
Balanza comercial binacional, bien, pero con retos
Colombia es el sexto destino de exportación de los empresarios y productores ecuatorianos, actualmente la balanza comercial de Ecuador con Colombia es deficitaria para el gobierno de Quito. Los principales productos ofertados internacionalmente desde Ecuador son el aceite de palma, camarón, atún, tableros de madera, neumáticos, destinados al impulso de varias industrias colombianas como las de cuidado personal, alimentos, biocombustibles, construcción y el sector automotor tan importante en el país cafetero.
Para Colombia, manifestó la Directora de la Oficina Comercial de Ecuador, el mercado ecuatoriano es de muchísima importancia por cuanto representa el cuarto destino de las exportaciones por un valor promedio de 1.800 millones de dólares anuales, un mercado que a toda vista Colombia debe proteger y equilibrar para constituir una fuente de negocios bilaterales atractiva para los exportadores de las dos naciones porque como todos saben el comercio es de ida y vuelta o como bien se dice en Colombia un gana-gana.
El mundo, ¿un cementerio de empresas?
Ante la realidad del mundo que está asistiendo al deceso de empresas y comercios, hay un trabajo que si se hace conjunto entre sector público y privado salvará muchas factorías. Para Priscila Flores Estévez, ese trabajo y esa estrategia resultarán fundamentales, hoy más que nunca, porque la reactivación económica mundial, no solo la de América, Latina, requerirá del pronto funcionamiento de políticas públicas de corto, mediano y largo plazo para generar confianza, básicamente en los capitales externos y desde luego en el adecuado funcionamiento de cada uno de los países. Estimó que esa es una oportunidad de oro que no pueden desperdiciar las naciones porque el aprendizaje que han experimentado las pequeñas y medianas empresas en América Latina para sobrevivir a la crisis sanitaria así lo señala.
“Los gobiernos y el sector privado deberían fortalecer los programas de cooperación y adiestramiento en la implementación de estándares de calidad que ahora han cobrado un valor extremo para el consumidor, pero también trabajar en el valor agregado de las exportaciones, obviamente manteniendo los precios bajos para favorecer el consumo de las poblaciones más vulnerables sin sacrificar el concepto de atributo lo que resulta todo un desafío en el contexto actual”, expresó la Priscila Flores.
Al igual que en Colombia, en Ecuador los productores del agro salvaron la papeleta y garantizaron abastecimiento de alimentos gracias a la calidad de la tierra, a las inmensas fuentes de agua para el tema de riego, a las ocho horas de sol por día, una cualidad más alta frente a los demás países de la región, un favor natural que impacta mucho las siembras y cosechas durante todo el año, contando productos de ciclo corto que se ven beneficiados por la situación geográfica del país. Es por lo que el agro resulta lo más importante en el presente, pero también en el futuro inmediato para cada uno de los países.
Dentro de los productos de exportación, Ecuador cuenta además de banano, con la marca Premium de banano orgánico muy apreciada en el exterior, igual los productores recibieron un reconocimiento encomiable y es la marca Premium de cacao fino de aroma. El camarón no solamente tiene calidad sino que está totalmente libre de químicos y antibióticos, razón por la cual recorre todos los mercados de alimentos en el mundo, aprovechando su buena fama. Ecuador es a la fecha el segundo exportador mundial de este crustáceo, igual puesto ocupa el país en conservas de atún también libre de material patógeno, y desde luego, con una calidad de pescado muy apetecida en el mercado internacional.
Ecuador cuenta con una industria muy fuerte e innovadora de software pues durante la década de los noventa, y este dato es relevante, el país fue el principal proveedor de software de seguridad para instituciones bancarias en Centroamérica.
Debido a eso la industria paralela de Fintech experimentó un notable incremento en sus exportaciones y un desarrollo muy importante para los servicios financieros de tal manera que en esa dinámica se concentra la balanza comercial ecuatoriana, la misma que no para.
El turismo ha hecho una espectacular tarea
En la pasada Vitrina de la Asociación Nacional de Agencias de Viajes y Turismo, Anato, realizada en Bogotá, una de las muestras más atareadas y dispuestas fue la de Ecuador. Recientemente el Ministerio del Turismo lanzó la campaña “Siéntete bien en Ecuador” que busca posibilitar la visita a todos los destinos con seguridad, resaltando desde luego todos los protocolos de bioseguridad generados para ganar confianza en los viajeros y prestadores de servicios en las diferentes actividades al interior de la cadena turística como son aeropuertos, parques nacionales, hoteles, restaurantes, embarcaciones, cruceros, los que van desde la sierra hasta la costa, y una serie de medidas que aplican en las cuatro regiones de Ecuador.
El bicentenario, afirmó, no fue fácil y mostró que América es un continente resiliente el cual afrontó pandemias, guerras, crisis económicas y otras vicisitudes. La que ocupa al mundo hoy, no será la excepción y a juicio de la destacada funcionaria será superada de manera airosa, aprovechando todos los factores, entre ellos el clima regional que es muy propicio, pero además resaltó los sistemas productivos y las nuevas realidades que complacen cuando se les ve tanta voluntad. Los americanos, recalcó, son unos países bendecidos, con gente de bien, trabajadora y fuerte.
Calculó que como de todo se aprende en los próximos años no será extraño ver niveles de crecimiento muy alentadores en las naciones latinoamericanas. Dijo que en la región abundan recursos naturales, minerales, hídricos y dentro de todo ese acopio de cualidades, unas tierras fértiles en donde la agricultura por fortuna prospera.
Finalmente precisó que todos los cambios demandan paciencia y anotó que en la medida en que las grandes economías de Norteamérica, Asia y Europa logren reactivarse al cien por ciento, las de América Latina van a robustecerse paulatinamente.
Subrayó en la importancia de rescatar el aprendizaje y la capacidad de las empresas regionales que deben amoldarse a la nueva realidad y por ello es importante impulsar la innovación que permitió el lanzamiento de nuevos productos en medio de la pandemia como pasó con la cosmética en donde fue visible toda una revolución teniendo en cuenta que ese tipo de industria migró hacia sus orígenes, es decir a plantas y esencias medicinales como también a productos minerales.
Otro sector que tuvo gran innovación fue el de la moda antibacterial porque hubo todo tipo de propuestas en telas, hilos e insumos para las confecciones que se volcó hacia este sector, afianzando una tendencia global en materia de moda. Igual la industria farmacéutica mostró avances y entre ellos los potencializadores del sistema inmunológico, las vitaminas, complejos y otras soluciones naturales que han salido y en donde es notable la innovación, un tema para destacar y fortalecer pensando en los próximos años.
Dentro de su análisis sobre economía binacional, la Directora de la Oficina Comercial de Ecuador en Colombia, Priscila Flores Estévez, añadió que debe considerarse que la integración en las poblaciones fronterizas es un hecho y una realidad vista como lejana desde las capitales, dejando de lado que se trata de una relación natural y sumamente especial, un factor que demanda toda la atención y la entrega de herramientas para el desarrollo económico.
Hoy la hermandad fluye, la frontera sigue siendo ese tercer país amable para las poblaciones que allí habitan y por eso es fácil ver colombianos atendidos en hospitales ecuatorianos y nacionales de Ecuador haciendo negocios de manera legítima en Colombia. Hay niños de Nariño y Putumayo, o que habitan en ese departamento, que son educados por escuelas ecuatorianas en ese afable cordón fronterizo en donde cada vez se solidifica el concepto de hermandad que finalmente es un hecho más no un ideal.
Algún día Ecuador y Colombia fueron una sola nación, hay demasiado en común, pero por encima de todo respeto, admiración y trabajo, un cúmulo de sentimientos que deben fortalecerse con unos menesteres binacionales que signifiquen un desarrollo notable para los habitantes de los dos países.
No hay que pasar por alto que en 2008 Ecuador reconoció en su Constitución Política los derechos de la naturaleza, un ejemplo a tomar porque falta respeto por el medio ambiente y por la preservación, un reto para América Latina. No hay que olvidar que cuando la naturaleza cobra, la factura es tenaz.
Fue grata la charla con esta diligente funcionaria y resultó muy especial hablar de Ecuador, un país con arraigo, tierra de notables, jaguares, osos de anteojos, venados y todo tipo de aves. Es inequívoco aseverar que nada le falta a Ecuador, que terminó siendo un paradisiaco país llenó de plantas, árboles gigantes y multicolores flores. Esta patria enarbola el sentir latinoamericano y regala desde las añejas casonas una mirada en retrospectiva, pero igual vislumbra futuro.
Es todo un espectáculo ver soles rojos y naranjas que llegan y se van, es de alquiler observar el solemne Cóndor sobrevolar la imponencia del siempre majestuoso nevado del Chimborazo que vigila en las frías alturas un país que sigue imparable hacia el progreso, tan rimbombante como eso termina siendo una noche bohemia en Quito con las cuerdas inigualables de los músicos ecuatorianos y con unas voces que despiertan todo tipo de recuerdo o sensación. Allí es fácil extasiarse con Mary Ramia y “Amor en Tinieblas”, Julio Jaramillo y su inagotable discografía. El “Ruiseñor de América” inmortalizó “Rondando tu Esquina”, “El Aguacate”, “Niégalo Todo”, “Para que se Quiere”, “Fe Verdadera”, “Madrecita Ideal” y muchísimas más, las que dispararon las venta de aguardiente en Colombia.
Otros dos artistas del recuerdo con gran vigencia fueron en Ecuador Olimpo Cárdenas con “Fatalidad”, “Nuestro Juramento”, “Cómo quisiera Decirte”, “Cuatro Letras”, “Sombras” “Cataclismo” y un álbum que no termina. Finalmente es gratificante recordar Guayaquil con su calor permanente y húmedo con las canciones sentidas del enorme Lucho Bowen quien en compañía de otro grande Julio César Villafuerte, interpretaron hasta llevar a muchos a la máquina del tiempo temas como “Alma Lojana”, “Cartas Marcadas”, “Quererte ya no Puedo”, “Flor Marchita” y “La pena de no Verte” por citar algunas. Con estos temas queda garantizado el fin de semana.
En fin, hay 24 provincias ecuatorianas con todas las credenciales para disfrutar de un país dotado de hermosura, de paisajes impresionantes y un verde natural que alberga especies exóticas en donde los descansos merecidos realmente se disfrutan, los visitantes exigentes salen con una sonrisa resplandeciente y los más solos terminan con buenos amigos o posiblemente con su corazón impaciente por la belleza que hay en esas tierras exclusivas, donde las mujeres en silencio enamoran.