El 18 de febrero de 1905, en momentos en los que el país se encontraba en ruinas por la Guerra de los Mil Días (1899-1902), nació el departamento amazónico del putumayo, otrora intendencia con una marcada historia y una serie de capítulos que marcaron la región. Sobra decir que esta bella comarca selvática es afortunadamente exuberante en biodiversidad, algo que la hace especial para el ecoturismo y la observación de aves, así como de otras especies. En el Putumayo están como emblemas el parque nacional La Paya y el también parque nacional natural Serranía de los Churumbelos Auka-wasi.
Si bien el Putumayo es una región primordialmente indígena, habitan en ese territorio distintas bases étnicas ya que hay un alto mestizaje y afrodescendientes. Este departamento fue tomando forma y fuerza, no solo por sus riquezas en paisaje, flora y fauna sino por una colonización que arrancó a finales del siglo XIX y repuntando en la primera mitad del siglo XX cuando se acentuó la extracción de recursos naturales, una situación lamentable porque fue maltratado el bosque y las junglas, en ese momento se desenterró del boscaje caucho, quina y madera, pero el entonces inhospitalario lugar fue escenario de cacería y obtención de pieles, muchas de ellas para la gélida industria de la moda que vendió abrigos y calzado sin importar que a los animales, literalmente les arrancaran el cuero aún vivos, el tema casi que no sensibilizó pues el asunto era estrenar y pagar pieles de animales vitales por unas cuantas monedas, la misma historia de siempre.
La llegada de gente fue aumentando con el paso de los años y en ellos últimos periodos arribaron multinacionales petroleras y desde luego los responsables de la hoy decadente industria de la coca. A las más importantes ciudades de Putumayo siguen llegando personas de diferentes regiones colombianas que van en busca de los beneficios del asistencialismo o del impulso que ha tomado la infraestructura vial y las explotaciones mineras. A Putumayo generalmente migran familias de Nariño, Cauca, Valle del Cauca, Tolima, Caquetá y Cundinamarca.
En esta región habitan indígenas Cofán, Kamentsá, y pueblos de raigambre milenario con dialecto o lengua Tukano como acontece con los Siona, casa igualmente de los Witoto. La conquista en estos pueblos paradójicamente no se dio con los españoles pues buena parte de los dominios Kamentxá fueron tomados en 1492 por el líder Inca Huayna Cápac, un logro que redundó en la ocupación del Valle de Sibundoy con un linaje totalmente quechua, a la fecha llamados Ingas, tras una derrota militar de los Incas, la zona fue reclamada por los españoles en 1542. Su administración corrió por cuenta de delegaciones católicas que empezaron con su gestión evangelizadora y acumuladora en 1547.
En tiempos de la colonia e inclusive con el inicio de la república, Putumayo fue anexado a Popayán, fue parte del enorme departamento de Azuay, región que sumaba territorios de Ecuador y Perú. Al atomizarse la Gran Colombia en 1830, el paradisiaco Putumayo siguió siendo parte de la Provincia de Popayán, acoplada en 1857 al Estado Soberano del Cauca.
En la transformación futura fue notable la Constitución Política de 1886 el estado del Cauca fue designado como departamento al igual que otros en el territorio nacional, ya en 1905 son separadas las dos comarcas y Putumayo fue asumida como Intendencia. La región no quedó así fue acoplada en 1909 a la Intendencia de Caquetá, después en 1912 se le dio vía a la Comisaría de Putumayo. Este pedazo de Colombia no tuvo sosiego, por inconvenientes de orden público pasó a ser jurisdicción de Nariño entre 1953 y 1957, ya en 1968 retoma su condición de Intendencia y solo hasta el cambio constitucional de 1991 es elevada a Departamento.
Putumayo es Amazonía, igualmente sinónimo de belleza, riqueza y biodiversidad, sus selvas tropicales de múltiples colores semejan versos que terminan siendo una oda a la vida en todas sus formas, desde los capullos de la manigua hasta los pasos lentos, pero fuertes del rey jaguar el gran amo del bosque, felino potente y ecosistémico que garantiza estabilidad y suministro de agua.
Este hermoso departamento es atractivo todo, gusta su capital Mocoa, pero también Puerto Asís el casco urbano con mayor población, tiene como particularidad que la gran cantidad de sus municipios están clasificados como PDET. Un sector a visitar igualmente es el encantador Valle del Guamuez, un poblado del Bajo putumayo en donde hay literalmente de todo, Su principal poblado es La Hormiga, un sitio con una población que se aproxima a los 20.450 habitantes.
El río Putumayo, importante aportante de aguas a la gran cuenca del Amazonas le dio nombre a la región. Según los antropólogos, en quechua el rio se llamó putu mayu, en donde puto quiere decir vasija de fruto de árboles y mayu, río. Dicho de otra forma, Putumayo es según los intérpretes, “río que nace donde crecen las plantas cuyos frutos son usados como vasijas”, o de manera abreviada, “vasija de agua frutal”.
Este departamento fue duramente marcado por la violencia y las desmedidas ansias de riqueza y abuso. En la conocida Fiebre del Caucho que transcurrió en la penumbra del siglo XIX y la alborada del siglo XX fueron esclavizados y asesinados miles de indígenas, en ese momento la Amazonía era centro de explotación inhumana para la extracción de caucho, un suceso que quedó grabado en la mente de las etnias que siguen recordando un hecho con apellido infernal, Arana. Los cambios se siguieron dando en el hábitat con masivas migraciones y la explotación de petróleo.
Hablar de riqueza en Putumayo es apelar a una lista larga, la región produce petróleo en Orito-Puerto Colón, pero resaltan agricultura, ganadería, pesca y elaboración de artesanías. Suma en el ingreso departamental la explotación maderera y la comercialización de plantas especiales y de uso medicinal dentro de las que se encuentran resinas, oleaginosas y las de uso curativo.
La comarca siembra maíz, plátano, caña de azúcar, piña, yuca, chontaduro, arroz, ñame, ajonjolí frijol y hortalizas. En ganadería, Putumayo sigue creciendo, ha sabido apostar por mejoramiento genético y la introducción de razas bovinas de significativo atributo. Últimamente ha tomado fuerza la cría de cerdos. Algo posiblemente afortunado es que la rentabilidad de la coca se desplomó, hay poco interés por un sector ilegal que tan solo dejó tragedia y muchos están dando el paso al andén de legalidad con agricultura y turismo.
Un mineral presente en la región es el oro, pero desgraciadamente la ambición ha hecho que la actividad aurífera deprede áreas intocables como el Macizo Colombiano en donde el medio ambiente sigue llevando del bulto. De todo pasa en el putumayo, joya biodiversa que suma tierras en la Cordillera Oriental, ampliando el radio hasta la llanura amazónica por donde avanzan ríos importantes como el Caquetá y Mecaya, lugares en donde generalmente hay inundaciones. Las zonas de montaña del occidente son bastante llamativas por cuanto hay alturas que alcanzan los 3.800 metros sobre el nivel del mar, vecinas por demás de departamentos como Cauca y Nariño.
El espectacular Putumayo abre sus puertas al turismo y allí en ese sector ha encontrado tremendas fortalezas pues el paisaje amazónico hechiza e invita a apostar por un lugar diferente de descanso familiar, a trasladar inclusive congresos y foros, pero asimismo para cerrar todo tipo de negocios ya que el nuevo aire económico busca sostenibilidad con inversión y el fortalecimiento de una adecuada y poderosa infraestructura.
La Secretaria de Productividad y Competitividad del Putumayo Sandra Cardona le dijo a Diariolaeconomia.com, que el departamento, fácilmente cautiva por ser un territorio hermoso, cargado de cultura, color, innovación, etnias, artesanías, enigma amazónico y mucho por mostrar desde diferentes ángulos, condición que lo hace un destino por descubrir, totalmente mágico y con un turismo de naturaleza fantástico que permite reconectar con esa esencia del ser humano, la pacha mama.
De otro lado, la directiva explicó que por las condiciones de la región y el potencial que ofrece, Putumayo tiene también un turismo de salud y bienestar, de aventura y una gastronomía amazónica, generosa, sugestiva y llena de colores y sabores. De igual forma, apuntó, es muy llamativo el paseo o visita cultural que se hace de la mano de las comunidades y de los pueblos indígenas que asisten a todo tipo de viajero para que regrese al Putumayo que tiene unas caras maravillosas que con todo orgullo pueden mostrarse a nivel mundial.
Enfatizó que los turistas que principalmente son atendidos en el territorio son viajeros extranjeros que llegan a reconectarse y a vivir experiencias nuevas y repletas de magia en una tierra muy bella y con adornos naturales en todos sus rincones.
“Tenemos todas las oportunidades, brindamos todos los servicios para que los turistas de Colombia y el mundo vengan y logren enlazarse con nuestro territorio”, declaró Sandra Cardona.
Putumayo, lugar al que le sobran valores agregados, cuenta con un trio de aeropuertos, tiene terminal aérea en Puerto Leguizamo, un lugar demasiado agradable y natural, Puerto Asís con el aeropuerto Tres de Mayo, el sitio comercial y de mayor dinámica económica y el aeropuerto de Villagarzón que sirve a Mocoa en donde se lleva a cabo la Feria del Chontaduro que se cumplirá entre los días 15 y 17 de marzo, un encuentro maravilloso que muestra la otra Colombia, esa que bien vale la pena conocer porque tiene lugares y paisajes sencillamente asombrosos.
Para acudir a esta feria, expuso la Secretaria de Productividad y Competitividad del Putumayo hay ingreso por carretera a los visitantes que se desplacen desde Pasto o Mocoa, pero también conexión directa y unas fronteras vivas como pasa en Puerto Leguizamo en donde agrada la tri-frontera fluvial porque hay conectividad con Ecuador y Perú, hay pasos fronterizos, comentó la funcionaria, por San Miguel y Puerto Asís, las posibilidades son todas luego no hay pretexto para no visitar Putumayo. Desde Bogotá es muy sencillo volar en aerolímeas como Satena y CLIC que tiene freciencias con Puerto Asís. Vía terrestre se destaca el servicio que presta la Cooperativa de Transportes del Putumayo, Cootransmayo que une la Amazonía expresada en biodiversidad putumayense con la capital de país, Neiva y el sur del Huila, igualmemte la empresa cubre otras rutas de gran importancia.
En este momento la capacidad hotelera del departamento está creciendo a un ritmo interesante, el aumento igualmente es exponencial en posadas turísticas que siguen fortaleciéndose. Cardona invitó a las grandes marcas y operadores hoteleros para que inviertan en un destino exótico toda vez que el Putumayo está de moda precisamente porque cuenta con territorios vírgenes para compartir con el mundo y además reconectar con esa esencia, de la razón de ser de los seres humanos con eso que todos en el globo están buscando y que a través de la espiritualidad y el hado se hace más posible y tangible.
En opinión de Sandra Cardona existen todas las condiciones para que el turista extranjero sienta la plena confianza de que podrá ser bien atendido y que los inversionistas luego de ver y explorar el territorio se animen y asuman el territorio putumayense como de oportunidades.
No hay que dar largas, el lugar en el que está ubicado Putumayo es el llamado a sumar en la oferta turística ecuménica, cuenta con selvas protegidas con árboles de gran tamaño, todos decorados con los llamativos colores de las guacamayas y de la enorme cantidad de pájaros que brindan conciertos mañaneros realmente complacientes, un amanecer en donde la alarma natural suma monos y todo tipo de fauna en los tres elementos, caimanes y toninas en agua, aves de todo tipo en los aires y potentes animales que se deslizan, unos al acecho y otros a la defensiva, en la interminable selva amazónica, en los particulares y privilegiados sectores de Putumayo.
A criterio de la directiva el departamento disfruta de una enorme biodiversidad porque hay riquezas naturales en fauna y flora, la región celebra el día del aviturismo, una parte del ecoturismo que se centra en observar, la región se suma a la celebración del Global Big Day, festividad que se lleva a cabo en el mes de mayo y que se hace con todo el interés y la mística debida en el Putumayo.
“El aviturismo se practica de una manera maravillosa, ocupamos grandes y destacadas posiciones a nivel nacional e internacional, luego sí tenemos todas las condiciones para que viajeros e inversionistas se colmen de entusiasmo, ojalá visiten y porque no, decidan en nuestro territorio”, señaló la muy amable funcionaria.
El desplazemiento a esta comarca amazónica es obligada porque entre bosques y junglas brota vida expresada en colores, un viaje abigarrado por la selva en donde son anfitriones de lujo los indígenas que hacen que el día pase de la mejor manera o simplemente acompañan para ver los tonos rojizos y naranja de los cielos cuando la tarde madura y se transforma en noche. Muchos de los foráneos que arriban al departamento lo hacen buscando un encuentro apacible con la naturaleza, todo en medio de pasión, encanto, compromiso y amor, con esas dimensiones internas de cada ser, algo que permite elevar el potencial humano y por eso los extranjeros van a seguir llegando posiblemente con nuevos visitantes porque el mundo descubrió que Putumayo es el puente maravilloso entre la paz y la naturaleza, algo que ya ven masivamente los turistas nacionales que año a año aparecen en mayor número.
Cardona hizo un llamado perentorio a todos los gobernantes para que apoyen al territorio putumayense en las distintas estructuras que demandan mayor fuerza de tal manera que el turismo como industria crezca y se aproveche de manera sostenible.
Llevar un congreso gremial o gubernamental a Putumayo es una buena apuesta, expuso la directiva, de un lado por hechizo amazónico y de otro por las raíces ancestrales que son bien marcadas en un lugar demasiado especial de América Latina que conserva culturas étnicas que han hecho su mejor esfuerzo por conservar sus costumbres y recuperar lo que se ha perdido por distintos motivos.
Según la Secretaria de Productividad y Competitividad, Putumayo puede ser la sede de diferentes eventos, una opción para que el destino siga creciendo pues se necesita dar un gran salto y si no es ahora la pregunta obligada es ¿entonces hasta cuándo? Para Sandra Cardona, es importante que la gente y los empresarios vuelen a los fenomenales sitios de recreo que brinda el departamento y miren directamente la verdadera cara de Putumayo, un territorio sublime, fantástico y lleno de oportunidades que facilita esa conexión con la respetadísima y amada pacha mama.
Aparte de cultura y decoro, aseveró la funcionaria, Putumayo tiene gente amable, cálida y generosa que atiende a sus invitados y visitantes con los brazos abiertos.
La contertulia anotó que en agricultura están haciéndose cosas importantes porque van muy ligadas a la ancestralidad lo que explica porque hay dinamismo en cultivos de plátano, yuca, maíz, cacao, asaí, una materia prima asociada al trabajo artesanal, acai, el elixir de la eterna juventud, frutas, pero de igual forma se reporta repunte en acuicultura y piscicultura. La meta es poner en el mercado frutos amazónicos en donde hay un notorio potencial como también en el frente agroforestal, esencial para darle sostenibilidad a una región netamente biodiversa.
Sigue creciendo el turismo de bienestar
Al Putumayo muchos viajan, no solo buscando clima y paisaje amazónico, también un número importante de visitantes se desplazan a las selvas en busca de todo tipo de actividades ancestrales en procura de la salud, verbigracia, hidroterapias, armonizaciones, ingesta de yagé, limpieza espiritual, musicoterapia, chagra y como dijo el taita Manuel, la reconfortante visita a la maloca, la sagrada casa indígena.
En este sitio las opciones para la salud se amplían porque hay maneras de seguir con los tratamientos llamados occidentales o recurrir a las legendarias plantas.
Según Manuel Antonio Mueces, indígena que hace parte del equipo de trabajo de la posada turística Dantayaco en Mocoa, una modalidad que sigue repuntando en turismo es el de naturaleza y bienestar lo que incluye todo el uso de las plantas de la región amazónica.
El lugar de gran belleza se caracteriza por un excelente servicio, buen gourmet y toda la tranquilidad posible. Allí es posible hacer retiros espirituales y aliviar el alma con prácticas o rituales atávicos. En bienestar es importante recalcar que se acude as las plantas, pero también a los ancestros y al poder de la madre tierra.
El lugar como todo el Putumayo es ideal para el avistamiento de aves la herpetología, esa rama de la zoología que estudia anfibios y reptiles, así como senderismo. El sitio tiene personal especializado y guías para que atiendan y le den en el gusto a la persona que visita el lugar.
El experto anotó que Putumayo es rico en biodiversidad, y etnias ya que conserva 15 pueblos indígenas, cada uno con su lengua, un departamento tri-fronterizo que abre las opciones para visitar espacios naturales y cascadas excepcionales como la famosa “fin del mundo”, una caída de agua muy concurrida.
El poder conferido por la naturaleza a los indígenas desde tiempos lejanos mucho más añejo que la conquista, contexto que les permitió a los taitas o chamanes identificar malestares o dolencias para proceder a curar ha vuelto con mucha fuerza porque cada vez más personas buscan soluciones a las patologías en los conocimientos ancestrales que bien se complementan con hiervas, cortezas, frutos y hojas de la selva.
Los aborígenes hacen parte del paisaje nativo y por eso quieren que los turistas los visiten para que vivan la experiencia y compartan con ellos un momento agradable en sus vidas, en un mundo sano, rodeados de arboleda y selvas, lugar sagrado de árboles y plantas sin límite, también santuario de jaguares y toda la fauna amazónica, una visita que agrada porque aún se percibe el raigambre milenario con sus comunidades indígenas.