No cabe duda que el Valle de Tenza es más que sorprendente, sin temor a exagerar puede decirse que esta región del oriente de Boyacá es de las más hermosas y ricas del país. Municipio tras municipio el hechizo crece porque hay distritos grandiosos, llenos de historia y con múltiples características. Macanal no es la excepción, fundado el cuatro de mayo de 1807, este pueblo tuvo antecedentes inaugurales en 1776 cuando algunos separatistas del sitio conocido como el Volador, para ese entonces, prefectura de Garagoa, insistían en construir una parroquia, la que finalmente se levantó para que el Virrey Antonio Amar y Borbón el cuatro de mayo de 1807 decretara su nombramiento, en ese momento llamada Parroquia de Macanal.

Según los registros, Macanal llegó a tener más extensión porque su territorio adicionaba los municipios de Santa María, San Luis de Gaceno y alguna fracción de Campohermoso. En el mismo 1807 fue nombrado el sacerdote José Martín Barreto como cura párroco de la parroquia San Pedro de Alcántara, decisión tomada en la Curia de Bogotá. Esa iglesia mantiene su nombre y los hijos de Macanal sienten el mayor orgullo por tan maravillosa basílica.

Los archivos dan cuenta que en 1808 la autoridad civil virreinal dio su bendición para que la parroquia subiera su categoría y pasara a ser municipio. No sobra decir que el fundador de la parroquia fue Pedro Ignacio Franco quien fuera alcalde de Guateque, su tierra natal. Al preguntar por las raíces etimológicas, Macanal le debe su nombre a la macana, una palma de la cual los indígenas extraían el duro tallo para elaborar armas utilizadas para su defensa.

Macanal es un pueblo muy hermoso, se imponen la iglesia y un enorme parque en donde hay homenajes a distintas actividades campesinas. Las noches suelen ser especiales por los arreboles, pero la mañana llega en sus veredas y zonas de boscaje en las partes elevadas igualmente encantadoras puesto que el paisaje lo matiza la niebla y el páramo andino. Recorrer esa ruralidad es un ejercicio para el buen gusto por el paisaje de montaña en donde crecen armónicamente helechos, arbustos y plantas epifitas, esas que crecen sobre otros vegetales o troncos. Los árboles pueden medir entre 20 y 25 metros. En Macanal es común ver cedros, arrayanes, guarumos, helechas, lulo silvestre, bambú de Castilla, robles, cauchos, graos, pinos, peruchos, lanzos y yema de huevo.

Los bosques de Macanal ubicados en todas las veredas son el hábitat de por lo menos 150 especies de aves, pero también el hogar de conejos silvestres, armadillos, ratones de campo, tigrillos, ardillas, comadrejas, erizos, serpientes y otras especies lo que incluye insectos.

La agricultura del poblado no es muy grande, apenas abastece el mercado doméstico, aunque algunos agricultores han llevado sus cosechas a otras plazas en donde los productos gozan de buena fama. Las partes de mayor calor son utilizadas para la siembra de cítricos, pero igualmente se cultiva patilla, piña, mango, guayaba, papaya, yuca, ahuyama, plátano, caña panelera, fresa, mora, frambuesa, tomate de árbol, papa, arveja, malangas, maíz y frijol. La ganadería se hace a pequeña escala, sin embargo, hay trabajo en cruces de razas y todo lo que lleve a mejorar los rendimientos tanto en carne como en leche.

Como en todo pueblo, las fincas y traspatios crían gallinas y especies menores como cerdos y ovejas. Macanal, un municipio agradable de la Provincia de Neira tiene una población de 4.821 habitantes aproximadamente, su temperatura promedio es de 20 grados, pero en verano, supera los 25 grados hasta llegar a los 30 grados centígrados. El lugar es de ensueño, está dotado con muchísimos parajes y sitios para la diversión, razón por la cual la actual administración piensa jugársela a fondo por una sólida infraestructura y las mejores condiciones para quien invierta en turismo.

En la parte de entretención el embalse La Esmeralda puede tomarse como un buen punto de partida para futuros proyectos turísticos lo cual contempla construcción de hoteles, puntos de café y paisaje como también la llegada de firmas especializadas en deportes náuticos.

La alcaldesa de Macanal, Leidy Patricia Cano Ávila, le dijo a Diariolaeconomia.com, que su labor está enfocada en impulsar el sector de turismo, hoy por hoy en boga tanto en Colombia como en el mundo, motivo por el cual ofreció todas las condiciones para que los inversionistas lleguen y ayuden a catapultar la oferta turística en una región que lo tiene todo, clima, paisaje, agricultura y un entorno que invita a múltiples desarrollos hoteleros y de oferta gastronómica.

El turismo en Macanal es incipiente, la Alcaldía es consciente que falta organización, pero sabe que con inversión y trabajo se le puede dar mayor relieve a un sector que está creciendo en Boyacá, en Colombia y a nivel global, es decir que esta actividad no puede quedarse por fuera en el municipio, naturalmente dotado y con todas las cualidades para crecer y dar lo mejor en beneficio de quienes buscan un descanso diferente en lugares privilegiados.

“Yo sueño con eso, con un turismo de punta hecho en lugares adecuados y seguramente respaldados por marcas y gente muy experta, estoy segura que con el pasar del tiempo lo vamos lograr de manera organizada en beneficio de Macanal y por eso las puertas están completamente abiertas para todos los que quieran invertir en nuestro municipio pues buscamos un turismo sano, de experiencia, sostenible y amigable con el medio ambiente, anhelamos poner en marcha un turismo familiar y de completo descanso, ese que lleva al reencuentro con sí mismo y a conectar con la naturaleza, para eso tenemos senderos muy bonitos como también espacios para contemplar nuestro paisaje, nuestro paraíso. Quien tenga el deseo de inyectar capital en el frente turístico puede contar con nosotros pues estamos dispuestos a servirles, ayudarles, de igual modo a agilizar procesos para que logren sus objetivos. Estoy segura que Macanal tendrá un auge muy grande, no solo para el turismo nacional sino internacional”, declaró la señora Cano Ávila.

La funcionaria dijo que llama poderosamente la atención que quienes vienen del exterior se van enamorados de Macanal, ya hay inclusive personas que llegan de otras latitudes a sugerir estrategias porque le ven el potencial turístico al municipio.

Al lugar perfectamente pueden llegar cadenas de resort con diferentes propuestas de hospedaje, eso aprovechando el atractivo paisajístico y la cercanía con ciudades importantes como Bogotá y Tunja. Macanal cuenta también con sitios ideales para deporte de aventura, ecoturismo y salud.

Es un hecho, Macanal tiene el diseño natural, hay oferta para todos los gustos, empero se adolece de mejores hospedajes aunque el pueblo cuenta con un hotel de gran condición, el Summer C.

Este es un destino para todo, están los deportes náuticos, caminatas, seguridad y unas cascadas muy atractivas que embelesan a más de uno. Al poblado le ayuda la amabilidad de la gente y el respeto que profesa por el visitante.

En desarrollo de la entrevista Macanal marcaba entre 27 y 28 grados centígrados, un clima, según la Alcaldesa, fresco, ello porque las temperaturas pueden subir de manera drástica en tiempos secos. Macanal es un punto estratégico, se encuentra a una hora de San Luis de Gaceno, clima caliente y hacia abajo el ingreso a los Llanos Orientales por el Casanare.

El embalse La Esmeralda ha dado una mano interesante porque ha contribuido con visitantes y el reconocimiento turístico del municipio, una actividad grata porque pone recursos para el desarrollo de la comunidad, rubro al que se suman las regalías que vienen de la Central Hidroeléctrica de Chivor, construida en los años setenta y que ha llevado beneficios económicos al municipio por lo ordenado en la Ley 99 de 1993 y desde luego una puerta abierta para el desarrollo del sector turismo.

En cuatro años la Alcaldesa vislumbra un municipio distinto con muy buenas vías sin descuidar sectores como el agro, la cultura, el turismo, la educación y otros. La administración será de mucho pavimento pues urge mejorar carreteras como la entrada que necesita optimizarse en el sector de Cristo Rey y la ruta que conecta el municipio con el embalse, un sector de gran atractivo turístico. Otra meta está en la instalación de placa huella en las veredas en vista que el territorio es bastante quebrado, una solución para el turismo y un aporte a la competitividad de quienes se dedican al agro-negocio.

Solo con buenas vías, apuntó la Alcaldesa, es más consecuente pensar en que vendrán más turistas e inversionistas porque cuando se garantiza la infraestructura todo es mucho más fácil.

Su despacho tiene claro que el servicio es vital en el turismo y por eso tiene en mente unas capacitaciones para ofrecer calidad y atender con amabilidad, para ello está previsto facilitar el estudio de inglés. Otro empeño que tiene Leidy Patricia Cano Ávila, es poner en funcionamiento un gran parque recreacional que beneficiará, no solo a Macanal sino a la región, pero que potenciará la oferta turística para que lleguen más visitantes y por esa vía generar empleo en el municipio.

Sueña la Alcaldesa con un Macanal de emprendimiento, mucho más productivo y que pueda vender con mayor facilidad lo que brote de los campos, un cliente directo serían los hoteles y restaurantes que contarían con abastecimiento fresco y de alta calidad, es decir una cadena en donde todos sean útiles y que parta dando ejemplo desde el sector primario, una salida económica para todos y los inicios de la reactivación agropecuaria porque con demanda de alimentos el campesino siembra más, se beneficia y colabora con mejores precios a hoteleros y turistas.

A juicio de Cano Ávila las condiciones están dadas, tan solo falta organizar y poner la casa en orden, desde luego ver con lupa de qué manera se pueden cofinanciar proyectos, pero la idea es que la administración sea una multiplicadora de recursos, tanto para el campo como para otros proyectos la idea es trabajar en grupos, bajo modelos de asociatividad y cooperativismo porque los dineros son más eficientes en proyectos con varios agentes participando, pero poco viable en planes unipersonales, allí la gestión se trunca.

Un problema para conjurar cuanto antes en Boyacá tiene que ver con la dificultad para asociarse pues muchos no tienen claro el concepto y no saben de qué manera funciona. Un caso directo es la agricultura en donde la asociatividad sería un éxito porque Macanal produce de todo, desde caña panelera, miel y café hasta papa, frutas, ají y quesos por citar algunos bienes de la ruralidad.

La fábrica de quesos, una firma del sector privado en Macanal ha trazado el camino y les ha facilitado el trabajo de comercialización a los criadores de ganado de leche, así como a otros agricultores a quienes hay que organizarlos y ayudarles a buscar los canales de comercialización, una tarea que pide tiempo porque en el municipio las producciones y los cultivos se dan por temporadas, no son permanentes.

En estos tiempos secos, informó la regidora, los tiempos secos de la actualidad son ideales para la producción de panela y miel, una obtención que baja sensiblemente en invierno. Otro producto para mostrar es el café, Macanal ya tiene registradas varias marcas lo que muestra que las gente se involucró mucho con el tema de valor agregado y cafés especiales, la venta en café pergamino no interesa mucho y por eso hay un beneficio distinto, mejores manejos y puntos de tostión para que la gente lleve a sus hogares café boyacense de gran atributo como es el caso de Guaney, una marca con años y toda la calidad, aunque los otros sellos igual son para sacar pecho.

Para el cumpleaños de Macanal el próximo cuatro de mayo habrá un evento enfocado en los militares y para ello habrá acompañamiento de la Primera Brigada de Tunja, en el encuentro habrá reconocimientos y acto de honores a la altura de quienes cuidan y protegen el territorio.

Son muchas las cosas que quieren hacer los alcaldes por sus comunidades y de eso no cabe la mínima duda, pero los municipios de sexta categoría como Macanal no tienen la estructura financiera para hacer obras y gobernar exitosamente, por fortuna dijo la encargada de la honrosa prefectura, el pueblo cuenta con regalías que ayudan en algo y terminan siendo un salvavidas, los otros municipios, reiteró, no tienen ni para su funcionamiento y por eso ese tipo de municipalidad requiere del acompañamiento del Gobierno Nacional para organizar y financiar proyectos del sector primario y en turismo, pero eso no se hace con la raquítica chequera de las alcaldías vulnerables, esos planes que aportan en desarrollo, empleo y calidad de vida necesita del ejecutivo para que los proyectos arranquen, sean de gran provecho y por encima de todo, sostenibles.

Hoy hay un inconveniente y es que para que a los municipios les den recursos deben tener diseñado el Plan de Desarrollo Turístico, una base perentoria para canalizar recursos, el apuro de hoy está en que muchos alcaldes no tienen idea de cómo elaborar el plan, no saben cómo o a quien dirigirlo, el asunto es formar a los mandatarios municipales para que hagan uso eficiente de esos instrumentos y así poder dar el salto de calidad en gestión y puesta en marcha de planes enfocados en turismo.

Macanal, insistió la Alcaldesa, es un buen lugar para invertir, el paisaje está ahí, la represa no se la van a llevar, todo será más fácil para quien quiera invertir y para eso, enfatizó, la cara del pueblo seguirá mejorando ya que la idea es crecer de manera organizada y en eso no hay problema porque hay Alcaldesa y equipo para alcanzar los objetivos.

Otra salida está en las alianzas público-privadas porque como dijo la funcionaria, ese mecanismo garantiza que los planes se ejecuten y perduren, el tema político, reconoció, es un palo en la rueda porque los buenos proyectos que arrancan son desmontados en el siguiente mandato, un caos porque se pierde plata, tiempo y futuro.

Es urgente entender que los proyectos no son de raticos o que nacen con fecha de expiración, muchos emprendimientos y empresas útiles mueren cuando termina una administración sin que haya pesar o el mínimo análisis del impacto.

“Tengo claro que la transformación en Macanal no la voy a ver en cuatro años, pero si hay que fortalecer los pequeños emprendimientos, este municipio no puede justificar proyectos cortos, sin visión o carentes de compromiso y conocimiento. No es coherente que si me dan gallinas y alimento procesado para darles, las engorde y luego me las coma, no ese no es el sentido, la idea era engordarlas y vender muchas cubetas de huevos hasta consolidar una empresa avícola. He dicho que no hay problema si no se pudieron generar tres o cuatro empleos, pero lo lógico es que el ejercicio arroje los recursos para el sostenimiento de la familia, es muy bueno emprender, pero sin pasar necesidades”, señaló Leidy Patricia Cano Ávila.

Un ejemplo a replicar es el de la economía rural familiar de Brasil, un mecanismo en donde las familias aprenden a producir, a administrar y a exportar, todo sin inconvenientes o carencias porque está garantizado el pan en la mesa.

Este destacado municipio tiene productos que puede sacar de la región y facilitar el suministro porque hay obtenciones de calidad que vienen del sector avícola, de la caña de azúcar y la misma miel que con un número importante de apicultores pueden llevar el producto a mercados de mayor dinámica, un ejemplo Bogotá.

Otro buen modelo en donde se puede mejorar lo muestran los frijoleros que tienen empacadora y cumplen con todo lo relacionado con calidad, productividad y competitividad, pero es necesario saber y conocer las cifras de producción, los manejos de la asociación para determinar si hay no solo absorción de cosechas sino un acopio ideal que permita ir o salir a buscar el mercado, sabiendo con cifras en la mano con qué cantidades se pueden comprometer los agricultores mensualmente.

Macanal, concluyó la Alcaldesa Leidy Patricia Cano Ávila, se muestra como un centro de suministro y soluciones agropecuarias para el país, una meta para que en diez años los emprendimientos de hoy sean grandes empresas.

Macanal tiene 21 veredas y un centro poblado, el macanalense es trabajador, honesto y aún temeroso de Dios. En años anteriores se cometieron algunos errores, la población creció, se disparó la agricultura así como la ganadería y con ello el bosque llevó del bulto, en ese momento desaparecieron muchas especies de fauna, entre ellas, el oso de anteojos, algunos tigrillos, el cóndor y venados por citar algunos. Hoy el ayuntamiento mira al futuro con responsabilidad porque sabe que unidos por los ecosistemas, vendrán tiempos de prosperidad puesto que el turismo verde sigue imponiéndose.