Lunes, 08 Julio 2019 13:38

Indiscutiblemente, el café es el único muerto que no se deja enterrar

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En momentos difíciles para la caficultura colombiana en donde los precios no han acompañado, todo parece indicar que las heladas reportadas en Brasil el pasado fin de semana conllevaron a un daño importante en la caficultura de ese país.

Los caficultores colombianos despertaron hoy con la noticia de unas heladas que golpearon la agricultura de Brasil, básicamente en estados como Paraná en donde el café ya no es importante, pero sí en cultivos de caña de azúcar y maíz. De todas maneras la compañía de servicios meteorológicos, Rural Clima, precisó que el fenómeno climático afectó zonas cafeteras de Minas Gerais, reconocido estado caficultor.

Según los expertos, la inmensa masa de aire polar que impactó la agricultura brasilera, incluyendo Sao Paulo, tiene a muchos agricultores angustiados y pese a que apenas se están haciendo las evaluaciones sobre el impacto total, lo cierto es que ya se habla de afectación en los árboles de café de menor edad y en los cultivos de las partes altas, en las siembras de cafés arábicas.

En diálogo con Diariolaeconomia.com, el connotado cafetero, ex directivo del Comité de Caficultores de Caldas, Mario Gómez Estrada, aseguró que la noticia por fuerza de mercado es muy buena para Colombia y anotó que ante esa situación no puede hacer carrera el cuento del pesar porque los brasileros generalmente están preparados para este tipo de adversidad ya que los productores adquieren pólizas de enorme tamaño para cubrir esas pérdidas.

“Los productores en Brasil no sufren porque están muy bien organizados, cuentan con unas cooperativas supremamente grandes, a tal punto que cualquier cooperativa es más grande que Colombia en su mercado cafetero”, explicó el señor Gómez Estrada.

En opinión de Gómez, de haber una confirmación sobre un daño mayor, la noticia le daría una mano importante a Colombia porque los niveles de producción del país son muy significativos y donde se pueda colocar ese grano a unos precios bien interesantes, el tema confirma las frase inmarchitable de Alfonso Palacio Rudas, el siempre recordado cofrade, “el café es un muerto que no se deja enterrar mijito”.

Agregó que si hay daño en Minas Gerais, lo más seguro es que este sea de grandes proporciones porque ese estado produce mucho café, de hecho, especificó, Minas Gerais es el gran productor de café lo que ya no pasa con Paraná en donde las siembras con bebestible son muy pequeñas.

Con esta notificación, muy seguramente la caficultura colombiana estaría saliendo a flote por cuenta de un milagro pues en estos temas como lo dijo en días pasados el propio Gómez Estrada la fórmula para recuperar la caficultura es elemental, “A la de Dios”.

En su declaración Gómez dijo que el hecho tiene que estar siendo leído y analizado por la Bolsa de Nueva York que al ver un commoditie básico como el café, tiene que estar ajustando precios porque cuando cae la oferta de un producto, este por lo general sube, una ley económica obvia.

Expresó que de todas maneras le preocupó ver la manera como arrancó la jornada de inicio de semana en donde el café perdía terreno, asunto que en su análisis no tiene lógica porque el grano perdía centavo y medio. La única explicación, declaró, es que lo hayan descontado porque la de Brasil es una helada bastante anticipada por cuanto se dijo con cuatro o cinco días de anticipación porque se trataba de una masa fría inmensa lo que no quiere decir que el café baje de manera automáticamente.

Apuntó que la importancia del café en Minas Gerais es hoy muy trascendental porque justo fue a ese estado a donde migró toda la caficultura, precisamente huyendo de las heladas lo que hace pensar que si hay daño en esa región, no es pequeño.

Minas llevó su caficultura a una parte alta, lejana del problema y por ello es los últimos años el tema de las heladas no se escuchó, empero, el clima es un fenómeno que no controla absolutamente nadie.

Hay que decir que el estudio sobre impacto podría estar listo en diez días y por ello las autoridades en Brasil evitan cualquier especulación, de todas maneras ya hay mantos de duda sobre si la producción llegaría a superar los 63 millones de sacos que podrían subir a 70, una cifra histórica.

“Vuelvo y le digo el muerto está de regreso, no se deja enterrar, nunca se equivocó ese gran abogado y economista del Tolima”, concluyó Gómez Estrada.

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