Jueves, 10 Febrero 2022 00:20

Otro año dulce para el café: Cosecha cafetera alcanzaría valor récord

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Según los estimativos de la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia, FNC, el año podría cerrar con unas ventas cercanas a los 15 billones de pesos.

Por Orlando Cano Vallejo, Director de Agenda Económica

Inició movido el año 2022 para el café de Colombia y cargado de buenas notas que influirían favorablemente sobre el PIB agrícola y la economía nacional.

Según el Gerente General de la FNC, Roberto Vélez Vallejo, hay esperanza que con cargo a un buen clima que se ha venido consolidando durante los últimos días, el país pueda contar con una buena cosecha para el segundo semestre que lleve la caficultura a niveles de 12.5 o 13 millones de sacos.

El dirigente gremial sostuvo que si Colombia mantiene sus exportaciones en los volúmenes afines a los de 2021 habría una cosecha cafetera que saltaría entre 10.7 billones de pesos a una cifra aproximada a los 14 o 15 billones de pesos.

En diálogo con Agenda Económica, Roberto Vélez Vallejo anotó que, de todas maneras, el año cafetero pinta complicado porque la disminución en la cosecha de Brasil hará que haya afugias en la consecución de materia prima, puesto que no habrá grano en cantidades abundantes lo cual unido a los problemas logísticos implicarán un enorme reto para los tostadores en el año que recién despegó.

Vélez Vallejo, quién comanda la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia, catalogada como una de las ONG rurales más grandes del mundo, aseveró que para Colombia el 2022 será un buen año en términos de la cosecha porque pese a que el clima no ayudó para nada en el primer semestre, sí dio una mano en las proyecciones para el segundo periodo, lo cual permitirá obtener mejores resultados, si la recolección no cae mucho, toda vez que los precios del café estarán muy por encima de los registrados en 2021.

La entrevista sin duda dejó un buen aroma y un sabor agradable para una caficultura, la misma que ha crecido en medio de vicisitudes, líos y decisiones inesperadas lo cual le da ese matiz de resiliente, fuerte, valiente y muy capaz.

Agenda Económica. ¿Qué espera y qué ve venir el zar del café para 2022 en el mercado global cafetero?

Roberto Vélez Vallejo: El año 2022 materializará los problemas climáticos de Brasil en términos de la oferta global. La oferta se va a ver disminuida fuertemente, una cosecha cafetera que los brasileros ya estiman entre 57 y 60 millones de sacos lo que dará origen a un déficit mundial nuevamente por segundo año consecutivo y esto tendrá claramente un efecto sobre los niveles de precio que no deberían bajar de las cotizaciones actuales entre 2,20 y 2,40 dólares por libra. Incluso existe el temor de que de pronto la cotización llegue a niveles más altos entre 2,50 y 3 dólares la libra.

AE. ¿Qué factores determinarán que la industria cafetera mundial siga favoreciendo el ingreso de los productores?

RVV. El ingreso de los productores en Colombia será la cotización ya referida de la bolsa y un buen nivel de la tasa de cambio. Lógicamente los precios del petróleo por encima de 90 dólares empiezan a ponerle presión a la tasa de cambio para que baje. Por otro lado, el nivel del déficit de la balanza comercial colombiana llama a una mayor devaluación y por último el diferencial del café nuestro que nuevamente tengo que reportar que, increíblemente, hoy estamos viendo ventas de café colombiano entre 60 y 70 centavos por encima de los niveles de bolsa. Ese diferencial del café colombiano se sigue apuntalando en el mercado internacional, la calidad del café colombiano es cada vez más apreciada y estos factores harán que el precio interno esté por encima de los dos millones de pesos durante buena parte del año 2022 y por qué no, parte del 2023.

AE. ¿Con qué estadísticas principales inicia 2022 en cuanto a disponibilidad mundial de café, producción y consumo global?

RVV. El mundo inicia con un año anterior que registró un déficit entre consumo y producción de más o menos 8 y 10 millones de sacos, un consumo mundial de 170 millones de sacos, una producción que está tocando niveles de 160 a 165 millones de sacos y un nivel bajo de inventarios. No diría que el nivel de inventarios mundiales es crítico, pero sí está en un punto bajo donde la industria no se puede de alguna manera soslayar en el café que tiene. Un problema adicional tiene que ver con la problemática logística que impide a la industria manejar inventarios muy bajos en el justo tiempo en que la gente no tenía inventarios y estaba esperando que le llegara el café directamente a la empresa o a la industria torrefactora. Eso es demasiado riesgoso hoy en día y hace que los niveles necesariamente tengan que ser superiores, pero no hay café para acumular inventarios.

AE. ¿Son los cafés elaborados y de valor agregado los llamados a marcar diferencia en la apetencia del consumidor final?

RVV. Hemos estado viendo durante estos años de pandemia un crecimiento más rápido de lo normal de la demanda de los cafés suaves de buena calidad Es clarísimo que en la pandemia el consumidor dejó de tomar bebidas por fuera del hogar y lo que ha venido consumiendo es café de mejor calidad, lo que ha hecho que las mezclas internacionales se hayan enriquecido de productos de países como Colombia donde no hay y es bueno resaltarlo, una competencia que le pueda dar o quitar espacio al café colombiano en el mercado internacional y todo lo contrario, hay cada vez más ‘rapiña’ `por el café colombiano existente en materia internacional.

AE. ¿Qué hace hoy la OIC, ¿cuál es su aporte a la industria del café?

RVV. La OIC dejó de ser la entidad que regulaba los niveles de exportaciones con un sistema orientado hacia una franja de precios y hoy sigue de alguna manera ‘patinando’ para encontrar su espacio en el mercado. Muy prontamente tendremos una nueva directora, por primera vez una mujer con las riendas de la OIC, Vanusia Nogueira de Brasil, quien era directora de la Asociación Brasileña de Cafés Especiales y creo lo tiene muy claro: se lo hemos dicho muchas veces, la OIC tiene que ser el gran intermediario entre los países productores y los países consumidores para aumentar la capacidad de realización de proyectos encaminados a darle sostenibilidad a la caficultura. Cuando tenemos como aliados a los países consumidores, que son los grandes donantes, los productores pueden ejecutar proyectos para mejorar el tema social, ambiental, económico y con eso la sostenibilidad que hoy tanto pregona el mundo. La OIC puede ser el gran puente que sirva para unir estas dos puntas.

AE. ¿Qué gestiones liderará el Gerente de FNC en el escenario internacional para lograr mayor unidad entre países productores?

RVV. La gestión internacional de Colombia será encaminada como siempre a mantener el ingreso de los productores, pero también a seguir trabajando en ese foro de países productores para darle direccionamiento a la caficultura mundial. Colombia, hoy y siempre, sigue siendo el referente del cual todo el mundo quiere conocer su direccionamiento y nosotros creemos que el camino tiene que ser la sostenibilidad. Hoy más que nunca hemos venido hablando con la industria para ver cómo unimos todos los esfuerzos para tener una caficultura no solamente carbono neutro, sino también, una caficultura que se vea efectivamente como lo que es. En Colombia tenemos 4.300 millones de árboles de café que están capturando CO2 (dióxido de carbono) y emitiendo oxígeno todos los días. Creemos que hay que hacerle un reconocimiento a la industria en ese sentido, pero hay que trabajar en todos los temas de la sostenibilidad en donde hay posibilidades de agregar valor a nivel internacional.

AE. ¿A nivel local qué perspectivas maneja para este año la FNC en cosecha, valor y exportaciones?

RVV. En materia local venimos de un año bajo de cosecha, tenemos una cosecha de primer semestre intervenida por el fenómeno de La Niña durante dos años consecutivos, pero tenemos esperanzas de que con el buen clima que se ha venido consolidando durante los últimos días podamos tener una buena cosecha para el segundo semestre que nos lleve nuevamente a un nivel entre 12,5 y 13 millones de sacos. Es interesante anotar que, si somos capaces de mantener niveles de exportaciones similares a los del año 2021 o un poco más bajos dados los niveles actuales de precios internacionales, tendríamos una cosecha cafetera que saltaría entre 10,7 billones de pesos como en 2021 a una cifra cercana entre 14 y 15 billones de pesos, nunca vista por la industria cafetera colombiana. Y nuevamente con exportaciones cercanas a los 4 mil millones de dólares. De nuevo la industria cafetera le provee al sector rural y a la economía colombiana un buen aliento para mejorar las condiciones del PIB agrícola y del PIB económico global.

AE. ¿En qué va la ayuda del Gobierno y qué se requiere para mantener una caficultura robusta, productiva y competitiva?

RVV. En materia de apoyo del Gobierno hay que decir que en los últimos dos años ese apoyo financiero no ha estado presente en un área que requerimos urgentemente que es el apoyo a la renovación cafetera. También hay que entender al Gobierno que con los precios actuales pues opina que será el sector cafetero de manera autónoma el que haga el trabajo, pero siempre ayuda un apoyo del Gobierno. Hemos venido trabajando en el Comité Nacional de Cafeteros para ver si desde los Ministerios de Agricultura y Hacienda se asignan algunos recursos para el apoyo a la caficultura.

AE. ¿Confía en que en 2022 el café continuará siendo baluarte de la economía, la mejor versión del país?

RVV. En 2022 nuevamente la caficultura, y esta vez con más bríos, será el baluarte y un gran pilar de la economía rural y de la economía colombiana en general. 604 municipios con los buenos niveles de ingreso producto de los precios internacionales van a irrigar sobre la zona rural el bienestar que necesitamos, además estabilidad que es el otro enfoque que se requiere, y confianza en el futuro del café que ya se ha venido consolidando.

AE. ¿Cómo va el consumo interno y qué hace la FNC para que los jóvenes se habitúen a tomar las mejores calidades de nuestro café?

RVV. Hemos observado con júbilo un gran cambio en los hábitos de consumo internamente en el país. Las últimas cifras hablan de un incremento del consumo per cápita en los últimos tres años al pasar de 2,2 kilos a 2,8 kilos. Todavía es un consumo que no está a la altura de lo que uno quisiera, pero nos da esperanza que estos incrementos de consumo tienen como base la mejor calidad del café que se viene trabajando a nivel de muchas industrias en Colombia y un consumidor que se ha venido volviendo más sofisticado e incluyente de calidad en sus compras de café cuando va al supermercado.

AE. ¿Cuántas hectáreas tiene Colombia en café y cómo va el programa de renovación?

RVV. Colombia cuenta hoy con 840 mil hectáreas de café. El año pasado terminamos con una meta de renovación de 81.400 hectáreas renovadas que es un número muy satisfactorio. La idea en la FNC es que esa cifra debería ser el 10% para mantener una caficultura que hoy tiene más o menos seis años en promedio pero que ojalá pudiéramos tenerla más joven, más productiva. Creemos que ahora lo que necesita el café de Colombia es un buen clima, pero con las renovaciones de 2020 y 2021 estamos seguros de que ya tenemos el ‘chasis’ para las cosechas de 2024 y 2025 pudiendo estar tranquilos de que Colombia tiene montado un parque cafetero capaz de producir entre 14 y 14,5 millones de sacos.

AE. ¿Cómo está afectando la crisis de contenedores con camiones de carga parados sin suministros en el puerto de Buenaventura?

RVV. La crisis logística internacional ha estado afectando directamente los embarques de café en dos sentidos. No existe la cantidad de contenedores suficientes para poder llevar a cabo los embarques de manera tranquila por los puertos colombianos. Las líneas marítimas han estado erráticas en la forma cómo llegan a los puertos y eso hace complicado tener el café listo para poder enviarlo, llegar al puerto y, además, que al barco lo aplacen una o dos semanas, es traumático. Los costos que tiene que asumir el comprador de los fletes han venido subiendo de 2 mil o 2.500 dólares antes de la crisis a 6, 7 y 8 mil dólares hoy por contenedor. Reitero que no es solamente el costo, es lo errático en que hoy trabajan las navieras en su forma de llegar a los puertos y recoger la carga.

Finalmente el Gerente General de la FNC, Roberto Vélez Vallejo, manifestó que el sector cafetero espera del nuevo Gobierno que entienda la importancia de la caficultura y la ruralidad, que sepa y pueda diagramar una política tendiente a equilibrar las condiciones del campo y la ciudad en términos de transporte, educación, salud, vivienda y acueducto, de forma tal que la agricultura y la caficultura en particular tengan las condiciones idóneas para poder seguir siendo competitiva a nivel internacional.

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