Las elecciones cafeteras, según la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia, FNC, son sin duda la cita más importante que tienen los caficultores federados cada cuatrienio para elegir libre, participativa y democráticamente a sus representantes gremiales a nivel municipal y departamental.
Este año, según recalcó el gremio, las elecciones se llevarán a cabo en 20 departamentos cafeteros y 580 municipios de Colombia los días 10 u 11 de septiembre, en jornadas de voto directo y presencial por medio de tarjetas electorales, entre las 8:00 am y las 4:00 pm.
Las directivas de la FNC recordaron que cada comité departamental definirá uno de los dos días para llevar a cabo las elecciones en su respectiva circunscripción.
En charla con Diariolaeconomia.com, el Director Ejecutivo del Comité Departamental de Cafeteros del Huila, Jorge Enrique Montenegro Polanía, afirmó que las elecciones cafeteras en el departamento a permitido una dinámica bien importante y por su puesto una gran motivación en los caficultores, muestra de ello, expuso, hay 149 listas aspirando a los 34 comités municipales y 13 planchas perfiladas al comité departamental.
Lo anterior, explicó el vocero, genera en cifras, cerca de 1.788 caficultores aspirando a la dirigencia cafetera en la parte municipal en donde se cuentan 408 cupos y aproximadamente 26 productores que pretenden llegar al Comité de Cafeteros del Huila como principales o suplentes.
“Como es visible, con estas elecciones venideras se genera una gran expectativa, además creemos que aparte de esa motivación, estarán nutridas las votaciones cafeteras los próximos 10 y 11 de septiembre”, puntualizó Montenegro Polanía.
Ratificó que la transparencia en el proceso está totalmente garantizada, puesto que estará la Misión de Observación Electoral, MOE, el Gobernador del Huila y unos veedores encargados por los aspirantes que terminarán rodeando un proceso de la mayor confiabilidad.
Montenegro hizo un llamado para que de manera oportuna los votantes y aspirantes miren previamente las listas del censo electoral cafetero, igual que voten temprano y ejerzan ese sagrado derecho bajo varias premisas esenciales, la primera que el caficultor cuenta con investigación, pero también transferencia de tecnología, comercialización de café, exportaciones del bebestible, valor agregado a través de la transformación, un portafolio marcario a través de las tiendas Juan Valdez y obviamente, el desarrollo que se impulsa desde le Federación Nacional de Cafeteros y los comités departamentales.
“Como se puede dar cuenta hay muchas razones de peso para que el caficultor se motive a votar, básicamente porque a través de este ejercicio democrático es factible legitimar la institucionalidad cafetera que se llama Federación Nacional de Cafeteros que tiene estimables diferencias con un proceso democrático que no se ve desde el sector productivo y agrícola en ningún lugar del mundo. Las elecciones y la democracia cafetera son en consecuencia todo un paradigma global que podría ser replicado en varios sectores locales o exógenos, por cuanto es una forma de consolidar derechos, probidad y confianza, todo en la búsqueda de mejorar las asociaciones o corporaciones”, indicó el Director Ejecutivo del Comité Departamental de Cafeteros del Huila.
Huila, un departamento que en café hace las cosas muy bien
Un dato alentador que entrega la caficultura opita es diferente a las cifras arrojadas por el país cafetero que consigue una baja en producción por las intensas y reiterativas lluvias, no es el reflejo del Huila que mantiene su productividad e inclusive con incrementos en algunas zonas que optimizaron el reporte.
Según Montenegro, la noticia que dio Almacafé del primer semestre con corte a 30 de junio, y haciendo la comparación de los periodos 2021 y 2022, deja ver que el Huila aumenta su producción en 9,5%, lo que quiere decir que la región mantiene y sostiene el andamiaje y la estructura de producción de café y desde luego la de calidad. En ese orden de ideas, expresó el directivo, el Comité de Cafeteros del Huila viene haciendo la tarea en lo que tiene que ver con reconversión y renovación de la caficultura, manteniendo así una actividad competitiva, sostenible y joven, de tal manera que les permita a los productores canalizar más café y por supuesto mayores recursos.
“Ingresan al Huila dentro del ejercicio que se ha hecho en la vigencia 2019-2022, 30 o 35 mil hectáreas que se han renovado por zoca y por siembra, no se trata de nuevos cultivos, sino de una renovación que permite contar con una caficultura boyante en todo sentido”, comentó Montenegro Polanía.
Un asunto que genera orgullo y tranquilidad es el liderazgo que asumió y consolidó el Huila, no fue sol de un día ni nada pasajero. Hoy, apunto el conocedor, el departamento es el número uno en producción y calidad, todo porque el caficultor entendió que el café es importante para Colombia y para el mundo, razón por la cual el grano es a la fecha el generador de todas las divisas del departamento, algo que se complementa con tejido social, solidez económica, empleo y desarrollo en su máxima expresión.
El café diferenciado es una franja cada vez más dinámica en el Huila, de hecho, hace parte de una política del Comité de Cafeteros del Huila y de la misma Federación. A la región, señaló Montenegro, se le debe la diferenciación de los cafés de alto atributo, ya que Colombia es calidad en café con el toque mágico que en buena hora le puso el Huila, haciéndolos no solo diferentes en variedad en favor de un consumidor cada vez más exigente sino de mayor valor, un ítem que favorece la renta cafetera porque premia a quien hace su trabajo con excelencia.
Para Montenegro, el propósito fundamental de los cafés especiales es darle consistencia a la calidad del café, como quien dice una estrategia aplicada para mantener sabor y fragancia en taza, todo un compendio de calidad que finalmente termina siendo mejor remunerada por los consumidores locales e internacionales.
Por estos días la Federación Nacional de Cafeteros calculó que los buenos precios, esos que superan los dos millones de pesos por carga de 125 kilos, podrían empezar a declinar por la realidad brasilera que ampliará la oferta en desmedro de los granos suaves colombianos o centroamericanos. Una de las defensas colombiana de cara a una caída del café en el mercado de Nueva York, estimó Montenegro, es la calidad y el producto diferenciado, habida cuenta que son más los públicos que demandan café del bueno mas no cualquier cosa.
“Colombia tiene una diferencia cafetera muy marcada, no solamente por los inventarios sino por la calidad que nos permite desde luego un sobrepeso a nivel internacional, pero también la Federación Nacional de Cafeteros viene haciendo una gestión a nivel de la Gerencia General y de todos los comités departamentales con el fin de que el mundo del café pueda entender la importancia de una actividad que debe ser sostenible para todas las partes, la totalidad de los eslabones que componen esa cadena, lo que incluye productores, comercializadores, transformadores, exportadores y consumidores, a tal efecto se trata de establecer que el café tenga un precio de sostenibilidad, es decir que no se pague por debajo de los costos de producción, sino que genere una rentabilidad para hacer posible la caficultura y todo el tejido social que esta acarrea”, declaró el señor Montenegro Polanía.
Aclaró que, si algo tiene la caficultura huilense, la colombiana y la mundial es que maneja perfiles sociales, un camino consecuente a la sostenibilidad del caficultor, del labriego, del productor de café a nivel del departamento y del país.
Los buenos precios alcanzaron para mucho
No puede negarse que los precios aceptables, inicialmente por encima del millón de pesos y luego por arriba de los dos millones sirvieron para mucho, aunque algunos analistas y productores afirmaron que, frente a las ganancias de la industria, el mejor precio fue apenas un paliativo, ya que no compensó las pérdidas acumuladas.
De todas maneras los precios altos ayudaron a los productores que aparte de mejorar su calidad de vida, permitieron unos sistemas productivos mucho más tecnificados, ahora, aseveró Montenegro, se esperaría un aumento de la productividad a través de sistemas de ajuste en los métodos de obtención del grano, como es la diminución de las edades en cafetos, aumentos en las densidades de siembra y mejor uso de los espacios que conduzca a la total eficiencia en el cultivo, algo que igual debe pasar con el beneficio húmedo y seco del café.
En opinión de Montenegro, con los precios actuales, los caficultores pueden comprar las herramientas, los equipos y todo lo referente a la tecnificación en aras de generar de la mejor manera una sólida transformación y beneficio en el café. Quienes no han tenido esa opción, hoy, y con cargo al mejor precio interno de compra, precisó el directivo, pueden implementar mejores técnicas e instrumentos para crecer en competitividad.
En este momento hay plena consciencia en los cafeteros de que el precio va a disminuir, pero esperan que haya una regulación en los valores, haciendo que los menores precios no estén jamás por debajo de los costos de producción, una situación insostenible que llevó en otros tiempos a muchos caficultores a la banca rota, mientras la industria veía crecer de manera imparable sus ganancias.