Se acercan las elecciones cafeteras y la cuenta regresiva ya empezó a correr, una situación que genera expectativa, emoción y orgullo en un gremio que como el cafetero sigue dando los mejores ejemplos de institucionalidad, seriedad y responsabilidad. Los próximos 10 u 11 de septiembre entre las 8 a.m. y las 4 p.m., los caficultores cedulados harán uso de las tarjetas electorales para elegir a los representantes cafeteros que consideren mas capaces e idóneos para tomar la vocería a nivel municipal y departamental, todo en un marco que permitirá escoger libre, participativa y democráticamente.
Según la Federación Nacional de Cafeteros, FNC, las elecciones cafeteras son el fundamento del gremio caficultor por el alto grado de representatividad y legitimidad que confieren a sus instituciones. Para el gremio, en un proceso democrático y participativo, cada cuatro años los caficultores federados eligen por voto directo a sus representantes gremiales en los comités municipales y departamentales.
“Son los propios productores, la base cafetera, quienes, por medio de sus representantes, deliberan, toman decisiones y fijan el rumbo de su institucionalidad y de la caficultura colombiana. Igual, en llevar un proceso electoral claro, tranquilo y transparente, el gremio cafetero es ejemplar. Para estimular la participación y la renovación de liderazgos, lo que incluye por supuesto a mujeres y jóvenes”, dice la institucionalidad cafetera.
Desde el año anterior se han realizado múltiples encuentros y talleres con los productores para destacar la importancia de la democracia cafetera, en la que pueden participar no sólo como electores sino también como candidatos. Para la FNC, es tan alto el compromiso de los caficultores con la democracia cafetera que este año se inscribieron más de 16 mil candidatos para elegir 4.824 hombres y mujeres que integrarán como miembros principales y suplentes, los 387 comités municipales y 15 comités departamentales de cafeteros que seguirán llevando a sus regiones las políticas, inversiones y programas del gremio, con el fin de procurar el bienestar de las familias caficultoras, que desde su creación ha sido la misión de la Federación Nacional de Cafeteros.
El Director Ejecutivo del Comité de Cafeteros de Boyacá, Carlos Roberto Restrepo Rodríguez, le dijo a Diariolaeconomia.com, que los productores “patriotas” están llenos de optimismo por el ejercicio democrático que para el caso de Boyacá será el domingo 11 de septiembre en donde cerca de 6.500 caficultores de la región que tienen el derecho gremial de participar en las próximas elecciones cafeteras, van a elegir 192 representantes en el departamento de Boyacá para lo cual hay dispuestos 292 candidatos, los cafeteros boyacenses elegirán 15 comités municipales distribuidos en toda la geografía del departamento.
Agregó que así mismo será elegido el comité departamental que a su vez son los delegados al Congreso Cafetero, el órgano más importante de la FNC.
“Hay mucho optimismo y demasiadas ganas de que ese día llegue para que todos los caficultores ejerzan ese derecho, pero también el deber de elegir a los representantes que hablarán por ellos en los próximos cuatro años y que trabajaran en las políticas y los lineamientos de hacia dónde debe llevarse la caficultura en ese mismo periodo”, declaró el señor Restrepo Rodríguez.
El directivo expuso que el hecho de que los mismos productores decidan y definan el derrotero de la actividad es lo que legitima la FNC en todo el país, una base cafetera que sigue a sus representantes en los comités municipales y estos a su vez son quienes velan por hacer que las políticas tengan buen trayecto y que los recursos que recibe la Federación y los que también ellos pueden gestionar a través de las administraciones municipales, la Gobernación y el Gobierno Nacional, lleguen a los caficultores y ataquen los problemas que en este momento tiene la caficultura en cada una de las regiones.
Lo interesante del tema, expresó Restrepo Rodríguez, es que un departamento que tiene 10.500 productores, 6.500 de estos cedulados, puedan ejercer el derecho democrático, elegir a sus representantes y a su vez tener una voz en el Congreso Nacional Cafetero a través de su comité departamental.
Boyacá es un departamento que ha marcado un hito en Colombia y en el mundo por su historia y el papel preponderante en la causa libertadora, igual es un referente agrícola, turístico, minero, ganadero, artístico, cultural y artesanal, el café también hace parte del gran compendio porque la cordillera oriental fue la primera en comercializar grano de exportación.
A Boyacá lo identifica perfectamente su concurso, “Café con Aroma de Libertad”, la denominación de la competencia en donde son escogidas las mejores tazas de café en el departamento, certamen que se realiza anualmente. El objetivo, puntualizó Carlos Roberto Restrepo Rodríguez, también hacer parte de la historia cafetera de Colombia, de la productividad en el sector y aportar en todo lo que tiene que ver con la legitimidad del gremio desde el territorio boyacense, bastante disperso.
“Boyacá es el departamento más pequeño en el territorio nacional con comité departamental, pero que también siente y vive lo que es la democracia cafetera y la importancia de tener una gran institución que se mantiene vigente y fuerte.
Los candidatos o representantes tienen la tranquilidad que habrá un proceso transparente y de cara al país, un cúmulo de probidad y confianza. Como en todos los departamentos están habilitadas todas las líneas para que los caficultores manifiesten sus inquietudes, denuncien o planteen sus quejas, en resumen que todos sean escuchados porque de eso se trata la democracia y la institucionalidad, poder hablar y ser escuchado, adicionalmente estaremos acompaños por la Misión Electoral Cafetera, de la Misión de Observación Electoral, MOE, todo para brindar la mayor transparencia en el proceso”, señaló el Director Ejecutivo del Comité de Cafeteros de Boyacá.
Expuso que la democracia es lo que hace grande a Colombia, recalcó que esa forma de organización social y política es la que a final de cuentas permite tomar decisiones. Sostuvo que independiente de que no todos estén de acuerdo con una política o una idea, la democracia está precisamente para eso, ya que las mayorías toman decisiones y en muchos casos como pasa en la FNC opera el consenso, no para las elecciones en donde decide la mayoría absoluta pues quien gana es el representante.
Diferente a hace cuatro años, el contexto cambió, de las caras largas y preocupadas que manifestaron su alarma por los bajos precios del café que condujeron a los caficultores a producir a pérdida, hoy el asunto es otro ya que el café logró máximos históricos y superó la barrera de los 2.5 millones de pesos por carga de 125 kilos.
El buen momento de la caficultura, aseveró Restrepo Rodríguez, se nota en el semblante de los productores, hay tranquilidad y muchas cosas mejoraron. Dijo que es muy importante anotar que, pese a los excelentes precios de hoy, el incremento en los costos de producción ha sido bastante sustancial y existe la incertidumbre de cuanto más van a durar las cotizaciones altas. Sobre el tema expresó su inquietud porque ese desbordamiento en las alzas e inflación impactó no solo al sector cafetero sino a otros renglones productivos como también a la vida nacional.
Un tema adicional es el alto precio del dólar que ayuda en las exportaciones, pero que resta en la compra de insumos agropecuarios como es el caso de los fertilizantes que hacen parte de los commodities, golpea la geopolítica y la crisis logística, pero da una mano la menor cosecha en países como Brasil.
Hay caras sonrientes, apuntó restrepo, los excelentes precios dan apara eso, pero igual el tiempo pasa y se avecinan retos, así como grandes labores como asociarse y fortalecer la caficultura. La idea es sostener los precios altos y no regresar a esos tiempos de calamidad.
Boyacá, la tierra diferente, bonita, audaz y especialmente patriota, tiene mucho que contar, caficultura y turismo, calidad en grano, pequeña empresa y emprendimiento, un esfuerzo contra el clima y las circunstancias que no impiden poner en los mercados una excelsa taza de café.