El municipio de Neira, uno de los más emblemáticos de Caldas fue fundado, como es apenas consecuente por colonos antioqueños en 1842, los mismos que fueron tumbando selvas y bosques con la fuerza que aparecía en medio del anhelo y la necesidad por tener tierra, familia, ganado y buenas cosechas. Fueron muchos los que partieron en la desafiante aventura, quienes escucharon el zumbar de las rulas, el rugir de las fieras y el noctámbulo relincho de caballos agotados y sudorosos atravesando cordillera.
Esos que llegaron al hoy, Eje Cafetero, igual vieron bueyes halando carretas, mugiendo en su esfuerzo, así como burros rebuznando y mulas ariscas empujando y resoplando en cada escalada. No fue fácil, pero con la colonización antioqueña hubo espacio para fundar ciudades y poblaciones, se abrió paso al desarrollo y con los años la región logró consolidarse como vital en el crecimiento económico y el repunte de la caficultura.
Actualmente en Neira siguen evocando la osadía de familias atrevidas y valientes, es común escuchar de los descendientes de los Palacio, Holguín, Arango, Marín, Grisales, González y un grupo adicional de emigrantes que alcanzaron con fe y brío, establecer empresas, sembradíos y sueños en unas montañas complejas, arropadas por el hielo de la mañana y cubiertas con un lino de nubes delgadas que van haciéndose paulatinamente a un costado para darle paso al astro rey.
Duro fue pisar la tierra de los fuertes y altos Carrapas, escuchar el lamento en los cañones y valles de la tribu otrora residente, que la caminó desnuda o con muy poco ropaje, mantas cortas en las mujeres que cubrían zonas íntimas, casi nada en los hombres que la celaban despojados. Esos espíritus de la Pachamama, diosa andina de la maraña, pusieron sus talanqueras, pero pudo más esa mixtura católica compuesta por Santo Rosario, agua bendita, Padre Nuestro, Sagrado Corazón de Jesús y desde luego el Ave María, que las imágenes fantasmales, la irónica risa de las brujas o llantos que brotaban del boscaje.
La economía cafetera se erigía, crecía exponencialmente en medio del volitar del canto de los pájaros multicolores, aves migrantes, el murmullo de los arroyos, la estridulación de los grillos, el croar de ranas como también sapos, sonidos que llegan con la noche y se apaciguaban con el alba del siguiente día.
El café marcó un hito en las tierras colonizadas, y las generaciones caldenses fueron creciendo entre matas frondosas y llenas de cereza que al ser recogidas iban a beneficio para luego pasar por secado y dejar las zonas de producción en pergamino para ir a los puertos y luego a los países consumidores en donde era esencial en mezcla o tostado y molido para deleite de los más exigentes tomadores del suave bebestible.
Dentro del mundo cafetero hay diversas historias y anécdotas, una de ellas nace justamente en Neira Caldas, población a la que algunos en mofa le dicen Neira York, remoquete que inspiró a unos empresarios que decidieron bautizar su producto diferenciado de café con el sonado y jocoso timo.
En charla con Diariolaeconomia.com, Viviana Quintero, empresaria, también socia de Neira York Coffee, afirmó que finalmente y después de un arduo trabajo se le dio un lugar preponderante a la también conocida “Ciudad del Corcho”.
Anotó que sin lugar a dudas el mejor café de Colombia se toma en Neira, población que suma a sus tradiciones un producto llamado corcho, toda una elaboración antaña hecha a base de panela y pata de res, una golosina y acompañante ideal para la famosa mazamorra, la misma leche o simplemente como el dulce fin de un antojo.
“Nosotros en Neira preparamos una bebida espectacular con una salsa de corcho y lo llamamos café Neira York, todo un hit en el municipio porque inclusive la cafetería se volvió punto de referencia o de encuentro ya que los amigos se llaman y por lo general se dan cita en Neira York Coffee, un sitio perfecto para pasar la tarde o el rato, eso sí, al sabor de la mejor mezcla, café y corcho. Para no ir tan lejos, quien no tomó esta receta, no estuvo en Neira pues se privó de probar los dos componentes particulares de la región, café especial, totalmente diferenciado y ese dulce que se bate con el aroma de la panela y el poder vitamínico del colágeno”, puntualizó Viviana Quintero.
Esta propuesta joven, pero exitosa lleva seis meses en el mercado, sin embargo, el modelo de negocio estaba dando vueltas en la cabeza de los fundadores hace 19 años puesto que ya sabían de café, marca y mercado. En sus inicios, la hábil empresaria manejó la marca Café Tintero porque veía con su socio la necesidad de tener una industria más solida de café en Neira ya que procesaban café en Santa Rosa o en Chinchiná, y cada vez que hacían su maquila, encontraban que un bache de café no era igual que el otro, una situación compleja ya que no podían ofrecer un café homogéneo y de permanente calidad, ante el apuro optaron por abrir la singular tienda en la bonita Neira.
La marca maneja varias calidades de café habida cuenta que tienen como proveedores una gama de productores juiciosos y de alta exigencia en el cultivo y beneficio del grano que obtienen. Esto hace que Neira York Coffee ofrezca diversidad en grano verbigracia Típica, Geisha, borbón, Castilla, Caturra y otros.
Esta empresa de manera paralela al comercio de bebidas calientes, maneja un laboratorio de café para perfilar el producto de los caficultores vecinos, un ejercicio que les permitió constatar que Neira, Caldas tiene muy buen café razón por la cual se absorbe esa oferta cafetera a un mejor precio. El café comercializado lleva una etiqueta en donde se determina su origen, es decir la finca y la vereda de donde se sembró ese bebestible.
El propietario de Neira York Coffee, Cesar Osorio, ingeniero agrónomo, reconocido catador y tostador, apuntó que cosas muy buenas pasan en ese atractivo lunar de Neira, ya que Cielito Lindo, la vereda que alberga el negocio, despacha grano con valor agregado a distintas partes del mundo pues aparte de los atributos que maneja en café, el empresario es aliado comercial, una posición que le facilita hacer exportaciones.
El negocio es redondo y profesionalizado, la marca ofrece aparte de laboratorio, trilla, tostión y cursos de cata, pero igual forma gente en toda la cadena de valor del café diferenciado.
Osorio dijo que el mercado fuerte de Neira York y sus cafés especiales se focaliza en Estados Unidos y Canadá en donde se puede decir está el fuerte de la casa tostadora, pero también vende a Europa, puntualmente a países como España y Suiza. Muy pronto la marca entrará con mucha fuerza en Taiwán.
En Neira York no solo se toma buen café, la firma tiene como valor agregado adicional todo un método de enseñanza en la mesa pues de manera didáctica explica las técnicas de preparación de la excelsa bebida, una clase que pone admiración y sonrisas en sus visitantes.
A criterio de Cesar Osorio, el café de Neira York hay que tomarlo, más allá de las propiedades en taza, por la experiencia única al paladar y porque la empresa quiere que con la marca no solamente se reciba el día sino adicionalmente despertar los sentidos y llevar a cabo ese ritual único de preparación en casa.
Anotó que los varietales son algo parecido a los carros pues hay diferencias entre un Geisha, un Borbón o un Caturra.
El Geisha, especificó, resulta un tremendo coche, es de inmejorable calidad porque destaca esas características de limoncillo, miel y algo de citronela, el caturro, también de gama alta, dijo, suele ser floral y con notas muy diferenciadas
En su amplio saber y entender consideró que el Ferrari de los cafés, fácilmente sale de los Típica porque son colombianos, de la zona y algo muy de la caficultura nacional en donde la variedad arroja unos atributos superlativos en fragancia, cuerpo, sabor y peculiaridad.
Lamentablemente llegan al país cafés importados de muy baja calidad, unos granos utilizados para mezclas, algo que le quita categoría a la vena cafetera de Colombia en donde por algo más se puede adquirir un producto diferenciado, de calidad superior, sembrado, cosechado y beneficiado por los caficultores colombianos que ven mejores resultados y mayor rentabilidad con valor agregado, toda una labor y un esfuerzo, expresados en taza.
Un llamado de siempre al país es que los colombianos pidan producto colombiano porque la calidad del grano está en todas partes y por eso la recomendación es comprar café de origen, de finca, una manera venturosa de apoyar a los pequeños caficultores que vienen haciendo bien la tarea.
“No hablo solamente de mi sello, Neira York, hay muchos que vienen de manera juiciosa marcando diferencias y haciendo historia. No podemos negarnos un café colombiano que es muy nuestro, tenemos los mejores cafés del mundo e infortunadamente nos tomamos los peores, una triste realidad”, comentó Osorio.
Café, una ancestral forma de vivir
Mientras molía un café Caturra natural con una fragancia que generó un impulso aterrador por tomar esa infusión atávica, la socia de Neira York Coffee Viviana Quintero, fundadora con Cesar Osorio de la tremenda empresa sostuvo que la asistencia a Cafés de Colombia Expo 2022 tiene como motivo ampliar el radio de la empresa y mostrarle la opción al país ya que la operación es muy regional sin desconocer que se hace algo importante por el municipio de Neira y el departamento de Caldas.
A la fecha la firma está asesorando a la Alcaldía de Tamara en Casanare en el tema de calidades especiales, municipio en donde Neira York asoció un grupo de mujeres cafeteras, fortaleciendo el proceso para que manejen el café con calidad la cual se logra con un apropiado beneficio, inclusive considerando la parte agronómica como un bordón en el proceso puesto que de esa manera se puede manejar con fundamento la producción de café especial.
Colombia, dijo la empresaria, tiene en portafolio una generosa variedad de variedades en café, una situación sumamente favorable porque les permite a los nacionales acceder a unas marcas regionales, de origen, totalmente cargadas de atributos, un mercado local que puede crecer para bien de los consumidores y de la misma rentabilidad cafetera.
Los expertos en el tema precisaron que la idea es orientar a los productores, pero también a los consumidores para que exijan calidad pues la idea es pasar de un simple tinto a una buena taza de café y que de esa manera todo el valor agregado que se le da al grano se refleje en una mayor ganancia para quienes siembra.
Quien no toma café de calidad, es porque no quiere o no sabe de la bebida, señaló Quintero, pues en todo el territorio hay buenas propuestas en producto y el mercado se ha quedado con la oferta en grano que hacen las multinacionales o algunas marcas domésticas que no apuestan por calidad sino por cantidad.
En su plática, Viviana Quintero expuso que el asunto es calidad y diferenciación y por ello lo que hace Neira York es producir cafés especiales, de enorme atributo, absolutamente a la altura de los más rígidos demandantes de buen producto que se destaca en la transformación.
Diferente al Quindío o Risaralda para el caso del Eje Cafetero, Caldas no apostó por llevar a sus caficultores a la importante feria de cafés especiales en Bogotá, un revés e infortunio porque Corferias que acogió a todas las regiones se consolida como una gran vitrina de la caficultura diferenciada. Al parecer, dijo Quintero, los altos costos logísticos no permitieron tener una gran muestra caldense que no pudo hacer visibles las calidades que acopia en grano.
Valor agregado, garantía para la época de vacas flacas
Un tema del que se ha venido hablando últimamente es la posible caída en precio del café, pero para los conocedores la única manera de no salir del mercado y mantener precios altos y justos es agregando valor y poner en el mercado global cafés especiales de alto costo por cualidad.
“Nos asusta la variación de los precios en la bolsa de Nueva York porque un día cierran al alza y al otro día la Gran Manzana pone una cotización baja, es por eso que debemos transformar, pensar en atributo y no depender tanto del grano como commoditie, es bueno salirnos del bulto e innovar para ganar más vía cafés especiales.
La empresaria tiene activado su ADN cafetero, recuerda con orgullo que sus abuelos Ernesto Quintero y Rosalba Orozco, se dedicaron con mucho compromiso y entrega a la caficultura, una actividad que le permitió comprobar que la mujer ha sido determinante en la oferta de café especial. En el tiempo que acompaño a sus antecesores pudo ver el detalle y la disciplina que doña Rosalba, la matrona, le ponía al café, a tal punto que lograba llevar al mercado un producto de reconocida calidad.
Neira York, gracias a esa usanza lanzó un proyecto social que consiste en apoyar un grupo de 30 mujeres cafeteras llamado MOM Coffee que tienen la experiencia de exportar grano y cuenta con la ventaja de tener marca de café tostado de elevada calidad. Esta iniciativa, explicó Quintero, busca visibilizar la labor de la mujer rural y la injerencia que tiene en todo el proceso del café.
El plan no solo pasa por café sino por seguridad alimentaria en donde algunas mujeres del café desarrollan proyectos de huerta y de esa forma siembran y recogen los alimentos que ponen en sus mesas para nutrir debidamente a sus familias. El asunto es que las familias y para el caso del género femenino, se aborde la finca cafetera como empresa.
Con mucha seguridad, Viviana Quintero dijo que la transformación del café y su condición de especial empezó con las mujeres que encontraron en los pormenores, la forma de crecer en calidad e inclusive en administración en donde también demostraron llevar la delantera.
Tiene por qué mostrar credenciales Viviana, abuelos cafeteros y bisabuelos dedicados al campo, trabajadores incansables, un bisabuelo recordado por sus duras jornadas como arriero que con sus mulas cargadas vio el ocaso del siglo XIX, cuando la caficultura fue arrasada por la Guerra de los Mil Días.
Maquinaria agrícola impactada por geopolítica
El Gerente Administrativo de la prestigiosa firma JM Estrada, Daniel Espinosa Estrada, dijo que la maquinaria ha subido de precio en todas las líneas productivas por razones apenas obvias que se salen de las manos de los industriales ya que se trata de asuntos geopolíticos o exógenos con alto impacto en la economía mundial.
Añadió que todo empezó después del pico alto de la pandemia con el encarecimiento en los fletes y el trauma logístico, un tema delicado para la firma porque maneja equipos con acero inoxidable, materia prima que debe importarse ante la ausencia del producto en el mercado local.
Todo fue confuso, precisó Espinosa estrada, porque las tarifas de transporte marítimo desde China repuntaron puesto que los fletes internacionales se triplicaron en valor pues pasaron de 5.000 dólares a 18.000 y 20.000 dólares el cargamento o container de 40 toneladas, un hecho que golpeo los bienes básicos generando un problema de gigantescas dimensiones, ahondado con la escasez de acero inoxidable y otros materiales a raíz de la guerra entre Rusia y Ucrania, hecho que igualmente repercutió en los mercados y más en Colombia porque no había insumos o elementos básicos, el asunto era elemental, no había suministro.
“Nosotros empezamos a traer producto desde finales del año pasado, inclusive hay bienes que apenas están llegando o siguen en tránsito, un contexto complejo porque conduce a los empresarios a buscar materiales revendidos”, detalló el Gerente Administrativo de JM Estrada.
Por último, anotó, está pesando en las operaciones de comercio exterior el precio del dólar ya que ha habido una devaluación aguda en vista que se pasó de una divisa de 3.700 pesos para importación y hoy ese indicador supera los 4.500 pesos, lamentable retahíla de inconvenientes que hacen imposible sostener precios, una tendencia de la economía en general traducida en inflación incontrolable.
Las despulpadoras no han tenido mayor problema por que se fabrican con hierro y allí la empresa se la ha jugado con los valores de la chatarra, de todas maneras y haciendo esfuerzos ha habido un incremento que oscila entre el 15 y el 20 por ciento por equipo, un apuro estimable cuando los productores celebran los buenos precios, pero lamentan que no haya café.
Sobre los datos de inflación que ubican el indicador en el 11 por ciento en los últimos meses para el caso del mercado, Espinosa acentuó que para la compañía la cifra no corresponde a la realidad porque al hacer la medición estricta desde las compras, la cifra escala al 20 por ciento.
El biorreactor o fermentador para cafés especiales muestra una tendencia interesante porque empezó con una venta de 18 millones de pesos por equipo y hoy este se consigue en 14 millones, gracias a una gestión que permitió conseguir acero inoxidable importado a menor precio, una situación que facilitó bajar su valor.
Lo interesante es que, si sigue dándose esa tendencia de ubicar materias primas a menor costo, será viable trasladar el beneficio al caficultor por cuanto el interés magnánimo de la empresa es tener más equipos en todo el país. Cierto es que se pueden abaratar los bienes de capital con commodities en descenso, pero a juicio del directivo ello implica una búsqueda de componente principal muy agobiante y el factor incertidumbre permite tener unos precios temporales porque se pueden sostener por uno o dos meses, pero con factores como la tasa de cambio nadie sabe a cómo adquirirá los bienes básicos, algo aún peor si se agudiza el conflicto en Ucrania.
Al ser un mercado global, las empresas y el mundo económico están dependiendo de la geopolítica, pero tal y como están las cosas, nadie puede predecir que acontecerá, todo sigue muy turbio y lleno de acertijos.
JM Estrada, una empresa de ayer, con un gran presente y lista para el futuro
Daniel Espinosa Estrada comentó que hay regocijo porque la marca lleva nada más y nada menos que 157 años pues la empresa fue erigida en 1865 y desde entonces no para de innovar, crecer y llevar soluciones al sector primario.
La compañía fundada por su tatarabuelo, el señor Jesús María Estrada, se afianzó como el fabricante de equipos para café más antiguo del mundo. La compañía produce equipos en acero inoxidable para el beneficio del café, caña y ganadería. Comercializa eficientemente motores y plantas eléctricas.
Espinosa Estrada quien hace parte de la quinta generación de la empresa expuso que, en café, la firma maneja equipos y soluciones que van desde el beneficio hasta la tostión, es decir trilla y secado. Últimamente la empresa está incursionando en la línea de cafés especiales con un fermentador para dicho propósito, toda una apuesta en competitividad y mejora en obtención de grano con atributos.
El novedoso fermentador hace parte de la innovación cafetera y es una tendencia ya que todos los productores de café se están volcando a esta solución porque se dieron cuenta que preparar cafés de calidad es mucho más rentable, una directriz que conlleva a adaptar micro-lotes y de igual forma a hacer más versátiles las recetas, un cúmulo de valor agregado que se convierte en mayor ganancia frente a los cafés lavados, en síntesis, la gente le está creyendo al café diferenciado.
JM Estrada es un producto que debe estar en los campos y en los procesos de agroindustria por calidad, respaldo, tradición, trayectoria y demasiado conocimiento del mercado pues no en vano la marca lleva más de siglo y medio fabricando equipos. Además, la empresa cuenta con un servicio posventa que garantiza eficiencia, funcionalidad, instalación, servicio y atención permanente al cliente.
El caso empresarial de Jesús María Estrada resulta sugestivo porque es literalmente la colonización antioqueña al revés ya que fue nacido en Aguadas, Caldas y decidió partir para Medellín, luego fundó la ferrería de Amagá, la que trasladó a la Estrella en 1900.
Espinosa Estrada narró que la fábrica empezó con turbinas hidráulicas Pelton porque en esa época no había energía eléctrica y este tipo de solución resultaba muy eficaz, es por eso que JM Estrada fue la primera industria que tuvo energía eléctrica en Medellín con cargo a los propulsores que la factoría fundía.
Hay que reconocer el trabajo, el compromiso y la dinámica de JM Estrada, los productos de la empresa están en más de 40 países. En África la compañía hace presencia en Etiopía, Uganda, Tanzania y Kenia, en Centroamérica y el Caribe el portafolio viaja a Honduras, Nicaragua, Puerto Rico, Haití y República Dominicana.
La marca está en Hawái con cafés especiales y sus equipos son apreciados en la Zona Andina, en países como Ecuador y Perú, desde luego sumando Colombia. La empresa es afortunadamente tozuda y ha metido equipos hasta en China.
Actualmente en el mundo hay cuatro grandes fabricantes de equipos para café y allí muy orondo se encuentra JM Estrada, una firma que no conoce la pausa y por eso se le ve rauda, siempre hacia adelante porque tiene claro que el gran reto es seguir posicionándose en el mercado y llegando a nuevos rincones, todo con una meta servir a los caficultores y a los hogares.
Actualmente una amenaza para el mercado puede ser la falta de tecnificación y la falta de consciencia que sumando tecnología al café habrá mayores beneficios, ese riesgo, dijo, no lo corren exclusivamente los fabricantes, también el mercado cafetero.
La oportunidad, aseveró, está por el lado de los cafés especiales porque están en boom y al ser el café un producto de consumo diario podría venir una mayor demanda de cafés diferenciados en la medida que siga creciendo la cultura del bebestible.
Actualmente Colombia tiene nueva competencia en café y es Panamá que está sacando unas variedades Geisha que reportan los mejores puntajes. En ese país centroamericano las grandes plantaciones, acompañados por JM Estrada han vendido cafés a 6.000 dólares, sin duda el mejor café del mundo y con los expertos, subrayó Espinosa, Colombia puede superar a sus vecinos entre los que se cuenta Venezuela que está de vuelta y comprando equipos al igual que Perú, pero única y exclusivamente si les imprime a los cultivos tecnología y eficiencia, una forma correcta de retomar atributos.