El futuro de las cajas de compensación familiar está hoy en veremos por las expectativas que ha despertado el cambio en el estatuto tributario toda vez que el tamaño del déficit fiscal obligará a que el Ministerio de Hacienda tenga al parecer como objetivo hasta estos entes de ahorro y subsidio familiar.
El Vicepresidente Ejecutivo de la Asociación Nacional de Cajas de Compensación Familiar Asocajas, Herbert Mantilla, le dijo a Diariolaeconomia.com que hay acertijos e inquietudes ante la existencia de corrillos en el sentido que el gobierno impactará al sistema del subsidio familiar.
Según Mantilla, por la filosofía de las cajas de compensación, dichos rumores no tendrían asidero y el sistema no se vería afectado porque las cajas buscan por lo general el mejoramiento de la calidad de vida de ocho millones de trabajadores que con sus familias y afiliados suman más de 24 millones de nacionales cobijados por el sistema, es decir cerca de la mitad de la población colombiana.
“Una eventual medida tributaria en contra de las cajas de compensación familiar dejaría sin atención y desfinanciaría un sistema que atiende a la clase media trabajadora”, declaró el señor Mantilla.
Dijo que no hay duda desde la tribuna del subsidio que el gobierno piensa social y coherentemente a tal punto que les pidió colaboración a las cajas para ayudar a saldar esa deuda histórica que ha tenido el estado con el campo colombiano.
Indicó que en aras de sacar adelante el paquete tributario, el ejecutivo no puede confundir la misión de las cajas de compensación familiar con la de los clubes sociales porque indiscutiblemente las cajas como prestadoras de servicios y oferentes de subsidio para las familias atienden a la clase media colombiana y a millones de colombianos que no tienen la forma de ingresar a un club social y por ello les brinda a
los hogares, a través de un trabajador formalmente vinculado, todos los servicios incluido el subsidio en favor del núcleo familiar.
“Si la reforma tributaria tiene como objetivo a las cajas, este tipo de entidades estarían supremamente amenazadas, ello en desmedro de los trabajadores que verían un menoscabo en el subsidio que es un derecho fundamental consagrado en la Constitución Política de Colombia.
Este aporte es parte de la seguridad social y no tendría sentido trastocarlo porque el directamente afectado es el afiliado”, Comentó.
En su análisis sobre el futuro paquete tributario, el Vicepresidente de Asocajas aseveró que lamentablemente Colombia ha sido afectada en su dinámica económica y social con una serie de reformas tributarias que tan solo han servido para enfriar la economía y para ponerle palos en la rueda al desarrollo y a las mejoras sociales pues basta con ver en qué está la reducida clase media del país que fue otrora el bordón de una economía en creces que generaba equilibrio entre pobres y ricos.
Sostuvo que el gran problema de los colombianos es la financiación de la corrupción así como unas soluciones exploradas a la ligera que no fueron más que paños de agua tibia para un lío estructural en dónde había que optimizar recaudos y combatir flagelos fiscales como evasión y elución. Tristemente, adujo, a los más vulnerables les meten la mano en el bolsillo o les quitan sus empleos, porque ese ha sido el común denominador de las últimas reformas.
“Llegó la hora que el ministerio de Hacienda y los encargados de diseñar la famosa y temeraria tributaria miren bien hacia dónde apuntar porque no son las cajas de compensación ni mucho menos el sistema de subsidio el foco de recursos que subsane las falencias fiscales”, apuntó.
Hoy Colombia cuenta con 43 cajas de compensación en todo el territorio nacional las cuales benefician a niños, familias y madres cabeza de hogar que gozan de servicios de recreación, educación, formación, salud y crédito.
La cuota monetaria está establecida en 27.000 y 28.000 pesos mensuales en promedio para trabajadores que devengan hasta dos salarios mínimos. El valor del giro a los niños colombianos por concepto de subsidio supera con facilidad los1.39 billones de pesos, puntualmente el 29 por ciento del cuatro por ciento en aportes para la calidad de vida.
Como dice el argot popular amanecerá y veremos de qué tamaño es el amor del gobierno colombiano por una clase media y pobre trabajadora que no tiene más aliciente que una caja de compensación familiar para contar con un único amparo que a la postre es el que verdaderamente los hace sonreír y disfrutar de la compleja vida.